RECICLAJE DE PAPEL
QUÉ
ES Y CÓMO SE HACE
Fuente: Wikipedia
El reciclaje de papel es el proceso de recuperación de papel ya
creado o utilizado para transformarlo en nuevos productos de
papel. Existen cuatro categorías de papel que pueden utilizarse
como materia prima para papel reciclado: molido, desechos de
-consumo, desecho de post-consumo, papel del inodoro. El papel del
inodoro debe ser previamente secado y limpiado ya que puede
contener trozos de defecación tanto en estado sólido como líquido.
El papel molido son recortes y trozos provenientes de la
manufactura del papel, y se reciclan internamente en una fábrica
de papel. Los desechos pre-consumo son materiales que ya han
pasado por la fábrica de papel, y que han sido rechazados antes de
estar preparados para el consumo. Los desechos post-consumo son
materiales de papel ya utilizados que el consumidor rechaza, tales
como viejas revistas o periódicos, material de oficina, guías
telefónicas, etc. El papel que se considera adecuado para el
reciclaje es denominado "desecho de papel".
El papel se recicla reduciéndolo a pasta de papel y combinándolo
con nueva pasta procedente de la madera. Dado que el proceso de
reciclaje provoca la ruptura de las fibras, cada vez que se
recicla papel la calidad del mismo disminuye, lo que quiere decir
que se deben añadir un elevado porcentaje de nuevas fibras, o será
sinónimo de productos de menor calidad. Cualquier escrito o
coloración del papel se debe primero retirar mediante
decoloración.
Casi cualquier tipo de papel se puede reciclar hoy en día, aunque
algunos resultan más difíciles de tratar que otros. Los papeles
cubiertos con plástico o aluminio, y los papeles encerados,
pegados o engomados normalmente no se reciclan por el elevado
costo del proceso. Los papeles de regalo tampoco pueden reciclarse
debido a su ya de por sí pobre calidad.
BENEFICIOS DEL
RECICLADO DE PAPEL
La industria del papel supone un efecto en el medio ambiente,
tanto con las actividades previas (donde se adquieren y procesan
las materias primas), como en las posteriores (impacto de
eliminación de residuos). El reciclaje del papel reduce este
impacto. Actualmente, el 90 % de la pasta de papel está fabricada
con madera. La producción de papel representa aproximadamente un
35% de árboles talados,3 suponiendo el 1,2% del volumen de
producción mundial total.
Reciclar una tonelada de papel de periódico ahorra aproximadamente
una tonelada de madera, mientras que reciclando una tonelada de
papel impreso o de copias se ahorra algo más de dos toneladas de
madera. Esto se debe a que la fabricación de pasta requiere el
doble de madera para retirar la lignina y producir fibras de mayor
calidad que con los procesos mecánicos de fabricación. La relación
entre las toneladas de papel reciclado y el número de árboles
salvados no es banal, dado que el tamaño de los árboles varía
enormemente y es el factor principal en la cantidad de papel que
se puede obtener de un determinado número de ellos.
La mayoría de los fabricantes de pasta de papel llevan a cabo una
reforestación para asegurar un continuo abastecimiento de papel.
En Canadá, el Programa para la Aprobación de la Certificación
Forestal (PEFC en inglés) y el Consejo de Manejo Forestal (FSC)
certifican que el papel hecho de los árboles talados se ajusta a
las guías de actuación, asegurando buenas prácticas forestales. Se
estima que reciclar la mitad del papel mundial evitaría la tala de
20 millones de hectáreas (81.000 km²) forestales.
¿Cuánto ahorramos por cada tonelada de papel reciclado en
comparación con esa misma cantidad de papel sin recilcar?
17 árboles adultos.
2,5 metros cúbicos de desperdicios.
27.000 litros de agua.
1440 litros de aceite.
4100 kilovatios-hora (14.700 megajulios) de energía.
27 kilogramos de contaminantes.
Los 4,6 millones de toneladas de papel que se recuperan para su
reciclaje anualmente en España suponen un ahorro de las emisiones
en vertedero de 4,1 millones de toneladas de CO2 (más del 1% de
las emisiones totales que produce el país).
El reciclaje de papel permite reducir los vertederos y las
emisiones que producen: los 4,6 millones de toneladas de papel
usado recuperados para su reciclaje anualmente en España suponen
un ahorro de volumen en vertedero equivalente a 46 grandes
estadios de fútbol como el Bernabéu o el Camp Nou llenos hasta
arriba y un ahorro de las emisiones en vertedero de 4,1 millones
de toneladas de CO2 (más del 1% de las emisiones totales que
produce el país).
Tecnologías lÍmpias
El sector utiliza un 91% de combustibles limpios como el gas
natural (62%) o renovables como la biomasa residual del proceso de
fabricación (29%). Y produce cerca del 50% de la energía renovable
con biomasa generada en España.
La industria papelera es uno de los grandes impulsores en España
de la cogeneración, la energía ecoeficiente, un sistema que
produce a la vez energía eléctrica y energía térmica para consumo
industrial, con muy alto rendimiento, por lo que ahorra energía
primaria y reduce las emisiones. El sector produce mediante
cogeneración el 2,5% de la electricidad total generada en España y
es líder, con un 18% de la cogeneración nacional.
Los cultivos de madera para papel, sumidero de CO2
En España suponen la fijación anual de 7,5 millones de toneladas
de CO2, alrededor del 2% de las emisiones totales que produce el
país.
Para hacer papel se utiliza madera de especies de crecimiento
rápido (en España fundamentalmente eucalipto y pino), que se
cultiva con esta finalidad en plantaciones forestales, que se
realizan y se mantienen para este uso. En España, gracias a la
producción papelera, existen y se mantienen 400.000
hectáreas de arbolado de pino y eucalipto (el 2% de la superficie
total de bosques).
Las plantaciones de especies de crecimiento rápido, debido a esta
peculiar característica, son grandes sumideros de CO2 y ayudan
así a frenar el cambio climático. Estudios recientes
demuestran que una vez que el bosque alcanza su madurez, deja de
fijar carbono, por lo que estas plantaciones productivas son una
oportunidad medioambiental: las 400.000 hectáreas destinadas en
España a la producción de madera para el sector papelero suponen
la fijación anual de 7,5 millones de toneladas de CO2, alrededor
del 2% de las emisiones totales que produce el país.
Medidas para incrementar el reciclaje en España
ASPAPEL propone un decálogo de medidas, que incluyen mejorar la
dotación de contenedores, tanto en número como en localización;
incrementar la calidad -y especialmente la frecuencia- de los
servicios de recogida, y promover su correcto uso por los
ciudadanos a través de campañas de sensibilización.
La organización y sistematización de la recogida en pequeños
comercios, establecimientos docentes, oficinas... es otra de las
vías que se plantean para profundizar en el desarrollo de la
recuperación y reciclaje de papel, junto con la introducción de
una tarifa que penalice el vertido y en especial el vertido de
papel y la búsqueda de vías de valorización de los residuos
generados por el reciclado. Y todo ello en un marco de
colaboración entre las Administraciones implicadas y la industria.
Decálogo ASPAPEL para
reducir los efectos del cambio climático
- · Utilizar el potencial ofrecido por sectores como el
forestal (por su efecto de fijación de carbono), promoviendo
los productos de él derivados
- · Reconocer la fijación de carbono en los productos
- · Identificar en qué sectores existe potencial de
optimización energética y aquellos en los que dicho proceso ya
se ha realizado
- · Evitar establecer límites absolutos a empresas o sectores
que estrangularían su crecimiento
- · Promover la generación de energías renovables tales como
la biomasa, evitando -a la vez- distorsionar el mercado de
materias primas
- · Promover la cogeneración como sistema óptimo de generación
- · Primar la utilización de combustibles limpios
- · Promover la recuperación energética de los residuos,
siempre que su reciclado no sea posible o recomendable
- · Promover el establecimiento de acuerdos voluntarios
sectoriales de eficiencia energética
- · Establecer un marco global para el comercio de emisiones,
voluntario y de libre acceso
LA PRODUCCIÓN DE PAPEL EN ESPAÑA
INFORME ASPAPEL, 2019/2020
La producción de papel crece el 4,5% en 2019 y el 1,1% en el
primer cuatrimestre de 2020
Una fuerte industria nacional de celulosa y papel, comprometida
con la reconstrucción económica, presenta el Informe Anual
Sectorial
La producción de papel crece el 4,5% en 2019 y el 1,1%
en el primer cuatrimestre de 2020
• En el periodo 2015-2019, el sector realizó en
España inversiones por importe de 1.720 millones de euros, a las
que se añaden 250 millones adicionales previstos para 2020
• El mayor crecimiento de producción en 2019 lo
experimentan los papeles para cartón ondulado (10,6%) y los
papeles higiénicos y sanitarios (8,2%)
• En el primer cuatrimestre de 2020, la
producción de papel crece el 1,1% y la de celulosa el 5,2%
La producción de papel en España ha crecido el 4,5 por ciento el
pasado ejercicio y el 1,1 por ciento en el primer cuatrimestre de
este año. Este crecimiento ha sido posible, debido
fundamentalmente a la puesta en marcha de las inversiones, por
importe de 1.720 millones de euros, realizadas en los últimos
cinco años. Unas inversiones destinadas a innovación y renovación
tecnológica y aumento de capacidad de producción. Las
exportaciones suponen el 55% de una facturación de 4.618 millones
de euros. La producción en el pasado ejercicio fue de 1,7 millones
de toneladas de celulosa y 6,4 millones de toneladas de papel.
El consumo de papel creció por sexto año consecutivo hasta los 6,9
millones de toneladas. Tanto el consumo como la producción de
papel tienen comportamientos muy diferentes para los distintos
tipos de papeles, con descensos para los papeles gráficos y
crecimiento de los papeles para envases y el tisú.
Con un incremento del 4,5%, la biondustria papelera española
alcanza en 2019 una producción de 6.436.600 toneladas de papel en
sus sesenta y nueve fábricas papeleras. El mayor crecimiento lo
experimentan los papeles para cartón ondulado (3.346.800
toneladas) con un incremento del 10,6% y los papeles higiénicos y
sanitarios (777.400 toneladas) que crecen el 8,2%.
La producción de papeles gráficos (papel prensa y papeles para
impresión y escritura, con un total de 956.200 toneladas)
desciende un 7,2% y la de los papeles especiales para muy diversos
usos (508.900 toneladas) cae el 4,9%. El resto de los papeles se
mantienen en volúmenes similares a los del ejercicio anterior como
el cartón estucado (321.600 toneladas) que crece el 0,3% y otros
papeles para envases y embalajes (525.700 toneladas), donde se
incluyen bolsas, sacos, tubos, celulosa moldeada, etc., que
descienden una décima.
Si contemplamos un periodo más amplio, veremos que con respecto a
2015 la producción total ha crecido 241.000 toneladas, con un
descenso de 430.000 toneladas en los papeles gráficos
(especialmente el papel prensa) y un incremento de 672.000
toneladas para el resto de los papeles.
Con un 7% de la producción total europea, España es el sexto
productor de papel de la UE, tras Alemania, Finlandia, Suecia,
Italia y Francia.
PRIMER CUATRIMESTRE 2020
En el periodo enero-abril de 2020, la producción de papel creció
en 1,1% y la de celulosa el 5,2%.
Conscientes del carácter esencial de su actividad, la casi
totalidad de las diez fábricas de celulosa y setenta de papel,
incrementando las medidas de prevención y seguridad, se han
mantenido en funcionamiento para evitar el desabastecimiento de
productos básicos como los papeles higiénicos y sanitarios, los
envases y embalajes para comida, bebida o productos farmacéuticos
y los papeles gráficos para la comunicación, la información, el
ocio y la cultura, entre otros.
Por tipos de papel, el mayor incremento en cuatro primeros meses
de 2020 lo registran los papeles para cartón ondulado, cuya
producción crece el 8,9%. La producción de papeles higiénicos y
sanitarios crece el 1,6% en el cuatrimestre, con un pico del 11,4%
de incremento en abril. El cartón estucado también
incrementa su producción (1,2%) en el primer cuatrimestre de 2020.
Por el contrario, desciende la producción de los papeles gráficos
(-21%) y en menor medida los papeles especiales (-3,9%) y los
papeles para otros envases y embalajes (-1,9%).
EL CONSUMO CRECE POR SEXTO AÑO CONSECUTIVO, PERO SE RALENTIZA
El consumo de papel crece en 2019 el 0,2%, muy por debajo del
crecimiento del PIB (2%). Si bien se trata del sexto año de
incremento consecutivo, el crecimiento se ve claramente
ralentizado. El consumo de papel en España se sitúa en 6.873.900
toneladas, todavía un millón de toneladas por debajo del récord
histórico de consumo de 2006, debido fundamentalmente a que el
descenso del consumo de los papeles gráficos no ha sido aún
compensado por el crecimiento de otros tipos de papeles.
La asimetría en el comportamiento de los distintos grupos de
papeles es un año más muy relevante. Los papeles para envases y
embalajes de cartón ondulado (4,1%), los papeles higiénicos y
sanitarios (4%) y los papeles especiales (3,8%) crecen el doble
que el PIB. Por el contrario, los papeles gráficos (prensa,
impresión y escritura) registran el mayor descenso (-11,8%) y
acumulan una caída del consumo cercana al millón de toneladas
desde 2006.
El auge del comercio electrónico y el proceso de sustitución de
materiales que viene protagonizando el papel por sus ventajas
medioambientales, se refleja en la tendencia de consumo de los
distintos papeles para envases y embalajes que se encuentran ya en
los niveles de 2008 o por encima de ellos, marcando incluso
récords históricos.
El consumo de celulosa en 2019 fue de 1.822.100 toneladas, con un
descenso del 4,2%. Tras Suecia, Finlandia, Alemania, Italia,
Francia, Polonia y Austria, España es el octavo consumidor de
celulosa de la UE.
TEMAS RELACIONADOS
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío