SETAS, PELIGRO INMINENTE
La mayoría de los hongos silvestres son tóxicos, y algunos de
ellos, letales para el hombre
Centenares de personas se han echado al monte para intentar
llevarse a casa un preciado majar sin saber que solo 20 de las 200
especies que crecen en el sureste de la península Ibérica son
realmente comestibles
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Hacía años que no se veía tanta gente en busca de setas por
bosques y senderos. Las pocas lluvias caídas en los últimos días
han sido el pistoletazo de salida de una alocada y concurrida
carrera para acaparar el mayor número posible de hongos que
llevarse a casa o, simplemente presumir con los amigos, e incluso
para algunos, la recolección masiva de especies muy
apreciadas para venderlas a supermercados y fruterías, y paliar
los efectos de la crisis y el paro. El incremento de buscadores de
setas genera problemas de equilibrio y conservación de
ecosistemas, ya que no hay espacio natural que soporte la
masificación, y lo que puede ser más grave, un aumento importante
de las posibilidades de intoxicación por la nula preparación
micológica de la mayoría de los buscadores de hongos. Se lanzan al
campo sin tener en cuenta que de las 200 especies de hongos que
crecen en los espacios naturales del sureste peninsular el 80% no
son comestibles, y casi todas ellas tienen propiedades que pueden
ser tóxicas y peligrosas para muchas personas. 15 especies son
mortales, tienen propiedades letales para el hombre.
Conocimiento
Nadie tiene la varita mágica para saber delimitar, ‘in situ’, en
el campo, que determinadas especies son aptas para su consumo. La
única recomendación posible es no coger aquello que no se conoce
al cien por cien, ya que en muchos casos, especies que son muy
apreciadas gastronómicamente, son casi iguales a otras de su misma
familia, que son tóxicas y mortales. Una de las especies más
apreciadas en los bosques del sureste andaluz es la Macrolepiota
procera, una seta de gran porte que puede llegar hasta veinte
centímetros de diámetro en su sombrero, pero tiene un pariente
mortal, la Lepiota, que crece incluso en jardines. Se diferencian
en que en su estado adulto, el sombrero de la Macrolepiota mide
más de 10 centímetros (si es más pequeño puede ser la letal
Lepiota), pero cuando están en sus primeras fases de crecimiento y
el sombrero no ha llegado a abrirse, no es posible distinguirlas
sin ser un experto. Quien la consume notará sus efectos entre 12 y
24 horas después, cuando han dañado el hígado y el riñón. La fase
final es parálisis de los miembros, coma y muerte. A pesar de ese
panorama, las cestas de los buscadores de setas no expertos se ven
llenas de Macrolepiotas en fase inicial, sin que aún se pueda
saber si se trata de la seta asesina.
Trofeos
Otro de los trofeos más perseguidos son los níscalos (Lactarius
deliciosus), se recolectan en grandes cantidades y son los que más
se suelen vender a las tiendas. Son fáciles de distinguir por su
coloración naranja y franjas amarillentas con iridaciones de color
rojo y verde cuando son manipuladas, pero hay otros Lactarius que
pueden plantear problemas graves, como el tominosus o el
tesquorum, que se caracterizan por presentar una zona lanosa en el
borde del sombrero (el primero de ellos) y un tono más blanco
cuando es adulto (en el segundo de los casos), pero aunque pueden
producir problemas gastrointestinales, no son tan peligrosas como
las lepiotas o las setas mortales por excelencia, la Amanita
phalloides.
Los buscadores de setas expertos suelen dar una serie de consejos
para evitar las especies peligrosas, como por ejemplo que se
oscurecen cuando tocan la plata, algo totalmente falso, como la
afirmación de que cualquier seta cocinada pierde su toxicidad, o
que todas aquellas que tienen buen olor y sabor, son buenas. La
más mortífera, la Amanita phalloides, por ejemplo, huele bien,
tiene sabor dulzón y una presencia inmejorable, pero mata.
Además de la peligrosidad inherente al consumo de hongos, la
legislación andaluza prohibe la recolecta en espacios considerados
cotos micológicos, y en los montes públicos donde está permitido
solo se pueden recolectar tres kilos de setas por persona.
Recolección
Cuidado Solo recolectar hongos que se conozcan y sobre los
que no haya duda alguna.
Clasificar Salir al campo con expertos que puedan llegar a
determinar género y especie, ya que por ejemplo, a Amanita
caesarea (oronja) es deliciosa, pero la Amanita phalloides (Cicuta
verde) es mortal.
Respeto: Si no se conoce una seta no se debe destruir, sino
dejarla para quien sí la conozca y para que pervivan en el bosque.
No te excedas Recolecta solo las que necesites para no
esquilmar las poblaciones y mantener el ecosistema. Deja
ejemplares para que puedan expandir sus esporas y puedan
reproducirse.
No a los ‘grupos’: No cojas setas en grupos o lo que se
denomina ‘corros de brujas’ entre ellas se camuflan especies que
pueden ser muy peligrosas.
A TENER EN CUENTA
1. Galerina marginata, un pequeño hongo que crece en grupos y muy
venenoso, llega a ser mortal.
2. Macrolepiotas jóvenes, comestibles y muy apreciadas, pero casi
iguales que la Lepiota, un hongo letal que en su fase joven no se
diferencia de la comestible.
3. Algunas especies del género Clitocybe son muy venenosas, es
preferible evitarlas.
4. En el césped de los jardines crecen las Conocybe deliquescens,
muy atractivas para los niños, y tóxicas para algunas personas.
Setas
muy peligrosas
Boletus satanas
Es de gran tamaño. Habita en bosques caducifolios. Se le llama
también Boleto de Satanás
Agaricus xanthoderma
Es de color muy variable. Emite un olor muy desagradable. Se le
llama vulgarmente Champiñón amarilleante.
Amanita pantherina
También conocida como Amanita pantera o falso galipierno. Su
característica es el sombrero rojo
Cortinarius orellanus, es especialmente peligrosa. aparece
poco, pero en años con fríos tempranos su presencia es mayor. Es
mortal y los síntomas tardan varios días en aparecer. Es de color
uniforme "pardo-rojizo-anaranjado" y ataca a los riñones.
Paxillus involutus
Antiguamente se le consideraba comestible, pero en realidad es
mortal.
Amanita phalloides
Denominada también, oronja verde u oronja mortal, es la seta más
peligrosa de las existentes en España.
Amanita verna
Es una seta extremadamente tóxica, similar a la Amanita
phalloides, pero con el sombrero más blanco y robusto.
Amanita muscaria
Tiene propiedades alucinógenas pero muy peligrosas. Se le llama
también, matamoscas o falsa oronja.
Inocybe geophylla
Es muy abundante. Se le puede encontrar en cualquier tipo de
hábitat desde el verano al otoño.
Clytocibe rivulosa
Es muy tóxica. Se dice que forma corros de brujas
Galerina marginata
Es una de las setas más tóxicas existentes en España, junto con la
Amanita phalloides
ALGUNAS SETAS COMESTIBLES

Sullus luteus
Se le conoce como seta esponja. Es muy abundante en bosques de
pinos con matorral.
Russula cyanoxantha
Es muy apreciada. Se encuentra en bosques de robles aunque también
se da junto a coníferas.

Hygrophorus russula
Suele verse en encinares y carrascales. No es demasiado apreciada.
Hygrophorus persoonii
Es conocida como Llanega parda. Crece en bosques de encinares.

Polyporus squamosus
Se le llama seta escamosa del chopo. Crece sobre troncos vivos, y
también secos y abatidos.
Chroogomphus rutilus
Es muy frecuente en pinares, aunque es comestible no se considera
de mucha calidad.
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