PAISAJES, RUTAS Y PARAJES *ALHAMA DE GRANADA * RÍO ALHAMA

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EL PUENTE DE LAS TERMAS DE ARTIGI

Durante dos milenios observa el devenir del territorio bañado por el río Alhama
Es la puerta histórica de un desfiladero de rocas porosas bajo las que discurren cauces de aguas calientes que viajaron al centro de la Tierra 

TEXTO Y FOTOS: JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE / WASTE Magazine

Remueve la vegetación de las orillas con la esperanza de encontrar ranas o truchas escondidas bajo las raíces de los álamos, rojas por el contacto con el agua, que sirven de refugio a peces jóvenes y larvas de anfibios. Es una gran garza real que aprovecha un escondido paraje para hacer un alto en los recorridos de observación que de forma habitual realiza entre las inmediaciones del embalse de los Bermejales, donde nació, y territorios cercanos para buscar cauces, espacios acuáticos con densa vegetación y aporte de alimento, donde poder desarrollar nuevas poblaciones. Tras seguir el camino marcado por los grandes tajos,  bajo los que discurre el río Alhama, esta gran ave de color gris y blanco, de más de un metro de envergadura alar, con el largo pico trazado por una brillante línea amarilla y anaranjada, descubrió un pequeño remanso de las aguas, tras el paso de los cortados sobre los que se asienta la antigua población de Alhama de Granada, un paraje oculto por una pequeña y densa alameda, que no parece diferir mucho con respecto a otros puntos donde el río reduce la fuerza de sus aguas, pero que posee la singularidad de dar paso a un estrecho y angosto ecosistema entre paredes de rocas calcáreas, un desfiladero casi inexpugnable en el que sería fácil encontrar refugio, además de encontrarse oculto a la vista de quienes circulan por la carretera principal de Alhama y los que se dirigen por la secundaria del Balneario (...)

Puente romano sobre el río Alhama. Fotogalería

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El remanso es la puerta del abismo entre paredes rocosas, y el único punto en el que hace dos mil años, a mediados del siglo primero, los colonizadores romanos del sureste ibérico, habitantes de villas, fortines y poblados que salpicaban el paisaje de la actual comarca de Alhama y El Temple,  construyeron un sencillo puente de un solo arco de medio punto, para conectar la vía de acceso entre la ciudad de Artigi (Alhama) y las poblaciones situadas en el noroeste y norte de la provincia de Granada, y acceder a los caminos que a través de la Vía Augusta ascendían al interior de la península Ibérica. La especial configuración natural de este paraje, resguardado de los vientos y las inclemencias del tiempo, han logrado que las piedras milenarias aún se conserven e incluso conserven la presión estructural que mantiene el arco sobre el cauce.

Para llegar al puente hay que tomar un camino que aparece junto al cruce de la carretera de Alhama y la de los baños, donde parte a la derecha y baja hacia el cauce. En solo unos minutos, la vista se gira hacia la umbría y el arco del puente romano se alza como un gran hito olvidado por la historia. La imagen invita a un paseo por el tiempo, a imaginar un camino de tierras y gravas, paralelo al cauce del río, que discurre desde las zonas bajas de los grandes tajos, hasta llegar a la puerta del abismo de piedra y girar para caminar por el espacio abierto de los valles y mesetas de Santa Cruz del Comercio y Moraleda. Parece como si sus constructores hubiesen querido marcar el final de los pasos angostos y la antesala de las llanuras, con una obra que perdurase a través de los tiempos. Ahora, dos mil años después, el viejo puente se sustenta sobre pilares cada vez más erosionados por las avenidas del río, y sus piedras, blandas y modelables, traídas desde las canteras de la Malahá, similares a las que se utilizaron para el puente de las salinas, han perdido ya una gran parte de su dureza y se desmoronan como areniscas.

Al otro lado de su único arco, donde el agua cae en cascada y se adentra entre angosturas, las rocas ocultan en su interior caminos de aguas calientes, de flujos sulfurosos que discurren entre las oquedades del subsuelo, que han realizado un impensable viaje hacia territorios subterráneos en los que el calor del centro de la Tierra las ha calentado de tal manera que las hace ascender hacia cotas superficiales, y desde allí aflorar en los manantiales cercanos que forman el complejo termal, que al igual que el puente datan de la época romana, que es cuando fueron descubiertos y puestos en uso con las primeras termas, que aún se utilizan en el actual complejo del Balneario de Alhama de Granada, con el llamado Baño de la Reina de aguas cálidas entre arcos milenarios. Más tarde fueron los árabes los que recuperaron las termas, las ampliaron y convirtieron en un punto clave para el termalismo en el Reino de Granada. (..)

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La carretera de los baños discurre por un zizagueante trazado que deja a su derecha parte de los cortados bajo los que los zarzales y la densa vegetación de ribera, que intenta colonizar los roquedos, impiden ver el paso del agua que truena en el fondo. Junto a la entrada del Balneario, el río aparece entre sauces y matorral. Suaviza sus aguas y baja tranquilo junto a la orilla del complejo termal, hasta el lugar donde aparecen viejas acequias, antiguos canales romanos y árabes que permiten al agua termal llegar hasta el río y donde forman pozas de uso público junto a la ribera.

Una cuidada alameda aporta sombra a un paseo semiajardinado que discurre aguas abajo del río, hasta que nuevas paredes de roca solo permiten el paso del agua. Recuerdan el caminar de un naturalista, científico y escritor de la antigua Roma, Plinio el Viejo, que narró el paso por los caminos del agua entre el puente que los pobladores de Artigi Julienses, construyeron junto al manantial de las termas.

MAPA DE RUTA

Puntos de interés, y recorrido al puente romano de Alhama

BIODIVERSIDAD

Plantas que pueden encontrarse en este enclave (pincha los enlaces para ir a fichas de las especies):

Mentha suaveolens (Mastranzo)

Antirrhinum hispanicum
Arum iltalium
Cardaria draba
Carduus pycnocephalus
Equisetum telmateia
Ficus carica (Higuera) Foeniculum vulgare (Hinojo) Hedera helix (Hiedra)
Hypericum perforatum (Corazoncillo)
Galium verrucosum
Geranium malviflorum
Gladiolus italicus
Marrubium vulgare
Mentha suaveolens
Papaver hybridum
Platanus hispanica Populus alba (Alamo blanco) Populus nigra (Alamo negro)
Prunus dulcis(Almendro)
Ranunculus spicatus subsp. blepharicarpos
Robinia pseudoacacia
Rorippa nastrurtium aquaticum Rosa canina (Rosal silvestre)
Rubus ulmifolius (Zarzamora)
Salix fragilis
Umbilicus rupestris
Ulmus glabra
Veronica cymbalaria

Epilobium hirsutum 

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