PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
TRINCHERAS DEL MAÚLLO, GRITOS EN LA SIERRA
PARQUE NATURAL SIERRA DE HUÉTOR
Las estructuras defensivas de los picos de Huétor son una visita
obligada para descubrir la historia
Pasadizos, almenas y atalayas pueblan la estratégica cima de un
cerro que domina el valle de Granada
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE

En el crepúsculo, al amanecer y anochecer, entre dos luces, se
oyen unos largos y extraños maullidos. Es lo que aseguran algunas
personas que a esas horas coronan la cumbre de uno de los picachos
más conocidos de la Sierra de Huétor. Afirman que es la energía
residente de los soldados que durante la Guerra Civil vivieron y
murieron en ese cerro horadado por las trincheras, donde la forma
de comunicarse entre ellos, e incluso ser oídos por sus compañeros
en otras cimas cercanas, era la de lanzar maullidos, maullar como
si de gatos monteses se tratase para dejar claro que estás vivo.
Es la razón por la que el cerro situado sobre la localidad de
Huétor Santillán, sobre el barranco por el que discurren los
primeros tramos del río Darro, se llama Cerro del Maúllo.. (...)
(...) Ahora, décadas después del fin de la contienda, sobre la
cumbre lo que en realidad se oye es el canto insistente de
pinzones sobre las copas de los pinos, colirrojos entre los
roquedos, jilgueros en los chaparros y el alejado grito de las
rapaces sobre los picachos. Unos sonidos que se mezclan con las
voces y pasos de turistas, escolares y montañeros, que han hecho
del Cerro del Maúllo uno de los lugares más visitados del Parque
Natural de la Sierra de Huétor, una cima a la que es muy fácil
llegar y que incluso cuenta con visitas guiadas que parten desde
el centro de visitantes del parque en la zona conocida como Puerto
Lobo. En la cumbre espera una sorprendente experiencia que invita
a caminar entre túneles y contemplar algunas de las más
impresionantes vistas de la vega y Sierra Nevada.
La mejor forma de acceder a la cumbre y adentrarse en un paraje
natural privilegiado es desde el centro de visitantes de Puerto
Lobo. Desde la A-92, tras poco más de dos kilómetros por una
carretera que discurre entre un denso pinar de repoblación, se
llega al aparcamiento que se encuentra a la espalda del centro de
visitantes, junto al Centro de Defensa Forestal del Infoca. Desde
allí parte un sendero señalizado en dirección este, paralelo a la
pista forestal que desde Puerto Lobo asciende hasta la Alfaguara.
Ese sendero, entre pinos, matorrales y encinas, se comunica con la
vereda principal hacia las trincheras. Es el camino de acceso más
agradable porque discurre por el interior del bosque, pero si se
quiere hacer más rápido y cómodo, lo mejor es caminar por el
carril hacia la Alfaguara hasta encontrar, a 800 metros del inicio
del recorrido, una desviación a la derecha que nos adentra en el
camino del cerro. Este sendero llega a un pequeño prado cargado de
vegetación con grandes pinos y algún cedro. Hay una pequeña
bifurcación. Hay que tomar la senda de la derecha, que asciende
directamente hacia el Maúllo. Desde ese punto solo quedan otros
800 metros para la cumbre. La ascensión no tiene una gran
pendiente.
A lo largo del camino se disfruta de un paisaje entre pinares de
las repoblaciones que se realizaron en la década de los sesenta
del siglo XX y que sufren problemas de viabilidad a causa de la
gran densidad de los árboles que ha provocado que muchos de ellos
estén secos, aunque forman parte de los planes de mejoras
forestales que tiene en marcha la Consejería de Medio Ambiente
desde 2012 y que ya han clareado otros bosques del mismo parque
natural.
La vegetación mediterránea es la clave de gran parte del
recorrido. El amarillo de la aulagas, y el morado de las flores de
la llamada jara blanca, es omnipresente. Se le suma el verdor de
las hojas de las encinas que a final de primavera y en los inicios
del verano muestran sus pequeños racimos de flores ocres. Hay
huellas de zorros y jinetas, y tierras removidas por grupos de
jabalíes alrededor de los árboles y arbustos.
Tras varios tramos de camino en zig-zag, se llega a la parte alta
del cerro, la vertiente cambia y la mirada se cambia hacia el sur
y el oeste. Al fondo aparece el gran macizo de Sierra Nevada y
bajo él, la totalidad del valle de Granada. Llama la atención la
línea de la autovía A-92, con el enorme puente sobre el Darro en
Huétor Santillán. Desde ese punto el camino continúa hacia el
este, manteniendo altura y con la vista puesta en un pequeño
promontorio en el que no parece haber construcción alguna. De
inmediato, aparece un pequeño pasillo entre las piedras, un camino
protegido por un muro de piedra que, de derecha a izquierda, rodea
la cima. Hay que entrar en ese pasillo para llegar a las
trincheras, nidos de ametralladoras, estancias y túneles. A solo
una docena de metros, la primera salida del pasadizo accede a un
punto de observación almenado que cae sobre Huétor. Si
continuamos, a pocos pasos, otro cubículo aterrazado se sitúa
sobre el valle del Darro, sobre un gran acantilado de decenas de
metros de altura, desde el que se divisa la totalidad del
barranco, los montes del parque y los accesos desde la sierra a
Huétor y a Granada. Y desde allí, los pasillos atrincherados que
comunican las diferentes estancias e instalaciones de toda la zona
defensiva. Andar por su interior es adentrarse en otra época y
recibir extrañas sensaciones. Los pasillos han sido cavados en las
rocas con una profundidad que permitiese cubrir por completo la
altura de un hombre.
Sierra Nevada al fondo
Fuertes vientos
Sobre las estructuras defensivas, en las rocas de la cima que se
conservan en su estado natural, crecen especies vegetales de media
montaña, preparadas para aguantar las inclemencias del tiempo, los
fuertes vientos y ocasionales nevadas, además de la gran
insolación del verano, espartos, piorno azul, retamas, tomillos y
otras plantas aromáticas de poco porte y forma almohadillada.
Entre las rocas y matorrales, nidos de colirrojos y currucas, y en
los acantilados, habitan mochuelos, búho real y rapaces diurnas,
especialmente cernícalos.
El paisaje no solo se muestra hacia el sur y el oeste, sobre el
valle de la ciudad, sino que al norte y al este se contempla la
plenitud de la sierra de Huétor, los picos que forman la
Alfaguara, los cortados de Pradonegro y las manchas verdes de los
grandes pinares, encinares y robledales de este parque natural.
Siete décadas después algunos espacios creados para la
confrontación bélica se han convertido en símbolos de la historia,
e incluso han logrado naturalizarse y adecuarse al entorno, en un
extraño y frágil equilibrio.
¿Cómo llegar?
Acceso: A través de la A-92 salida 253 y dirección hacia Puerto
Lobo y Víznar. 1,5 km después se llega al Centro de Visitantes de
Puerto Lobo. Allí está el aparcamiento.
Sendero: Junto al aparcamiento, en dirección Este hay un sendero
que llega hasta la cumbre tras recorrer 1,6 kilómetros. Este
sendero discurre por el interior del bosque.
Por el carril: La posibilidad más corta y cómoda es por el carril
forestal que va a la Alfaguara y parte desde el aparcamiento. A
800 metros hay una senda a la derecha hacia el Maúllo.
A tener en cuenta: Al iniciar esa senda (que se une a la que parte
desde el aparcamiento por el bosque) hay un prado con una
bifurcación de caminos. Hay que tomar el de la derecha que
asciende a la cumbre. Serán otros 800 metros.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
FLORA
Bartsia trixago
Biscutella laevigata
Bombycilaena discolor
Callipeltis cucullaris
Ceterah officinarum
Cistus albidus
Cistus clusii
Crupina crupinastrum
Daphne gnidium
Erinacea anthyllis
Filago congesta
Genista umbellata
Lavandula stoechas
(Cantueso)
Linaria aeruginea
Macrochloa tenacissima /Stipa tenacissima (Esparto)
Muscari comosum
(Cebollón)
Muscari neglectum
(Nazareno)
Paronychia argentea
Phlomis lychnitis
Polygala rupestris
Quercus coccifera (Coscoja)
Quercus rotundifolia (Encina)
Rhamnus lycioides subsp
lycioides (Espinonegro)
Rhamnus myrtifolia
(Carrasquilla)
Rosmarinus officinalis (Romero)
Rubus ulmifolius
(Zarzamora)
Rumex bucephalophorus
Sanguisorba verrucosa
Trifolium campestre
Trifolium stellatum
Thymus mastichina (Mejorana)
Ulex parviflorus (Aulaga)
Fauna
Iphiclides podalirius
Papilio machaon
Pieris brassicae
Nymphalis polychloros
Colias croceus
Lassiommata megera
Lycaena phlaeas
Pseudophilotes
abencerragus
Anthocaris euphenoides
Acanthodactylus erythrurus
Fringilla
coelebs (Pinzón vulgar)
Phoenicurus
ochruros
(Colirrojo tizón)
Psammodromus algirus
Timon lepidus
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