Los
paisajes de Titán
Titán, un mundo modelado por el viento, la lluvia y los ríos de
metano
La Agencia Espacial Europea clasifica las señales acústicas y las
fotografías que envió la sonda 'Huygens' a su entrada en la
atmósfera de la luna de Saturno y el posterior aterrizaje
Por Luis Alfonso Gámez / IDEAL * WASTE MAGAZINE
Como una cordillera. La ESA ha unido las diferentes
fotografías de Titán para hacer una sola en la que se aprecian
varios accidentes geográficos.
La nave europea 'Huygens' sobrevivió seis horas en la superficie
del más grande de los satélites de Saturno
Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) están
encantados con los resultados de la misión. Después de ir durante
siete años a bordo de la 'Cassini', ahora en órbita de Júpiter, la
'Huygens' abandonó a su nodriza el día de Navidad y emprendió en
solitario las últimas semanas de viaje. El pasado viernes entró en
la atmósfera de Titán, en una maniobra que duró dos horas y media.
Una vez en el suelo, envió datos a la Tierra durante otra hora, el
tiempo que estuvo al alcance de la 'Cassini', que hacía las veces
de repetidor de la señal. Cuando la nodriza la perdió de vista, la
'Huygens' mandó a la Tierra durante cinco horas más una señal que
fue captada por varios radiotelescopios y que sólo significaba que
estaba viva.
Niebla y viento
Hasta llegar a 30 kilómetros de la superficie, la 'Huygens' no vio
nada. Bajaba envuelta en una espesa niebla, tres veces más densa
de lo que se creía, producto del efecto de la radiación solar
sobre los hidrocarburos. Más abajo, la niebla tenía otro origen:
una especie de polvo en suspensión. El principal componente de la
atmósfera es, como en la Tierra, el nitrógeno, y el metano se
encuentra en una proporción similar a la del agua en nuestro
planeta. Un fuerte viento en las capas altas -de 360 kilómetros
por hora- hizo bambolearse la nave hasta 27º, pero cerca del suelo
se frenó hasta 3,6 kilómetros por hora.
La sonda fotografió durante el descenso cauces secos de ríos de
metano, con sus afluentes. «Los espectros de la superficie hablan
de agua helada y metano congelado, mezclados con hidrocarburos que
le dan el tono más oscuro», explica Agustín Sánchez Lavega,
planetólogo de la Universidad del País Vasco (UPV). La 'Huygens'
se posó en un terreno blando y oscuro, «una especie de natillas»,
según los responsables de la misión. A una temperatura de -180º C,
el calor que despedía la sonda hacia el suelo provocó escapes de
metano en forma de llamaradas, lo que confirmó la hipótesis de que
este elemento juega un papel fundamental en la geología y
meteorología de Titán, donde se encuentra sólido, líquido -en
forma de lluvia y de ríos- y gaseoso, en las nubes.
Aunque la nave no vio nada líquido, de las huellas de la erosión,
las estructuras geológicas y la consistencia del lugar de
aterrizaje, los científicos deducen que había llovido metano hacía
no mucho tiempo. «Titán es una bola de hielo, mullida sólo en la
superficie. No tiene tectónica de placas ni campo magnético y las
diferencias de altura no son muy grandes: las montañas se elevan
centenares de metros», explica Sánchez Lavega.
La hora de información enviada por la 'Huygens', que ha mandado
350 fotos en vez de las 700 previstas por un fallo, dará trabajo a
los científicos durante 15 ó 20 años. «Hemos obtenido resultados
extraordinarios. Los datos que nos ha enviado la 'Huygens' son
apasionantes. Y sólo estamos en el principio, porque nos van a
ocupar durante años», afirma el responsable científico de la
misión, Jean-Pierre Lebreton.
Titán, desvelado
La espesa niebla anaranjada que envuelve a Titán ha obligado a la
ESA a mandar una nave hasta su superficie. La 'Huygens' ha
averiguado de que está hecho este mundo helado gracias a pequeños
laboratorios químicos y al estudio de la luz emitida por la
superficie y la atmósfera, de lo que se ha encargado el
espectrómetro de masas. El espectro de un objeto -la luz que
emite- es una especie de huella digital que nos dice de qué está
compuesto y cuál es su temperatura.
«Las pruebas de precipitación, erosión, abrasión mecánica y
actividad fluvial demuestran que los procesos que han dado forma a
Titán son muy parecidos a los que se dan en la Tierra», dijo ayer
Martin Tomasko, investigador principal de dos de los instrumentos
de la 'Huygens'. La nave europea, que aterrizó en el más grande de
los satélites de Saturno hace una semana, ha revelado que el
paisaje de Titán, un mundo que dista del nuestro 1.290 millones de
kilómetros, es modelado por el viento y la lluvia y los ríos de
metano, hidrocarburo que allí hace las veces del agua en la
Tierra.
LOS SONIDOS DE TITÁN
M. E. / Colpisa / Ideal / fotos: AP
15-012-2005
La Agencia Espacial Europea (ESA) muestra los primeros sonidos de
Titán captados por los micrófonos de la sonda 'Huygens' durante su
descenso por la densa atmósfera de la mayor luna de Saturno.
Durante las más de dos horas y media que duró la bajada también
reveló el color anaranjado del cielo y la superficie de Titán, así
como una inesperada mezcla de tierra helada y líquido podría ser
metano o etano bajo una espesa niebla. Además se sabe que la
temperatura es de 180 grados bajo cero.
Las tres primeras fotografías de este satélite, 'primo lejano' de
lo que un día pudo ser la Tierra hace 3.800 millones de años, que
fueron transmitidas el viernes por la tarde, mostraron lo que
parecían ser grandes rocas de hielo de unos 15 centímetros de
diámetro, canales de drenaje, costas e islas, lo que hizo pensar
a los científicos en la Tierra o Marte.
«Creemos que seguramente sean rocas de silicato», dijo Marty
Tomasko, ingeniero de uno de los instrumentos empleados para el
descenso, en una transmisión de la Agencia Espacial Europea desde
su centro de operaciones en Darmstadt (Alemania). «Quizá podrían
ser grandes bloques de hielo», apuntó.
Los primeros sonidos recogidos por un micrófono grabador
contenidos en la sonda europea mediante un instrumento conocido
como HASI ('Huygens Atmospheric Structure Instrument') fue uno de
los que se encendió inmediatamente además de las cámaras y los
sensores después de entrar en la atmósfera de Titán, un extraño
satélite ubicado a 3.500 millones de kilómetros de la Tierra, diez
veces más de las distancia del Sol.
La ESA también presentó un segundo grupo de sonidos formados con
el envío de una señal y su retorno, algo así como un radar, y que
son imprescindibles para averiguar la altitud de la sonda, la
velocidad del descenso se estimaba que disminuiría desde los
1.500 los 20 kilómetros por hora el choque en la superficie lunar
o la presencia de elementos como las nubes.
.
Fallo en las fotografías
El único 'pero' del exitoso aterrizaje de 'Huygens' fue el fallo
de unos de los dos canales de envío de datos a la nave nodriza
'Cassini', en órbita alrededor de Saturno los próximos cuatro
años, que actúa de enlace transmisor entre la sonda y el centro de
la ESA. Un error del que se ha hecho responsable en un comunicado
la propia agencia europea, que participa en la misión junto a la
NASA, y por el que ya ha abierto una investigación. Dicho fallo
afectó sobremanera a las primeras fotografías obtenidas por la
sonda desde que entró en la atmósfera de Titán hasta su
aterrizaje. La ESA tenía pensado reproducir 700 imágenes
diferentes de este anaranjado satélite y tan sólo ha podido
obtener la mitad.
Recuperar las señales
No obstante, el director de ciencia de la ESA, David Southwood,
rebajó desde su centro de control en Darmstadt la importancia de
este error porque el sistema de envío de datos de la misión es
repetitivo, es decir, está lanzando señales de forma constante y
aún pueden ser recuperadas.
El director del departamento de Ciencia del Espacio de la Agencia
Espacial Europea, Álvaro Giménez-Cañete, sí reconoció, por el
contrario, la pérdida de las informaciones del experimento
'doppler' sobre la velocidad del viento de la atmósfera de Titán,
ya que sólo entraba por el canal dañado, aunque espera recuperar
dichos datos con los telescopios que la ESA posee en la
Tierra.
Cálculos e instrumentos hechos en Granada
IDEAL GRANADA
Los dispositivos técnicos de la sonda 'Huygens' medirán distintas
variables de Titán, entre ellas variables físicas relacionadas con
la actividad eléctrica de su atmósfera, uno de los fenómenos que,
según creen los científicos, debe de estar en el origen de la
vida. Los cálculos realizados por un grupo de investigación de la
Universidad de Granada (UGR) a partir de posibles modelos de la
atmósfera del satélite servirán para precisar estas medidas.
El gran objetivo de este proyecto, uno de los más ambiciosos de
los últimos 20 años, es comprobar si en Saturno y Titán existen
condiciones que puedan o hayan podido dar lugar a vida. Uno de los
factores que se pretende estudiar es la actividad eléctrica en la
atmósfera del satélite, ya que, según una de las grandes teorías
científicas sobre el origen de la vida en la Tierra, este proceso
pudo desencadenarse a partir de descargas eléctricas que
'rompieran' las moléculas, en un principio más simples, generando
en su recombinación estructuras más complejas hasta dar lugar a
moléculas orgánicas.
De ahí la importancia de comprobar la existencia de actividad
eléctrica en Titán. HASI es el principal instrumento dedicado a
este fin. Está situado en 'Huygens' y ha sido desarrollado por
científicos europeos, contando con la colaboración del Instituto
de Astrofísica de Andalucía, con sede en Granada.
Huella digital
«La prueba irrefutable de la actividad eléctrica en la atmósfera
de un planeta o satélite la aportan las frecuencias de Schumann»,
explica Juan Antonio Morente, investigador del grupo
'Electrodinámica de Fenómenos Transitorios' de la UGR. Estas
frecuencias son como la huella digital de la actividad eléctrica
atmosférica, ya que se quedan almacenadas en la enorme 'caja de
resonancia' que forma la superficie sólida y la ionosfera.
Los científicos de la UGR realizaron varios modelos que recogen
diversas hipótesis científicas sobre aspectos no bien conocidos
del satélite, como las características de su superficie o la
conductividad de la atmósfera. El trabajo sirve como referencia
para ajustar las medidas que la sonda 'Huygens' tomará de la
actividad electromagnética en Titán.
«Puede que haya actividad eléctrica pero que, por la densidad,
elevada profundidad y conductividad de la atmósfera no salga al
exterior. O que no haya actividad, a pesar de mostrarse como una
atmósfera muy dinámica aún a sus bajas temperaturas (menos
180ºC)», dijo Morente.
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