LAS AVES QUE PRECEDEN AL FRIO
Bandadas de sisones toman posiciones en la Vega, el Temple y el
Altiplano de la provincia de Granada
Están en peligro de extinción, pero cada año aparecen en las
estepas granadinas para señalar la proximidad del invierno
Por Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle
Vuelan en grupos de decenas de individuos. Se les reconoce por el
color ocre de sus cuerpos y sus alas blancas. Son como pequeños
pavos de pico fuerte que se camuflan a la perfección entre los
restos secos de los campos de cereales. Son Tetrax tetrax,
conocidos como sisones por el siseo que emiten para comunicarse
entre ellos. Desde mediados de octubre se les puede ver en las
zonas esteparias que rodean la ciudad, entre las vegas de Armilla,
Alhendín, las Gabias y Santa Fe. También en campos de cultivo ya
segados en Huétor Tájar y en las estepas de Guadix y Baza.
“Granada no es una de las provincias donde haya una mayor
concentración de sisones, pero las poblaciones son recurrentes,
algunas estables y otras se consideran solo como áreas de
invernada, pero todas ellas con bandos de más de 200 individuos”,
afirma
Juan Francisco Jiménez, responsable de censos de
Andalucía de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife).
Macho con plumaje nupcial (Dibujo: Juan E. Gómez)
Para todo aquel que conoce a los sisones, la presencia de las
primeras bandadas, en el mes de octubre, tiene un único
significado, llega el invierno y la bajada de temperaturas. Aunque
son muchas las especies de aves que se desplazan a zonas del sur y
el sureste peninsular para pasar el invierno, los sisones son de
los primeros en llegar y vaticinan la proximidad del frío. “Con
los primeros cambios de temperatura empiezan a verse grupos de
sisones que crecen casi día a día en toda la zona entre Armilla,
Alhendín y las Gabías”, comenta
Juan Ramón Méndez, el
ornitólogo y responsable de la publicación electrónica 'Ala78
Natural' (https://ala78natural.wordpress.com), dedicada a la
difusión de la riqueza natural de la Base Aérea de Armilla, del
Ejército del Aire, que cada año realiza un seguimiento de la
biodiversidad, sobre todo avifauna, que habita en los territorios
esteparios que forman la base aérea.
Se mueven en grupos que aumentan en número de individuos según
avanza el otoño y se aproxima el invierno. Bandadas a las que se
unen otras especies que llegan más tarde, cuando el frío se ha
hecho ya patente en la zona norte de la península y en el centro
de Europa, los sisones se verán acompañados de otros grupos muy
numerosos de avefrías y chorlitos.
Peligros
El sisón es un ave incluida en el Libro Rojo de los Vertebrados
Amenazados de Andalucía con la categoría de “vulnerable a la
extinción”. Según los científicos Hermenegildo Castro y Juan
Manrique, autores de la ficha técnica incluida en este catálogo de
especies amenazadas, “las poblaciones merman por la expansión de
la agricultura intensiva, y el uso abusivo de agroquímicos,
irrigación de zonas áridas, y en ocasiones, la captura ilegal que
se produce durante periodos de caza permitida de otras especies”.
Y es que el sisón, a pesar de ser un ave vulnerable a la
extinción, aún es considerada en algunas zonas como una excelente
pieza de caza y son blanco de los disparos de muchos cazadores.
En algunos puntos de la provincia de Granada, los sisones se
mantienen durante todo el año, e incluso nidifican, pero lo
habitual es que con la proximidad de la primavera se marchen a
zonas más al norte donde reproducirse. Por ese motivo no es
nada fácil observar el espectacular cambio de coloración que
experimentan los machos en la época de apareamiento, cuando el
plumaje del cuello y la cabeza pasa a ser de color azul-pardo con
una marcada banda blanca a modo de 'frac'. Durante el resto del
año son de color ocre jaspeado en su plumaje superior y blanco en
las zonas ventrales, con las patas amarillas. Durante el otoño y
el invierno es casi imposible distinguir los machos de las hembras
y juveniles, ya que presentan coloraciones muy similares, solo
cambia que los machos son un poco más grandes que las hembras.
No les molesta la proximidad del hombre, ni siquiera la presencia
de maquinaria o incluso aviones y helicópteros, como ocurre en la
zona de Armilla y Santa Fe, pero siempre mantienen las distancias.
En cada grupo, mientras la mayoría de sus individuos busca brotes
e insectos para alimentarse, otros se mantienen con la cabeza
erguida sobre las matas secas, vigilan la presencia de enemigos,
para dar la voz de alarma y emprender el vuelo de forma inmediata.
Sisones: Tetrax tetrax, ave de 45 cm de altura y más de un
metro de envergadura alar. En la época nupcial, el macho presenta
el cuello y la cabeza de color negro y azul-pardo.
Migraciones: No realiza grandes recorridos. En la provincia
de Granada hay poblaciones estables, aunque la mayoría son
migratorias y llegan en el otoño.
Observación: Zonas áridas de la Vega de Granada, entre
Armilla y las Gabias; Huétor Tájar, estepas entre Guadix y el
Marquesado.
Muy abundantes en la meseta central de la península Ibérica.
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