Tamaño 12-23 cm
Habitat
Bosques de ribera, cursos de agua, charcas, zonas húmedas.
albercas... hasta 1.800 metros de altitud
En España se encuentran cinco subespecies diferenciadas en
base a su tamaño, forma y coloración.
Son las clasificadas como:
S. s. bejarae/almanzoris Vulnerable VU A2ce + B1ab
S. s. fastuosa/bernardezi Casi amenazada NT
S. s. gallaica/terrestris Casi amenazada NT
S. s. crespoi/morenica Casi amenazada NT
S. s. longirostris Vulnerable VU A2ce + B1ab+2ab =
Salamandra
longirostris (extinta en el sureste peninsular)
Estado de amenaza en España: Vulnerable
Con pequeños núcleos poblacionales se encuentra en las zonas
húmedas de Galicia, la cornisa Cantábrica y Pirineos, Sistema
Central, Montes de Toledo, Sierra Morena y parte de las sierras
Béticas, con especial presencia en las sierras de Cazorla y
Segura. En la provincia de Granada y Almería S. longirostris
está considerada como extinta.
VÍDEOS * VAMOS A BUSCAR
SALAMANDRAS
VÍDEO: MERCHE S. CALLE Y J. E. GÓMEZ
ALERTA
Los herpetólogos hacen un llamamiento para evitar la
desaparición de la única que nos queda, Salamanda salamandra
morenica, y piden que si alguien ve a alguna de ellas, lo ponga
en conocimiento de la asociación (sabandijape@gmail.com) y se
pueda constatar el regreso a Granada de la longirostris, que
según los datos de la Junta de Andalucía, ya no es una
subespecie, sino que recientes estudios genéticos la han elevado
a la categoría de especie: Salamandra longirostris.
SOS SALAMANDRA
Una de las dos subespecies que habitaban en el sureste ibérico
(Granada y Almería) se ha extinguido, la que queda, apellidada
‘morenica’,aún podría salvarse
En fuentes y abrevaderos del noreste granadino todavía
pervivenpoblaciones de un anfibio inofensivo, que ha sido
perseguido y masacrado por la superstición y el miedo
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE / WASTE MAGAZINE

La imagen de la salamandra es muy conocida y forma parte del
imaginario tradicional de las gentes, pero si se pregunta por
anfibios, la idea de una rechoncha ‘lagartija’ de agua de color
negro y manchas amarillas acude a la mente de todos, a pesar de
que casi nadie la ha visto nunca. Todo aquel que tenga más de
treinta años no ha podido observarla jamás, al menos en el medio
natural y en la mayor parte de la provincia de Granada y el
sureste ibérico, ya que la especie más común, Salamandra
longirostris, se ha extinguido en estas tierras y desde la década
de los 80 del pasado siglo no se tienen noticias de su presencia
en los poquísimos lugares donde habitaba, las sierras y campos del
noroeste granadino y algún punto aislado de las sierras de Tejeda
y Huétor.
La segunda de las salamandras que habita en Granada, la subespecie
‘morenica’ solo se puede ver de forma muy excepcional en las
sierras colindantesa Cazorla y algún abrevadero aislado del
municipio de la Puebla de don Fadrique. Es un anfibio que aunque
vive en otras provincias de laPenínsula puede decirse que ha
dejado de formar parte de los habitantes de abrevaderos,
fuentes, manantiales arroyos y charcas del suresteibérico.
«Las dos salamandras están catalogadas como en peligro de
extinción en todo el sur de España, y una de ellas yala
consideramos extinta en Granada debido a la ausencia de citas,
pero aún tenemos la esperanza de que pudiese descubrirse alguna
poblaciónaislada en zonas más ocultas a la influencia humana»,
afirma el presidente de la Asociación Herpetológica Granadina,
JavierBenavides, que desde hace años lleva a cabo un seguimiento
de puntos de agua en toda la provincia para la catalogación y
protecciónde anfibios y en especial para la localización de
salamandras.
El biólogo e investigador del Departamento de Zoología de la
UGR, Juan Ramón Fernández, indica que la alteraciónde los
hábitats ha sido una de las principales causas de la progresiva
desaparición de esta especie. Asegura también que «elincremento de
la aridez del territorio por razones climáticas y la acción
humana, además de la pérdida de lugaresdonde reproducirse, han
ayudado a la desaparición, ya que se trata de una especie muy
sensible al clima y a la calidad de las aguas».
Juan Ramón Fernández y Javier Benavides recorrían la pasada semana
parte del cauce del río Fardes y las albercas de Fuente Grande en
la sierra de Huétor, con la esperanza de encontrar rastros de
anfibios, y especialmente de salamandras. «Hay algunospuntos de
aguas remansadas donde podría ser posible el desarrollo de
salamandras, ya que esta especie da a luz crías vivas, no se
reproduce por huevos, y necesita lugares donde las pequeñas crías
puedan desarrollarse sin demasiadas turbulencias». Los
responsablesde la Asociación Herpetológica Granadina, creen que
sería factible habilitar algunas zonas para la recuperación de
estas dossalamandra, incluso para su reintroducción, ya que solo
sería necesario la adecuación de viejas fuentes y abrevaderos y
algunospuntos de arroyos, como se ha hecho para la protección de
otras especies, incluso de invertebrados, como moluscos
dulceacuícolasy libélulas.
Las salamandras siempre han sufrido una persistente persecución e
incluso han sido masacradas por el hombre. La superstición las
catalogaba como seres inmundos procedentes del infierno y
emparentadas con el diablo, e incluso se decía que su saliva, que
utilizan para cazar insectos, es tóxica y provoca la muerte. En
Granada se les llamaba ‘tiro’ y ‘suspiro’, porque dispara su
saliva como un proyectil y sobre su toxina, inocua para el hombre,
decían que «provocaba tu último suspiro», si recibías el impacto
de la salamandra. Juan Ramón Fernández señala que al contrario de
esa ‘mala prensa’, que provocaba que cualquiera que las viese las
matase sin contemplaciones, «tienen un efecto muy positivo en el
ecosistema y para el hombre, ya que se alimentan de larvas de
insectos y moluscos que pueden convertirse en plagas, e incluso
son presas de aves rapaces y pequeños carnívoros, que a su vez
benefician al hombre y sus cultivos».
Dar la alerta
Los herpetólogos hacen un llamamiento para evitar la desaparición
de la única que nos queda, Salamanda salamandra morenica, y piden
que si alguien ve a alguna de ellas, lo ponga en conocimiento de
la asociación (sabandijape@gmail.com) y se pueda constatar el
regreso a Granada de la longirostris, que según los datos de la
Junta de Andalucía, ya no es una subespecie, sino que recientes
estudios genéticos la han elevado a la categoría de especie:
Salamandra longirostris.