RÍO
ALHAMA * LUGROS * SIERRA NEVADA
EL RÍO 'ENCANTADO'
El misterio se adueña del Alhama, el cauce que nace en la cara
norte de Sierra Nevada y riega el bosque encantado
Es uno de los más humildes caminos del agua en territorio
granatense, pero en él podría encontrarse la fuente original del
Guadalquivir
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
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https://wastemagazine.es/galerias/paisajesconhistoria/2016/rioalhama/rioalhama-galeria.htm
El tiempo se detiene bajo las ramas verdes de los fresnos, en un
olvidado paraje donde es casi imposible percibir que el agua del
deshielo no solo aporta vida y frescor a las riberas, sino que
también baja hacia las mesetas para unirse al caudal que desde las
altas cumbres trazará el eje ecológico que de este a oeste marca
la divisoria hidrológica entre el sur y los caminos del interior
peninsular y ser aporte básico del Guadalquivir. El oculto y casi
desconocido cauce del río Alhama de Lugros, no el que con el mismo
nombre nace en la sierra de Tejeda y baña las tierras del
Poniente, genera algunos de los parajes de mayor belleza de las
tierras del noreste granadino.
Entre las saucedas y barrancos de laderas cubiertas de robles y
arces, en las faldas del Picón de Jérez, el agua de las cumbres se
unifica y busca caminos hacia tierras más bajas. A decenas de
metros de un nacimiento inexistente, formado por hilos de decenas
de barranqueras, se une a otras aguas procedentes de las lomas de
las Rozas y la Virgen para regar, de forma conjunta, las vaguadas
de la Dehesa del Camarate y alimentar las umbrías que en las
tierras del Marquesado conocen como el Bosque Encantado, un
territorio de hadas y duendes, donde es posible oír el paso de los
habitantes de las brumas y nieblas del otoño, donde al amanecer y
en el crepúsculo se oyen los gritos del hombre que perdió a su
hijo de corta edad y los llantos del pequeño perdido en la niebla.
Quienes lo conocen afirman que en un hipotético universo de cuento
y fantasía, sería parte sustancial del reino de elfos y hadas.
El paso de sus aguas genera parajes donde en pleno verano, se
percibe el canto de las aves que habitan los roquedos, desde los
pequeños ruiseñores bastardos y currucas capirotadas a los
insistentes y broncos silbidos de los mirlos capiblancos, y allá a
lo lejos, en las zonas más altas de las pareces verticales de los
barrancos, los agudos chasquidos de una pareja de águila real que
anida en una inexpugnable repisa y alimenta a sus polluelos que ya
en el verano están casi listos para iniciar sus primeros vuelos.
FOTOGALERÍA: J. E. GÓMEZ
Y MERCHE S. CALLE
El río Alhama es la bienvenida para el caminante que desde los
territorios de ‘Badlands’, de las ‘malas tierras’, de Marchal y
Lugros, se adentran hacia la cara norte de Sierra Nevada. Para
conocer el Camarate y su Bosque Encantado hay que recorrer la
senda que camina junto al cauce del río, aguas arriba, hasta
llegar a la entrada de la gran finca antaño dedicada a la
ganadería de reses bravas y donde aún quedan rebaños de ganado
vacuno y que se ha convertido en uno de los destinos favoritos de
los montañeros, durante el otoño para disfrutar de los más
impresionantes paisajes de bosques mixtos caducifolios de hojas
rojas y amarillas, y en el verano para ascender a las altas
cumbres de la cara norte nevadense.
Junto a la ermita del Camarate, el río se remansa para ofrecer su
mejor paraje ribereño, con sauces, fresnos y álamos, donde la
imagen de aguas rápidas recuerda tiempos en los que era posible
observar el salto de la trucha común en su intento de remontar
hacia aguas más altas y ocultas para desovar. Es un paraje de alto
valor ecológico en el que es posible estudiar la evolución de los
cauces de alta montaña y su biodiversidad, donde al caer la noche
es posible captar la imagen de gatos monteses acercarse a saciar
la sed, como zorros y jinetas. Es una parada obligado en el
sendero que se adentra en los robledales y asciende hacia las
aristas y pedregales que, tras una veintena de kilómetros de
sendas accede hacia los alrededores de los Lavaderos de la Virgen,
la ladera del tío Papeles, frente a los grandes colosos de la
sierra y abajo, la vereda de la Estrella, Güéjar Sierra y el valle
de Granada.
El río Alhama es mucho más que el humilde cauce que alimenta
dehesas de alta montaña. Está calificado por ingenieros de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir e historiadores como
González Barberán como una de las posibles fuentes originales del
Guadalquivir, ya que es la más alta y constante aportación de agua
que desemboca en el río Fardes que junto al río Guardal crean tras
el pantano del Negratín, el Guadiana Menor, que se une después a
las aguas que llegan desde el Guadalquivir Alto, donde
oficialmente está el origen del río que riega Bética y Penibética,
pero la denominación administrativa no está tan clara para
hidrogeógrafos e historiadores, para los que el agua de los
arroyos de Valdeinfierno y Valdecasillas, que dan forma al Genil,
y el pequeño río Alhama, podrían ser el origen del cauce
vertebrador de Andalucía.
¿Dónde está?
Nace en la zona alta de la Dehesa del Camarate,
en Lugros, en la cara norte de Sierra Nevada y fluye hasta unirse
al Fardes en Marchal.
¿Cómo llegar?: Desde Lugros, por el camino que asciende hacia el
Camarate.
Coordenadas: 37°11’24.78-N
3°14’58.71-W.
ALnus glutinosa
Alnus glutinosa (Aliso)
Betula
pendula subsp fontqueri (Abedul)
Cotoneaster granatensis
Fraxinus
angustifolia (Fresno)
Hedera helix
(Hiedra)
Helleborus foetidus
(Heleboro)
Hypericum perforatum
(Corazoncillo)
Hypericum undulatum
Pteridium
aquilinum subsp aquilinum (Helecho común)
Rosa canina
Rosa pouzinii (Escaramujo)
Rubus ulmifolius
(Zarzamora)
Salix atrocinerea
Salix caprea
Sambucus nigra (Saúco)
Scirpoides holoschoenus
(Junco)
Sorbus aria (Mostajo)
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