FOTO: AZUFAIFAR, LAS AMOLADERAS, CABO DE GATA. FOTO: J. E. GÓMEZ
PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
MIRAR LA NATURALEZA, UN PASO MÁS ALLÁ DEL TURISMO
Descubrir la esencia de un territorio, sus ecosistemas y habitantes es la mejor forma de
apreciar sus valores. La forma más natural de ‘perderse’
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
A solo unos kilómetros de la ciudad de Almería, un azufaifar desvela la esencia de la vida en
zonas que pueden considerarse antesalas del desierto. Los grandes matorrales de azufaifo
muestran como una especie vegetal sirve de refugio para una gran diversidad de fauna e incluso
ayudan al crecimiento de otras plantas. Observar la naturaleza en un espacio como Las
Amoladeras, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, es conocer de primera mano la dinámica
de la supervivencia en un territorio hostil. Pasear por los senderos de dunas consolidadas,
entre bosquecillos de pitas, es un ejercicio claro de turismo de naturaleza, una actividad que
va más allá del concepto genérico de ecoturismo y que trasciende de la mera
observación y apoyo a la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad, hacia un mayor
conocimiento y compromiso con el medio.
Almería es tierra de montañas y costas singulares, de ríos y desiertos, de parajes listos para
ser descubiertos. Tanto en sus zonas de mayor afluencia turística como en los espacios naturales
protegidos, existen una gran cantidad de empresas que ofrecen actividades de turismo de
naturaleza que se desarrollan desde la zona litoral como en los parques naturales, de los que
Almería posee tres, Cabo de Gata-Níjar, Sierra María-Los Vélez y el Espacio Natural de Sierra
Nevada, que aglutina territorios del parque natural y una pequeña parte del Parque Nacional de
las Altas Cumbres. En un recorrido de oeste a este, tanto por la costa como por el interior, el
paraje natural de Punta Entinas, con sus territorios de dunas, salinas y lagunas, es uno de los
protagonistas de rutas guiadas, senderismo y otras en vehículos todo terreno que se internan en
puntos clave para la observación de aves.
Visitantes del Parque Natural CAbo de Gata Níjar. Foto: J. E. Gómez
Desde localidades como El Ejido, Roquetas de Mar, Aguadulce o Adra, es posible iniciar rutas
guiadas que nos llevarán a parajes de la Alpujarra almeriense y que se adentran en las
estribaciones de la cara sureste de Sierra Nevada, con visitas a las alisedas de Laujar de
Andarax o los castañares de Paterna del Río. Al este de la capital, por el litoral, se inicia el
Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con el centro de recepción de visitantes de Las
Amoladeras, un paraje para iniciarse en el conocimiento de los espacios áridos y volcánicos de
la punta este de la península Ibérica. Un punto desde el que iniciar rutas senderistas o conocer
la oferta de actividades guiadas, que nos pueden llevar desde la clásica ruta entre Cabo de Gata
y San José en todoterreno o internarnos en los parajes únicos de Rodalquílar. Además de una gran
cantidad de actividades con el mar y los fondos marinos como objetivo.
El desierto es una de las estrellas del turismo de naturaleza en Almería. Rutas que serpentean
por las ramblas de Tabernas más allá de la habitual visita a los poblados del ‘westerm’, para
conocer como la vida se abre paso en los únicos subdesiertos de Europa.
Altas cumbres de Sierra Nevada. Foto: J. E. Gómez
De cero al techo ibérico
El territorio peninsular con mayor oferta de turismo de naturaleza es, sin duda, la provincia de
Granada. El hecho de albergar la totalidad de los pisos bioclimáticos del Mediterráneo, desde la
línea litoral hasta la cota más alta de la península Ibérica, de cero a 3.479 metros de altitud,
favorece la expansión de actividades de turismo guiado con la montaña y la naturaleza como
protagonistas. Las agencias y guías de Granada son considerados como pioneros en este tipo de
actividad turística. Con una amplia oferta que puede encontrarse a través de Internet, puntos de
información como el Centro de Visitantes del Dornajo, en Sierra Nevada, ayudan a conocer lo que
esta modalidad turística nos ofrece: desde subidas a las dos grandes cimas, Mulhacén y Veleta,
en verano e invierno, a excursiones más duras y completas como la de los ‘tresmiles’, que enlaza
gran parte de los picos de más de 3.000 metros. Rutas para adentrarse en el corazón de la sierra
como las de la Vereda de la Estrella.
Pero Granada es más que Sierra Nevada. Cada una de sus comarcas posee parajes en los que
perderse y alejarse del entorno urbano. Sus cinco parques naturales ofrecen todo tipo de
ecosistemas, desde recorridos bajo los grandes tajos de Alhama, observación de aves en lagunas
de Padul, pantaneta de Alhama, Charca de Suárez de Motril, a una inmersión en la evolución
geológica de la Tierra en el Geoparque Norte de Granada. Hay miles de senderos que se adentran
en los más recónditos parajes, junto a acequias, ríos y riberas, que ascienden hacia la
Alpujarra y bajan al mar a través de los cañones de ríos que recorren las sierras de Tejeda y
Almijara. Granada es el paraíso del excursionismo.
Sierra de Cazorla. Foto: J. E. Gómez
Las sierras del agua
El Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas, es el más grande de Andalucía.
Recorre transversalmente una parte muy importante de la provincia de Jaén, es la frontera
geológica con Granada y el espacio en el que nace el Guadalquivir. En esta provincia, de
castillos, olivares, sierras calizas e historia, la naturaleza juega un papel fundamental.
Adentrarse en los caminos que recorren las zonas altas de Cazorla, en busca de los cursos de
agua, con bosques de ribera y el sonido de la avifauna es una experiencia única. Desde el centro
de visitantes del parque en la Torre del Vinagre, en la zona más próxima a Cazorla, parten una
gran cantidad de senderos, como el del río Borosa, con la espectacular Cerrada de Elías. También
es posible conocer la oferta de rutas guiadas a zonas del parque en las que sería muy difícil
llegar sin la ayuda de guías. También en la Umbría de la Virgen, un jardín botánico muestra la
biodiversidad de la flora de la provincia, con una gran cantidad de especies endémicas.
Pero en Jaén hay otros parques como Despeñaperros, con rutas que muestran los movimientos
geológicos del sur peninsular, como las que acceden a la contemplación de los Órganos de
Despeñaperros y parajes, muy cerca de la autovía de Madrid, donde el agua, con la cascada de la
Cimbarra, en Aldeaquemada, es un aliciente para los sentidos.
Parque Natural de Depeñaperros. Foto: J. E. Gómez
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Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural que nos rodea, sus ecosistemas
y a sus singulares habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la mayor diversidad biológica de
Europa, parajes únicos para vivir en tiempos de estío