SIERRA
NEVADA, ¿DÓNDE ESTÁN LAS NIEVES PERPETUAS?
La última ola de calor ha acabado con los neveros de Sierra Nevada
que prometían superar el verano (2012)
La nieve permanente no se ve desde la década de los ochenta y cada
vez será una imagen más extraordinaria
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
La vieja idea de que Sierra Nevada es la montaña de las nieves
perpetuas es solo una ilusión. La imagen de los grandes neveros
que había que abrir con excavadoras para dejar libre el paso de la
carretera del Veleta a Capileira, es tan extraordinaria que solo
ha podido ser captada en muy pocas ocasiones (aunque da la
casualidad de que las dos últimas fueron en 2010 y 2011). Los
estudios científicos y la constatación por parte de montañeros y
pastores indica que la nieve permanente se acabó hace más de medio
siglo. La última referencia escrita de lo que se podría haber
considerado nieves perpetuas es de 1947, lo que indica que hace
tres cuartos de siglo que no se da en Sierra Nevada y, además,
según los científicos, no se podía considerar como nieve perpetua,
sino solo la consecuencia de años más fríos, mayor índice de
precipitaciones en forma de nieve y unas temperaturas que en el
verano no subían tanto como ahora; asimismo, refrescaba mucho
durante la noche, lo que retrasaba el deshielo, sobre todo en las
zonas umbrías, que era donde se creaba lo que todos conocemos como
neveros . Solo había un pequeño reducto que se mantenía
impertérrito en un punto bajo los tajos del Veleta, los vestigios
de lo que fue un glaciar formado en la época conocida como la
pequeña edad de hielo, que no está muy alejada en el tiempo, ya
que duró desde el siglo XIV y se mantuvo hasta el XIX. Esa etapa
de bajas temperaturas sí generó lo que podríamos denominar nieves
perpetuas.
Los estudios realizados por un equipo de investigadores de la
Universidad de Barcelona, dirigidos por Antonio Gómez Ortiz,
indican que el hielo se mantuvo en ese punto hasta la década de
los noventa y fue en 1995 cuando ya pudieron comprobar la
existencia de una capa de hielo fósil bajo el subsuelo y
permanente. Ese es el hielo fósil que todavía estudian como
elemento fundamental para conocer la evolución del clima y el
cambio climático en Europa.
Del frío al calor
Lo ocurrido en los años 2010 y 2011 fue absolutamente
extraordinario, la permanencia de nieve en el nevero de Cauchiles,
en la ladera del Veleta, un poco más arriba de la ermita de la
Virgen de las Nieves, y en el de la Carigüela, que dobla a la
vertiente sur de la Sierra, se puede considerar una
excepción. Ahora no queda ni una gota de nieve en ninguno de
estos dos puntos y solo se conserva en las paredes de los tajos
del Veleta, junto al veredón y algunos pequeños puntos de la
cuerda de los ‘tresmiles’, la cresta montañosa que une el
Veleta con el pico del Caballo; y eso que aún estamos a principios
de julio, cuando lo habitual es que la nieve, en todos esos
puntos, desaparezca a final de este mes o incluso a mediados de
agosto. Para dentro de unos días, la totalidad de la nieve habrá
desaparecido de Sierra Nevada, y con ella el eslogan de la nieve
perpetua vuelve a convertirse en una quimera.
«No podemos ver la sierra como un ente que siempre está igual.
Cada año tiene sus características, y los estudios científicos
muestran una evolución que nos lleva a más calor, a temperaturas
más extremas, menos nieve y menor duración de la nieve», dice el
conservador del Espacio Natural de Sierra Nevada (parques natural
y nacional), Ignacio Henares, que junto a técnicos de Medio
Ambiente, comprobaba ‘in situ’, el martes, que la capa
vegetal de Sierra Nevada ya se encuentra más agostada que en años
anteriores.
Según los datos del Observatorio del Cambio Global, la evolución
de las temperaturas para un futuro próximo será negativa, es decir
más calor y menos nieve. Las series de datos elaboradas por el
biólogo Francisco Javier Bonet, del Observatorio del Cambio
Global, indican que en toda esa década no hubo ni un solo año en
el que la nieve se mantuviese los 365 días. En el espacio en el
que se encuentra el corral del Veleta, la zona donde se supone que
se mantiene durante más tiempo, los años 2000 y 2010, con 236 y
235 días respectivamente, fueron los de mayor permanencia de la
nieve. La media de jornadas en las que queda nieve en ese
territorio es de 220. Según Bonet, los años en que duró menos
fueron 2004, con 187 días (poco más de seis meses) y el siguiente,
con 197 días de nieve. Se trata de mediciones realizadas a través
de imágenes de satélites que marcan cuadrículas de Sierra Nevada
de 500 metros de lado. Muestran si hay nieve y cuál es su estado.
Sobre estas cifras se pueden plantear variaciones en espacios muy
recónditos y umbríos, pero no podrían ser considerados lo
suficientemente grandes como para hablar de nieves perpetuas.
Los científicos se basan también en la literatura de viajes, en
las referencias historiográficas que hay sobre la Sierra y que la
describen a lo largo de los siglos. Francisco Javier Bonet comenta
que Muhammad b. Abi Bakú al-Zuhri, que visitó Granada en 1137,
escribió: «Y esta montaña es una de las maravillas del mundo
porque no se ve limpia de nieve en invierno ni en verano». Desde
luego eran otros tiempos, pero esa situación (con la Pequeña Edad
de Hielo) se mantuvo hasta casi la mitad del siglo XX. Lo indican
textos de botánicos que recorrieron el macizo montañoso, como
Edmond Boissier, que en 1937 referenció por primera vez el glaciar
del Veleta. Desde entonces, las subidas de temperaturas
experimentadas desde la mitad del siglo XX acabaron con la
veracidad de la leyenda de que en Sierra Nevada la nieve es
perpetua.
De la nieve de julio en 2010 a la sequedad total en 2012
Las altas temperaturas de este año han acabado con la dinámica que
se inició en el año 2012 y se mantuvo en 2011. En julio de esos
dos años había tal cantidad de nieve en el nevero de Cauchiles, en
la ladera noroeste del Veleta que la gente podía esquilar en el
nevero, e incluso se impartieron clases de esquí. Hubo que abrir
la carretera del Veleta con máquinas porque la nieve no se fundía.
En cambio ahora, en julio de 2012, la imagen del mismo espacio es
diametralmente opuesta, no hay ni una pequeña mancha de nieve, a
pesar de que hubo precipitaciones en abril, pero la ola de calor
africano que asoló la península en junio, la fundió por completo
Días de duración de la nieve
Año / Número de días
2000 236
2001 227
2002 225
2003 229
2004 187
2005 192
2006 216
2007 207
2008 237
2009 224
2010 235
El hielo fósil del glaciar del Veleta
(Reportaje completo sobre las
investigaciones del glaciar del Veleta aqui, fotos y video)
(2012) Los estudios que llevan a cabo investigadores del
departamento de Geografía Física de la Universidad de Barcelona
indican que el corral del Veleta es un espacio privilegiado para
conocer la evolución del cambio climático en Europa. El
descubrimiento de hielo fósil bajo los tajos del Veleta han
aportado ya datos que indican que el glaciar se formó durante la
Pequeña Edad de Hielo. Antonio Gómez Ortiz, catedrático de la
Universidad de Barcelona y responsable de la investigación sobre
el hielo fósil, indica que cada uno de los espacios que
denominamos corrales en Sierra Nevada tuvo su pequeño o gran
glaciar formado durante esa época y se mantuvieron hasta finales
del siglo XIX: luego fueron degradándose poco a poco hasta
desaparecer.
«Los desprendimientos de materiales desde las paredes de los tajos
del Veleta, fueron llenando de escombros naturales el espacio
situado bajo ellos, con lo que se llegó a sepultar el hielo que
formaba el glaciar. Las investigaciones sobre el hielo fósil,
continuarán con la recogida de datos a final del próximo mes de
agosto. No pudieron hacerse en 2010 y 2011 porque había nieve.



Control térmico de la capa activa del área asentada sobre masa
helada.
Control topográfico del sector asentado sobre masa helada.
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