FOTO: J. E. GÓMEZ * WASTE MAGAZINE
LA
REINTRODUCCIÓN DE LOS LOBOS EN EUROPA
Numerosas
organizaciones benéficas de toda Europa han defendido activamente la reintroducción de lobos en
hábitats de todo el continente. Dicha política ha sido recibida con cierto entusiasmo por parte de
los gobiernos, no obstante, no está exenta de controversias y críticas. Se han elaborado
innumerables estudios que demuestran que la reintroducción de lobos en una zona puede ayudar a la
biodiversidad del ecosistema. Pero, por otro lado, algunos de esos estudios han sido criticados.
Como es lógico, suele haber oposición por parte de los agricultores y ganaderos, así como de
quienes afirman que el coste es demasiado elevado.
Buena parte de las pruebas citadas por los estudios proceden de la exitosa reintroducción de lobos
en dos zonas de Estados Unidos: el Parque Nacional de Yellowstone y partes de Idaho cubiertas por
las Montañas Rocosas del norte. Hace ya casi 30 años (1995) que
se
reintrodujeron los lobos grises en su antiguo hábitat. En esas zonas, sobre todo en
Yellowstone, se ha demostrado que tanto la población de lobos como el ecosistema en general han
prosperado.
Una especie clave
El argumento es lógico. Los partidarios de la reintroducción señalan que los lobos son una especie
"clave". Esto significa que tiene un efecto desproporcionadamente grande sobre el resto de la
población y el medio ambiente. En el caso de Yellowstone, la población de lobos limita el número y
los movimientos de los alces. Al desaparecer la población de lobos en la década de 1930, el número
de alces se disparó y los daños al entorno fueron considerables. Tras la reintroducción del lobo
gris, todo, desde las poblaciones de castores hasta ciertos tipos de fauna, empezó a prosperar de
nuevo.
Además, también hay un argumento romántico. El lobo es un animal icónico, que sigue siendo
venerado a través del simbolismo y la iconografía de la cultura moderna. Vemos al animal en libros
como el famoso homenaje de Jack London en "Call of the Wild",
juegos
de temática animal como Wolf Gold, e incluso nombres de equipos deportivos. Este animal
guarda resonancia con nosotros, así que ¿quién no querría que se reintrodujeran estos hermosos
animales en países europeos tan diversos como el Reino Unido, Dinamarca o Italia?
No obstante, debemos tener una nota de precaución. Es preciso matizar el éxito de las
reintroducciones en Estados Unidos con algunos hechos. En primer lugar, Europa no es Estados
Unidos. Yellowstone no es más que un ejemplo de las vastas extensiones de espacios naturales del
país que son incomparables con la geografía europea. Idaho, por ejemplo, es más grande que
Dinamarca, Suiza, Bélgica y los Países Bajos juntos. Sin embargo, su población es sólo ligeramente
mayor que la de Barcelona.
El alcance real del impacto de los lobos podría tardar décadas en conocerse
Lo más importante es la falta de pruebas sobre
el
impacto de los lobos en el medio ambiente. Conocemos algunos datos de los experimentos
estadounidenses, pero pasarán muchas décadas hasta que se conozca el verdadero alcance. Si
queremos ser objetivos en el proceso, debemos admitir que también es posible que la reintroducción
de lobos tenga un impacto negativo en el medio ambiente.
En la mayoría de los casos,
la
reintroducción de lobos se ha limitado al norte de Europa, sobre todo al norte de
Escandinavia. En parte ha sido algo natural -debido a la migración de las poblaciones rusas de
lobos-, pero algunos de los planes de reintroducción han encontrado oposición. La falta de
diversidad genética en la población de lobos escandinavos ha sido uno de los principales motivos
de preocupación, lo que puede provocar graves problemas en los animales.
La cuestión, en general, es que siempre debemos tratar la situación con precaución. Los románticos
entre nosotros siempre creerán que la reintroducción de poblaciones de lobos sólo tendrá un
resultado positivo. El éxito de los experimentos estadounidenses puede dar fe de ello. Pero
también hay problemas, como el coste, ya que algunas estimaciones sugieren que el coste por lobo
ronda el millón de dólares. Por supuesto, muchos de nosotros creemos que el dinero no significa
nada cuando se compara con el retorno del icónico depredador, pero inevitablemente será tenido en
cuenta por los gobiernos.
Muchos confiamos en que se consiga, y que veamos lobos majestuosos en todas las partes de Europa
donde antes vagaban libremente. Sin embargo, la prudencia siempre será preferible a la
imprudencia.
FOTO: J. E. GÓMEZ * WASTE MAGAZINE
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