PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
PARQUE NATURAL SIERRA DE HUÉTOR * ARBORETUM
El vivero se convirtió en bosque
Enormes cedros del Atlas, arces, pinos y álamos forman el
Arboretum de la Alfaguara
Un parque botánico que dio origen a la mayoría de los
ejemplares que fueron replantados en la sierra de Huétor durante
el siglo XX
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Pasear bajo el tupido arco que forman más de una treintena de
enormes cedros de más de diez metros de altura, es trasladarse a
los bosques del norte de África, a las montañas del Atlas, donde
el Cedrus atlantica, tuvo su origen antes de ser utilizado para
repoblaciones en las cordilleras béticas del sureste de la
península Ibérica. La sensación es extraña, las enromes ramas de
estos árboles casi no dejan pasar el sol. Sus troncos marcan las
lindes de un recorrido por el interior de un bosque naturalizado.
Es el parque botánico conocido como Arboretum de la
Alfaguarra, dentro del Parque Natural de la Sierra de Huétor, el
recuerdo vivo de las tareas de regeneración forestal que cambiaron
la fisonomía y los ecosistemas de estas montañas en la segunda
mitad del siglo XX. Árboles que junto a pinos de diferentes
especies, arces, álamos, e incluso frutales, crecieron y se
reprodujeron en este espacio hasta formar un verdadero bosque en
el que sorprende encontrar una pequeña alameda junto a grupos de
cipreses, ecosistemas húmedos cerca de las viejas acequias, e
incluso comprobar como el encinar recuperó territorios de los que
fue expulsado. (...)
(...) El Arboretum de la Alfaguara está situado en un paraje en el
que había una permanente presencia de agua gracias a la fuente de
los pajareros, que daba lugar a una pequeña balsa y un arroyo que
discurría sierra abajo. A principios de la década de los sesenta,
era el terreno ideal para ubicar el principal vivero de especies
forestales desde el que iniciar la tarea de repoblar los montes de
estas sierras, que estaban poblados por encinares y robledales y
grandes extensiones de matorral, pero todos estos bosques estaban
muy esquilmados a causa de la sobreexplotación a la que habían
sido sometidos durante décadas, tanto para obtener madera para la
construcción y fabricación de todo tipo de muebles y utillaje,
como para leña y la generación de carbón, y además por la
destrucción de bosquetes y monte bajo para obtener tierras de
labranza y espacios para pastoreo.
La falta de un control sobre esas explotaciones había dado paso a
un considerable avance de la erosión y la desertificación de
laderas. La repoblación forestal fue la fórmula elegida para la
recuperación. El Arboretum fue el punto al que se llevaron
centenares de plantones y ejemplares jóvenes de especies que en
ese momento se consideraban como las más adecuadas para colonizar
los montes, y que además podían convertirse en una fuente de
riqueza para los pueblos del entorno a través de la explotación
maderera. La mayoría de las especies fueron coníferas, pinos,
abetos y cipreses, y también los cedros del Atlas, que en aquel
momento había una cierta facilidad para su importación desde el
norte del África y era factible que se adaptasen con facilidad a
los ecosistemas y la climatología del sur de Europa.
Desde le Arboretum partían centenares de plantones ya aclimatados
para ser plantados en casi la totalidad de las laderas y barrancos
de lo que hoy son las sierras de la Alfaguara, Huétor, Beas, Arana
e incluso algunas zonas de Sierra Nevada. Cuando las repoblaciones
terminaron y la política forestal ya no fue la de extracción de
madera de los espacios naturales, los árboles continuaron en el
vivero, evolucionaron por sí mismos y generaron un bosque mixto
que merece la pena conocer. Un lugar donde la vegetación autóctona
se recupera poco a poco y en el que las masas de zarzamoras forman
una muralla natural junto a las surgencias de agua que crean
charcas donde antes estaban los abrevaderos de la antigua fuente
de los pajareros, espacios húmedos en los que crecen especies
mediterráneas, donde incluso se oyen los sonidos de los sapos en
épocas de apareamiento, y sirven como bebederos para los pájaros.
Las condiciones que se han generado en el Arboretum son perfectas
para el desarrollo de poblaciones de aves forestales, ya que
tienen protección, comida y agua. El sonido de las aves es
continuo. Los pequeñísimos mitos revolotean entre las ramas de los
frutales, mientras los herrerillos y carboneros buscan insectos en
las cortezas, igual que los agateadores, que tienen en esta zona
poblaciones estables, que comparten con petirrojos y otras de
mayor tamaño. Cada día hay más arrendajos que han llegado a
nidificar y criar en estos bosques, en los que se pueden ver
picapinos,
Dendrocopos major, que hacen profundos agujeros
en los troncos de los grandes árboles para utilizarlos como nidos,
y también poblaciones crecientes de trepador azul, y otros como
reyezuelos listados.
El viejo vivero es ahora un parque botánico abierto al público,
vallado, pero al que se puede acceder a cualquier hora del día.
Está junto al aparcamiento del campamento de la Alfaguara. Tras
recorrer un corto sendero de menos de cincuenta metros está la
puerta de entrada. Todo el conjunto botánico fue recuperado y se
construyeron senderos y espacios que facilitasen la visita de
personas interesadas en el conocimiento de la naturaleza y la
botánica. Se creó un recorrido circular que discurre por los
diferentes ecosistemas que forman este espacio y que es una buena
forma de conocer las particularidades de estas sierras. En los
caminos, sobre todo bajo los grandes cedros, hay también bancos
para el descanso y carteles informativos de los diferentes
espacios, e incluso cartelitos que indican el nombre de las
plantas y sus características.
Tras pasar la puerta (que se debe dejar cerrada para evitar la
entrada de ganado y cabras montesas) hay un sendero marcado que
nos lleva al bosque de cedros, con unos bancos para disfrutar de
la sombra y el sonido de los pájaros. De allí se pasa a una zona
de árboles frutales y zarzamoras. El camino continúa a la
izquierda hacia un sotobosque de encinas y quejigos, que desemboca
en un pequeño arroyo que da paso a una alameda.
El sendero continúa a la derecha para internarse en una zona de
abetos y pinzapos, y después llega a un prado y zona de
matorral. El camino discurre hasta el lugar donde se inició, la
entrada-salida del parque botánico.
La gran diversidad de plantas favorece la presencia de un buen
número de especies de mariposas, sobre todo diurnas, entre las que
se encuentran algunas especies endémicas de estas tierras, como
la
Polyommatus
bellargus subsp alfacariensis, y otras como Polyommatus
albicans
La presencia de mamíferos se hace evidente en las zonas más
oscuras, donde se aprecian las tierras horadadas por los hoceos de
los jabalíes. Además hay presencia de roedores, zorros y tejones,
y cada vez hay más cantidad de ardillas, que han hecho sus nidos
en los cedros y pinos de gran altura. Las ardilla sí pueden verse
con facilidad ya que no huyen ante la presencia del hombre, aunque
sí mantienen una distancia de seguridad.
Recorrer el Arboretum es una buena forma de inicar una jornada en
la sierra de la Alfaguara. Está en una confluencia de caminos que
llevan hacia los puntos más interesantes de estos montes, a la
cueva del Agua, al sendero de Fuente Fría y el camino del
sanatorio de los fantasmas. Es donde se inicia el carril que llega
hasta Puerto Lobo. El punto de inicio para ir a la Cruz de Víznar,
o a la Afaguarilla. Es un cruce de senderos y una lección de
biodiversidad.
¿Cómo llegar?
Hay que llegar hasta el interior de la Alfagura, en el Parque
Natural de la Sierra de Huétor. Lo primero es dirigirse a la
localidad de Alfacar (Granada) en la A-92. Desde el pueblo hay que
dirigirse hacia la sierra de la Alfaguara a través del paraje
denominado Fuente Grande y la carretera Hacia Nívar. Desde Fuente
Grande se asciende a la derecha hasta una primera bifurcación.
Hay que tomar la dirección de la derecha para subir a la sierra.
Una vez que nos encontramos en el interior de la sierra, el primer
cruce a la derecha (si se sigue recto se acaba el asfalto) nos
llevará hasta el campamento. Allí dejar el coche en una explanada
preparada para aparcar, y el Arboretum, señalizado está allí, en
el lateral del aparcamiento, pero para entrar hay que hacerlo por
una puerta de acceso que se encuentra tras recorrer 200 metros por
el camino, señalizado, que parte hacia el oeste.
Coordenadas: El campamento Alfaguara y aparcamiento está en
37°15'34.62"N - 3°31'47.17"O
El recorrido
La mejor forma de conocer el Arboretum es seguir los caminos que
se han construido en su interior, junto a los que se encuentran
las diferentes especies con sus nombres científicos y vulgares
situados en cartelitos. Tras pasar la puerta (que se debe dejar
cerrada para evitar la entrada de ganado y cabras montesas) hay un
sendero marcado que nos lleva al bosque de cedros, con unos bancos
para disfrutar de la sombra y el sonido de los pájaros. De allí se
pasa a una zona de árboles frutales y zarzamoras. El camino
continúa a la izquierda hacia un sotobosque de encinas y quejigos,
que desemboca en un pequeño arroyo que da paso a una alameda.
Tomar el camino a la derecha para adentrarnos en una zona de
abetos y pinzapos, para, después, llegar a un prado y zona de
matorral que nos llevará a la salida.
Es un recorrido corto. Se puede hacer en menos de media hora,
aunque si nos fijamos en la vegetación y en sus diferentes
especies podemos pasar una agradable media jornada. Todo es llano
y fácil para todo el mundo.
Arboretum, en la Alfaguara
Parque Natural de la sierra de Huétor
Una parte de la rica biodiversidad que se encuentra en el Parque
Natural de la Sierra de Huétor, y en especial en la denominada
sierra de Alfacar, está concentrada en el "Arboretum", un parque
botánico situado junto área recreativa del campamento, en pleno
corazón de la Alfaguara. Una extensión de terreno presidido por la
presencia de un paseo de enormes cedros, junto a lo que hace
décadas se conocía como la fuente de los pajareros, un lugar muy
frecuentado por el ganado y los vecinos del municipio de Alfacar.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Cedrus atlantica
FLORA
Abies alba (Abeto
blanco)
Abies pinsapo (Pinsapo)
Acer campestre
Acer
opalus subsp granatense (Arce de Granada)
Achillea
odorata (Camomila)
Anchuza azurea
Berberis
hispanica (Agracejo)
Campanula
rapunculus (Campanilla silvestre)
Catananche
caerulea (Hierba cupido)
Cedrus atlantica
Centaurea
nevadensis
Centaurea
calcitrapa
Cephalantera
longifolia
Cirsium
arvense
Cistus
laurifolius (Jara)
Chamaecyparis
lawsoniana (Cedro de Oregón)
Corylus avellana
Crataegus monogyna
Crocus nevadensis
Crocus
serotinus (Azafran serrano)
Daphne
gnidium (Torvisco)
Digitalis
obscura
Epilobium
palustre
Eryngium
dilatatum (Azulillo)
Filipendula
vulgaris
(Reina de los prados)
Galium verum
(Galio, hierba sanjuanera)
Juglans regia (Nogal)
Juniperus
oxycedrus (Junipero)
Lactuca
serriola
Malus
domestica (Manzano)
Mentha
longifolia
Muscari comosum (Cebollon)
Muscari neglectum (Nazareno)
Narcissus
triandus subsp pallidulus (Junquillo blanco)
Nerium
oleander (Adelfa)
Paeonia coriacea
Paeonia
broteroi (Peonía, rosa maldita)
Picea abies (Abeto
rojo)
Pinus nigra (
Pino salgareño)
Pinus pinaster
Pinus
Ponderosa (Pino ponderosa, pino ponderoso)
Plantago
major (Llantén mayor)
Potentilla recta
Prunella laciniata (Morenilla real)
Prunella
vulgaris
Prunus avium (Cerezo)
Prunus domestica (Ciruelo)
Prunus insititia (Ciruelo silvestre)
Prunus spinosa
Pseudotsuga
menziesii
(Abeto de Douglas)
Pyrus communis (Peral)
Quercus faginea
Quercus rotundifolia
Rosa canina
Rubia
peregrina
Rubus
ulmifolius (Zarzamora)
Silene
vulgaris
Sorbus domestica
(Serval, azarollo)
Tamus
communis (Nueza negra)
Verbena
officinalis (Hierba sagrada, verbena)
Veronica
anagallis
aquatica
Setas / Hongos
Ganoderma
lucidum
Geastrum
fimbriatum (Estrella de tierra)
Geastrum
lageniforme/ Geastrum saccatum (Estrella de tierra)
Geastrum
schmidelii (Estrella de tierra)
Geopora
sumneriana
Helvella
acetabullum
Hohenbuehelia
petaloides/ Hohenbuehelia geogenia
Morchella
semilibera (Colmenilla pequeña)
Tricholoma
myomyces /Tricholoma terreum (Oreja de ratón, ratoncillo,
ratón, negrilla)
Mariposas
Argynnis
adippe * Adipe
Argynnis
pandora * Pandora
Aricia cramera
Brintesia
circe * Rey moro
Catocala nupta
(Catocala nupcial)
Colias
alfacariensis * Colias de Berjer
Gonepteryx
cleopatra * Cleopatra
Hipparchia
alcyone * Banda acodada
Leptidea
sinapis * Blanca esbelta
Melanargia
lachesis * Medioluto ibérica
Pararge
aegeria * Mariposa de los muros
Pieris
brassicae * Blanca de la col
Pieris
rapae * Blanquita de la col
Polyommatus
albicans
Polyommatus
bellargus * Niña celeste
Pontia
daplidice * Blanquiverdosa
Pyronia
cecilia * Lobito meridional, Lobito jaspeado
Pyronia
tithonus * Lobito agreste
Aves
Aegithalos
caudatus (Mito)
Certhia
brachydactyla (Agateador común)
Dendrocopos
major (Pico picapinos)
Emberiza cia
Erithacus
rubecula (Petirrojo)
Fringilla
coelebs (Pinzón vulgar)
Garrulus
glandarius (Arrendajo)
Muscicapa
striata (Papamoscas gris)
Parus major
(Carbonero común)
Phylloscopus
bonelli
(Mosquitero Papialbo)
Regulus
ignicapillus (Reyezuelo listado)
Saxicola
rubicola
Sitta europaea
(Trepador azul)
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