FOTOGALERÍA:
MULHACÉN, ascensión Alto del Chorrillo-cumbre. Fotos: J. E.
Gómez / Merche S, Calle * agosto 2023
LA CIMA DEL MULHACÉN
Es una acumulación de
grandes rocas que ascienden hacia la señal de la cota máxima
(3.479 m) bajo la que se ubica la hornacina de la Virgen de
las Nieves y al sureste, los restos de la construcción de la
expedición geodésica de 1913.
Corona la máxima altitud de la península Ibérica, un universo
que narra la historia geológica y la biodiversidad de Sierra
Nevada
Es un universo único y desconocido, el lugar donde un enorme
cascajal de grandes bloques de piedra alberga el último
ecosistema
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Un movimiento de color anaranjado se percibe entre las rocas
ocres, rojizas y grises de la ladera, una llamativa mariposa de
poco más de cuatro centímetros de envergadura vuela a saltos
entre pequeñísimas flores que aparecen entre las pizarras. Busca
el néctar de plantas tan exclusivas como manzanilla real en los
cortados, de saxifragas, violetas y tomillos nevadenses en el
pedregal. Se llama Aglais urticae, ortiguera, por la
predilección de sus larvas por la planta de las ortigas, pero
puede considerarse como uno de los lepidópteros que consiguen
sobrevolar las más altas cumbres. Sorprende verla en ascensión
continua, junto a los montañeros que se aventuran a subir por la
quebrada vereda casi vertical que recorre la arista oeste del
cerro del Mulhacén, la más rápida y una de las más duras formas
de aproximación a la máxima altitud de la península Ibérica. La
presencia de esta mariposa señala el camino a seguir hacia la
más alta cima de Sierra Nevada, donde su vuelo anárquico y
quebrado vuelve a acompañar a los caminantes entre las afiladas
rocas de la cumbre.
VÍDEO
* SIERRA NEVADA, MULHACÉN, ASCENSIÓN ALTO DEL
CHORRILLO-CUMBRE
VÍDEO: J. E. GÓMEZ
Ascender al
Mulhacen (3.479 metros sobre el nivel del mar según las últimas
mediciones) es conocer el último reducto geológico de la tierra
que se alza sobre el macizo nevadense, el punto donde no hay
otro lugar al que subir y desde el que es posible tocar el
cielo, lo que genera una profunda fascinación, una inevitable
atracción para quienes desean entender la magnitud de los
paisajes alpinos y la geomorfología de los grandes glaciares. El
cerro que lleva el nombre del penúltimo sultán del Reino de
Granada, Muley-Hassan y que quiso ser enterrado en las cumbres
más altas de Sulayr, no es un pico montañero de altas y
tremendas aristas que desafían los elementos, es una extensión
de rocas quebradas, de materiales que se agolpan en un gran
llano que precede a la cima. El historiador Manuel Titos en su
libro ‘Mulhacén’ describe como “una gran extensión, casi llana,
de unas veinte hectáreas de superficie que superan los 3.400
metros de altitud, y que se alinean de norte a sur en lo que se
conoce como la Allanada o los llanos del Mulhacén”, las suaves
pendientes de canchales y pedregales que desde el sur, desde las
tierras de la Alpujarra, ascienden hacia la cumbre.
La imagen del Mulhacén
desde otros puntos de la cuerda de los ‘tresmiles’, de las
máximas altitudes de Sierra Nevada como la cima del Veleta, es
la de un complejo geológico de acumulación de rocas alomadas
desde el sur, que al mirar al norte se quiebran en un gran
abismo de piedra, un enorme cortado de paredes verticales
que cae sobre un circo glaciar de más de 500 metros de
profundidad, bajo el que se vislumbra una pequeña y profunda
laguna llamada de la Mosca porque aparece allá abajo casi
inapreciable, recoge el deshielo y vierte sus aguas para dar
cauce al Genil. Al este, el gran cerro sirve de antesala de
otros cortados, de otras lomas que caen en vertical hacia el
norte, como la enorme la Alcazaba que se alza sobre el glaciar
de Vacares, y formaciones rocosas que se alejan hacia el
levante.
La imagen del Mulhacén desde el área las lagunas de Río
Seco, con los crestones en primer plano junto al camino (la
antigua pista entre Pradollano y Capileira)
Los altos de
Alborán Llegar a la cima es visualizar la evolución geológica
del mar de Alborán, de la separación de los continentes, de los
efectos de inconcebibles choques de placas tectónicas que
hicieron que rocas metamórficas, derivadas de presiones y
alteraciones químicas y mineralógicas con más de 200 millones de
años, que formaban parte del lecho marino, se alzaran en solo 10
millones de años hasta convertirse en la gran cumbre del que se
considera dominio geológico de Alborán, el lugar desde el que el
efecto del hielo sobre las rocas genera escarpes y
derrubios, que a causa de la erosión crean sedimentos que
derivan hacia las cotas bajas, donde presionados por el viento,
el agua, las capas vegetales, forman territorios de sierras,
valles, llanuras, deltas y acantilados que vuelven a su origen
marino. Llegar a la cima es caminar sobre un vasto canchal, un
espacio de piedras y grandes rocas desgajadas, quebradas y
sueltas, modificadas por la presión del hielo y el agua que se
infiltra entre sus grietas. Es el ecosistema clave en un espacio
repleto de biodiversidad exclusiva, donde flora y fauna ha de
adaptarse a condiciones extremas únicas en el sur de Europa,
donde las plantas adoptan formas almohadilladas protegidas del
viento, otras asoman tímidamente entre las grietas para buscar
el sol en los días de verano, violetas, Viola crassiuscula;
Iberis conocidos como Carraspique de Sierra Nevada, una especie
endémica en peligro de extinción, y un nutrido grupo de especies
que con nombres como Romperrocas, botón azul, Leontodon,
Lepidio, Cardocuco, Erigeron, Dragoncillos… llevan el
apellido Sierra Nevada. Pedregales convertidos en el hábitat de
la Chicharra de la sierra, Baetica ustulata, un insecto
único que aparece superados los tres mil metros, como el
Iberodorcadion lorqunii, un escarabajo endémico; y un
saltamontes
sin alas, Eumigus rubioi.
Territorios que se
acercan a la cima, donde entre las rocas que miran al oeste,
aparece una bellísima flor roja sobre un tallo y hojas gruesas,
peludas para aprovechar el agua. Es la Amapola de Sierra Nevada,
una especie que en el sur solo crece entre las rocas del
Mulhacén, a escasos metros de la cumbre, un espacio que comparte
con el vuelo del Acentor alpino, el ave montañera por
excelencia, las collalbas grises y algunas golondrinas que se
aventuran a volar sobre las piedras de la cumbre.
El
circo glaciar de la Caldera y camino de acceso desde el
Veleta al Mulhacén. Foto tomada en la arista oeste del
Mulhacén- agosto 2023
Cota máxima
La cima es el santuario nevadense, una formación de enormes
bloques de rocas de color cobrizo, que a modo de largas palancas
se asoman al abismo de la cara norte. Estas grandes piedras, que
en el extremo occidental del alto del Mulhacén se concentran
para formar un pequeño cúmulo, son el punto de máxima altura
peninsular, el lugar donde se ubica el Tanto geodésico, el
vértice que marca la señal de 3.479 metros sobre el mar. Una
pequeña columna de hormigón que hace ascender la cota en casi
dos metros más y que se sitúa sobre una pequeña hornacina
dedicada a la Virgen de las Nieves y convertida en el lugar
donde dejar recuerdos y ofrendas.
Desde esa minúscula
capilla, donde los días 5 de agosto los vecinos de la Alpujarra
celebran una Misa en honor de la patrona de la sierra, se
aprecia al sureste una vieja estructura de bloques de Pizarra.
Es la vivienda construida para los científicos que en 1913
crearon un enlace geodésico con el Atlas para poder medir la
altura de la montaña. Es fácil observar cabras montesas que se
resguardan entre sus piedras, como en apriscos improvisados por
pastores y montañeros para parapetarse del viento y que se
suceden en las inmediaciones del Llano del Mulhacén.
Es el mirador de Iberia,
el lugar en el que hacia el oeste se extiende la impresionante
magnitud de los glaciares de la cara sur de la sierra con la
laguna de la Caldera y los de Río Seco, el cerro de Los Machos,
la cara sur del Veleta y al fondo la vista se extiende sobre la
ciudad. El abismo de la cara norte es el tajo del misterio al
que no se le ve fin, desde el que es posible contemplar las
llanuras del noreste y extender la vista hacia el interior
ibérico.
Mirar al sur es bajar junto a los ríos que dan vida al Trevélez
y el Poqueira, es dejar que el horizonte te atrape para llegar
hasta las montañas del continente africano, y que el azul del
mar marque el camino de vuelta al origen de la montaña.
Desde Granada
HOYA DE LA MORA - LA CALDERA - MULHACÉN 19 km. ida y vuelta. Entre 6 y 7 horas.
Es la ruta tradicional y la más habitual y transitada durante
primavera, verano y otoño. Parte del área de la Hoya de la Mora,
en la zona más alta de Pradollano. Aunque puede iniciarse a pie,
lo más recomendable es tomar el autobús-lanzadera que el
Servicio de Interpretación de las Altas Cumbres, del Parque
Nacional de Sierra Nevada, pone en servicio desde el inicio del
mes de junio y hasta septiembre. Este transporte accede por la
antigua carretera del Veleta hasta el paraje denominado
Posiciones del Veleta, a 3.100 metros de altitud, Aquí se inicia
un recorrido a pie que nos llevará por la carretera del Veleta
hasta el primer desvío de tierra que se dirige hacia el paso de
La Carihuela, el punto donde dejamos la cara oeste dela sierra y
se inicia la vertiente sur. El paisaje se abre hacia los
'tremiles' con la inconfundible imagen del Mulhacén al fondo.
Lo más razonable es continuar por esta pista de tierra, antiguo
carril que conectaba Pradollano con la Alpujarra, la carretera
de las altas cumbres convertida en un impresionante sendero de
alta montaña, que serpentea hacia el este, primero baja hacia el
entorno de la Laguna de Aguas Verdes para discurrir hacia el
circo glaciar de Ríos Seco y, bajo el cerro de Loma Pelada
llegar hasta el circo y laguna de La Caldera, donde se encuentra
el refugio del mismo nombre y el punto donde termina un
recorrido de poco más de 9 kilómetros que pueden considerarse
suaves y, en su mayor parte desde que se inicia la vertiente
sur, cuesta abajo en el camino de ida (y cuesta arriba en el
vuelta).
A partir del refugio de La Caldera, la ruta se hace realmente
dura. Comienza la vereda de la arista norte del Mulhacén. Una
zizagueante senda que, entre un gran cascajal.pedregal, en su
inicio, y un canchal de grande rocas, al final, supera 400
metros de altitud en alrededor de 800 metros de recorrido, lo
que se considera realmente duro, sobre todo por la dificultad de
ascender entre grandes piedras y casi sin camino. La vereda se
une, ya a 3.450 metros de altitud, con las que llegan desde la
Alpujarra, y de inmediato accede a la cima.
Existen dos posibilidades de recortar distancia. Al inicio del
sendero de las altas cumbres, una vereda a la izquierda lleva al
'Paso de los Guías' una senda que con la ayuda de cadenas,
permite superar un gran tajo que evita las curvas que bajan
hacia la laguna de Aguas Verdes. Es solo apto para personas
acostumbradas a la montaña.
La segunda opción es
recortar a través de la senda que asciende a Loma Pelada, tras
dejar el área de Río Seco, y que cae hacia la laguna de la
Caldera y termina en el refugio. Evita alrededor de 1,5 km de
recorrido, pero incrementa la dificultad de la ruta de forma
considerable, ya que transcurre sobre la ladera del circo
glaciar La Caldera, entre un denso pedregal.
Mapas de rutas para acceder al Mulhacén desde
Posiciones del Veleta y desde Alto del Chorrillo, en la
Alpujarra
Desde la Alpujarra, Capileira
HOYA DEL PORTILLO - ALTO DEL CHORRILO - MULHACÉN 2 - MULHACÉN 11,3 km. ida y vuelta desde elAlto del Chorrillo, por
la Loma del Tanto y sus veredas. Entre 2,30 y 3 horas ida; 2
horas vuelta
Enlaza el lugar conocido como la Hoya del Portillo, en los altos
de la localidad de Capileira (donde se puede dejar el
coche) con el Mulhacén a través de la loma sur.
Al igual que en la cara oeste, desde la llegada del buen tiempo
hay un autobús lanzadera que sube desde la Hoya del Portillo
hasta el paraje conocido como Alto del Chorrillo, un lugar que
sorprende por su paisaje suave, alejado de la imagen de alta
montaña de altas crestas y tajos. Es el punto desde el que se
pueden tomar dos rutas diferentes para llegar a la cima del
Mulhacén. La menos frecuente es caminar por la antigua carretera
entre Capileira y Pradollano, el sendero de las Atlas Cumbres,
que tras 4,5 km llega hasta La Caldera y, desde allí, conectar
con la ruta que llega desde la Hoya de la Mora y el Veleta, para
subir la arista oeste del Mulhacén.
Ruta desde Alto del Chorrillo, el Veleta y los Machos desde
la subida de la Loma del Tanto, camino del Mulhacén, cara sur
La ruta más razonable y habitual es ascender a través de la
llamada 'Loma del Tanto' (así se llaman los postes que señalan
los vértices geodésicos en la cima de las montañas), que de
forma relativamente suave sigue los restos de la antigua pista
que ascendía al Mulhacén, que se acorta a través de trochas
abiertas para evitar las curvas y reducir distancias. Es un
sendero en permanente ascensión durante 6 kilómetros (7,5 km si
se sigue la antigua pista-carretera de la cumbre).
El camino está realmente bien señalizado con hitos de piedra y
se aprecia claramente, ya que está muy pisado por las muchas
personas que cada año suben al pico más alto de la península
Ibérica. Tras casi dos horas de ascenso y una dura subida por la
conocida como 'cuesta del resuello', se llega a la cumbre del
pico Mulhacén 2, o Mulhacén Chico. Es el lugar en el que el
camino se hace algo más suave, queda muy poco para la cumbre
final. Un sendero entre cascajales y las grandes rocas de los
canchales de la cima deja ver la cumbre. Solo queda una subida
de media hora para llegar a la cima y contemplar los restos de
las construcciones de la expedición geodésica de finales del
siglo XIX y las rocas en las que se sitúa una hornacina
(semidestruida y vacía) para la romería de la Virgen de las
Nieves, y el 'tanto' que marca el vértice geodésico de 3.479
metros sobre el nivel del mar.
Han sido dos horas y media de ascensión (tres horas para quienes
disfrutan del paisaje y la fotografía). La vuelta se puede hacer
descendiendo por la vereda de la arista oeste hasta la Caldera y
caminar por el sendero de las altas cumbres hasta el Alto del
Chorrillo (una bajada realmente difícil) o volver por el sendero
del Mulhacén 2 y volver a bajar la Loma del Tanto hasta el Alto
del Chorrillo (alrededor de dos horas).
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en las inmediaciones y la cumbre del
Mulhacén
Al comenzar la ascención por la Loma del Tanto a 2.700 metros
de altitud nos encontramos en una zona de enebral piornal con
piornos, enebros y sabinas.
A Partir de 2.800 metros o 2,900 por la cara sur aparece el
dominio de los pastizales nevadenses de alta montaña donde se
encuentra el mayor número de endemismos de todo el macizo.
Especies adaptadas a las más críticas condiciones climáticas
que han sufrido daptaciones para poder sobrevivir en
condiciones muy adversas. Largos periodos de nieve, hielo,
fuertes vientos, insolación, sequía estival, escasez de
suelo y además se enfrentan a el exceso de ganado que utiliza
estos pastos para su alimentación cada verano. Podemos
diferenciar además diferentes habitats, canchales, rocas
verticales, roquedos, ...
Especialmente interesantes algunos pies de roca en zonas
umbrías donde se encuentran helechos y endemismos raros.
Conoce la singularidad de Sierra Nevada y su entorno, un
territorio con el mayor número de endemismos de Europa,
parajes y paisajes glaciares, la alta montaña más meridional
de Europa. La cumbre de la península Ibérica.
VÍDEOS: Paisajes con Historia, es una serie de reportajes
para dar a conocer rutas y parajes con cualidades naturales
y patrimoniales. Grabaciones exclusivas de Waste Magazine. (Reportajes,
fotogalerías y vídeos)
Lepidópteros
del Parque Nacional y Natural de Sierra
Nevada
Se encuentran citadas 128 especies, con poblaciones que
suman alrededor de 25 millones de individuos, con zonas donde
existen densidades de más de 300 por hectárea
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