PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
MOLINO DEL REY
AGUAS PARA EL DUQUE
Superviviente de la ruta de los molinos, mantiene el caudal del
manantial de Alomartes y se adentra en las tierras de Wellington
Las aguas subterráneas de Parapanda afloran y riegan los olivares,
cereal y viñedos de un territorio surcado por acequias y
acueductos
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Es una imagen singular. A escasos metros del parque del manantial
de Alomartes, un canal conduce el agua hacia dos grandes tobas que
la hacen caer, bajo presión, en el interior de un complejo
mecanismo de molienda harinera del siglo XIX. Es el molino de
Botas, una de las propiedades que forman parte de la conocida
finca del duque de Wellington, el Molino del Rey o de la Torre, en
la actualidad propiedad del heredero del héroe de Waterloo, el
octavo duque, Charles Wellesley, ahora marqués de Dauro, al que
consideran el más español de los aristócratas ingleses, y que ha
intentado mantener la integridad de un territorio que tiene un
indudable valor natural y paisajístico, en el que el agua
procedente de las filtraciones carbonatadas de la gran sierra de
Parapanda posee un protagonismo especial. (...)
(...) Junto a la carretera de Tocón, el agua aflora en un estanque
situado a la salida del casco urbano. Es el manantial que da lugar
a un cauce cuyo caudal solo se seca en años de sequía extrema.
Forma el arroyo de los Molinos, un espacio en el que desde la
época de esplendor árabe albergó sistemas para moler harinas y
aceites, y en el que siglos después, en el XIX el duque de
Wellington, poco después de recibir en julio de 1813 la donación
de las tierras de la actual finca por orden de Fernando VII y las
Cortes de Cádiz, reconstruyó y recuperó el único molino harinero
que aún se conserva y ha funcionado hasta hace muy poco tiempo. Un
caserón de arcos de medio punto con un cierto estilo colonial, que
aún es posible visitar por cortesía de su cuidador, ya que forma
parte de las propiedades de la finca de los Wellesley, que en
España son duques de Ciudad Rodrigo y vizcondes de Talavera.
FOTOGALERÍA: J. E. GÓMEZ
El molino de Botas es una muestra clara de arqueología industrial
del XIX y forma parte de un ecosistema de ribera que se nutre de
las aguas del manantial y de la fuente de los caños, que al igual
que el estanque que da origen al arroyo de los Molinos, recoge
filtraciones de la sierra que geológicamente se conoce como
Madrid-Parapanda. Álamos, rosales silvestres, zarzales, sauces,
grandes alisos, tarajes y vegetación ribereña que dan cobijo a
decenas de especies de aves y mamíferos que necesitan densidad
vegetal y agua para poder desarrollarse.
Biodiversidad
Es habitual escuchar el canto de ruiseñores, lavanderas, zarceros
y herrerillos, que compiten con aves acuáticas que aprovechan este
paraje para descansar en sus viajes entre los diferentes humedales
del sureste andaluz, y aguas abajo del molino, observar aves
esteparias que desde las dehesas se acercan a beber en las aguas
del arroyo, al que también acuden pequeñas aves forestales, porque
este territorio incluye zonas de monte con pinares y espacios de
encinar y matorral mediterráneo donde existe una nutrida población
de especies cinegéticas, pero también otras muy escasas e incluso
amenazadas de extinción como meloncillos, búho real, águila Real,
calzada. Un territorio naturalizado que ha sido objeto de estudio
por parte de biólogos de la Junta de Andalucía y la UGR implicados
en el proyecto de protección del Lince Ibérico, y otros sobre
poblaciones de conejo y liebre.
El agua es parte fundamental de la antigua Dehesa Baja de Íllora.
En la zona sur, entre Íllora y Obéilar, la carretera que une estas
dos poblaciones pasa bajo dos grandes arcos que forman parte de un
impresionante acueducto de más de casi 400 metros de longitud, que
lleva agua desde manantiales del interior de la finca hasta el
molino aceitero situado al este de la dehesa.
Es una muestra de la importancia del agua en este espacio de
campos de cereal en el que se esconde una gran charca de interior,
la laguna Molino del Rey, rodeada de álamos, en la que es habitual
observar anfibios y aves acuáticas que habitan en ella y otras que
la utilizan como estación de paso y recuperación. 33.000 metros
cuadrados de lámina de agua que generan un ecosistema de humedal
rodeado de cultivos de cereal.
Los cauces de los arroyos de los Molinos al norte, y el del
Charcón al sureste de las tierras del duque, crean un corredor
verde, un eje ribereño en el que permanecen gran parte de sus
orígenes naturales y se ha mantenido a lo largo de las décadas
como una isla en un territorio colonizado y desnaturalizado por la
expansión urbana y el crecimiento de olivares de explotación
rápida.
¿Dónde está?
Alomartes: En la localidad de Alomartes, a la salida hacia Tocón,
junto al parque parte el camino hacia el cementerio. A solo unos
metros está la fuente de los Caños, el arroyo y el Molino de
Botas.
Acueducto: Se encuentra en la carretera entre Obéilar e Íllora, en
la parte sur de la finca de Wellington. Cruza la carretera y se
interna en la finca junto a un camino privado, pero puede verse
desde el inicio del carril.
Coordenadas: El acueducto en 37°15’3.04N - 3°52’10.93W
El molino en 37°15’28.87N 3°54’46.09W
Desde las Cortes de Cádiz
La finca Molino del Rey ocupa la antigua Dehesa Baja de Íllora,
fue donada por Fernando VII y la Cortes de Cádiz al duque de
Wellington y sus descendientes en 1813 para agradecerle su
decisiva colaboración en la Guerra de la Independencia, contra los
franceses. Posee dos grandes edificaciones, el Lagar, en el
extremo sur, y la Torre, el caserío utilizado por el duque en sus
habituales visitas a Granada, una casa construida a mediados del
XIX, donde han pasado periodos vacacionales el príncipe Carlos de
Inglaterra, con lady Diana y más tarde con Camila
Parker-Bowles, amigos personales del actual duque.
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Aliso
FLORA
Agave americana
Ailanthus altissima
Alnus glutinosa (Aliso)
Avena sterilis
Borago officinalis
Centaurea pullata
Convolvulus
althaeoides
Cupressus sempervirens (Ciprés)
Daphne gnidium (Torvizco)
Echium vulgare
(Viborera)
Eruca vesicaria
Ficus carica (Higuera)
Hedera helix (Hiedra)
Linaria hirta
Marrubium vulgare
Mentha suaveolens (Mastranzo)
Osyris alba (Retama loca)
Pallenis spinosa
Papaver rhoeas
Phagnalon rupestre
Plantago albicans
Plantago lagopus
Populus nigra
Quercus coccifera (coscoja)
Rosa canina
Rubus ulmifolius (Zarzamora)
Salix babylonica
Sinapis alba
Spartium junceum (Retama de olor)
Tragopogon porrifolius
Ulmus minor
Torvizco
Mastranzo
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