PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
JOYAS NATURALES DEL SURESTE IBÉRICO
Granada, Almería y Jaén aglutinan en su territorio más especies de
flora y fauna endémica que en el resto del continente europeo
Algo más de 300 especies, sobre todo de plantas e insectos, solo
pueden encontrarse en los espacios naturales de Andalucía oriental
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Habitan en parajes singulares. En su mayoría forman parte de
ecosistemas extremos que exigen una altísima especialización para
poder sobrevivir. Es la biodiversidad que puede considerarse única
en el mundo y que tiene su reducto vital en el sureste de la
península Ibérica. Una importante cantidad de especies de flora y
fauna que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
Granada, Jaén y Almería, concentran el mayor número de especies de
flora y fauna endémica de toda Europa. Sierras, bosques, riberas y
humedales en los que viven más especies únicas que en el resto del
continente. Se pueden considerar verdaderas joyas naturales,
muchas de ellas, amenazadas de extinción.
Nevadensia purpurea * Sierra Nevada
Cada una de las tres provincias de Andalucía oriental concentra
entre 2.500 y 3.500 especies de flora. Granada, con 3.500 es la
que mayor número de taxones de flora posee gracias a la presencia
de tres de los grandes espacios naturales más singulares de la
península, Sierra nevada, la sierra de Baza y la de Castril. Le
sigue Almería, con 2.900 especies de plantas, muchas de ellas
compartidas con Granada en Sierra Nevada. Jaén es la provincia que
menos tiene, pero son 2.500 especies lo que, por sí solo,
constituye alrededor del 25% del total nacional. Pero la gran
riqueza biológica de estos tres territorios, que pueden dividirse
en zonas biogeográficas, más que en términos administrativos y
fronteras provinciales, se encuentra en la existencia de especies
únicas en el mundo.
Solo en la provincia de Granada, especialmente por la presencia de
Sierra Nevada, existen 228 endemismos, de los que 80 son locales,
únicos en el mundo, y el resto, béticos, es decir, andaluces, o
ibero-norteafricanos. Muchos de ellos también forman parte de los
endemismos del territorio almeriense, donde las sierras de María,
Cabo de Gata, Gádor, y sobre todo los subdesiertos de
Tabernas, concentran otra parte importante de los endemismos del
sureste, con alrededor de una treintena de endemismos locales
repartidos por su territorio interior. En Jaén, las sierras de
Cazorla, Segura y la Villas, poseen un alto nivel de endemicidad,
con 360 endemismos de los que 110 son andaluces y 35 únicos de
estas sierras. Además, en la impresionante biodiversidad de la
Sierra de Mágina, se encuentran otros cuatro endemismos exclusivos
del parque natural.
Vivir en las altas cumbres de Sierra Nevada no es fácil. Las
especies necesitan adaptarse a condiciones meteorológicas
realmente extremas. Han de soportar meses bajo la nieve y veranos
de una fortísima insolación. Esta singularidad, unida a su
posición geográfica, ha generado que una gran cantidad de especies
no hayan podido expandirse hacia otros territorios. Borreguiles y
pastizales, pedregales y cascajales, son los ecosistemas donde
habitan numerosos endemismos nevadenses. Desde la conocida
manzanilla real, Artemisia granatensis, hasta especies tan
singulares como la planta carnívora, Pinguicola nevadensis, y
otras muchas que crecen en los borreguiles, como la Gentiana
pneumonanthe subsp. depressa que se encuentra en la parte
granadina y también en la almeriense del macizo montañoso.
Especies como el Tephroseris elodes, cerca de arroyos, Erigerum
frigidus en los grandes roquedos, igual que la llamada Nevadensia
purpurea, son tesoros botánicos en peligro de extinción, las dos
primeras en grado crítico y la tercera, vulnerable.
Polyommatum golgus
Entre los invertebrados, 148 especies de insectos son endémicos de
Sierra Nevada, algunos de ellos tan llamativos como la chicharra
de Sierra Nevada, Baetica ustulata, que puede observarse en los
cascajales de acceso a las cumbres. Mariposas, tan conocidas y
emblemáticas como Parnassius apollo nevadensis, y otras como la
niña de Sierra Nevada, Polyommatus golgus, y Agriades zullichi,
consideradas como joyas entomológicas de alto valor.
En el territorio jienenses, las sierras de Cazorla, Segura y las
Villas, poseen especies únicas que llevan su nombre. Es el caso de
una pequeña violeta de color rosado, Viola cazorlensis, que crece
en ecosistemas rocosos. Otra especie con el mismo apellido es la
Aquilegia pyrenaica subs. Cazorlensis, de ecosistemas húmedos y
arroyos de alta montaña. El geranio de Cazorla, Geranium
cazorlense y los llamados alfilerillos, Erodium cazorlanun.
En los subdesiertos almerienses, las dificultades para sovbrevivir
han generado un alto grado de endemicidad. Especies como
Moricandia foetida, collejón, tapiza las laderas de tierras de
conglomerados, igual que otra especie también única de Sorbas y
Tabernas, como Euzomodendrom bourgeanum.
En Cabo de Gata, las particulares condiciones meteorológicas,
permiten el crecimiento de especies que no pueden hacerlo en otro
lugar, como el dragoncillo del Cabo, Antirrhinum charidemi y otra
tan extraña como el chumberillo de lobo, Caralluma europea.
Almería, en un territorio tan singular como la isla de Alborán,
cuenta con el llamado Azuzón de Alborán, Senecio alboranicus.
Tres territorios en los que se puede observar todo un exclusivo
catálogo de biodiversidad singular. Especies únicas en el mundo
que deben ser cuidadas y protegidas, ya que forman parte del más
exclusivo patrimonio de la humanidad.
Senecio alboranicus
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