Prados para el rey en las cumbres de Baza
Ecosistemas de alta montaña en un parque natural donde aún se
conservan pinares autóctonos y vestigios humanos desde el
neolítico
La sierra de Baza es un oasis tras la aridez esteparia accitana,
al noreste de Granada. Un paraíso de biodiversidad con
parajes vírgenes y zonas de alta montaña como los Prados del
Rey
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Situarse en la cota de 2.020 metros, casi en la máxima altura de
la sierra bastetana, es sorprenderse ante la presencia de grandes
extensiones cargadas de verdor, donde la primavera se extiende más
allá del inicio del mes de agosto, y en los que la vegetación se
asemeja más a la que conocemos como nevadense que a lo que podría
esperarse de una sierra de menor altitud, teóricamente más
parecida al resto de las sierras béticas que al coloso del sur.
Conocer el Parque Natural de la Sierra de Baza no es nada fácil.
Son 53.649 ha hectáreas de montes escarpados, de mesetas, de
barrancos, de bosques cargados de vegetación mediterránea, donde
las repoblaciones cubrieron una gran parte del territorio, pero
también dejaron en pie uno de los escasísimos bosques originales
de pinos autóctonos, Pinus silvestris, que quedan en el sur de la
península Ibérica, los pinares oromediterráneos bascenses.
Los habitantes de la depresión de Guadix y la Hoya de Baza siempre
supieron apreciar su sierra. Desde hace 7.000 años, en el
neolítico, el hombre ha aprovechado los recursos de un territorio
en el que la minería tuvo una significación muy especial con
explotaciones metalúrgicas de la Edad del Cobre y la extracción de
malaquita y azurita, e incluso minas de oro. Explotaciones de las
que aún se conservan vestigios fáciles de observar junto a los
principales carriles que discurren por la sierra.
La mejor forma de conocer las características de esta sierra es
acceder a la zona conocida como los Prados del Rey, situados a 12
kilómetros desde el centro de visitantes de Narváez, un antiguo
cortijo-palacete situado en una de las zonas más umbrías de la
sierra.
José Luis Rodríguez, autor de la Guía de la Sierra de Baza,
recomienda este recorrido como el mejor y más completo ejercicio
de conocimiento de la riqueza natural de estos territorios.
El acceso al centro de visitantes del parque natural se realiza
por la autovía A92 en la salida 34, donde una pequeña carretera
discurre en paralelo y en sentido contrario a la autovía hasta
entrar en una curiosa y atractiva vía forestal, asfaltada, que
llega hasta el centro de visitantes. Puede dejarse el coche para
ascender andando hasta los Prados del Rey, o seguir en vehículo
con paradas en diferentes puntos clave para contemplar las vistas
y apreciar las maravillas vegetales y faunísticas de esta sierra.
El camino es un carril en buen estado que conecta esta entrada del
parque con otras vías que descienden de la sierra por otros
puntos como la localidad de Gor.
Bosques
Sorprende la densidad de los bosques de coníferas y la magnífica
salud del matorral, con especies como los juníperos, Juniperus
conmunis subespecie hemisphaerica, que se mezclan con jaras y
majuelos, e incluso arces autóctonos, Acer opalus granatense, y
algunas sorpresas como la presencia de una planta parásita y
cargada de misterio, Viscum album, más conocida como muérdago, que
crece sobre las ramas de los pinos y otorga un halo de fantasía a
estos campos. El ascenso se hace empinado y lento en el caso de ir
andando. Con el coche hay que ir con precaución hasta llegar al
llamado Collado del Toro, donde hay un mirador desde el que se
contempla casi la totalidad de la sierra en su vertiente noroeste.
Poco más arriba en el piso bioclimático oromediterráneo, en las
proximidades del Calar de Santa Bárbara, llega la sorpresa de los
prados. Son zonas donde la acumulación de nieve se mantiene
hasta avanzada la primavera y el agua del deshielo forma
pastizales húmedos con un suelo especialmente rico en nutrientes,
y por tanto, apto para el crecimiento de especies de alta montaña
que mantienen similitudes con las que crecen en los borreguiles de
Sierra Nevada, ya que son pastizales húmedos de alta montaña con
algunos endemismos como
Scorzoneroides nevadensis, y
un gran número de especies interesantes como
Ononis cristata,
una planta propia de los paisajes calizo dolomíticos. Entre
el verde cespeado que tapiza los prados, aparecen las flores
amarillas y blancas de especies como
Saxifraga carpetana
y
Euphrasia willkomii. Hay puntos donde el agua se
acumula y forma pequeñas charcas y se produce un hervidero de
vida, e incluso genera el crecimiento de especies de humedal
de alta montaña, y juncales.
Lo más característico son las pequeñas lomas que coronan los
Prados del Rey, donde existen bosquetes de pinos originales de
estas sierras,
Pinus silvestris. Algo más al norte del
punto en el que se inician los Prados del Rey se encuentra otro
pastizal conocido como los prados del Mayoral.
Tras conocer estos parajes, el regreso puede hacerse a través de
los caminos que bajan hacia las minas y la localidad de Gor. Un
recorrido difícil para vehículos que no sean todoterreno, pero que
es muy recomendable para ciclistas de montaña y senderistas.
Ononis cristata
Pastizales húmedos de alta montaña con algunos endemismos propios
de los Borreguiles de Sierra Nevada y un gran número de especies
interesantes como Ononis cristata propio de los paisajes calizo
dolomíticos.
Recuperar los viejos poblados
Por J. E. Gómez - Waste magazine
Piden la recuperación de los espacios poblados desde hace 7.000
años en la Sierra de Baza
Presentada la primera guía para conocer el parque natural y sus
recursos naturales
Se trata de uno de los espacios más desconocidos de la provincia
de Granada. El Parque Natural de la Sierra de Baza aglutina,
además de una muy específica riqueza natural, vestigios de
asentamientos humanos que se iniciaron hace más de 7.000 años. La
totalidad de ellos, poblados, molinos, cortijos, están abandonados
y muchos han desaparecido. La Asociación Proyecto Sierra de Baza
pide la colaboración de las instituciones para poder recuperarlos.
Están diseminados entre las montañas y los bosques. Edificaciones
de lascas de piedra, conducciones de aguas, molinos, casi ni se
ven entre el paisaje calizo de una parte del parque natural. Están
tan perfectamente mimetizados con el medio que suponen una de las
mejores muestras de la integración de las necesidades del hombre
con la naturaleza. Esta arquitectura tradicional, que se remonta
en muchos casos a los primeros pobladores de la comarca y que se
ha mantenido hasta hace menos de un siglo, se encuentra en un
inminente peligro de extinción, ya que sus estructuras, sin
cuidado alguno, no aguantan el paso del tiempo y las inclemencias
de uno de los climas más áridos del sur de Europa. José Angel
Rodríguez, presidente de Proyecto Sierra de Baza, lanzaba ayer la
petición a las administraciones para que ayuden en la conservación
de estas muestras de arquitectura con una tipología única en el
país. Lo hacía durante la presentación de la primera guía del
Parque Natural de la Sierra de Baza, una publicación que aglutina
firmas del máximo prestigio dentro del mundo de la biología y la
antropología Potencial José Angel Rodríguez afirmaba en la
presentación que toda esa zona posee un alto potencial turístico
en un momento en el que se vive un resurgir del turismo cultural y
ecológico. Una zona deprimida económicamente, con una sierra que
fue poblada por más de 5.000 personas y que ahora está
deshabitada, sólo puede esperar la riqueza de sus propios valores
naturales.
El delegado de Turismo de la Junta de Andalucía, Pablo Serrano, ha
apoyado de forma directa la publicación de esta guía, cuyo
presupuesto es de 5 millones de pesetas de los que la Junta ha
puesto 750.000 pesetas, e indicaba la necesidad de que las
administraciones se dejen de «celos de competencias» y colaboren
unidas en la recuperación del parque y de sus características
fundamentales. Reconocía que, en ocasiones, actuaciones en materia
de turismo han chocado con intereses o dictámenes de otras
delegaciones, en concreto de Medio Ambiente y Cultura. «A veces
tenemos roces entre delegaciones porque tratamos de hacer
intervenciones en materia de recuperación de patrimonio y ponerlo
en valor y nos encontramos con serios problemas para poder
llevarlo a cabo». Esto es lo que ha ocurrido con los cortijos,
molinos, cabañas y restos de poblados de la Sierra de Baza. El
catedrático de Botánica de la Universidad de Granada, Francisco
Valle, colaborador científico de esta guía, aseguraba que se trata
de un reducto natural en el que se dan condiciones que han
mantenido una serie de especies vegetales y animales que han
desaparecido en otros lugares de Europa, como es el caso de los
bosques de pino silvestre, más propio de latitudes frías. La
Sierra de Baza, para Valle Tendero, es un lujo natural que tenemos
al alcance de la mano y que hay que intentar mantener a toda costa
y obtener el rendimiento equilibrado que la naturaleza puede
aportar a sus pobladores.
¿Cómo llegar?
Acceso: Desde la A-92-Norte en la salida 34, poco antes de llegar
a Baza, parte una carretera pequeña hacia el Centro de Visitantes.
Carriles: El recorrido es un carril de 12 kilómetros de longitud
para llegar hasta los prados.
Coordenadas: Centro de Visitantes. 37°25’14.10’’N
2°51’24.87’’O
Prados del Rey: 37º26’54.75’’N - 3º1’15.88’’W
Una guía: Para conocer a fondo la estos parajes, ‘Guía de la
Sierra de Baza», coordinada por José Ángel Rodríguez Sánchez.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Algunas de las especies que podemos
encontrar son
Arenaria
serpyllifolia
Astragalus
incanus subsp. nummularioides
Bufonia tenuifolia
Ceratocephala falcata
Cerastium brachypetalum
Cirsium
acaule subsp gregarium
Draba lutescens
Galium
nevadense
Eleocharis
quinqueflora
Euphrasia
willkomii
Festuca iberica
Hohenackeria exscapa
Leontodon
carpetanum subsp. nevadensis
Lotus corniculatus subsp.
glacialis
Luzula campestris subsp. nevadensis
Nardus
stricta
Ononis
cristata
Phleum bertolonii
Plantago
subulata
Ranunculus
bulbosus
Saxifraga
carpetana
Trifolium
repens var. nevadense
Veronica serpyllifolia
Prados del Rey
TEMAS RELACIONADOS
Parque
Natural Sierra de Baza
Via Verde de Baza,
Puente de Baúl
Mirador de Narváez
Sierra de Baza Sendero Narváez
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío