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Igual que en Calahonda ocurre en casi todas las playas de la Costa Tropical granadina. La quebrada orografía y sus pequeñas bahías, favorecieron desde hace dos milenios la llegada de colonizadores, piratas y ejércitos. Los habitantes de la costa levantaron posiciones de vigilancia para prevenir los peligros que llegaban desde el mar. A lo largo del tiempo, sobre todo en la época árabe y durante el siglo XVII, crearon una red de torres y fortines que se extiende por la costa de Andalucía Oriental, sobre todo en la franja granadina, donde un total de 27 torres, castillos y fortines forman una red desde la que es posible observar la totalidad de la línea litoral y, de forma especial 20 playas granadinas.
La costa Tropical oriental desde la torre de Melicena
Fueron construidas para observar el mar y las playas, por lo que se han convertido en los mejores miradores, en atalayas privilegiadas donde disfrutar de las mejores vistas sobre las calas, bahías y ensenadas, puntos desde los que obtener una imagen diferente y exclusiva de las playas donde pasamos el verano.
En dirección oeste, desde la frontera de Almería con Granada, la torre nazarí de La Rábita, situada sobre el castillo también de origen nazarí. Desde ella se observa como el delta de la rambla de Albuñol forma una flecha de tierra que se interna en el mar, a levante, la playa de El Pozuelo y una gran parte de la costa occidental almeriense, desde Adra hasta Punta Entinas en el Ejido; a poniente, mira sobre el pueblo de La Rábita y una larga playa junto a los acantilados que se extienden hasta otra de las torres, Punta Negra, que situada sobre el puntal geográfico del mismo nombre, permite observar playas de difícil acceso situadas a lo largo de la antigua carretera costera, como las calas del Ruso y Chílchez. La tranquila playa de Melicena, con el Peñón de San Patricio que la protege de las corrientes de levante, se observa desde su torre de origen nazarí, reconstruida en el siglo XVII como casi todas las de la costa. Hay un empinado sendero que accede hasta el pie de la torre y un mirador desde el que se observa, casi a vista de pájaro, el quebrado litoral oriental granadino. Desde esta torre se divisa la del Cautor, en La Mamola, que también cuenta con un sendero que recorre las laderas entre esta localidad y la siguiente hacia el oeste, Castillo de Baños. (...)
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Castell de Ferro es una antigua bahía rellenada de tierra por el delta de su rambla. Su imagen es la de una población construida alrededor de un pequeño cerro coronado por un castillo semi destrozado que mira a arenas que se internan en el mar con tres espigones que la protegen. Flanqueada por la cala de Cambriles al este y los grandes acantilados sobre los que se encuentra la torre de Castell, convertida en un faro en activo.
La cala de La Rijana es especial. Su visión más espectacular se produce desde el entorno de la torre de la Condenada, semi destruida, situada en el extremo oriental de esta atractiva cala con interesantes fondos marinos para bucear.
En la zona occidental de la Costa Tropical, las almenas del castillo de Salobreña ofrecen una inmejorable visión de sus playas, el peñón y el delta del Guadalfeo con Motril y su puerto. Se observa la continuidad de las playas de Poniente, Playa Granada, y la desembocadura del Guadalfeo, Salobreña y La Caleta. En el municipio hay otra torre, la del Cambrón, que domina los acantilados en dirección a Almuñécar. Está en el complejo exterior del Hotel Salobreña.
La cala de Cabria, muy cerca ya de Almuñecar, no solo es una tranquila playa. Desde la altura de la torre del Diablo, descubre la cala del Corumbico, conectada con Cabria a través de un sendero entre las rocas. La visión se extiende hacia las calas y roquedos que continúan hacia el Tesorillo y Velilla.
Almuñécar tiene dos miradores privilegiados, el castillo de San Miguel, en la zona más alta de la población, y el de los peñones de San Cristóbal, desde donde la vista contempla la orografía quebrada de las playas de levante y poniente, Cotobro y el Muerto.
La Herradura tiene dos atalayas para contemplar la bahía: la torre-faro de la Punta de la Mona, en su extremo oriental, y la torre de Cerro Gordo, en el occidental. Dos de las visiones más impresionantes de las singularidades de la Costa Tropical, que desde las torres, desvela su imagen a vista de pájaro.
Castillo de Baños, la historia defensiva de la Costa
Es un fortín del siglo XVIII. Está en el interior de la localidad de Castillo de Baños, en el municipio de Polopos. Fue construido para prevenir desembarcos de moriscos y piratas que pudiesen subir por la rambla del Trigo hacia la Alpujarra. Una instalación que hasta mediados del pasado siglo sirvió de cuartel de la Guardia Civil y que desde hace unos años se ha convertido en el Centro de Interpretación del Patrimonio Defensivo de la Costa Tropical. Una parada obligada si se quiere conocer la historia de la red de torres vigías que coronan los cerros de la costa granadina. La restauración del fortín sirvió para albergar este centro que puede visitarse a lo largo de todo el verano.
MAPA DE LAS TORRES VIGÍA DE LA COSTA TROPICAL * GRANADA
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