PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
PUENTE DE TABLATE
LA PUERTA DE LOS MORISCOS
Olvidado entre los tajos del barranco, el puente de Tablate marca
aún la entrada de la Alpujarra y es el último bastión nazarí del
Reino de Granada
Escenario de batallas, paso de arrieros, conquistadores y
ejércitos, recuerda que durante siglos fue la conexión de la
ciudad con la vieja Abuxarra
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE

La vista se pierde entre la oscuridad y la maraña de zarzales y
matorral que puebla la drástica pendiente que forma el curso del
barranco de Tablate. Solo se percibe el sonido de los pájaros y el
agua que se intuye en la profundidad del abismo situado a un
centenar de metros más abajo. Caminar por la estrecha calzada
bordeada por pretiles de cantos rodados, es franquear la verdadera
puerta de la Alpujarra, la ruta de los moriscos, el paso
estratégico para el control de un territorio cuyo nombre en árabe
significa ‘indomable’. (...)
(...) Cinco siglos después de las primeras referencias históricas
de esta puerta obligada en el Camino Real de la Alpujarra, sobre
el largo y profundo barranco de Tablate hay cinco puentes, dos de
ellos son los modernos viaductos de la A-44, con 174 metros de
longitud, uno para cada dirección en la autovía de la Costa, y
otros tres que se ubican un centenar de metros más arriba junto al
puente nazarí, el construido a finales del siglo XIX para salvar
el barranco en la carretera a Motril, junto a la ermita de las
Angustias, que evitó el paso por la vieja construcción árabe, y
otro más moderno que pasa justo sobre él, a una altura de 30
metros, que es la nueva carretera hacia Lanjarón y entrada a la
Alpujarra.
El puente nazarí está oculto, pero la construcción de la autovía
permitió que el Ministerio de Fomento acometiese su restauración
en el año 2003 y que pueda ser un elemento histórico para
disfrutar y conocer uno de los lugares trascendentales en la
historia de la Granada medieval, encuadrado en un paisaje donde la
biodiversidad de ribera, tajos y roquedos, se hace patente con una
simple mirada. Se oyen los cernícalos, anidan aviones roqueros.
Hay parejas de collalba negra que con su cola blanca se sitúan en
los salientes rocosos y los cables de tendidos eléctricos, y
zorros, que se mueven entre los cortados por pasos que ya fueron
utilizados por pobladores prehistóricos hace más de cuatro
milenios.
FOTOGALERÍA: J. E. GÓMEZ
Quienes circulan por la vieja N-323 y, tras pasar el puente del
siglo XIX, lo hacen junto a la pared cortada a modo de trinchera
en la roca, que llega desde la ermita hasta el antiguo cruce de
acceso a la carretera de Lanjarón. En esa pared se observa lo que
los geólogos conocen como Serie del Mioceno del barranco de
Tablate, con conglomerados de bloques de rocas metamórficas del
Tortoniense, que muestran la tierra de hace 10 millones de
años.
Mil batallas
El puente de Tablate casi no se ve desde la antigua carretera de
Motril, pero una parada a la entrada del puente de las Angustias
en dirección sur nos permitirá, si miramos a la izquierda,
contemplar desde arriba la estructura histórica que se convirtió
en la clave de la conquista de ese territorio en el año 1491, poco
antes de la caída de Granada, y ocho años más tarde, en 1499, fue
semidestruido por los moriscos sublevados en la cora alpujarreña
para evitar el paso de las tropas de los Reyes Católicos, aunque
no lo consiguieron. La reina Isabel II ordenó su reconstrucción,
pero con la segunda revuelta de los de los moriscos, la gran
guerra de la Alpujarra, en 1569 volvió a ser destruido por los
rebeldes alpujarreños, aunque no evitaron que el marqués de
Mondéjar lo reconstruyese provisionalmente y las tropas
castellanas de Felipe II lograsen cruzar el barranco y acabar con
los moriscos liderados por Aben Humeya.
Desde que se construyó la antigua N-323, la carretera de la
Motril, y durante casi un siglo, el puente de Tablate no fue más
que una estructura ruinosa de la que solo se conservaban sus
pilares, contrafuertes y el arco que ya solo sustentaba la tierra
que en su día soportó la calzada. Era observado con interés por
quienes circulaban camino de la playa y la Alpujarra. Seguía allá
bajo, entre la vegetación, sin desvelar que en otros tiempos fue
un punto clave en la guerra que puso fin a los últimos vestigios
del Reino de Granada, y el camino sin retorno para los vencidos.
¿Dónde está?:
En la antigua carretera de Granada a Motril, la N-323 a la
altura de la Ermita de las Angustias.
¿Cómo llegar?: Se toma la salida de la A-44 hacia la
Alpujarra. Unos metros después de pasar el nuevo puente sobre el
barranco, hay una carretera a la derecha que conecta con la
antigua N-323. Tras recorrer unos 400 metros en dirección Granada,
se encuentra el puente tradicional de Tablate. Tras cruzarlo se
puede parar en un ensanche. El puente nazarí se encuentra a la
derecha en dirección Granada, un poco más abajo de la carretera.
Un sendero permite llegar hasta la calzada del viejo puente y
cruzarlo.
Coordenadas: El puente está en la posición
36°55’19.30’’N 3°31’35.60’’O.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Los candilillos (Aristolochia baetica) habituales en la
zona
Flora / vegetación
Ailanthus altissima
Andryala integrifolia
Anthyllis cytisoides
(Albaida)
Antirrhinum
hispanicum (Rompepiedras)
Aristolochia
baetica (Aristoloquia)
Artemisia barrelieri
Ballota hirsuta
Bituminaria
bituminosa (Trébol hediondo)
Capparis
spinosa (Alcaparra)
Ferula communis subsp.
catalaunica (Cañabeja)
Ficus carica (Higuera)
Genista umbellata
Nerium oleander (Adelfa)
Phagnalon saxatile Manzanilla
yesquera
Pistacia lentiscus
Retama sphaerocarpa
Sedum sediforme
Aves
Columba livia
(Paloma bravia)
Corvus
monedula (Grajilla)
Erithacus
rubecula (Petirrojo)
Falco
tinnunculus (Cernícalo)
Fringilla
coelebs (Pinzón vulgar)
Galerida
theklae (Cogujada Montesina)
Garrulus
glandarius (Arrendajo)
Hirundo
rustica (Golondrina común)
Higuera
TEMAS RELACIONADOS
Sierra de Lujar
Acequia de la Pavilla Rio
Torrente Niguelas
Monumento
Natural Falla de Nigüelas
Aguas de Dúrcal, manantiales de aguas
termales
Puente de Dúrcal, Un paseo por el
puente de lata
Azud de Velez
Puente romano de Colomera
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío