Kingdom Animalia / Phylum Chordata
Clase Aves / Orden Accipitriformes
Familia Accipitridae
Gypaetus barbatus
(Linnaeus, 1758)
Quebrantahuesos
Bearded Vulture / Lammergeyer
FOTO: J. E. GÓMEZ
Puede medir 2,80 m y puede llegar a pesar 7 kg.
Hábitat
Vive en sistemas montañosos que tengan paredes
escarpadascon cavidades, cuevas donde pueda nidificar.
El quebrantahuesos está clasificado como "
Especie en Peligro
de Extinción" en el Catálogo Nacional de Especies
Amenazadas en 1990.
Es la única especie de avifauna que tiene hábitos alimenticios
osteófagos, que se alimenta exclusivamente de huesos.
Desde el inicio del siglo XXI se encuentra en fase de
reintroducción en espacios donde se consideraba extinta,
especialmente en Picos de Europa y en las sierras de Cazorla y
Castril.
REGRESO A LAS CUMBRES DE SIERRA
NEVADA
En 2019 se podría iniciar la
reintroducción de la especie en estas montañas granadinas
La presencia continuada de tres de estas aves sobre el cielo
nevadense indica a los científicos que ya se dan las
condiciones adecuadas para la vuelta
POR: JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
La reconquista se ha iniciado. Al menos tres grandes aves, con
alas de casi tres metros de envergadura, han sido observadas
durante meses sobrevolando diversos parajes de Sierra Nevada.
Son quebrantahuesos, Gypaetus barbatus, una especie en peligro
crítico de extinción, que desapareció de las montañas granadinas
y andaluzas a mediados del siglo XX acosada por la caza
indiscriminada, el veneno y la destrucción de sus hábitats y
que, poco a poco, vuelve a recuperar sus territorios, en unos
casos ayudados por los programas de cría en cautividad y
posterior reintroducción en sus antiguas zonas, como ocurre en
la Sierra de Castril y Cazorla, y en otros de forma
completamente natural, el caso de Sierra Nevada, donde la
presencia de estas aves responde a movimientos de exploración y
búsqueda de nuevos territorios por parte de individuos que desde
Castril y Cazorla se acercan hasta las altas montañas de Sierra
Nevada en un intento de localizar los lugares más adecuados para
establecerse.
Hace un par de años celadores y vigilantes de Medio Ambiente,
además de técnicos de la Consejería de Medio Ambiente,
constataban la presencia de una pareja de quebrantahuesos que,
juntos o en solitario, realizaban vuelos cortos sobre zonas de
Sierra Nevada, una presencia esperada por la proximidad con
Cazorla y porque el espacio natural granadino aún posee los
recursos tróficos necesarios para que estas aves necrófagas
puedan alimentarse, pero las visitas de estas aves a los cielos
nevadenses se hicieron más reiteradas y largas, lo que indicaba
claramente que iniciaban la reconquista de sus viejos
territorios.
Censo en Sierra Nevada
A final de 2018 se realizó un censo de quebrantahuesos de forma
simultánea en toda Europa, organizado por la Fundación para la
Conservación de los Buitres (Vulture Conservation Foundation) en
el que participaron técnicos y voluntarios granadinos, con la
instalación de seis puntos de observación en las altas cumbres.
Las observaciones dieron como resultado que, al menos tres
quebrantahuesos estaban presentes en Sierra Nevada durante las
fechas en las que se realizó el censo. Los observadores
constataron que uno de los individuos avistados era un
quebrantahuesos nacido en 2016 en el centro de cría de Cazorla
en el año 2016. Pudo ser reconocido por las marcas que posee en
sus alas. Los otros dos no pudieron ser reconocidos, ya que se
trataba de individuos inmaduros, juveniles, con diferentes
plumajes y sin marca.
Estos avistamientos consolidan la idea de que Sierra Nevada, al
igual que otras sierras de la provincia de Granada como las de
Tejeda y Alhama, pueden volver a ser territorio de
quebrantahuesos. Desde la Consejería de Medio Ambiente indican
que el retorno de los quebrantahuesos a estos espacios forma
parte de los proyectos incluidos en el plan de inversiones y
trabajos a desarrollar en el Espacio Natural de Sierra Nevada a
lo largo de 2019.
Alimento
Los avistamientos dejan claro que la vuelta del quebrantahuesos
a las montañas granadinas, sobre todo Sierra Nevada, es un
proceso que se ha iniciado de forma natural por ejemplares que
ya viven en libertad en zonas próximas. Las aves han descubierto
por sí mismas que el Espacio Natural de Sierra Nevada es un
territorio adecuado, con recursos para alimentarse y lugares
donde poder ubicar sus nidos.
Pero los responsables de los censos y técnicos que trabajan en
el programa de reintroducción de esta especie, indican que
mientras se consolida el retorno de la especie «ya sea por
colonización espontánea o mediante sueltas de pollos criados en
cautividad, es imprescindible continuar el desarrollo de
acciones de conservación de hábitats, identificación y control
de amenazas y actuaciones de divulgación y promoción de la
participación social». Indican que es fundamental
desarrollar acciones de vigilancia del uso de venenos en el
entorno mediante inspecciones de la Guardia Civil con el apoyo
de la Unidad Canina de los vigilantes de Medio Ambiente, para
garantizar que continúa siendo un territorio libre de esta
práctica nefasta, además de desarrollar actuaciones de
concienciación ambiental y el diálogo con agentes sociales e
institucionales, para ir consolidando una recepción social
favorable a la presencia de esta especie. Todas estas acciones
son imprescindibles, como se ha demostrado durante los últimos
años en las vecinas Sierras de Cazorla, Segura y Castril.
Estudios realizados por la Consejería de Medio Ambiente
confirman que «puede plantearse en poco tiempo la reintroducción
en Sierra Nevada, y en otras montañas próximas, como las Sierras
de Tejeda, Almijara y Alhama de ejemplares provenientes de la
cría en cautividad». Los técnicos aseguran que se ha realizado
la identificación de zonas potencialmente aptas para la
nidificación, la selección de lugares para la ubicación de una
red de comederos y la evaluación de acciones concretas que
puedan provocar destrucción o alteración de hábitats.
Unidades especiales
El Espacio Natural de Sierra Nevada cuenta con agentes que
forman la llamada Unidad de Trabajos Verticales, especializada
en ecosistemas de rocas verticales, que ya trabaja en apoyo de
estas y otras actuaciones de conservación de especies
protegidas. Desde 2017 colaboran con investigadores de la UGR y
la Asociación Wilder South para el seguimiento y evaluación a
largo plazo del programa de reintroducción de esta especie.
El quebrantahuesos una de las rapaces más grandes de Europa, es
la única ave del mundo que se alimenta de huesos de cadáveres de
animales, por lo que su función en el ecosistema es básica y
complementaria a la de otras especies de alimentación necrófaga
como buitres leonados y alimoches.

FOTO: J. E. GÓMEZ
LA VUELTA DEL QUEBRANTAHUESOS
Vuela sobre los parques de
Cazorla, Castril y Sierra Nevada
Medio centenar de individuos reconquistan un territorio del
que fueron diezmados hace solo dos décadas
POR: JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Abril 2018
Una enorme silueta se recorta sobre el cielo gris, encapotado.
Es un ave de más de un metro y medio de envergadura, cuyas alas
se mantienen rígidas para que las corrientes de aire más
caliente le hagan ascender y situarse a la altura suficiente
desde donde divisar posibles animales muertos entre los
roquedos. Se llama Tono, es un quebrantahuesos adulto, el
primero que el año 2006, cuando aún era un juvenil, inició la
reconquista de los territorios donde su especie habían sido
literalmente diezmada, destruida por la acción del hombre, por
la caza y los venenos que provocaron que desde la década de los
ochenta del siglo XX el quebrantahuesos entrase a formar parte
de la lista negra de la fauna extinta. Esta poderosa ave, la
única del planeta con alimentación osteófaga, inspecciona el
territorio en busca de esqueletos de animales que ya han sido
abandonados por otros animales necrófagos, porque esta especie,
Gypaetus barbatus, se alimenta solo de los huesos de cadáveres,
`limpios’ por la acción de buitres y otros carroñeros.
Observar el vuelo de este gran pájaro, el de mayor tamaño que
surca el cielo de la península Ibérica, significa que las
actuaciones llevadas a cabo en diversos puntos de la geografía
nacional para recuperar una especie extinta en su medio, han
dado resultados positivos. El Parque Natural de Cazorla, Segura
y las Villas, en la provincia de Jaén, el de Castril en la de
Granada, y algunas zonas del Parque Nacional de Sierra Nevada
son los territorios del sur peninsular donde los nuevos
quebrantahuesos comienzan su reconquista.
FOTO: FUNDACIÓN GYPAETUS
49 ejemplares viven en libertad en estos territorios, en su gran
mayoría en las sierras béticas jienenses y el norte de Granada,
desde que se puso en marcha el Programa de Reintroducción del
Quebrantahuesos que se desarrolla en Andalucía por parte de la
Consejería de Medio Ambiente, con colaboraciones de diversos
programas europeos Life, el Ministerio de Medio Ambiente y la
Fundación Biodiverisdad, englobado todo ello en la Fundación
Gypaetus. De este medio centenar de individuos que forman la
población de quebrantahuesos del sur de España, cinco de ellos
son pollos que han nacido en libertad. El resto, 44
quebrantahuesos, son machos y hembras que nacieron en el Centro
de Cría de Cazorla, gestionado por la Fundación Gypaetus,
gracias a convenios autonómicos, nacionales y europeos, como el
Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP), del que forma
parte el centro de cría, en el que nacieron 9 pollos durante el
ciclo reproductor de otoño de 2017 a final del invierno de 2018.
Fueron 14 puestas de huevos por parte de las siete parejas
reproductoras que habitan en el centro de cría en cautividad,
donde según los datos de la Fundación Gypaetus, han nacido 86
pollos desde que se puso en marcha el programa en el año 2002,
con un índice de mortalidad muy bajo, ya que 76 lograron salir
adelante, en unas condiciones similares a las que la pareja
encontraría en su medio, ya que la fecundación es natural y los
huevos son incubados por sus progenitores.
Los quebrantahuesos que ahora vuelan sobre el sureste, no son
todos los individuos que se han reintroducido desde la primera
suelta en el año 2006, ya que algunos de ellos murieron por
efecto de venenos y acción de cazadores, pero este medio
centenar de individuos constituyen una población con un futuro
viable como especie, gracias al esfuerzo de numerosos equipos
humanos que desde hace más de una década ponen la bases para la
reconquista.
FOTO: JUANTA DE ANDALUCÍA
DE PICOS DE EUROPA A ANDALUCÍA
El quebrantahuesos es una de las especies a las que presta una
especial atención la Fundación Biodiversidad del Ministerio de
medio Ambiente, que participa de forma actica en trabajos de
recuperación que se desarrollan en montañas del norte y del sur
del país, en zonas geográficamente muy distantes pero donde se
dan circunstancias similares, Picos de Europa y las sierras
béticas en Andalucía. El Ministerio de Medio Ambiente, a través
de la Fundación Biodiversidad, contribuye a la conservación de
una especie en peligro de extinción, mediante proyectos Life y
actuaciones de la llamada Red Quebrantahuesos y la Red Natura
2000. Los trabajos de conservación y reintroducción a nivel
nacional se desarrollan en centros de cría ubicados en Ordesa,
Pirineos, y las sueltas se realizan en Picos de Europa, dos
parques nacionales, que ahora cumplen su primer centenario,
implicados en la recuperación de esta especie. El MAPMA, desde
el año 2002, ha apoyado con 1,3 millones de euros, a una decena
de entidades de todo el país implicadas en la recuperación de la
especie, y mantiene colaboraciones con los proyectos life y los
centros de recuperación que tanto en Andalucía como en el resto
de España, tienen como objetivo salvar al quebrantahuesos.
FOTO: J. E. GÓMEZ. Equipos de la F. Gypaetus Y agentes de
medio Ambiente en la campaña Venenos No
VENENOS, NO
Agentes de Medio Ambiente y perros adiestrados recorren
las sierras en busca de cebos envenenados y trampas mortales
para ‘alimañas’
Reportaje en Waste