PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
SIERRA DE HUÉTOR * NACIMIENTO DEL DARRO * FUENTE DE LA TEJA
DONDE NACE EL RÍO DE ORO
Un pequeño arroyo de montaña en la sierra de Huétor, entre
jaras y retamas es el inicio del Darro,
Enormes arces, sauces y alisos sombrean las aguas de los
manantiales de la Fuente de la Teja, un paraje hoy solitario que
fue cita familiar en los domingos del siglo XX
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Las umbrías dominan el paisaje. El agua aún cristalina, recién
surgida de la tierra, forma pequeñísimos torrentes entre cantos
rodados y rocas de aluvión con capas de color amarillo,
impregnadas por los minerales que el agua deposita sobre ellas. Es
el color del arroyo dorado que los romanos bautizaron como Dauro,
el río que «da oro», y los árabes como AhDarro, aunque esa
tonalidad que las piedras adquieren en los inicios de su cauce se
debe a mineral de hierro y cobre y no a la presencia del preciado
metal amarillo. Arboledas, piedras y agua, hacen del nacimiento un
lugar propicio para las leyendas y el misterio, especial para
contar historias y recordar a quienes disfrutaron de él, desde
hace más de un milenio.(...)
(...) Para los habitantes de Huétor Santillán, el Darro se inicia
en un paraje conocido como el Nacimiento, cerca de la localidad en
dirección hacia la sierra, pero aunque ese es el punto en el que
el cauce se enriquece con el agua de otros manantiales, es más
arriba, en la Fuente de la Teja, en pleno corazón del parque
natural, donde se encuentra el primer aporte de agua a la cuenca
del Darro.
La permeabilidad de las rocas calizas de esa zona de las montañas
hace que el agua de la lluvia discurra por el interior de la
tierra. Cuando encuentra espacios por los que no puede filtrarse,
aprovecha y busca la superficie para reaparecer en forma de
manantiales y fuentes. Es lo que ocurre en la Teja, el lugar
considerado como el verdadero nacimiento del río de oro.
Un día de campo
Cada domingo de primavera y verano, desde los años sesenta hasta
casi final del siglo XX, la Fuente de la Teja, habilitada por el
Icona con un área recreativa y como un punto de referencia de sus
trabajos de repoblación forestal, se convertía en el punto de
reunión de familias para pasar un día en el campo. Una jornada
para disfrutar de la sombra y el verdor de las grandes arboledas,
e incluso mojarse los pies y bañar a los niños en las pequeñas
pozas improvisadas en el cauce del histórico río. La masificación,
la incontrolada llegada de coches y el peligro de incendio,
provocó el cierre de los carriles y el consiguiente olvido.
Hoy, la Fuente de la Teja, es un rincón privilegiado y solitario
del Parque Natural de la Sierra de Huétor, que tras más de una
década de mínima presencia humana se naturaliza poco a poco y la
vegetación, en su mayoría de origen foráneo y de repoblación,
comienza a formar parte del ecosistema.
La Fuente de la Teja es ahora un perfecto ejemplo de vegetación de
ribera, con álamos en los lugares que se encharcan cuando hay
crecidas del río, zonas de matorral con mimbreras y sauces, y
semiladeras donde crecen algunos de los arces de mayor tamaño del
sur de la península. Son ejemplares de Acer pseudoplatanus, con
más de diez metros de altura, con troncos que se dividen en varios
y que generan una cobertura de hojas y ramas de más de 15 metros
de diámetro. La sombra de estos arces eran los lugares favoritos
para pasar el domingo.
Junto a las especies no autóctonas, el entorno de la Fuente de la
Teja está cargado de vegetación original de bosque mediterráneo,
con un encinar que se complementa con espacios de matorral con
rascaviejas en puntos más altos y batidos por el viento, pequeños
bosquetes de robles y la gran masa forestal de pinos de
repoblación. En el curso del río, que baja hacia Huétor Santillán,
alamedas y mimbreras, riberas donde las zarzamoras y rosales crean
marañas espinosos impenetrables, y en las umbrías, algunas
especies de orquídeas ibéricas difíciles de encontrar en otros
puntos, como la Cephalantera longifolia y Dactylorhiza insularis.
Durante el verano la vegetación se refugia en las umbrías y en el
otoño, las setas proliferan entre las hojarascas de los álamos,
junto a los troncos de las arboledas y en los prados húmedos.
Dos caminos
Hay dos formas de llegar a la Fuente de la Teja y nacimiento del
Darro. Por la Alfaguara y desde la A-92. La más corta para andar,
pero también más pendiente, es la primera de ellas. Hay que subir
desde Alfacar hasta el cruce con el campamento de la Alfaguara y
seguir adelante cuando la carretera se convierte en carril sin
asfaltar. Unos dos kilómetros después hay un cruce a seguir por la
derecha, pero una cadena corta el paso. Hay que seguir andando.
Son 1,7 kilómetros de bajada, en algunos puntos con pendiente
pronunciada, que hay que subir para volver. El carril tiene curvas
muy pronunciadas que pueden cortarse mediante veredas entre los
pinares, y miradores desde los que contemplar barrancos y
vaguadas.
Desde la A-92 el acceso es por la entrada al parque situada en el
Puerto de la Mora, hacia la casa forestal de los Peñoncillos. A
menos de cien metros de este enclave hay una encrucijada de
caminos. El de la derecha discurre hacia la Fuente de la Teja.
Está cortado con una cadena, por lo que hay que andar 2,3
kilómetros, pero la bajada (para después subir) es más suave y
tiene una parte de ascenso cuando se acerca al nacimiento del
Darro. Aproximadamente 1,7 kilómetros después de iniciar este
recorrido se llega al mirador de las Veguillas, desde el que se
contempla gran parte del valle del Darro, y poco después, el
paraje de la Fuente de la Teja, que llama la atención por su
frescor y porque allí ya se oye el rumor del agua y el sonido de
las aves se mezcla entre las típicas de ecosistemas forestales,
como los herrerillos, con otros habitantes de las riberas, entre
ellos los ruiseñores.
¿Cómo llegar?
Accesos Desde Alfacar por la carretera de la Alfaguara. Una vez
pasado el cruce del campamento, cuando la vía se convierte en
carril no asfaltado, el primer cruce a la derecha, cerrado con
cadena. Desde la A-92 en la salida 259 hacia el interior del
Parque Natural, cortijo de los Peñoncillos y el carril que sale a
la derecha.
Coordenadas: Cruce de caminos Los Peñoncillos: 37°15’11.45’’N-
3°29’19.63’’O.
Camino hacia la Fuente de la Teja desde la Alfaguara:
37°16’8.47’’N- 3°30’43.02’’O.
Buscadores de oro
Hasta los años ochenta, las aguas del río Darro eran filtradas por
buscadores de oro que, en algunos puntos del cauce, incluso a su
paso por las inmediaciones de la ciudad, bajo el Sacromonte,
mantenían pequeñas estructuras para cribar las arenas en busca de
pepitas del preciado metal. Una práctica que se remonta a la época
de los romanos y que fue seguida por árabes y después por los
cristianos
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
FLORA
Acer
opalus subsp granatense (Arce de Granada) Acer pseudoplatanus
(Arce blanco)
Adenocarpus
decorticans (Rascavieja)
Alnus
glutinosa (Aliso)
Amelanchier
ovalis (Guillomo)
Anagallis
foemina
Astragalus
incanus
Berberis
hispanica
Bupleurum
gibraltaricum
(Adelfilla de Gibraltar)
Cephalanthera
longifolia
Cistus
albidus (Jara blanca)
Clematis
vitalba
Coriaria
myrtifolia (Emborrachacabras)
Cytisus
fontanesii subsp. fontanesii (Bolina)
Cytisus
scoparius
Dactylorhiza
insularis
(Orquídea pálida)
Genista
cinerea (Hiniesta)
Hedera helix
Helleborus
foetidus (Heleboro)
Malva nicaensis
Pinus pinaster
Pinus
sylvestris (Pino silvestre)
Platanus
hispanica
Polulus nigra
Paeonia
coriacea
Quercus
faginea (Quejigo)
Quercus
rotundifolia
Rhagadiolus
edulis (Uñas del diablo)
Rorippa
nasturtium-aquaticum
Rosmarinus offinalis
(Romero)
Rubus
ulmifolius (Zarzamora)
Ruscus aculeatus
Scirpoides
holoschoenus (Junco)
Teucrium
rotundifolium
Thapsia
villosa (Zumillo)
Thymus
mastichina (Mejorana)
Ulmus minor
Vicia
incana (Algarrobilla de monte)
SETAS
Auricularia
mesenterica.
Calocera
viscosa
Cheilymenia
stercorea.
Clitocybe
gibba.
Coprinopsis
nivea.
Cyathus olla.
Hymenoscyphus
fructigenus.
Hypholoma
fasciculare.
Infundibulicybe
geotropa.
Lepista nuda
Lycoperdon
molle
Psilocybe
coprophila
Rhizopogon
roseolus
Sphaerobolus
stellatus
Stereum
hirsutum
Suillus
bellinii.
Tricholoma
terreum
Hohenbuehelia
geogenia
Macrolepiota
excoriata
Mucilago
crustacea
Auriularia mesenterica
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