SOCIEDAD * ESTILO DE VIDA
SALINAS,
ECOSISTEMAS OLVIDADOS DEL SUR DE EUROPA
Fuente
de vida. En la costa y el interior de Andalucía, sobreviven
saladares convertidos en
refugio de biodiversidad
Descubrir ecosistemas olvidados, que no forman parte de las rutas turísticas habituales, se ha
convertido en uno de los retos que los gestores de ecoturismo lanzan a quienes quieren disfrutar
de la naturaleza y de viajes en los que
mezclar la naturaleza con la cultura, el deporte y
el ocio
J. E. GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE * texto y fotos
Descubrir ecosistemas olvidados, que no forman parte de las rutas turísticas habituales, se ha
convertido en uno de los retos que los gestores de ecoturismo lanzan a quienes quieren disfrutar
de la naturaleza y de viajes en los que mezclar la naturaleza con la cultura, el deporte y el
ocio.Una fusión de actividades que supone conducir por carreteras rurales, caminar por senderos
durante las mañanas, visitar recursos naturales e históricos, por la tarde y, ya en el tiempo para
el relax y el ocio personal, aprovechar los recursos que nos ofrece la red y
pasar un
rato de juego on line, y en plataformas fiables como
20 bet, algo que podemos hacer desde cualquier lugar con
nuestra conexión a internet.
Vuelan sobre una fina lámina de agua agitada por el viento. Extienden sus grandes alas blancas,
rosadas y negras mientras intentan posarse sobre el agua para hundir su largo cuello hasta
alcanzar el barro del fondo de la laguna.
Son grupos de flamencos que colonizan, desde
hace años, las antiguas salinas situadas entre Punta Entinas y Roquetas de Mar,
saladares ancestrales que se han transformado en espacios para la supervivencia de una gran
biodiversidad, fauna y flora halófita, especializada en ecosistemas con alta concentración de sal
en sus aguas y en sus sustratos geológicos, que encuentra en las antiguas salinas un espacio para
sobrevivir. Cigüeñuelas, charranes, diversas especies de gaviotas, archibebes, andaríos y una gran
cantidad de especies que ya no tienen otros refugios donde protegerse del avance de la
antropización.
Tanto las tierras del sureste de España, el sur de Europa, especialmente en el
litoral de Almería y parte de Granada, como en tierras interiores de Granada y Jaén, existen
importantes salinas, algunas de ellas en explotación y, la mayoría, abandonadas a su suerte y
transformadas en humedales, en algunos casos, protegidos, como las salinas de Cerrillos, en
Roquetas y junto a la localidad de Cabo de Gata, la Almadraba de Monteleva, las Salinas y la
Fabriquilla. En otros, la protección se debe a que se han catalogado como Bien de Interés Cultural
de Andalucía, como es el caso de algunas de las salinas casi desaparecidas en la provincia de
Jaén.
Visitar las salinas,
descubrir los saladares repartidos por el sureste andaluz
es un buen objetivo para jornadas de senderismo y ecoturismo. Mostramos aquí algunas de las
salinas más interesantes y accesibles de las provincias de Almería, Granada y Jaén.
Salinas de Cerrillos. Al este de Almerimar, y al oeste de Roquetas de Mar, en el
paraje natural de Punta Entinas, se extienden unas antiguas salinas, abandonadas en su
explotación, que se han transformado en uno de los humedales con mayor biodiversidad de Andalucía,
donde habitan colonias permanentes de flamencos. Las antiguas separaciones de las diferentes
lagunas que se llenaban y desecaban para extraer la sal marina, se han convertido en pasos desde
los que poder observar las aves que las habitan. Se llega desde la carretera costera entre
Almerimar y Roquetas de Mar.
Cabo de Gata. Son las más conocidas de Almería. Se extienden desde el núcleo
urbano de Cabo de Gata hacia el faro del arrecife de las Sirenas. Una parte importante de estas
salinas se encuentra en explotación con una producción muy importante de sal marina obtenida
mediante procedimientos tradicionales. Hay observatorios para poder disfrutar de la avifauna, como
flamencos, avocetas, cigüeñitas y otras muchas especies.
La Malahá. No solo hay sal en el litoral. El sur peninsular es uno de los
territorios europeos con mayor número de yacimientos de sal de toda Europa. Sal procedente del
subsuelo que se extrae desecando lagunas artificiales de mínima profundidad que se llenan del agua
de los manantiales salobres. En la Malahá, en el centro geográfico de la provincia de Granada, se
encuentra la mayor salina en explotación de Andalucía Oriental, situada junto al casco urbano en
un territorio de ecosistemas áridos cubiertos de vegetación halófita. Una salina que tiene su
origen más allá de la presencia romana en España.
Saladar de Cúllar. Es un ecosistema único, un espacio que ocupa las tierras de la
localidad de El Margen, en el municipio de Cúllar, y se extiende a través de 75 hectáreas hacia
las tierras de Galera, Benamaurel y los saladares de Baza. Un espacio natural que forma parte del
Catálogo de Humedales de Andalucía por la singularidad de sus paisajes y ecosistemas. Es
territorio de plantas especializadas en ambientes salinos, de flora que se puede considerar
marítima a pesar de que se encuentra a un centenar de kilómetros del litoral, pero donde crecen
algunas de las especies habituales de las salinas costeras. Se llega dese la A92 hacia Cúllar y
tras la localidad de El Margen. Uno de los tesoros del Geoparque Norte de Granada, donde se
muestran las singularidades de una tierra única.
Salinas de Los Vélez. Muy cerca de la ciudad de Jaén, a 2,5 kilómetros de la
autovía del Olivar, al noroeste de la capital, se encuentra una de las pocas salinas en
explotación que quedan en Andalucía. Está en un paraje privilegiado, a pie de la sierra Sur de
Jaén y la cabecera del arroyo Regordillo, que es afluente de uno de los principales ríos de Jaén,
el Guadalbullón. Allí pueden observarse los sistemas de desecado de las láminas de agua y la
extracción de la sal de interior. Se accede por la salida 54 de la autovía A-316 en dirección a
Maderas Moral.
Salinas de Don Benito. En el camino viejo entre Úbeda y Jaén, muy cerca de Mancha
Real, el arroyo salado genera una de las salidas ancestrales de la provincia de Jaén, aún en
explotación. Son las más antiguas del Alto Guadalquivir y muy relacionadas con la historia de la
provincia, se sitúan junto al castillo de Peñaflor.
En la provincia de Jaén hay 33 salineras, que es como llaman los jienenses a los saladares, que
forman parte de un catálogo elaborado por la Junta de Andalucía, algunas de ellas difíciles de
encontrar y otras completamente olvidadas, pero cuatro de ellas se encuentran en explotación, las
de los Vélez, san José, Don Benito y los Montes.
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