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MAGAZINE / MERCHE S. CALLE * JUAN ENRIQUE GÓMEZ * © Textos,
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© JUAN ENRIQUE GÓMEZ * MERCHE S. CALLE
PROTOCOLO
DE KIOTO
CAMBIO CLIMÁTICO * RAZONES Y CONSECUENCIAS
FOTOS: J. E. GÓMEZ
LOS DESASTRES
PROTOCOLO DE KIOTO Y CAMBIO CLIMÁTICO, RAZONES Y CONSECUENCIAS
¿Qué es el Protocolo de Kioto?
Un acuerdo internacional que aboga por la
reducción de las emisiones de CO2 y otros gases (metano, óxido
nitroso, hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y
hexafloruro de azufre) para mitigar el efecto invernadero. En
todo el mundo se arrojan a la atmósfera 60.000 millones de
toneladas de CO2, el 80% procedentes del uso del petróleo, del
carbón y del gas.
¿Cómo nació y cuándo entra en vigor?
Los países industrializados suscribieron en
1997 el Protocolo, que debería entrar en vigor el 16 de febrero
de 2005, es decir, hoy. Para ello se requería la firma de al
menos 55 estados y que entre todos sumaran el 55% de las
emisiones de 1990, algo que no ocurrió hasta el año pasado con
la aceptación de Rusia. Lo han firmado más de 140 países y
ratificado 128. Estados Unidos (que aporta la cuarta parte de
las emisiones mundiales de CO2), entre otros, sigue al margen.
¿Qué exige?
Que los países firmantes reduzcan en
conjunto un 5,2% sus emisiones entre 2008 y 2012 en relación a
1990. Pero depende de cada caso. La UE debe reducir un 8%, con
las excepciones de Portugal, Grecia, España, Irlanda y Suecia,
autorizadas a incrementar sus emisiones por su retraso industria
en aquel año. Las naciones en desarrollo, como China, India y
Brasil, no están obligadas a recortar sus emisiones al menos en
la primera fase.
¿Cuál es la situación en España?
España es el país firmante que más incumple
las obligaciones de Kioto: con un aumento del 40% en sus
emisiones, casi el triple de lo que le permite el tratado (15%).
¿Cómo librarse de las sanciones?
Los países que sobrepasan el límite máximo
de emisiones pueden comprar derechos de emisión a aquellos
estados que no alcanzan el tope. También podrán 'descontarse'
emisiones ayudando a países subdesarrollados con proyectos
de eficiencia energética y de reducción de la contaminación. Y
plantando superficie boscosa que compense con sus emisiones de
oxígeno las de CO2.
El
imparable cambio climático
Un estudio firmado por más de
cincuenta científicos augura para finales de siglo aumentos de
temperaturas de 4 a 7 grados y mayor frecuencia de olas de
calor, inundaciones e incendios.
- Confirma a la Península Ibérica como un
área geográfica más vulnerable que la media europea y mundial.
Madrid, (COLPISA, Arantza Prádanos)
España forma parte del infausto 'club'
mundial de las regiones más vulnerables al cambio climático en
el presente y, sobre todo, en un futuro muy próximo. Un completo
estudio encargado por el Ministerio de Medio Ambiente y firmado
por los principales especialistas del país augura aumentos de
temperaturas de entre 4 y 7 grados para finales de siglo y una
cadena de alteraciones climatológicas que agravarán la
desertización del país, la escasez crónica de agua en algunas
regiones y la posible pérdida de una parte del litoral por la
subida del nivel del mar.
Es un estudio inédito por su magnitud - lo
firman más de cincuenta científicos de 16 universidades, 7
centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), 9 Organismos Públicos de Investigación (OPI's) y
empresas privadas, y han participado casi 400 expertos españoles
e internacionales- y aterrador en sus conclusiones. Se
presentó este martes, víspera de la entrada en vigor del
Protocolo de Kioto, el único instrumento internacional de lucha
contra el calentamiento planetario, y corrobora lo ya apuntado
por el Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC) y la
Agencia Europea del Medio Ambiente; la Península Ibérica es, por
su perfil geográfico y su variado clima, una de las zonas más
expuestas al aumento térmico previsto para las próximas décadas
en todo el mundo.
Los registros más recientes y las
predicciones más fiables coinciden. En los últimos cien años
España ha se ha calentado 1,5 grados centígrados, más del doble
del promedio global - 0,6 grados- , y más que la media europea -
0,95 grados-. Para finales del siglo XXI, entre los años 2.070 y
2.100, las proyecciones hablan de subidas de temperaturas de
hasta 7 grados en verano y 4 en invierno, más extremas en el
interior que en las costas aunque afectará a todas las regiones.
A partir de ahí, el rosario de consecuencias
es inacabable. De entrada, serán más frecuentes los días con
temperaturas punta máximas; las olas de calor como la que abrasó
la península en 2003; los incendios; los fenómenos
climatológicos extremos, como las inundaciones. A la vez,
descenderá el nivel medio de precipitaciones, sobre todo en
primavera. El informe calcula que para finales de este siglo
España podría haber perdido ya el 22% de sus recursos hídricos,
con un impacto dramático en las cuencas que ya hoy tienen
déficit crónicos, como las del Segura, Júcar, Guadalquivir,
Guadiana, Canarias, Sur y Baleares.
Mientras la aguas interiores se agotan, el
agua marina avanza. La elevación del nivel de los mares fruto
del deshielo gradual de ambos polos y los hielos continentales
podría oscilar entre 10 y 68 centímetros para finales de siglo.
En lo que toca a España, "es razonable pensar esperar una subida
de 50 centímetros del nivel medio del mar, con un metro como
escenario más pesimista", subraya el informe. Resultado, la
pérdida de un número importante de playas, "sobre todo en el
Cantábrico", y la inundación de zonas bajas, caso del Delta del
Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor y costa de Doñana.
En España, como en el resto del planeta, el
impacto del calentamiento no será homogéneo; afectará más a las
áreas más vulnerables, zonas con escasez de agua, alto grado de
desertización, sobrecarga urbanística, etc.
Dos escenarios
Los especialistas barajan dos escenarios en
función de cómo evolucionen en el mundo las emisiones de gases
de efecto invernadero (GEI), responsables del cambio climático.
Uno malo -el llamado B2- , y otro peor - A2. El primero
contempla para el año 2.100 el doble de las emisiones actuales y
una concentración de CO" en la atmósfera de 760 partes por
millón de CO2 en la atmósfera. Al segundo escenario se llegaría
si la comunidad internacional no ataja el problema e implicaría
un aumento del 120% de las emisiones, hasta las 850 partes por
millón, lo que dispararía el calentamiento global muy por encima
del límite catastrófico a partir de los dos grados centígrados.
Kioto 2,
más allá del 2012
IX Conferencia de la ONU sobre Cambio
Climático - Montreal - diciembre 2005
El acuerdo climático debería entrar en
vigor en 2012, cuando expire el actual pacto sobre gases de
efecto invernadero Los firmantes no están obligados a entablar
negociaciones
Un acuerdo de mínimos contra
el cambio climático salva la cumbre de Montreal
Colpisa /Ideal
10 diciembre 2005.- La conferencia de la ONU
sobre el cambio climático concluyó con el acuerdo de todos los
países firmantes del Tratado de Kioto y Estados Unidos de
consensuar acciones de largo plazo contra los gases de efecto
invernadero. Además de prolongar el Tratado de Kioto más allá de
2012, la delegación estadounidense, país responsable del 25% de
los gases de efecto invernadero, aceptó participar en
conversaciones con todos los países del mundo sobre el
calentamiento del planeta y el cambio climático, pero sin plazos
y sin obligaciones prescritas.
«Terminamos nuestro maratón de Montreal,
aunque el camino por recorrer es largo. Vamos a reconciliar a la
humanidad con el planeta», dijo el ministro canadiense de medio
ambiente, Stephane Dion, al dar por concluida la conferencia. La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático tenía la misión de establecer las acciones para
limitar las emisiones de gases de combustibles fósiles, que
según los científicos son responsables del calentamiento global
que afecta el frágil sistema climático de la Tierra.
Tras las negociaciones, que en algunos
puntos llegaron a ser «muy duras», según los participantes, los
firmantes del Tratado de Kioto acordaron iniciar el «diálogo»
sobre las acciones para detener las emisiones más allá de 2012,
año en que expira el acuerdo ratificado en la localidad
japonesa.
Este diálogo debe permitir el lanzamiento de
una «acción de cooperación a largo plazo para afrontar el
calentamiento climático», señala el texto del acuerdo. El
documento precisa, sin embargo, que ese «diálogo (...) no
llevará a ninguna negociación susceptible de conducir a nuevos
compromisos» de reducción de gases con efecto invernadero.
El resultado de la conferencia, que movilizó
a cerca de 10.000 personas durante dos semanas y a unos cien
ministros de medio ambiente desde el miércoles, fue un
importante espaldarazo a un Tratado que avanza entre obstáculos
desde marzo de 2001, cuando no fue ratificado por Estados
Unidos, el país que más contamina del mundo.
Canadienses y europeos
La presidencia canadiense, con el apoyo de
los europeos, logró 'in extremis' integrar a Estados Unidos en
el relanzamiento de un diálogo no vinculante sobre las futuras
acciones a tomar, lo que dejó la puerta abierta a países como
China o India, cuyas emisiones de gases contaminantes están en
aumento debido a su acelerado crecimiento económico.
«Si no hacemos nada más allá de lo que
hacemos hoy, las emisiones habrán aumentado un 50% de aquí a
2030, cuando deberíamos haberlas disminuido ese tanto», señaló
Dion.
La negativa rusa
Mientras Estados Unidos, que ha sido
señalado en varias ocasiones como el 'villano' de la película
por diplomáticos de distintos países indignados por su negativa
a todo compromiso vinculante, Rusia ha sido, contra toda
expectativa, la que bloqueó a última hora la conclusión de los
trabajos. Sus representantes se opusieron públicamente a un
prolongamiento de Kioto que imponga sólo reducciones de
emisiones de gases de efecto invernadero a los países
industrializados. Rusia reclamó la inclusión de una mención que
abra el camino a compromisos voluntarios de parte de países en
desarrollo.
Más de una veintena de países se turnaron en
el plenario suplicando a Rusia que no bloqueara la conferencia.
Al final, la presidencia canadiense se dirigió directamente a
Moscú para desbloquear la situación.
Ahora, las discusiones estarán abiertas a
los 157 Estados participantes de la Convención de la ONU -Kioto-
con el fin de integrar a la mayor cantidad posible de países,
entre los cuales se cuenta a Estados Unidos y países de
economías emergentes como India, Brasil y China.
9 diciembre-2005.-
La Unión Europea (UE), Canadá y los
países en vías de desarrollo llegaron a un acuerdo en
Montreal, en el que Estados Unidos se niega a participar
hasta el momento, para abrir conversaciones sobre las medidas
contra el cambio climático a tomar después de 2012, una vez que
expire el Protocolo de Kioto. El acuerdo alcanzado en Montreal,
dentro de la IX Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático,
para avanzar en el convenio marco de las Naciones Unidas sobre
este tema insiste en varias ocasiones en que estas
conversaciones «no obligan» a negociar, según fuentes
comunitarias.
Ahora se debate si el acuerdo estará
acompañado por una declaración política, a lo que varios países
se resisten por temor a que se interprete como una crítica a EE
UU y se bloquee definitivamente la posibilidad de que ese país
se sume al acuerdo. El pacto alcanzado entre la UE, Canadá y los
países en desarrollo (G77), que todavía tiene que hacerse
oficial con la aceptación formal de todas las partes, se centra
en el uso de talleres de trabajo como medio de avanzar en las
conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático. Este
planteamiento también estaría encaminado a facilitar la
incorporación futura de EE UU, país que en Montreal insistió en
que no puede aceptar implicarse en negociaciones «formales»
sobre el cambio climático.
A pesar de esas concesiones, ni EE UU ni
Arabia Saudí han mostrado por el momento interés en sumarse al
acuerdo. Fuentes comunitarias han destacado que EE UU ni
siquiera ha participado en Montreal en algunas de las reuniones
de última hora.
El acuerdo establece que para el 15 de abril
del año próximo los firmantes deben presentar sus propuestas
sobre cómo desarrollar las conversaciones. También indica que
los firmantes no estarán obligados a entablar negociaciones
formales y deja que los países del Anexo I se acojan de forma
voluntaria a limitar sus emisiones de gases causantes del efecto
invernadero, al que se achaca el sobrecalentamiento del planeta
y el consiguiente cambio climático.
«Proceso sin retorno»
El texto, aunque de mínimos, satisface en
principio a las organizaciones ecologistas porque se ha llegado
a un pacto en el marco del Protocolo de Kioto -acuerdo
internacional para limitar las emisiones causantes del efecto
invernadero- para la apertura de negociaciones que pondrán en
marcha 'Kioto 2'. Mar Asunción, representante española de
WWF/Adena, señaló ayer que las organizaciones ecologistas
«consideran bueno que ya se haya llegado a un acuerdo aunque se
queden fuera Estados Unidos y Arabia Saudí», mientras el texto
para la continuación de Kioto siga adelante.
Para Asunción, aunque no se establecen en el
texto aprobado fechas para el comienzo de negociaciones para
Kioto 2, «sí se señala que haya tiempo suficiente para la
ratificación» en 2012, año en que expira el actual acuerdo sobre
emisiones de gases de efecto invernadero.
El protocolo de
Kioto entra en vigor
Madrid, 15 febrero 2005 (COLPISA, A. P.)
Firmado en 1997 en la ciudad japonesa
homónima, el Protocolo de Kioto, el tratado medioambiental más
ambicioso de mundo, entra en vigor después de ocho años de pasos
adelante y sonadas deserciones. La más sangrante, la de EEUU, el
mayor contaminador del planeta, responsable de una cuarta parte
del total del emisiones de dióxido de carbono (CO2) y los otros
cinco gases de efecto invernadero, metano, óxido nitroso,
hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonados y hexafloruro de
azufre.
- En la actualidad lo han firmado más de 140
países, y ratificado 128. La reciente adhesión de Rusia al
tratado hizo posible su entrada en vigor. Se cumplía así el
requisito clave, que se vincularan a él al menos 55 países cuya
emisiones sumaran el 55% del total mundial.
- Además de EEUU, sigue fuera del acuerdo
Australia entre los países más ricos.
- El Protocolo compromete a los países
industrializados a rebajar al menos el 5,2% de sus
vertidos atmosféricos contaminantes entre los años 2008 y 2012
en relación al año base marcado como referencia, 1990.
- Las naciones en vías de desarrollo,
incluso algunas economías emergentes de la potencia de China,
India o Brasil, no están obligadas a recortar sus emisiones al
menos en su primera fase de aplicación.
- El tratado fija para la Europa comunitaria
una reducción conjunta del 8% respecto al nivel de 1990. Es la
llamada 'burbuja comunitaria', que establece algunas
excepciones. Portugal, Grecia, España, Irlanda y Suecia están
autorizadas a incrementar sus emisiones debido sobre todo a un
cierto retraso industrial respecto de la media comunitaria en el
año base (1990).
- Con un aumento del 45% en sus emisiones,
el triple de lo que le permite el acuerdo
(+15%), España es el país firmante con mayor grado de
incumplimiento de las obligaciones adquiridas en Kioto.
+ La entrada en vigor del Protocolo activará
la puesta en marcha del mercado internacional de compraventa de
derechos de emisión entre países.
- El tratado establece además unos
mecanismos de flexibilidad, los llamados Mecanismos de
Desarrollo Limpio (MDL), para ayudar a los países afectados por
el recorte a cumplir los objetivos marcados. Podrán
'descontarse' emisiones por labores forestales y agrícolas, y
por los llamados sumideros de carbono (bosques y selvas);
también, por invertir en la implantación de energías limpias y
renovables en países en vías de desarrollo.
- En el mundo se emiten a la atmósfera
600.000 toneladas de CO2 al año; el 80% producido por el uso del
petróleo y las demás fuentes energéticas fósiles (carbón y gas).
- Según Naciones Unidas, es necesario
reducir entre las emisiones a la mitad para el 2050 con el fin
de frenar el calentamiento planetario ya en marcha. De seguir en
la línea actual, el aumento de las temperaturas mundiales en
2.100 podrían oscilar entre 1,4 y 5,8 grados. Las consecuencias
incluyen el deshielo de glaciares y de amplias áreas de los dos
polos, elevación del nivel del mar, inundación de zonas
costeras, desaparición de islas, alteraciones en la flora y
fauna, y el surgimiento de nuevas enfermedades para la especie
humana.
La negativa USA
Estados Unidos, que emite el 36 por ciento
de los gases contaminantes, no ha ratificado el tratado al
alegar que China y la India quedan exentos de ese compromiso.
En opinión del presidente estadounidense,
George W. Bush, eso representaría un agravio para su país, que
se vería perjudicado por las grandes inversiones que debería
hacer la industria y supondría una pérdida de competitividad
económica.
Las disposiciones de reducción de gases del
Protocolo de Kioto representarían que Estados Unidos debería
reducir en 7 por ciento sus emisiones, especialmente de dióxido
de carbono.
A esos gases se atribuyen, además del efecto
invernadero, el aumento de la temperatura del planeta lo que es
susceptible de originar el deshielo y la destrucción de la capa
de ozono.
De acuerdo con el Protocolo, los países de
la UE deberían reducir entre un 6 y un 8 por ciento sus
emisiones de gases en ese periodo, aunque en los últimos años ya
se han hecho esfuerzos en esa dirección, especialmente en
sectores de energía, industria, agricultura y vertidos, aunque
no suficientemente en materia de transportes.
Los Estados Parte del Protocolo de Kioto son
invitados en el texto del acuerdo a hacer un esfuerzo de control
y transparencia sobre sus emisiones de gases contaminantes y a
presentar datos más precisos y reales.
Los objetivos del convenio no se limitan a
la emisión de gases sino que incluyen además la promoción de la
agricultura sostenible, el fomento de investigación y la
inversión en energías renovables o la supresión de subsidios e
incentivos fiscales a las empresas contaminantes.
La temperatura subirá a pesar del
protocolo y su cumplimiento
Santander, 16 feb 2005 (EFE).- La
temperatura del planeta subirá 1,5 grados para el año 2100 en el
caso de que se aplique estrictamente el Protocolo de Kioto y
según los distintos modelos de predicciones que manejan los
científicos, explicó hoy el jefe del departamento de Ciencias de
la Ingeniería de la Universidad de Oxford, Richard Darton.
Darton, considerado como uno de los mayores
expertos en cambio climático y desarrollo sostenible, aclaró, en
conferencia de prensa, que esas predicciones hay que tomarlas
"como lo que son, predicciones" y apuntan a un calentamiento del
planeta de entre 1,5 y 5 grados.
Según este profesor esa diferencia de
temperaturas en las predicciones no obedece tanto a la
incertidumbre de los modelos como a la actitud que tengan los
gobiernos en los próximos años.
En el caso de que se adopten medidas firmes,
indicó, el calentamiento del planeta será menor, de tal forma
que si se aplica el Protocolo de Kioto, que hoy entra en vigor y
plantea una vuelta a los niveles de emisiones de gases de efecto
invernadero de 1990, el aumento de la temperatura sería de 1,5
grados.
Richard Darton subrayó que el consumo
de energía se ha duplicado en los últimos 30 años y podría
volver a duplicarse en los 30 próximos. En Estados Unidos y en
algunos países de la Unión Europea se consume diez veces más
energía que en los países que ahora están en vías de desarrollo,
lo que hace pensar que la demanda seguirá aumentando a nivel
mundial.
Además, el 90 por ciento de esa energía
procede de combustibles fósiles, el petróleo y en menor medida
el gas natural.
"El uso energético actual no es soportable
con el ritmo actual", sentenció el profesor, quien opinó que se
debe volver a considerar y analizar la alternativa nuclear.
Para Darton, esa es una cuestión "difícil"
ya que, por una parte, la energía nuclear permitiría reducir el
consumo de combustibles fósiles y por tanto las emisiones de
CO2, pero, por otra, la sociedad debe tener la garantía de que
los residuos nucleares no comprometerán la seguridad de las
generaciones futuras.
Aunque puntualizó que se ha mejorado esta
tecnología desde 1970, consideró que aún tiene que alcanzar un
mayor desarrollo.
Richard Darton se mostró "muy optimista"
ante la posibilidad de que Estados Unidos suscriba el protocolo
de Kioto dentro de unos años, tras señalar que este país
necesita "más tiempo" antes de adherirse al acuerdo.
Según este experto, hay que tener en cuenta
que la economía de Estados Unidos "ha ido más rápida que la de
otros países y eso significa que el cumplimiento del protocolo
tendría efectos mayores".
El
cambio climático amenaza con anegar zonas costeras de España
y con más sequías
Un estudio elaborado por 400 científicos
pinta un panorama apocalíptico a final de siglo: olas de
calor,
plagas, incendios y desaparición de
especies diversas
Por Julián Méndez / Ideal
El nivel de las aguas costeras subirá un
metro y anegará zonas habitadas; enfermedades transmitidas por
mosquitos como la malaria o el dengue podrían incrementar su
presencia en España; la temperatura media subirá hasta 7 grados
en verano, incidiendo en la calidad de vida de la población;
habrá más incendios forestales, más crecidas de ríos y aludes;
desaparecerán especies animales y vegetales; escaseará el agua
en las regiones más áridas; proliferarán los organismos
invasores; el régimen de lluvias se alterará; el turismo
disminuirá su peso económico... La Península Ibérica cambiará de
cara.
«El tiempo de espera para actuar,
simplemente, se ha acabado». La frase, pronunciada por José
Manuel Moreno, catedrático de Ecología del departamento de
Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha,
tiene el aire de un ultimátum y fue dicha ayer durante la
presentación del informe sobre los impactos en España del cambio
climático y en el que han participado 400 científicos.
La llamada de atención no pudo ser más
directa. Y se hizo en presencia de la ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona. Las consecuencias del calentamiento
global que ya se dejan notar (ola de calor de 2003, deshielo de
glaciares pirenaicos, incremento de la temperatura en 1,5 grados
en el último siglo, traslado de pesquerías de anchoa y atún cada
vez más al Norte, migraciones de aves y floraciones más
tempranas) no son nada comparado con lo que se avecina.
Y lo peor es que ya debería haberse empezado
a ponerle freno. Como recuerda Raquel Montón, de Greenpeace,
España se comprometió a limitar a un 15% el incremento de sus
emisiones de gases contaminantes hasta el año 2012. Sin embargo,
hoy produce un 40% más de dióxido de carbono que en 1990, año
tomado como referencia, convirtiéndose así en el país
industrializado más alejado de su objetivo.
Ayer, víspera de la entrada en vigor del
Protocolo de Kioto, un miembro del Gobierno presentaba un futuro
desalentador para el país. «La mejor forma de combatir el cambio
climático es mitigarlo, reducir las emisiones de aquellos gases
que lo producen», decía Narbona. Pero las preguntas son muchas:
¿hay voluntad de hacerlo? ¿cómo?, ¿dará tiempo?, ¿cómo se
conjuga el desarrollo económico y el respeto por el planeta?,
¿qué hará Estados Unidos, fuera del tratado, y productor de una
cuarta parte de los gases causantes del calentamiento global?
Mientras, los expertos han diseñado dos
escenarios en función de la evolución mundial de la emisión de
gases de efecto invernadero. El primero (malo) prevé que en 2100
se hayan doblado las emisiones actuales. En el segundo supuesto
(el peor), la actividad humana habría enviado a la atmósfera un
120% más de gases que hoy. Esto es lo que podría pasar en
España.
Siete
grados más en verano
La proyección más desfavorable estima que
entre 2070 y 2100 las temperaturas subirán hasta 7 grados en
verano y 4 en invierno. Se incrementarán los días con
temperaturas máximas extremas, sobre todo, en primavera. Los
científicos desconocen si las especies serán capaces de
evolucionar y adaptarse al cambio climático. Las islas son las
áreas más vulnerables. Se prevé una reducción de la
productividad marina y, por tanto, de las capturas. La subida
del nivel de las aguas puede llegar a un metro. Se
perderían playas, sobre todo en el Cantábrico, y se inundarían
zonas como el delta del Ebro, Manga del Mar Menor, costa de
Doñana...
Cuencas resecas y más incendios
Como lloverá menos, las reservas de agua
disminuirán. A finales de siglo, podría haber un 22% menos de
agua en España. Las cuencas más afectadas serían las del
Guadiana, Segura, Júcar, Guadalquivir y otras áreas de
Andalucía, Canarias y Baleares. Habrá más incendios y una mayor
demanda de regadío. Las tierras de cultivo se empobrecerán. Será
necesario redefinir la política hidráulica, energética,
agrícola, científica y medioambiental, entre otras.
Migraciones hacia el Norte
Desaparecerán flores y especies animales
exclusivas de la Península. Otras migrarán hacia el Norte o
buscarán mayores alturas. Las especies forestales se verán
afectadas: la polinización será más prolongada, habrá más casos
de asma.
Más plagas y parásitos
El incremento de las temperaturas aumenta el
nivel de estrés: las explotaciones serán menos rentables. Habrá
cambios en el alcance y distribución de las plagas. Inviernos
más suaves y húmedos incrementarán la supervivencia de los
parásitos. En Pirineos, cordillera Cantábrica y cordilleras
Béticas habrá más aludes y desprendimientos. También, mayor
erosión.
Más enfermades y menos turismo
Se incrementará la demanda de petróleo y gas
natural para hacer frente al consumo energético. Las
alteraciones en los ecosistemas harán que éstos no aporten los
beneficios sociales, económicos y ambientales actuales,
afectando al turismo. Aumentará la contaminación y los problemas
de salud. Podría incrementarse la incidencia de enfermedades
transmitidas por mosquitos ?como dengue, enfermedad del Nilo
Occidental y malaria? y garrapatas. Los mayores de 65 años y las
personas con bronquitis crónica, asma o enfermedades cardiacas
son los grupos más vulnerables al posible incremento de la
contaminación atmosférica. Habrá más ozono y mayor número de
partículas en suspensión.
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