MEDIO AMBIENTE, SOSTENIBILIDAD
LOS PROBLEMAS DE LA PESCA EXCESIVA
Sobreexplotación pesquera, sus consecuencias ambientales:
-Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de
pesca.
-Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca.
-Cosecha de especies protegidas.
-Modificaciones en los ecosistemas.
POR, CRISTIAN FRERS * WASTE MAGAZINE (Técnico Superior en
Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social)
El exceso de la pesca no sólo reduce la existencias de especies,
sean o no objeto de pesca, sino que también causa un fuerte
impacto en el ecosistema marino. Más aún, una mala administración
sumada a esta actividad le hace perder a la industria pesquera
miles de millones de dólares de ingresos potenciales.
En la última década se hizo evidente que los recursos pesqueros
que se creían prácticamente inagotables, han comenzado a declinar
de una manera inimaginable. Durante las décadas que se
desarrollaron entre los años de 1960 y 1970, la producción de las
flotas de alta mar y aguas interiores aumento significativamente,
alrededor de un 6% anual en promedio. En la década de 1980, la
tasa de crecimiento disminuyó y ya en el siglo XXI, la cosecha se
niveló, la curva de producción mundial de pescado se volvió
horizontal al alcanzar los 100 millones de toneladas anuales, y no
se ha modificado en los años posteriores. (..)
(..)
Sin embargo, el problema continua siendo evidente, mientras el
producto de acuacultura crece, los rendimientos de las pesquerías
que capturan especies no cultivadas en los océanos y aguas
interiores es desparejo. Abundantes pesquerías de especies de
mares profundos como el bacalao de Nueva Inglaterra y el Canadá
oriental empezaron a desaparecer, las del especies del atún
gigante del océano Atlántico se redujeron a niveles que ponían en
peligro su capacidad de reproducción y varias especies del salmón
del océano Pacífico y Atlántico fueron colocadas en la lista de
especies en peligro.
La pesca sin control se ha extendido tanto en el mundo
desarrollado como en el mundo en desarrollo. Este tipo de pesca
tiene efectos perjudiciales obvios en las especies que son objeto
de capturas y al mismo tiempo, se afecta el ecosistema en el cual
viven esas especies causando perjuicios a los pescadores y sus
comunidades.
La Organización de las Naciones Unidas, a través de la FAO,
considera que las especies marinas de las que se dispone
información, del 47 al 50% están explotadas a plenitud, del 15 al
18% se explotan excesivamente y del 9 al 10% se han agotado o se
recuperan del agotamiento.
Las consecuencias ambientales de esta actividad son muchas, entre
las cuales se pueden enumerar:
-Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de
pesca.
-Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca.
-Cosecha de especies protegidas.
-Modificaciones en los ecosistemas.
Si tomamos el caso de peces que no se pretende pescar o la
denominada pesca colateral, se estima que representa cerca de una
cuarta parte del total de la pesca mundial. La pesca colateral
comprende todos los peces que son capturados pero no se desea
retener o utilizar, o que se debe descartar debido a la regulación
de su manejo. Pueden incluir especies especialmente protegidas
como mamíferos marinos, o especies en peligro de extinción, o
individuos jóvenes demasiado pequeños para comercializarlos, u
otras especies de peces sin el valor que se busca o recreativo
para el pescador. Es común, que las especies no deseadas se
descarten en el mar o en la costa, cuando ya han perdido la vida.
Varios tipos de aparejos de pesca no son selectivos y pueden
capturar pesca no deseada. Las redes verticales sostenidas por dos
embarcaciones pueden capturar peces jóvenes y mamíferos marinos
como los delfines. Los sedales largos capturan aves marinas,
tortugas de mar y peces que no se desea comercializar, junto con
la pesca que se busca recoger. Las redes verticales que capturan a
los peces atrapándolos por las agallas pueden atrapar también aves
marinas, y ese tipo de redes, una vez descartadas, pueden seguir
capturando y matando animales marinos, lo que es conocido como
pesca fantasma. Las redes de arrastre son un tipo de aparejo
particularmente no selectivo y pueden realizar una pesca colateral
de muchas especie diferentes. Además, aumenta la preocupación
respecto de los problemas que las redes de arrastre pueden causar
en los ecosistemas marinos.
La pesca persistente puede llevar a la eliminación de los
ejemplares más grandes y viejos de una población o especie. Las
poblaciones que sufren esta actividad se caracterizan por
individuos menos productivos, lo que finalmente lleva a una
declinación de las existencias. Sin embargo, si la pesca excesiva
se contiene y los recursos de las pesquerías se administran de una
manera sostenible, el costo del pescado capturado declina y las
cosechas aumentan a pasos importantes.
Además de los numerosos costos ambientales, esta actividad implica
costos económicos de gran importancia. Si los recursos de las
pesquerías se administran de una forma adecuada, la cosecha total
podría aumentar unos 10 millones de toneladas métricas, sumando
16.000 millones de dólares anuales a los ingresos brutos a nivel
mundial.
La mala administración y la pesca excesiva han hecho que la
industria pesquera se maneje deficientemente. En 1992, la FAO
estimó que los ingresos mundiales por ventas de primera mano eran
de 70.000 millones de dólares, en tanto que el costo operativo
total de la flota pesquera mundial fue de 85.000 millones, lo que
significa que la flota opera con un déficit anual de 15.000
millones de dólares.
El déficit operativo puede atribuirse al crecimiento notable de la
flota pesquera mundial entre los años 1979 y 1989 que la FAO
estimó que había aumentado un 322%, sin un aumento concominante de
los recursos pesqueros. De hecho, durante este período la cosecha
de las pesquerías mundiales creció tan sólo la mitad,
aproximadamente, de la tasa de aumento de las flotas, lo que es
causa de exceso de la capacidad de la flota pesquera mundial. En
las pesquerías, donde cualquiera puede participar, el exceso de
capacidad lleva a menudo a la competencia de pesca, en la que
todos los pescadores tratan de capturar tanto como pueden, tan
rápido como pueden, antes de colmar la cuota. Esto crea a menudo
una oferta excesiva en el mercado y reduce los precios para los
pescadores, mientras da origen a problemas de abastecimiento a
largo plazo para los consumidores.
La pesca colateral excesiva, que con frecuencia acompaña a esta
actividad, representa costos económicos para el sector. Estos
costos incluyen producción reducida de alimentos en pesquerías que
se especializan en peces adultos de especies cuyos ejemplares
jóvenes son descartados en otras pesquerías, provocando una
reducción de empleos en las plantas de procesamiento como en los
locales de venta. El sector de la pesca no es el único que
experimenta costos económicos relacionados con la pesca excesiva.
Hay también costos significativos para el público.
Evidentemente, la pesca excesiva implica costos ambientales y
económicos importantes. Detener la pesca excesiva y permitir que
las existencias se reconstruyan aumentaría la productividad y
maximizaría los ingresos de la industria a largo plazo. Tal
acción, es necesaria para estabilizar tanto los recursos como la
industria.
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