AL ANDALUS
FOTOGALERÍA
CÓRDOBA, EL PATIO DE LA
MEZQUITA * AL-ANDALUS
Espacios que se dirigen al cielo. Orar entre columnas
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Cuando el viajero entra en el patio de la Mezquita en el siglo XXI
encuentra un recinto cerrado y amplio, enlosado, empedrado y con
hileras de naranjos entrelazados por un sistema de canalizaciones
hacia cada árbol que rompen la monotonía y le añaden simetría al
conjunto. Las palmeras se elevan al cielo compitiendo en altura
con las construcciones más elevadas y se entrecruzan en la mirada
con los cipreses que compiten por llegar a su altura.
Al fondo el rumor del agua de las fuentes, el sonido de los
pájaros que revolotean entre árboles y muros. No hay silencio ni
está vacío, un rumor y bullicio de gente está siempre presente.
Entran y salen por las puertas que dan a la calle y por las
puertas que les devuelven de la Mezquita. Hay un bosque dentro y
hay un bosque fuera. 98 naranjos en el exterior, 850 columnas de
mármol en el interior. Ambos eran lugares de oración, ambos son
lugares de reposo.
El jardín murado que parece ser el más antiguo de Europa, que se
empezó a construir junto a la Mezquita en el siglo VIII sobre una
basílica visigoda y que ha sufrido modificaciones y ampliaciones a
los largo de los siglos. es grande para ser patio ya que tiene 50
x130 m dividido en tres zonas, pero hay que tener en cuenta que se
usaba como lugar de oración. Sobre la vegetación incluida al
principio no se tienen demasiados datos. Había palmeras después de
la conquista de la ciudad, y es probable que hubiese plantados con
anterioridad naranjos y limoneros ya que estos son los más
frecuentes en otras mezquitas.
Cuando la mezquita se convierte en catedral durante el siglo XVI
se modifica la tipología del patio islámico. En el siglo XIII se
habían plantado palmeras y en el XV hay constancia de la presencia
de naranjos, a los que se añadieron olivos y cipreses en el XVIII.
En la actualidad hay mezclados también cinamomos.
El olivo enrejado
Junto a la fuente central del patio
encontramos un olivo en estado precario y completamente
inaccesible por estar rodeado por una reja. y que al parecer es
el más antiguo de la zona, incluso algunos investigadores
consideran que los olivos fueron anteriores a los naranjos y que
puedan datar de la época califal. En la mezquita de San José del
Albaicín en Granada se ha citado un olivo cargado de aceitunas.
Las contradicciones son frecuentes cuando se quiere saber que
vegetación había en el Patio en el esplendor de Córdoba y hay
quien afirma que no había naranjos sino olivos, laureles y
cipreses.
EL BOSQUE INTERIOR
Por MERCHE S. CALLE
El viajero se detuvo paralizado.
Sus pupilas se adaptaban al interior tras la cegadora luz
del patio
Pero no lo paralizó la luz
Sino el bosque
Lo había leído, lo había visto en imágenes
Lo había soñado
"850 columnas de mármol, jaspe y granito sobre las que se apoyan
trescientos sesenta y cinco arcos de herradura bicolores...."
Nada le prepara para el primer impacto
Atraviesa la puerta de Las Palmas y recibe el shock
El infinito tiempo transcurrido parecía detenido, inmutable.
Más de un milenio y aún estaba allí
El esplendor y la gloria
Las cientos de voces de turistas que deambulaban
susurrando no podían evitar la impresión.
Paseó despacio por el ordenado bosque
Toda Córdoba se definía allí
La que era y todas las que había sido.
La capital de al Andalus, la Córdoba de los Omeyas
y todas las que luego han sido.
Los datos pasaban veloces... Cuando se empezó a construir, a
imagen de Damasco y con todos los elementos hispano-romanos que la
rodean imbricándose en ellos, la procedencia de las columnas tan
variada y cómo encajan allí pareciendo un todo.
Y luego la destrucción o el intento de hacerlo y como ha
permanecido entrelazado, como un híbrido que los siglos han
pulido.
Carlos V dijo al verlo: "
habéis tomado algo único y lo habéis
convertido en algo mundano"
Pero el tiempo todo lo cura
Las ciudades soñadas no existen
Se inventan y se descubren.
Y el viajero las encuentra y las transforma
Las hace suyas
Y ya no importan quienes las construyeron
quienes las vivieron
quienes las conquistaron.
Solo importan los que las soñaron
Los que aún la sueñan.
TEMAS RELACIONADOS
Las flores de los
poetas de al-Andalus
La
Alhambra,
Isla ecológica
El patio nazarí,
la unidad entre naturaleza y arquitectura
Generalife, el
jardín de Palacio
El patio de
la Mezquita de Córdoba
La Alcazaba
de Málaga
Salinas de La Malahá,
Granada
Sotos de la
Albolafia en Córdoba
Carmen de los
Mártires Jardín de jardines
El huerto
monacal / El jardín del convento Plantas medicinales,
arboles frutales y ornamentales conviven en el jardín
Alcazaba de Almería
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío