PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
PADUL, LA RUTA DE LOS QUINIENTOS
‘Los Quinientos’ de Padul
Aguas subterráneas afloran en nacimientos de alto valor ecológico
y llenan lagunas convertidas en testigos del paleoambiente del
Cuaternario
Entre desconocidos manantiales y el humedal, un camino recorre las
tierras de labor y las riberas de la turbera más meridional de
Europa
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Los pequeños guijarros que descansan en el lecho de la acequia de
los Molinos están cubiertos de diminutos cilindros formados por
decenas de granos de arena pegados entre sí. No son piedras ni
caprichosas composiciones geológicas, sino el caparazón que oculta
unos curiosos seres vivos que se denominan tricópteros, insectos
que en su fase larvaria viven en el agua y construyen caparazones
para protegerse de sus enemigos, y que al convertirse en adultos,
podrían describirse como una mezcla entre mariposas y grandes
mosquitos. Son la prueba de la alta calidad ambiental de las aguas
de un cauce que acoge las surgencias de un manantial de gran valor
ecológico, en el que la continuada presencia de agua mantiene un
hábitat acuático y de ribera en el que se encuentran especies
únicas, organismos que solo viven en menos de una decena de
parajes del sur de la península Ibérica, como los minúsculos
caracolillos de agua dulce, Boetersiella davisi, que miden un
milímetro y tienen en este espacio, llamado el manantial del Mal
Nombre, y también fuente de los Molinos, sus poblaciones más
estables. (...)
(...) En el nacimiento aflora el acuífero que se extiende
desde las faldas de Sierra Nevada hacia el suroeste, que no solo
recoge el fruto del deshielo sino que hace llegar a la superficie
aguas que se supone que formaron parte de los grandes lagos, que
hace cinco millones de años quedaron cautivos entre las nuevas
montañas que crearon las sierras de Almijara y la depresión que
formó el valle de Lecrín. El punto de contacto de la falla que
generó esta afloración rocosa es el camino del agua del manantial
del Mal Nombre, un lugar que ha sido testigo de la historia de un
territorio recorrido por todas las civilizaciones que han habitado
el sur de la Península desde hace más de dos milenios. Junto a la
principal surgencia, donde se inicia la acequia que distribuye el
agua hacia los regadíos del borde sur de la depresión de Padul, es
posible contemplar las rodaduras fosilizadas de los carros íbero
romanos que se dirigían desde Granada a Almuñécar, la primera vía
de comunicación entre el mar y el interior granadino, la carretera
de la costa original. Es también el inicio de un recorrido que
permite conocer el corazón ecológico del humedal de Padul, y el
espacio en el que desde la rebelión de los moriscos y la posterior
recolonización se convirtió en el pago de los Quinientos, las
tierras trazadas por cauces naturales con el río Viejo y los
canales de desagüe de las lagunas, que se llamó así por el reparto
de la tierra de cultivo que se realizó a cinco centenares de
colonos y que aún se mantiene como parte de la vega del sur de la
localidad de Padul.
El Mal Nombre y la ruta de los Molinos se encuentra a poco más de
dos kilómetros del centro de Padul por la carretera de Cónchar. El
enclave del agua, la principal surgencia, está bajo un recinto
protegido, un peñón de rocas calcáreas en el que es posible
observar numerosas aves que se acercan a beber agua dulce y
aprovechar los insectos que habitan en el entorno. Atrás han
quedado los viejos molinos convertidos en alojamientos rurales. A
menos de 50 metros del manantial, a la izquierda, se inicia el
camino que llaman de los Quinientos, un carril de tierra que de
inmediato se cruza con la acequia (que aquí llaman ‘madres’) que
lleva sus aguas hacia la laguna de Agia, una de las dos grandes
turberas y centros del humedal de Padul. La ruta de los Quinientos
deja a un lado el acceso a Agia y se interna en los campos de
cultivo, con la acequia del mismo nombre al oeste. Son pequeñas
parcelas agrícolas a un lado, y al otro el borde de la zona
lagunar, con carrizales y juncales. Un kilómetro después, la
‘madre’ maestra, la principal acequia del humedal se adueña del
paisaje con un ancho cauce rodeado de carrizos aneas y juncos, con
tarajes y sauces. El camino salva el curso de agua y vuelve hacia
el casco urbano, pero a menos de un kilómetro, a la derecha, surge
la vereda que conecta con el interior del paraje de las lagunas,
el sendero del Mamut, un recorrido alternativo para conocer la
rica biodiversidad que habita este lugar considerado como uno de
los espacios húmedos más importantes del sur de la península
Ibérica.
La ruta de los quinientos tiene algo más de siete kilómetros desde
su salida en el centro del pueblo, pero que se queda en un corto
paseo de no más de tres si se inicia en el nacimiento del Mal
Nombre. Es el camino que conecta la historia reciente con las
parcelaciones de hace medio milenio y se adentra en las turberas,
la tierra resultante de la desecación de los grandes lagos del
Cuaternario, donde los científicos realizan prospecciones para
conocer cómo era la Tierra hace un millón de años, estudiar el
medio natural que aún se muestra en pequeñas vaguadas y barrancos
en los que mana el agua y crecen los berros.
El manantial del MAL NOMBRE
El Mal Nombre: Está situado a dos kilómetros del centro de
Padul por la carretera de Cónchar en la ruta de los molinos.
Sendero: El camino de los Quinientos es el carril que parte a la
izquierda desde el manantial y se interna en el humedal.
Coordenadas: El nacimiento está en 37° 0'24.97"N
3°37'26.56"W. El final del sendero de los Quinientos, que también
puede ser el inicio del recorrido está en 37°
1'16.02"N 3°36'40.60"W
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Aves
Acrocephalus
arundinaceus (Carricero tordal)
Acrocephalus
scirpaceus (Carricero común)
Alcedo atthis (Martín Pescador)
Anas crecca
(Cerceta común)
Anas
platyrhynchos (Anade azulón)
Ardea cinerea
(Garza real)
Bubulcus ibis
(Garcilla bueyera)
Carduelis
carduelis (Jilguero)
Chloris
chloris (Verderón)
Cettia cetti
(Ruiseñor bastardo)
Circus
aeruginosus (Aguilucho lagunero)
Cisticola
juncidis (Buitrón)
Columba livia (Paloma)
Columba palumbus (Paloma torcaz)
Fulica atra
(Focha común)
Gallinula
chloropus (Polla de agua)
Hirundo
rustica (Golondrina común)
Oriolus oriolus (Oropéndola)
Phylloscopus
collybita (Mosquitero común)
Sturnus unicolor
(Estornino)
Turdus merula
(Mirlo Común)
Bubulcus ibis
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