PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
LA LINDE DE LA PALEOFRONTERA
En el Puerto de la Mora, un laberinto rocoso es testigo del impacto que creó las sierras béticas
y el único lugar donde conviven especies de cuatro territorios
Son aristas grises y cortantes en las que se concentran plantas de Cazorla, Málaga, Almería y
Sierra Nevada que crecen gracias a las ventanas geológicas del Mioceno
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Hace 30 millones de años, La placa tectónica de Alborán comenzó a moverse. Inició una deriva
hacia el noreste y empujó enormes masas de materiales geológicos que emergieron, poco a poco, de
las aguas del mar hasta que colisionaron con el macizo ibérico (el centro de la actual
península). El impacto creó la base que diez millones de años más tarde generó la cordillera
Bética, con Sierra Nevada incluida y los sistemas montañosos de su entorno. Las altas cumbres y
sus laderas se convertían en la divisoria de los dos grandes dominios geológicos que hoy en día
constituyen el sureste ibérico y que los expertos conocen como zona exterior (la que está
formada por sedimentos marinos, desde los picos hacia el mar) y la interior, desde las cumbres
hacia el centro peninsular, con viejas rocas deterioradas y fracturadas que eran parte de la
placa original que provocó la colisión. (...)
(...) Pero ese movimiento tectónico no solo produjo desplazamientos ascendentes, sino que
generó una lengua de materiales que desde el oeste se desplazaron entre las montañas en
dirección al levante ibérico. Marcó una línea fronteriza que tiene una huella especialmente
visible en la confluencia entre Sierra Nevada y la sierra de Huétor, en el puerto de la Mora, en
el paraje conocido como Lapiaz de la Mora, la linde entre el norte y el sur geológico
peninsular, la paleofrontera en la que se encuentran elementos biológicos que en realidad
pertenecen a otros territorios, pero que aquí encuentran las condiciones adecuadas para
desarrollarse, indica el catedrático de Botánica de la UGR, Francisco Valle, que muestra como
hasta este paraje granadino se han extendido meandros geológicos de cuatro sectores
biogeográficos muy diferenciados, el Alpujárride, que es todo lo que rodea la zona media de
Sierra Nevada y que llega desde la sierra de Gádor hasta el puerto de la Mora y sierra Tejeda;
el llamado Nevado-Filábrides, que son los que forman las cotas altas de Sierra Nevada, tanto de
Granada como de Almería; el sector Tejedense, que tiene su máxima representación en al sierra de
Tejeda y la Axarquía y el Cazorlense, centrado en la sierra jienense. Todos ellos se mueven a
través del eje que separa Sierra Nevada de la de Huétor y convergen en la Mora.
Grietas y laberintos
Es un paraje árido y misterioso, salpicado de formaciones karsticas modeladas por el agua y el
viento al que llaman los Dientes de las Vieja por sus piedras melladas e irregulares, aunque
oficialmente es conocido como Lapiaz de la Mora, un espacio geológico de alrededor de 64
hectáreas situado junto a la A-92, a pie de carretera, en la zona de mayor altitud del puerto de
montaña, un territorio que rompe la continuidad del paisaje: la imagen cambia de pinar y encinar
a la de matorral de monte bajo salpicado de aristas rocosas, que muestran sus hendiduras
milenarias y forman verdaderos laberintos de piedra y murallas casi inexpugnables. Este paraje,
catalogado en el Inventario Andaluz de Georrecursos, es mucho más que un pedregal de media
montaña.
Para los botánicos es un territorio cargado de sorpresas y contrastes, ya que se encuentran
especies que teóricamente no deberían estar allí, que forman parte de otras sierras y espacios
geográficos. Es posible encontrar juntas plantas que habitualmente no coinciden, como el endrino
común en esta zona,
Prunus spinosa, el que todo el mundo conoce, junto a
Prunus
ramburii, que es específico de Sierra Nevada, una coincidencia que también se
observa con dos lavandas, las especies lanata y latifolia, que no suelen coincidir en un mismo
espacio. Otras plantas que tienen su hábitat óptimo en Cazorla, como el
Anthyllis ramburii,
es posible verlas en esta zona de la Mora, y también el
Anthyllis tejedensis, que
en realidad es de la sierra de Tejeda. Hay incluso plantas nevadenses como el azafrán de Sierra
Nevada, además de una especie espinosa, la
Centaurea boissieri funkii, que es propia de
tomillares dolomíticos, e incluso una planta con denominación de origen alejada de esta zona: El
cerastio de Gibraltar.
Conocer este paraje y observar sus riquezas biológicas y geológicas es fácil. La A-92 cruza
longitudinalmente una parte importante de su superficie desde la zona más alta del puerto hacia
la conocida como Venta del Molinillo. El lapiaz comienza en el punto de salida de la autovía
hacia Las Mimbres y continúa bordeado por el arcén de la A-92 durante aproximadamente 800 metros
hasta que se aprecia claramente que el paisaje vuelve a cambiar. El cerro rocoso similar al
Torcal de Antequera se levanta a la derecha de los conductores, en dirección Murcia. A la
izquierda la gran extensión de bosques, colinas, tajos y peñones que forman la zona norte de la
Sierra de Huétor.
El acceso hay que hacerlos a través de la antigua carretera de Guadíx, tras tomar la salida de
Las Mimbres y tras unos 300 metros hay un pequeño túnel que cruza bajo la autovía y permite
entrar en un carril que accede al extremo este del lapiaz. A partir de ahí, hay que iniciar la
ascensión entre las rocas agrietadas, pequeños prados efímeros, arbustos espinosos como
agracejos, y otras plantas entre las que hay carrasquillas, aladiernos, madreselvas, majuelos y
encinas con peonías, además de especies típicas de rocas como las saxifragas y helechos, que
aprovechan la humedad que se queda retenida en las grietas.
Las afiladas aristas protegen el acceso a un territorio que mantiene su espíritu fronterizo,
pero que también es un crisol y punto de encuentro de territorios que tuvieron un único
origen.
¿Dónde está?
En la Sierra de Huétor, en la zona más alta del Puerto de la Mora, junto a la A-92. Es el
cerro rocoso que se levanta a la derecha de la carretera en dirección Guadix en el punto en el
que la vía termina de llanear.
¿Cómo llegar?: Hay que tomar la salida hacia Las Mimbres y Venta del Molinillo, salida 264, y
circular por la antigua carretera de Murcia unos 300 metros hasta encontrar una pequeña subida a
la derecha que conecta con un túnel que cruza bajo la autovía y llega a un carril en el que
dejar el coche y comenzar la ascensión casi campo a través, ya que hay una pequeña vereda pero
suele estar desdibujada. En la zona superior del Lapiaz hay una trinchera de la Guerra Civil.
Coordenadas: Punto de acceso está tras pasar bajo la autovía: 37°17’45.86’’N 3°26’56.51’’O