EVOLUCIÓN
* PALEOANTROPOLOGÍA * Primeuro
El registro fósil italiano, desde los primeros europeos al
Neandertal
El primer poblamiento humano se produjo hace más de un millón de
años
Se desarrollan nuevos reconocimientos, sondeos y excavaciones
El hombre europeo está ligado a la evolución del Neandertal
Por Giorgio Manzi:
profesor de Paleontología Humana de la Universidad de Roma La
Sapienza, y responsable del estudio del Cráneo de Ceprano. Ha
trabajado especialmente en las investigaciones sobre los
neandertales italianos, y es un reconocido especialista en este
tema.
Aldo G. Segre:
fue director del Instituto Italiano de Paleontología Humana,
paleoantropólogo y prestigioso especialista internacional en
diferentes disciplinas del cuaternario.
Cráneo de Ceprano
La mañana de un domingo de Marzo de 1994, Italo Bidditu
arqueólogo prehistoriador, investigador del Instituto Italiano de
Paleontología Humana (Is.I.P.U.)- prospectaba el trazado de una
carretera todavía en construcción próxima a Ceprano, cerca de 100
Km al sureste de Roma, casi en el límite entre el Lazio y la
Campania. En esta zona, durante otros 30 años de reconocimiento
sobre el territorio por parte del Is.I.P.U. (a partir de la
actividad pionera coordinada por A.C. Blanc), el mismo Biddittu
había sacado a la luz algunos yacimientos con industrias líticas
del Paleolítico inferior, que parecían testimoniar la presencia
del hombre en una época muy antigua. Mientras caminaba a lo largo
del trazado de la carretera, apenas señalado por la excavadora, un
fragmento de hueso plano apoyado sobre el terreno que había
aflorado en superficie durante las recientes lluvias, atrajo su
atención. Mirando con atención en la pared vertical adyacente,
pudo ver la poderosa arcada supraorbitaria de un cráneo humano
fósil. Después otros fragmentos y otros más, al final, todos
pertenecían al mismo cráneo humano. Un cráneo increíblemente
«arcaico». Hasta aquel momento, nunca se había visto un homínido
tan arcaico en Europa.
Similitudes
En realidad, diversas características aproximaban el cráneo de
Ceprano a un tipo humano encontrado al final del siglo XIX llamado
Homo erectus, pero el fósil italiano presenta muchos elementos que
lo distinguen de este último y lo caracterizan como un fósil de
interés del todo especial. Esta morfología está en concordancia
con la cronología que se le atribuye. De hecho, en base a la
correlación estratigráfica regional y gracias a una serie de
dataciones potasio/argón es por el momento posible estimar en
aproximadamente 800-900 mil años la antigüedad del cráneo de
Ceprano.
Se sabe que la historia del género Homo se inicia en África a
partir de un ancestro de homínido todavía no propiamente humano
(Australopithecus, Paranthropus ecc.) y sigue por un proceso de
difusión en Eurasia que muestra el crecimiento de una capacidad
típicamente nuestra, que es la de adaptarse plásticamente a los
ambientes más dispares. A fuerza de esta plasticidad adaptativa,
los primeros representantes de la humanidad arcaica se dispersaron
fuera de África, a partir de cerca de 2 millones de años, y se
aproximaron a las puertas de Europa en el Cáucaso (Dmanisi,
Georgia); aunque todavía es probable que el primer flujo
poblacional importante no sea hacia Europa, pero si hacia Asia
oriental.
Trayectoria
En efecto, aunque no se sabe cuando el primer homínido llegó a
Europa, no es conocida con precisión la trayectoria de esta nueva
difusión hacia el noroeste, la tierra de los glaciares. Es posible
que vinieran procedentes de la región del Cáucaso, siguiendo el
curso de las planicies fluviales, rodeando por el Mar Negro y
atravesando el Bósforo (que en muchos momentos de la Prehistoria
ha formado un itsmo). Aunque es posible que otros puentes hacia
Europa fueran transitables en determinados momentos de la
Prehistoria, como por ejemplo atravesando una cadena de islas a
través de Túnez y Sicilia, o en correspondencia a través del
Estrecho de Gibraltar. Independientemente de la trayectoria
seguida, muchos son los datos basados en la Arqueología, la
Geoestratigrafía y la Bioestratigrafía que avalan que el primer
poblamiento humano del continente se produjo con anterioridad a
hace 1 millón de años, pero de momento los pocos fósiles humanos
conocidos y disponibles no superan los 800-900 mil años de
antigüedad. Por eso, el cráneo fragmentario encontrado en Ceprano
en 1994: es el único cráneo adulto referible a esta fase por el
momento.
Nuevos reconocimientos en superficie, sondeos y excavaciones están
actualmente en curso y programadas para el futuro en Ceprano, de
cara a verificar la estratigrafía de la región y la situación del
cráneo humano. Estudios detallados sobre el mismo cráneo (de parte
de Antonio Ascenzi, Francesco Mallegni y de uno de nosotros, G.M.)
darán respuestas próximamente sobre su significado evolutivo en el
contexto de sus contemporáneos en el territorio europeo,
representados solamente por el momento en la Sierra de Atapuerca
(TD6), en España. ¿Se trata de una humanidad diferente, aunque se
encuentre en el mismo arco cronológico y en el mismo continente,
respectivamente en Italia y en España? ¿Son especies diversas en
competición adaptativa en el contexto de un difícil escenario
ambiental, como sucederá varias centenas de miles de años después
entre los hombres de Neandertal y los de Cro-Magnon? ¿O puede ser
que Ceprano represente la forma adulta del tipo humano determinado
en 1997 a partir de los fósiles españoles, el llamado Homo
antecessor?
Doble significado
Se sabe que en Europa, en las centenas de miles de años sucesivos,
se asiste a un proceso evolutivo con un doble significado. Por un
lado, se afirma un fenómeno que se observa también en otros
lugares (como en África por ejemplo): la gradual e inexorable
expansión del cerebro, o encefalización. Y por otro, se van
adquiriendo caracteres del esqueleto típicamente europeos,
caracteres que están todavía ausentes en Ceprano, pero que se
encontrarán presentes de un modo más o menos acentuado en los
fósiles del Pleistoceno medio.
Por citar algunos de los hallazgos más importantes del registro
italiano, de los que se hablará difusamente en esta conferencia,
son éstos los caracteres que se manifiestan como ejemplos en los
esqueletos de Altamura y en los de Saccopastore (Roma), pero son
típicamente acentuados en el cráneo neandertalense de Monte
Circeo. Se trata por tanto de los caracteres que definen el hombre
de Neandertal, cuya evolución es precisamente la evolución del
hombre en Europa.
Este proceso termina centenares de miles de años después, hace
unas pocas decenas de miles de años con el último Neandertal
(como el de la Gruta Breuil en el Monte Circeo, Lazio), que es el
que puebla el continente hasta la llegada de la especie a la que
todos nosotros pertenecemos, Homo sapiens.
Artículos publicados en el suplemento especial del periódico IDEAL
bajo el título "Los primeros habitantes de Europa". Patrocinado
por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, con motivo
de la celebración del I Seminario Internacional Los Primeros
Habitantes de Europa y la exposición PRIMEURO, ubicada en el
Parque de las Ciencias de Granada Coordinación: Isidro Toro Moyano
/ Bienvenido Martínez Navarro / Jorge Agustí
Traducciones: Isidro Toro Moyano / Bienvenido Martínez Navarro /
María del Carmen Martínez
Edición electrónica: Waste magazine - IDEAL Digital
TEMAS RELACIONADOS
Primeuro, los
primeros
habitantes de Europa
Todos los artículos del especial "Los
primeros habitantes de Europa"
Evolución,
especial en Waste magazine. Temas, reportajes, datos,
fotos, hallazgos...
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío