El
primer planeta
Nacido poco después del Big Bang
El nuevo mundo, localizado mediante el telescopio espacial Hubble
, .está en un cúmulo de estrellas situado a 5.600 años luz de la
Tierra
Los astrónomos deducen que los planetas deben de ser mucho más
abundantes de lo que se suponía hasta ahora.
Por JULIO ARRIETA/IDEAL* WASTE MAGAZINE
Edad: Tiene 13.000 millones de años. Los científicos
calculan la edad del Universo en torno a los 14.000 millones de
años.
Tamaño: Dobla la masa de Júpiter, el mundo más grande de
nuestro Sistema Solar.
Entorno: El nuevo mundo gira alrededor de un púlsar y de
una estrella enana blanca que, a su vez, rotan entre sí.
Localización: En el cúmulo estelar M4, a 5.600 años luz de
la Tierra, en la constelación de Escorpio.
Es el más viejo de los planetas conocidos. Ha sido detectado con
ayuda del telescopio espacial Hubble y es tan vetusto que ha
sorprendido a los astrónomos, que no creían que pudieran existir
mundos nacidos durante la infancia del Universo, mucho antes de
que el Sol, la Tierra y el resto del Sistema Solar se formaran. El
nuevo planeta está a 5.600 años luz y tiene 13.000 millones de
años, lo que lo convierte en el abuelo de todos los descubiertos
hasta ahora.
Se encuentra en la constelación de Escorpio y forma parte de M4,
un ejemplar de lo que los astrofísicos denominan cúmulo globular.
Estos objetos son agrupaciones de estrellas formadas en los
primeros tiempos del Universo, unos mil millones de años después
de que tuviera lugar el Big Bang.
Los expertos creían que estos cúmulos no podían albergar planetas
en su interior porque cuando nacieron, durante la infancia del
Universo, no existían en cantidad suficiente los elementos pesados
necesarios para formarlos. Este presupuesto empezó a tambalearse
en 1999 cuando el mismo Hubble encontró varios planetas situados
alrededor de estrellas dentro de otro cúmulo, 47 Tucanae.
El nuevo hallazgo en M4 confirma a los astrónomos que no tenían
que haber descartado los cúmulos estelares a la hora de cazar
planetas y que éstos deben de ser muchísimo más abundantes de lo
que se suponía.
Bola de gas gigante
Como suele ser común en los mundos extrasolares, el descubierto
ahora es una gigantesca bola de gas que dobla la masa de Júpiter,
el planeta más grande en nuestro Sistema Solar. El planeta de M4
se encuentra en un entorno sorprendente. Traza órbitas alrededor
de una estrella enana blanca y un púlsar que gira sobre sí mismo
más de cien veces por segundo, mientras emite latidos regulares de
ondas de radio, como si fuera un enorme faro cósmico.
Los científicos definen este ambiente como un «vecindario
incómodo» y deducen que el nuevo mundo debe estar sometido a
tensiones gravitatorias terribles. Ese entorno tan complejo
resulta ser un instrumento ideal de observación. Los científicos
estudiaban el púlsar, llamado PSR B1620-26, desde que fue
descubierto en 1988. Habían detectado la presencia de la enana
blanca y descubrieron que ambos astros giraban uno en torno al
otro y completaban dos giros cada año. Sin embargo, al observar
estas órbitas, encontraron algunas irregularidades que indicaban
la presencia de un tercer objeto invisible que actuaba como
desestabilizador.
El estudio mediante el Hubble de esos bamboleos en el baile de la
pareja compuesta por el púlsar y la enana blanca daba como
resultado que el causante era un objeto demasiado pequeño para ser
otra estrella o púlsar. Algo que sólo dobla el tamaño de Júpiter
ha de ser, por fuerza, un planeta.
Los científicos afirman que en ningún momento esperaban encontrar
un mundo en un lugar semejante. Ahora, los buscadores de planetas
ven como se amplía su coto de caza a los cúmulos estelares, donde
suponen que deben estar los mundos más viejos del Universo.
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