VILANOS
* PLANTAS CON VILANO
¿De qué es este vilano?
El ‘vuelo’ de las semillas en primavera genera ‘lluvias’ de
pelusas que llenan campos y ciudades
Álamos, cardos, sauces y dientes de león generan la mayoría de las
pelotitas pelosas que vuelan a nuestro alrededor
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
https://wastemagazine.es/galerias/vilano/galeria1.htm
Vilano
Definición:Apéndice de pelos o filamentos que corona el fruto de
muchas plantas compuestas y le sirve para ser transportado por el
aire (Real Academia de la Lengua)
Tipos: Los botánicos distinguen tres formas de vilanos, los
pelosos, otros con forma de seta y los que son como escamas.
Pasear junto a una alameda desde el ecuador de la primavera
hasta el inicio del verano es hacerlo bajo una intensa
‘nevada’ de pequeños copos blancos que nos rodean y cubren el
suelo por completo. Se trata de la dispersión de las semillas de
álamos y chopos, de millones de vilanos transportados por el
viento. En las ciudades, las calles se llenan también de esos
copos y estructuras, vuelan sobre los jardines, se mueven por las
aceras y entran en las casas, aunque no todos vienen de las
choperas de la vega y los álamos de los parques.
Los vilanos son producidos por muchas de las especies vegetales de
ribera, como los sauces, que al igual que los álamos, generan una
gran cantidad de vilanos, y también por la mayoría de las especies
de flora de la familia de las compuestas, en la que se encuentran,
por ejemplo, todas las que asimilamos a margaritas (solo una parte
de ellas genera vilanitos para dispersar sus semillas) y dientes
de león, además de todos los cardos, aunque éstos fructifican y
sueltan sus semillas a la mitad del verano, en épocas más
calurosas.
FOTOGALERÍA: J. E. GÓMEZ
‘Vulanicos’
El vilano, que en las provincias de Granada y Almería se conoce
con el nombre de ‘vulanico’, tiene un objetivo, volar con el
viento, cuanto más lejos mejor. Posee una estructura diferente en
cada planta, unas en forma de paracaídas, otras parecen hélices
que giran con el viento. En todos los casos tienen estructuras muy
suaves, con formas de seta, escamas o pelillos, que, en el centro,
rodean a las semillas. Aparecen cuando la planta ya ha florecido y
la flor se ha convertido en fruto. Ese fruto está cargado de
semillas y genera la cubierta pelosa alrededor de cada una de
ellas. El viento hace el resto. Los separa de la planta y les
ayuda a iniciar el vuelo y su dispersión. Las plantas se
reproducen y colonizan nuevos territorios. De hecho algunas
especies consideradas como invasoras, tienen una gran capacidad
para reproducirse gracias a la capacidad de vuelo de sus vilanos.
De flor a vilano Un ejemplar de Tragopogon porrifolius, suelta
sus ‘vilanitos’ (foto inferior) después de haber pasado por sus
tres etapas: la flor, que después se convierte en fruto, y más
tarde en vilano con sus semillas en el interior
A mediados de la primavera, alrededor de las ciudades, en las
zonas de campos de cultivo abandonados, bordes de caminos y
solares, e incluso en el interior de los olivares, una especie
destaca sobre las demás, es una planta con flor amarilla, con
formad e margarita aunque no lo es. Todo el mundo la llama Diente
de león (
Taraxacum laevigatum) que puede contarse por
millones. Sus vilanos son perfectos voladores y se producen casi
todos al mismo tiempo, por lo que algunos bordes de camino se
encuentran decorados por miles y miles de pelotitas brillantes y
peludas.
El más grande
Junto a ellos, aunque en zonas más serranas, en las inmediaciones
de pinares y espacios de matorral mediterráneo, se encuentran los
vilanos de mayor tamaño. Son enormes. Son los que genera una
especie con una imagen a medio camino entre la flor de los cardos
y las margaritas, pero en realidad es mucho más exuberante y de
una belleza especial, la llamada Barba de cabra (
Tragopogon
porrifolius), una planta de flor única de colores morados en
esa especie y amarillo en otras del mismo genero, que cuando ya
tienen los vilanos a punto de salir asemeja a una barba de cabra.
La ‘roseta’ sobre la que se sitúan los vilanos es enorme. Forman
una pelota de más de 10 centímetros de diámetro y cuando se
dispersan vuelan decenas de ‘vulanicos’ en forma de paracaídas
invertido. Giran y giran con el viento.
En el interior de la ciudad, además de la llegada de vilanitos
‘silvestres’, abundan, aunque más en el verano, los que proceden
de los árboles que conocemos como plátanos de sombra. Producen un
fruto redondo y rugoso que está formado por miles de pequeñas
semillas rodeadas, cada una de ellas, de la estructura plumosa
dispuesta a volar, aunque en este caso no son demasiado buenas
voladoras.
Los cardos son especialmente atractivos mientras están en
floración, como el Carduus granatensis, exclusivo de esta zona
zona de Andalucía, pero cuando se secan su aspecto no es
atractivo, excepto si nos fijamos en que donde estaba la flor,
sobre la ‘alcachofa’, ahora aparecen los vilanos, suaves, sedosos
y listos para viajar. Estos vilanos, como ocurre con los de los
sauces, sirven de alimento a muchas especies de aves, pero hay
pajarillos, como los jilgueros para los que son su alimentación
favorita, de hecho su nombre científico es Carduelis carduelis, al
igual que otros como los Carduelis cloris (verderón). En realidad
no es el vilano lo que se comen sino la semilla que llevan dentro.
En primavera al pasar por las alamedas veremos volar sus
semillas como si de una nevada se tratase.
Otras especies de aves también prefieren los vilanos, como los
Verdecillos, que abundan en zonas de ribera y les encantan los de
los sauces. Y el que realmente lo utiliza para casi todo es el
Moscón, el pajarillo más pequeño de los humedales y riberas (10
cm) que hace su nido, colgado de las ramas de los árboles a modo
de bolsa, con los vilanos de los álamos, sauces y también de las
aneas, de las que, además, se alimenta.
Sobre los vilanos hay una gran cantidad de leyendas y dichos
populares, como el que indica que al soplar se pide un deseo y si
logramos soltar todos los vilanitos de la roseta, el deseo se
cumplirá. Se suele hacer con los del Diente de león.
Muchas personas piensan que la presencia masiva de vilanos en las
calles de la ciudad o en los pueblos es una de las principales
causas de alergias. La realidad es que los ‘vulanicos’ son
semillas y no pólenes, por lo que no poseen capacidad alergénica.
Los expertos indican que los vilanos pueden ser molestos, sobre
todo si hay una gran cantidad en el aire, pero no producen
alergias.
Las ‘nevadas’ de semillas en primavera no deben contemplarse como
un problema en las zonas urbanas o en el campo, ya que son la
muestra palpable de que la biodiversidad vegetal se abre paso y,
con esas frágiles estructuras, logra sobrevivir y colonizar la
tierra.
Andryala agardhii.
Endémicos en las altas cumbres de Sierra Nevada
En las altas cumbres y espacios naturales de Andalucía hay también
vilanos de élite, semillas voladoras de especies que se encuentran
en peligro de extinción y otras que son exclusivas, endémicas,
como las que se encuentran en diversos ecosistemas de Sierra
Nevada. La mayoría de las flores compuestas de la sierra tienen
vilanos. Destacan los senecios, como los denominados, nevadense y
elodes, y otras que crecen en terrenos dolomíticos, como el
Trevenque o el Dornajo, donde existen especies escasas como la
Rothmaleria
granatensis y la
Andryala agardhii. Los dientes de
león también están presentes en Sierra Nevada con un
endemismo de preciosos ‘vulanicos’,
Taraxacum nevadense.
Algunas plantas con vilanos
Ageratina
adenophora
Anacyclus clavatus
Anacyclus radiatus
Andryala agardhii
Andryala integrifolia
Andryala
ragusina (Ajonjera)
Arctotheca calendula
(Margarita africana)
Asteriscus aquaticus (Escoba de castañuela)
Asteriscus
maritimus
Asteriscus pygmaeus
Atractylis cancellata (Cardo
enrejado)
Bidens aurea
Bidens pilosa
(Amor seco)
Carduncellus monspelliensium
Carduus carlinoides subsp hispanica
Carduus myriacanthus (Cardo costero)
Carduus
platypus subsp granatensis
Carlina hispanica
Carthamus lanatus
Catananche caerulea (Hierba
cupido)
Centaurea alba subsp
macrocephala
Centaurea aspera (Travalera)
Centaurea aspera subsp scorpiurifolia
Centaurea barrasii (Brasera del Cabo)
Centaurea boissieri subsp. funkii
Centaurea bombycina subsp xeranthemoides
Centaurea calcitrapa
Centaurea carratracensis
Centaurea exarata
Centaurea gabrieli-blancae
Centaurea gadorensis
Centaurea granatensis (Flor de arnica)
Centaurea jaennensis
Centaurea kunkelii (Cabeza de espinas, abrepuños)
Centaurea mariana (Árnica de María)
Centaurea montícola
Centaurea nevadensis
Centaurea pullata
Centaurea pulvinata
Centaurea saxifraga (Árnica de Jabalcón)
Centaurea
solstitialis
Centaurea sphaerocephala
Centaurea
triumfetti subsp. lingulata
Centranthus
calcitrapae (Lágrimas de la virgen)
Centranthus nevadensis
(Valeriana de Sierra Nevada)
Centranthus ruber
(Milamores)
Chondrilla juncea
(Achicoria dulce)
Cichorium intybus
(Achicoria)
Cirsium acaule
Cirsium acaule
subsp gregarium
Cirsium arvense
Cirsium echinatum (Corona de fraile)
Cirsium gaditanum (Cardo gaditano)
Cirsium odontolepis
Cirsium
pyrenaicum
Cirsium vulgare
Conyza
bonariensis
Conyza canadensis
Crepis albida
Crepis
oporinoides
Crupina crupinastrum
Crupina vulgaris
Cynara baetica (Alcachofa blanca)
Cynara cardunculus
Cynara scolymus
(Alcachofa)
Cynara tournefortii (Morra)
Dittrichia
viscosa
Echinops
strigosus (Cardo yesquero)
Erigeron major
Erigeron frigidus
(Zamarraga)
Filago congesta
Filago pyramidata (Hierba del
pastor)
Galactites
tomentosa (Cardo blanco)
Gazania rigens
Helianthus annus
(Girasol)
Helichrysum italicum subsp serotinum
Helichrysum picardii
Helichrysum
stoechas (Manzanilla mala)
Helminthotheca echioides/ Picris
echioides (Lengua de gato)
Heteranthemis
viscidehirta
Hieracium elisaeanum
Hymenostemma
pseudoanthemis
Hyoseris radiata (Estrella)
Hypochaeris rutea
Hypochaeris salzmanniana
Ifloga spicata
Inula crithmoides/Limbarda crithmoides
Inula montana
(Arnica)
Jasonia tuberosa (Arnica,
té
de montaña)
Jurinea humilis
(Escobilla baja)
Jurinea pinnata (Escobilla)
Klasea flavescens subsp.
leucantha
Klasea flavescens subsp.
mucronata (Serradella blanquecina)
Klasea pinnatifida/ Serratula pinnatifida
Lactuca sativa (Lechuga)
Lactuca serriola (Lechuga silvestre)
Lactuca singularis /Lactuca perennis subsp granatensis
(Lechuga azul)
Lactuca tenerrima
Lactuca viminea subsp
ramosissima
Lasiopogon muscoides
(Algodoncillo rastrero)
Launaea
arborescens
Launaea
lanifera (Pendejo)
Leontodon boryi
Leontodon tuberosus
Leontopodium alpinum (Leontopodio)
Leucanthemopsis
pectinata (Gamarza)
Leysera leyseroides
Mantisalca
salmantica
Matricaria chamomilla
(Manzanilla común, camomila)
Onopordum acanthium
Onopordum acaulon
Onopordum
macracanthum
Onopordum
nervosum (Cardo gigante)
Pallenis spinosa
Phagnalon rupestre (Yesquera)
Phagnalon
saxatile (Manzanilla yesquera)
Phonus
arborescens/ Carthamus arborescens (Cardo cuco)
Picnomon acarna
(Cardo ajonjero)
Picris hispanica
Ptilostemon
hispanicus
Pulicaria dysenterica
(Hierba del gato)
Reichardia gaditana
(Lechuguilla dulce)
Reichardia
tingitana
Rhaponticum
coníferum (Cuchara de pastor)
Rothmaleria
granatensis
Scolymus
hispanicus
Scorzonera
albicans
Scorzonera
angustifolia (Tetas de vaca)
Scorzonera
hispanica (Escorzonera)
Scorzonera
reverchonii
Scorzoneroides
microcephala/Leontodon
microcephalus
Scorzoneroides nevadensis /Leontodon
carpetanus subsp nevadensis
Senecio alboranicus (Azuzón de
Alborán)
Senecio aquaticus (Azuzón)
Senecio boissieri
Senecio doria (Vara de oro)
Senecio duriaei / S. nebrodensis
Senecio flavus
Senecio jacobaea
Senecio malacitanus
Senecio nevadensis
Senecio pyrenaicus subsp granatensis
Senecio quinqueradiatus
Senecio vulgaris
(Hierba cana)
Silybum
marianum (Cardo mariano)
Solidago
virgaurea (Vara de oro, vara de San José)
Sonchus
aquatilis
Sonchus pustulatus
Sonchus
tenerrimus (Cerraja tierna)
Staehelina
dubia
Tephroseris elodes / Senecio
elodes
Tagetes erecta
Tagetes patula
Taraxacum laevigatum (Diente de león)
Taraxacum
nevadense
Tolpis barbata
Tragopogon dubius
Tragopogon
porrifolius (Barba de cabra)
Urospermum
picroides
Valeriana apula
Volutaria tubuliflora
Xeranthemum
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