PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE HUÉTOR
LAS TRINCHERAS DEL FRAILE Y LOS POCICOS
En las laderas norte de la Alfaguara, ocultas entre rocas y
matorral, las posiciones defensivas y control de los ‘Pocicos’ se
mimetizan con un espacio natural donde anidan los pinzones y
vuelan las rapaces
Entre encinas y pinares, ocupan los riscos que desde la sierra de
Huétor observan los pasos entre el Peñón de la Mata y el estrecho
valle del río Bermejo
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Los caminos de la Alfaguara están trazados por pastores que
siguieron las sendas de la fauna, pobladores árabes que buscaron
agua para alimentar las almunias y explotaciones de la ciudad y la
vega de Granada, y por soldados que hace menos de un siglo los
asumieron como vía de acceso a puntos estratégicos desde los que
observar los movimientos del enemigo en una contienda fratricida.
Senderos que formaron una red de comunicaciones que ahora, casi
ocho décadas después son el corazón de un trazado básico para
conocer los más impresionantes parajes del Parque Natural de la
Sierra de Huétor. La ruta de las trincheras es un recorrido que se
interna en rincones desconocidos, asciende a las cumbres de rocas
kársticas, y baja a ríos y arroyos, pero no es necesario caminar
los 22 kilómetros que completan ese viaje a las profundidades de
la historia reciente, para conocer parajes que la naturaleza ha
vuelto a hacer suyos. Basta con acercarse a alguna de las doce
principales posiciones defensivas y de vigilancia para disfrutar,
en un corto paseo, de lo que ofrecen ecosistemas formados por
encinares autóctonos, pinares de repoblación ya naturalizados,
prados efímeros y contemplar el vuelo de las rapaces entre los
riscos.. (...)
(...) Los caminos de la Alfaguara están trazados por pastores que
siguieron las sendas de la fauna, pobladores árabes que buscaron
agua para alimentar las almunias y explotaciones de la ciudad y la
vega de Granada, y por soldados que hace menos de un siglo los
asumieron como vía de acceso a puntos estratégicos desde los que
observar los movimientos del enemigo en una contienda fratricida.
Senderos que formaron una red de comunicaciones que ahora, casi
ocho décadas después son el corazón de un trazado básico para
conocer los más impresionantes parajes del Parque Natural de la
Sierra de Huétor. La ruta de las trincheras es un recorrido que se
interna en rincones desconocidos, asciende a las cumbres de rocas
kársticas, y baja a ríos y arroyos, pero no es necesario caminar
los 22 kilómetros que completan ese viaje a las profundidades de
la historia reciente, para conocer parajes que la naturaleza ha
vuelto a hacer suyos. Basta con acercarse a alguna de las doce
principales posiciones defensivas y de vigilancia para disfrutar,
en un corto paseo, de lo que ofrecen ecosistemas formados por
encinares autóctonos, pinares de repoblación ya naturalizados,
prados efímeros y contemplar el vuelo de las rapaces entre los
riscos.
FOTOGALERÍA: J. E. GÓMEZ
Y MERCHE S. CALLE
Muy cerca de la antigua área recreativa de la Alfaguara,
clausurada desde hace más de una década, que se situaba en el
Llano del Fraile, se esconde un privilegiado mirador, una atalaya
semicircular desde la que se observa la totalidad de la cara sur
de Sierra Arana, el valle del río Bermejo, que discurre hacia
Cogollos Vega, la Vega norte de Granada y las colinas de Sierra
Elvira. Es el punto en el que se ubicó una de las más grandes
estructuras defensivas de la sierra de Huétor. Aunque las gentes
de Alfacar, Nívar y Cogollos, le llaman del Fraile su nombre es
trinchera de los ‘Pocicos’, porque está construida a base de pozos
donde se ubicaban ametralladoras, conectados entre sí por
estrechos pasadizos a modo de trinchera.
El Llano del Fraile está en la carretera que desde Alfacar
asciende a la sierra y discurre hacia los Potros y Pradonegro. A
solo un kilómetro y medio del cruce con el campamento de la
Alfaguara, ya por una vía sin asfalto, la antigua área recreativa
se extiende a la izquierda. Es un gran prado efímero, donde las
lluvias crean un espacio de verdor y generan un territorio de
vegetación de ribera y humedal, donde aún se conservan los
restos de una vieja fuente que extraía el agua del acuífero de la
Alfaguara. Tras cruzar esos prados, hacia el norte, surge una
vereda que entre encinas, quejigos, pinos y algún que otro roble,
recuerdo de épocas en las que los robledales eran una de las
especies dominantes en este territorio, desciende hacia una
pequeña vaguada para ascender de nuevo y coronar la cima de la
colina y mostrar la ladera que de forma impensable, casi
antinatural, se abre entre los pinos y la vegetación del
sotobosque.
Es en este punto, situado a unos 200 metros del inicio del
recorrido en el Llano del Fraile, donde surge una pequeña vereda
que, hacia el oeste, semi oculta entre piedras clacáreas tapizadas
de líquenes, llega casi de inmediato a una construcción de porte
bajo, de paredes de piedra. Al rodearla surge la sorpresa: la
ladera deja ver el valle de Granada y las cimas de Sierra Elvira.
Ahí están los primeros ‘pocicos’ y el recuerdo de una guerra. Es
el lugar desde donde parte un intrincado trazado de sendas que
unen las diferentes estructuras defensivas y rodean la colina para
contemplar en su plenitud, los grandes cortados del Peñón de la
Mata.
Durante el verano, entre los pinos, se oye el insistente canto de
los pinzones y el suave silbido de los papamoscas, que compiten en
la búsqueda de alimento con una legión de aves forestales. Entre
los matorrales, y zarzales es posible ver alcaudones, un ave
carnívora, poco más grande que un gorrión, que ensarta a sus
presas en los espinos para comérselas después. En el cielo, vuelan
águilas perdiceras y calzadas. Durante el crepúsculo, junto a las
piedras de las trincheras, es posible oír el ulular de un búho
real y la llamada de los mochuelos.
La senda principal desde la que parte la de las trincheras baja
hacia el cortijo de Carialfaquí y cruza el río Bermejo, para
volver a ascender hacia el paraje de las Minas, junto a la pista
forestal que iniciaba el recorrido en el Llano del Fraile. Una
posibilidad para quienes desean empaparse de la esencia de Huétor.
¿Dónde está?
_Alfaguara:_ Forma parte de la ruta de las trincheras de la Sierra
de Huétor. Está en la ladera noroeste de la Alfaguara tras el
Llano del Fraile.
¿Cómo llegar?
_Carretera:_ Por la vía que conecta Alfacar con la Alfaguara y
continúa, de tierra, hacia la fuente de los Potros y Pradonegro.
_Sendero:_ A 1,5 km del cruce del campamento, está el Llano del
Fraile desde donde parte la vereda que llega a las trincheras.
_Coordenadas:_ El prado está situado en
37°16’8.98N 3°31’16.50W. Las trincheras en la
posición: 37°16’19.11N 3°31’22.14W.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
FLORA
Anthericum baeticum
Bartsia trixago
Biscutella laevigata
Bombycilaena discolor
Callipeltis cucullaris
Catananche caerulea (Hierba cupido)
Cedrus
atlantica
Ceterah
officinarum
Cistus
albidus (Jarablanca)
Cistus
laurifolius (Jara)
Coris
monspeliensis
Crataegus monogyna
Crocus
nevadensis
Dorycnium
pentaphyllum
Echinospartum
boissieri
Helleborus foetidus
Juniperus
oxycedrus (Junipero)
Linum suffruticosum (Lino
blanco)
Lonicera
splendida (Madreselva)
Paeonia
broteroi
(Peonía, rosa maldita)
Pinus pinaster
Quercus rotundifolia
Ranunculus
ficaria
Retama
sphaerocarpa (Retama)
Rhamnus alaternus
Rhamnus lycioides
(Espino negro)
Rhamnus
myrtifolius (Carrasquilla)
Rosmarinus offinalis
(Romero)
Rubus
ulmifolius (Zarzamora)
Sanguisorba rupicola
(Sanguisorba de roca)
Santolina
chamaecyparissus (Abrótano hembra)
Saxifraga
erioblasta
Scirpoides
holoschoenus (Junco)
Sedum
acre
Sedum album
Sedum amplexicaule
Sedum caespitosum
Sedum
dasyphyllum
Sedum
mucizonia
Sedum
sediforme
Thapsia
villosa
Thesium
divaricatum
Thymus
mastichina (Mejorana)
Thymus
granatensis
Ulex
parviflorus (Aulaga)
Peonia
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vivir en tiempos de estío