SIERRA NEVADA * SERIES DE VEGETACIÓN * ENEBRALES Y PIORNALES
NEVADENSES
DATOS Y BIODIVERSIDAD
FOTOGALERÍA
EN LOS DOMINIOS DEL VIENTO
Aferrados a la tierra, piornales y enebrales tapizan las laderas
de la alta montaña de Sierra Nevada
Especies vegetales que crean un ecosistema-refugio donde
sobrevivir ante las condiciones climáticas extremas del invierno
nevadense
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Vuela de forma anárquica, casi pegada a las aciculadas hojas de
los enebros, en un intento de no ser arrastrada por las fuertes
rachas de viento que ascienden desde el oeste. Es una mariposa
apolo, un símbolo de Sierra Nevada,
Parnassius
apolo nevadensis, una de las especies de lepidóptero
endémicas del macizo montañoso granadino, que consciente del
peligro que supone desplazarse más allá de la protección del
matorral de la alta montaña, deja ver con claridad dos llamativos
ocelos de color naranja, que como si de dos ojos se tratase,
adornan sus alas posteriores, en un intento de engañar a sus
depredadores, aves insectívoras y que, en el caso de atacarles, lo
hagan en ese lugar y no en otras zonas donde resultaría letal. La
mariposa apolo habita entre los piornales y enebrales nevadenses,
en niveles de altitud situados entre 1.800 y 2.200 metros, gracias
a que sabinas, enebros y piornos son el refugio de otras especies
vegetales de pequeño porte, entre ellas
Petrosedum
amplexicaule, una especie de florecillas amarillas de la que
se alimenta la oruga de esta especie de mariposa diurna, que se
puede considerar como la reina de un ecosistema clave para
entender la biodiversidad y estabilidad geológica y climática de
la totalidad del macizo nevadense, ya que el enebral y piornal
ocupa la mayor parte del territorio total de Sierra Nevada.
En
los Peñones de San Francisco.
Piornos, sabinas y enebros son la base del paisaje de la alta
montaña, de la orla que rodea la totalidad de la sierra desde el
límite del árbol (1.800-2.000 metros de altitud) hasta donde se
inicia el dominio de las altas cumbres (desde 3.000 metros a
3.479, la cumbre del Mulhacén), del imperio de los cascajales y
roquedos donde solo es posible el crecimiento de plantas de mínimo
porte con una extraordinaria especialización para soportar
condiciones climáticas de máxima dureza.
Este singular ecosistema en el que se basa el equilibrio ambiental
de Sierra Nevada, se inicia donde ya no crecen especies arbóreas
porque el impacto de los cristales de hielo durante las ventiscas
destrozan sus estructuras. Desde este punto altitudinal, la flora
ha de reconvertirse y adquirir formas almohadilladas, rastreras,
que no ofrezcan resistencia a los vientos y estructuras aéreas han
de ser fuertes, duras y, a la vez, cubrirse de espinas y hojas
puntiagudas para evitar que el ganado se coma sus yemas y les
impida crecer, como ocurre con enebros y piornos, especies patrón
de este gran ecosistema que engloba pastizales duros, pedregales
fijos, roquedos y paredones, que se suceden en el particular
paisaje de la sierra, tanto en su cara oeste, las lomas del
Veleta, como en las zonas menos escarpadas de la cara norte y las
laderas que miran al sur y bajan hasta encontrarse con la alta
Alpujarra.
Ecosistema bajo el hielo
Es un territorio dominado por el viento, donde las fuertes rachas
se convierten en ventiscas letales para flora y fauna, donde sólo
es posible sobrevivir con una gran capacidad de adaptación y
gracias al refugio que brindan las grandes extensiones de piornos
y enebros. Plantas de pequeño porte, muchas de ellas endémicas de
Sierra Nevada, aprovechan la forma de iglú de los piornos para
crecer bajo ellos y evitar el impacto del viento y, además,
mantenerse vivas durante los meses en los que el territorio
permanece bajo una densa capa de nieve, cuando las temperaturas
exteriores marcan medias de 10 grados bajo cero. El piornal es un
ecosistema bajo el hielo, ya que su estructura genera un espacio
entre la capa de nieve, que puede llegar a dos y tres metros de
altura, y la tierra. En este espacio vital para la supervivencia,
la temperatura oscila de forma constante entre menos uno y cero
grados, lo que permite la viabilidad de las plantas, que entran en
una fase de reducción casi total de consumo energético. La fauna,
sobre todo invertebrados, pueden mantenerse en fases larvarias
hasta la llegada de la primavera y el deshielo. Micromamíferos y
pequeños invertebrados, como reptiles, logran mantenerse en
túneles y refugios que construyen entre las rocas y bajo el manto
protector y térmico de los piornos.
Caminar por los senderos de la alta montaña es observar el influjo
del piornal en el paisaje. Desde el Collado de la Sabina, el punto
en el que se inicia la orla silícea de la sierra, comienza el
imperio del piornal-enebral. Un kilómetro más arriba, un carril
conecta con el antiguo acceso a los Llanos de Otero, con el
refugio de San Francisco, el lugar donde se ubicaron las primeras
instalaciones de esquí. El piornal se muestra en toda su plenitud.
El color amarillo de las flores de
Genista
versicolor, tapiza la tierra casi por completo,
excepto en varias líneas paralelas que la vegetación no ha logrado
colonizar. Son las marcas del paso de los primeros remontes
(teleesquís desmantelados hace décadas).
En los primeros peñones de San Francisco, el ecosistema se muestra
almohadillado, asciende hacia las rocas desde las que se contempla
la totalidad de la cuerda de las altas cumbres. El enebral-piornal
es como una franja que tapiza las laderas hasta llegar a la
frontera con los ‘tresmiles’, donde el impacto glaciar impide ya
su presencia. Pero es en ese territorio donde muestra su mayor
belleza. Bajo el albergue militar de la Hoya de la Mora, en el
ecuador del verano, se observan grandes manchas amarillas a los
lados de los tapices verdes que muestran el borreguil de San Juan
y el paso del río. Entre las piedras y los roquedos, el piornal
fija la tierra, impide el desplazamiento de las rocas y permite el
crecimiento de digitalis purpurea, de violetas de la sierra,
siemprevivas, arenarias donde se alimenta la exclusiva chicharra
de la sierra y los alfilerillos de Sierra Nevada, sobre los que
vuelan mariposas
Aricia morronensis (Morena española) y
donde crecen múltiples especies de gramíneas. Que alimentan al
ganado que pasta en la alta montaña.
Bajo el antiguo observatorio astronómico del Mojón del Trigo, el
piornal rodea los primeros pastizales húmedos, una señal de que
comienza el territorio glaciar. Enebros, piornos y su
biodiversidad asociada se quedan en esa frontera que el
cambio climático sitúa cada vez más cerca de las cimas y que, a
causa de la subida de las temperaturas, este especial ecosistema
conquista en detrimento de las altas cumbres.
BIODIVERSIDAD
ESPECIE
ASOCIADA
APOLO DE SIERRA NEVADA
Parnassius apolo nevadensis. Es la
mariposa que se considera como símbolo de Sierra Nevada. Vuela
sobre los piornales y enebrales a altitudes entre 1.800 y 2500
metros, aprovecha el refugio que este ecosistema ofrece a la
planta de la que se alimentan sus orugas.
SIERRA NEVADA * SERIES DE VEGETACIÓN
PIORNALES Y ENEBRALES NEVADENSES
Esta serie de vegetación podemos encontrarla en Sierra Nevada,
Sierra de los Filabres y Sierra de Baza por encima de los 1800
metros hasta los 3.100 dentro de los pisos bioclimáticos
oromediterráneo y crioro. Primitivamente este piso estaría ocupado
por enebros, sabinas y pinos, pero solo se encuentran enebros y
sabinas. La comunidad mas evolucionada presenta como especies
dominantes los
enebros (Juniperus
communis subsp hemisphaerica), Juniperus
sabina, Genista
versicolor, Arenaria
pungens, Erinacea anthyllis,
Cytisus galianoi y Bupleurum
spinosum. En los claros de los piornales existen gran
cantidad de especies como
Cerastium gibraltaricum o Reseda
complicata.
Cuando el piornal se aclara aparecen los Tomillares de alta
montaña, con la presencia del tomillo de Sierra Nevada,
Thymus
serpylloides y donde se entremezclan especies como la
digital de Sierra Nevada (
Digitalis
purpurea subsp nevadensis) que también podemos
encontrar en el piso supramediterraneo.
Genista versicolor
(Piorno amarillo)
Tomillo de Sierra Nevada,
Thymus
serpylloides y
Arenaria
pungens
Digitalis purpurea subsp purpurea
(Digital) y
Hormathophylla
spinosa (Rascaculos)
FAUNA
Destaca el grupo de aves con la presencia de
Oenanthe
oenanthe (Collalba gris), Bubo
bubo (Buho real),
Monticola
saxatilis (Roquero Rojo),
Turdus torquatus
(Mirlo capiblanco),
Linaria
cannabina (Pardillo común),
Galerida
cristata (Cogujada común),
Falco
tinnunculus (Cernícalo),
Apodemus sylvaticus
(ratón de campo),
Mustela nivalis
(Comadreja) y
Vipera
latastei (Víbora hocicuda). Y
Coronella
austriaca
En cuanto a invertebrados destaca la presencia de un gran número
de insectos, algunos endémicos de Sierra Nevada, ortópteros como
Baetica ustulata,
Eumigus
rubioi y Chorthippus
nevadensis, lepidópteros como
Parnassius
apollo nevadensis, Polyommatus
golgus, Pseudochazara
hippolyte, Erebia hispania,
Aricia morronensis,
hormigas como
Proformica longiseta y Rossomyrmex
minuchae, una avispa endémica.
Polistes
biglumis bimaculatus (Avispa de montaña), el hemíptero
Eurydema nana y coleópteros
Pimelia
monticola, Timarcha marginicollis,
Iberodorcadium lorquini,
Homopterus nevadensis, Tentyria
incerta
ESPECIES DE LOS ENEBRALES Y PIORNALES NEVADENSES
(Click
en los nombres para ir a fichas con datos y fotos)
FLORA
Acinos alpinos (Té de la
sierra)
Anarrhinum laxiflorum
Androsace vitaliana subsp
nevadensis (Gregoria de Sierra Nevada)
Anthericum baeticum
Anthyllis vulneraria subsp
pseudoarundana (Vulneraria)
Astragalus nevadensiss subsp
nevadensis (Piorno blanco)
Arenaria pungens (Cojín
de pastor)
Arenaria tetraquetra subsp amabilis
(Piel de león)
Artemisia absinthium (Ajenjo,
Absenta)
Carduus carlinoides subsp hispanicus
(Cardo de Sierra Nevada)
Centranthus nevadensis (Valeriana
de Sierra Nevada)
Cerastium
gibraltaricum (Cerastio de Gibraltar)
Cirsium acaule subsp gregarium
(Cardo de borreguil)
Cirsium odontolepis
(cardo)
Crepis oporinoides
Cystopteris fragilis
Coincya monensis subsp nevadensis
(Jamarguillo de roca)
Cytisus galianoi (Piorno
negro)
Dactylis glomerata subsp
juncinella
Dianthus brachyanthus (Clavelillos)
Digitalis purpurea subsp nevadensis
(Digital)
Echium flavum
Erinacea anthyllis (Piorno
azul)
Erodium cheilanthifolium
(Alfilerillos)
Erysimum nevadense (Alhelí
de Sierra Nevada)
Eryngium bourgatii
(Cardo blanco)
Eryngium glaciale (cardo azul)
Euphorbia nevadensis
Festuca indigesta
(Lastón)
Fritillaria lusitanica subsp
lusitanica
Galium pyrenaicum
Galium rosellum
Genista versicolor
(Piorno amarillo)
Helianthemum apenninum subsp.
suffruticosum (Perdiguera)
Herniaria boissieri
Hormathophylla spinosa
(Piorno rosa, Rascaculos)
Jasione ametystina (Botón
azul de Sierra Nevada)
Juniperus communis subsp hemisphaerica
(Enebro rastrero)
Juniperus sabina (Sabina rastrera)
Jurinea humilis (Esobilla
baja)
Leucanthemopsis pectinata (Gamarza)
Lepidium stylatum
(Lepidio de Sierra Nevada)
Linaria aeruginea subsp nevadensis
Lotus corniculatus (Cuernecillo)
Marrubium supinum (Marrubio)
Murbeckiella boryi
Nepeta amethystina
Noccaea nevadensis
(Telaspio de Sierra Nevada)
Pilosella castellana
Pimpinella procumbens
Plantago holosteum
Polystichum lonchitis
Reseda complicata
Saxifraga granulata (Saxifraga
blanca)
Scabiosa turolensis (Escabiosa
mayor)
Sedum amplexicaule
Senecio boissieri
Senecio pyrenaicus granatensis (Suzón
de Sierra Nevada)
Sideritis glacialis (Zahareña)
Silene boryi
Silene rupestris
Solidago virgaurea
Teucrium aureum
Thymus serpylloides (Tomillo
de la sierra)
Urtica dioica (Ortiga mayor)
Verbascum nevadense (Gordolobo)
Liquenes
Rhizocarpon geographicum
Xanthoria elegans
Fauna
Insectos
Aglais urticae
Agriades zullichi
Argynnis niobe
Aricia morronensis
Bombus terrestris (Abejorro)
Colias croceus
Erebia hispania
Eumigus rubioi
Gonepterix cleopatra
Hyponephele lycaon
Iberocardion lorquinii
Issoria lathonia
Lampides boeticus
Lycaena alciphron
Macroglossum
stellatatum, Esfinge colibrí
Parnassius apollo nevadensis
Pieris rapae
Pimelia monticola
Polyommatus golgus
Polyommatus icarus
Pontia daplidice
Protaetia oblonga
Pseudochazara hippolyte (Cuatro
ocelos de Sierra Nevada)
Pycnogaster inermis
Steropleurus andalusius
Tentyria incerta
Timarcha marginicollis
Vanessa cardui
Xylocopa violacea (Abeja
carpintero)
Vertebrados
Aquila chrysaetos
(Aguila real)
Capra pyrenaica hispanica
(Cabra montesa)
Chionomys nivalis (Topillo
nival)
Gypaetus barbatus (Quebrantahuesos)
Gyps fulvus (Buitre
leonado)
Linaria cannabina
Lullula-arborea-pallida
Oenanthe oenanthe
(Collalba gris)
Podarcis hispanica
Phoenicurus ochruros
(Colirojo tizón)
Pyrrhocorax pyrrhocorax
(Chova piquirroja)
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acerales béticos
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nevadenses
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térmicos
Encinares béticos
Dolomías
Lagunas del
Padul, humedales y turberas
Fauna de
las altas cumbres Pisos oro y crioromediterráneo - Insectos
Fauna de Sierra
Nevada - vertebrados
LISTA
DE ENDEMISMOS
Parque Nacional /
Parque Natural
Joyas
naturales.
Joyas
de la TierraMinas y minerales
Proteger
las mariposas
PARQUE
NACIONAL Y NATURAL DE SIERRA NEVADA
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío