Huertos
familiares, huertos junto a la ciudad
El huerto del tío Paco, Pepe, Juan...
Jóvenes y mayores cultivan pequeños terrenos en la Vega para
combatir el estrés y la crisis.
Iniciativas públicas y privadas ofertan parcelitas que ya se han
convertido en huertas de primor a los bordes de la ciudad
Por Juan Enrique Gómez- Ideal-WASTE MAGAZINE

Julio 2012.- A primera hora de la mañana, Paco García, abre la
cancela de su pequeño huerto en el parque de las Alquerías, junto
a la Chana. Es un vecino de este barrio, jubilado, que un
día oyó decir que el Ayuntamiento ofrecía huertos para cultivar en
el parque situado junto a la circunvalación. Ahora es uno de los
labradores más veteranos de los que cultivan las 35 parcelas
que la concejalía de Bienestar Social ha puesto a disposición de
personas mayores, y como todo ellos, está encantado. «Yo soy de
Melicena y sí es verdad que se algo de campo, por lo que me ha
sido más fácil que a los demás». Lo cierto es que Paco tiene su
pequeño terrenito, con caseta de aperos, pulcro y ordenado, recién
regado y convertido en lo que los agricultores denominan huertos
de primor.
«Tomates, calabacines, pepinos, cebollas, ajos... y todo lo
que ahora se apetece echar a las ensaladas», dice Paco, que casi
había olvidado como se manejaba el mancajillo, igual que le
había ocurrido a Juan Muñoz, Rafael Núñez y José Moreno,
compañeros de faenas en los huertos municipales, que aunque no
sabían nada de labores agrícolas han logrado sacar un magnífico
partido a los 30 metros cuadrados de terreno que cultiva cada uno
de ellos. «Yo he plantado patatas, que son de una calidad
asombrosa, calabazas y calabacinos, habichuelas y pimientos,
tomates de pera y berenjenas, además de flores y plantas
aromáticas», dice Juan Muñoz, que ha conseguido una
magnífica cosecha, «eso si, con esfuerzo, que aquí nadie regala
nada, hay que trabajarlo con ganas, y sobre todo con ilusión»,
dice Rafael Núñez, que asegura que «de no estar aquí, ¿dónde
estarías?, en las placetas apedreando perros, o en el médico todos
los días dando la murga, esa es la verdad». Afirma que con el
huerto, se vive de otra manera, se encuentra más sano y con más
alegría.
Los huertos tienen una finalidad, ayudar a los mayores a
desarrollar una actividad que les acerca a la naturaleza, que les
devuelve a una labor sostenible y equilibradas, que les mejora sus
capacidades físicas y mentales, no cabe duda, pero también aporta
una serie de productos que no vienen nada mal en tiempos de crisis
y cuando se vive de una pensión. Es impensable que un huerto tan
pequeño pueda dar tantos productos, kilos y kilos de hortalizas.
«Unos sesenta o setenta kilos de tomates, otros cuarenta de
pimientos, igual que de cebollas y de ajos, que es muchísimo»,
dice Rafael, que comenta que ya en su casa, su mujer le dije que
no le lleve más cosas, y es que en estos huertos dan para las
necesidades de la familia, los hijos, los amigos, y lo que
encarte, e incluso para aportar a gente que no tiene recursos.
Como dice Paco García, esto tiene trabajo, pero «no puede ser lo
mismo llevarte a tu casa un producto recién cogido de la tierra, y
no el que compras después de una o dos semanas metido en una
cámara»
Un éxito
Los primeros huertos familiares de titularidad municipal se
instalaron hace algo más de un año. Recientemente el Ayuntamiento
ha entregado otros 14, que se suman a otros tres que ya hay junto
al palacio de Quinta Alegre. «Cuando empezamos había pocos
hortelanos, pero ahora los mayores de Granada están encantados.
Acabamos de adjudicar otros 14 huertos aquí y otros en Quinta
Alegre, y vamos a seguir buscando espacios para convertirlos en
huertos», dice el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de
Granada, Fernando Egea, que señala que algunos de los
usuarios de esta iniciativa le dicen que «han dejado las ‘drogas
duras’, el dominó en el bar». La realidad es que para muchos de
ellos, la única alternativa es deambular sin rumbo por las calles
y meterse en el bar, para no enclaustrarse en sus casas.
Al concejal le ha llamado la atención el grado de solidaridad de
estos labradores. «No solo llevan cosas a su familia, sino que se
unen para ayudar a personas que no tienen para poder comer. Se
vuelcan en la colaboración social».
Los hortelanos de las Alquerías dicen que muchas personas de su
edad pagan por ir a un gimnasio, «pero nosotros hacemos ejercicio
aquí, y le aseguro que ya hemos perdido un poco de buche, y estás
mejor, más activo y saludable».
Las mujeres también han querido convertirse en hortelanas. Una de
las primeras en llegar a estos huertos fue Sinforosa Pérez, que
junto a su marido, José Luis Molina, cuidan de un precioso
terrenito en el que destacan los encañados para los tomates, unos
de pera y otros especialmente buenos para ensalada. José Luis ata
con cuidado ata las ramas de las tomateras a las cañas para que no
se quiebren con el peso. Sobre él hay una botella de plástico con
agujeros y un poco de vinagre en su interior. Es para atraer a la
mosquilla que ataca a los tomates. «Es un método ecológico de
luchar contra las plagas, porque aquí todo es ecológico», como sus
fresas, de las que se siente especialmente orgulloso, y asegura
que tienen un sabor extraordinario.
Hace solo unos días ocupó su pequeño huerto, Carmen Juguera, que
junto a sus hijos ha decidido invertir su tiempo en cuidar de esta
parcelita y conseguir productos para consumir en casa. Las
primeras semillas se le perdieron porque no las plantaron a
tiempo, «pero ya no nos vuelve a pasar. Ya están creciendo los
pimientos, tomates, pimientos rojos, zanahorias, lechugas y
acelgas... y más cosas», dice Carmen, que como el resto de los
hortelanos, intenta extraer frutos de la tierra y vivir una
existencia más acorde con las esencias de la humanidad.
Cultivar la tierra en ‘parcelitas’ privadas
junto a Neptuno
¡Medio centenar de personas se hacen hortelanos
en huertos de alquiler situados en la ribera de la acequia gorda
Muy cerca de la ciudad, a 200 metros de Neptuno un joven
arquitecto, Bernardo Sánchez, arquitecto, ha puesto en
marcha una iniciativa que ofrece huertos de alquiler a
particulares y asociaciones. Había colaborado con los huertos que
tiene Cruz Roja y sabía de la necesidad de mucha gente de ocupar
su tiempo en actividades saludables. Decidió alquilar unos
terrenos en la vega y parcelarlos para realquilarlos a personas y
grupos que quisieran convertirse en hortelano. Lo hizo y ya tiene
a medio centenar de personas que pululan por esas tierras con sus
escardillos, semillas, e incluso gallinas. Unas parcelitas donde
Francisco Carvajal, un maestro de Santa Fe, y Ángela Ocete, que
trabaja en un laboratorio farmacéutico, escardan la tierra y
refrescan las plantas de una tierra que comparte con otros seis
compañeros. Paco tiene experiencia porque se encargó de que
funcionase un huerto escolar en su colegio de Santa Fe, donde
muchos chavales aprendieron las esencias de la agricultura y sus
maravillas.
«Como somos muchos, y aunque este es de los terrenillos más
grandes, con 100 metros cuadrados, no da para llevarnos mucho a
casa, pero cada uno de nosotros se lleva lo más importante, un
presente», dice Paco. Ángela señala que ya han recogido tomates,
calabacines de un tamaño enorme, ajos, fresas, cebollas, pimientos
y berenjenas. «Trabajar aquí es una forma de quitarte el estrés
que genera la actividad laboral de cada día. La pena es que no
podamos venir todos los días».
Bernardo Sánchez ha creado una explotación en un territorio de
11.000 metros cuadrados, a la que ha denominado Huertos de Ocio
Granada. Despiertan mucho interés en una sociedad necesitada de
alternativas más saludables y sostenibles con la naturaleza.
Bernardo Sánchez lo tenía muy claro, la demanda era superior a la
oferta. «No ha sido fácil conseguir que esta idea empezase a
funcionar, pero el boca a boca ha sido fundamental y la verdad es
que ha llegado mucha gente, incluidas asociaciones que hacen aquí
sus terapias», dice este arquitecto que creyó que era mejor
volcarse en una iniciativa como ésta a seguir en el paro.
Tiene una web donde informa sobre los huertos:
https://huertosdeociogranada/blogspot.com.
Día a día
«Aquí no se puede venir cuando a uno le parezca. Si te pones a
cuidar la tierra tienes que ser consciente de que esto es día a
día, o casi», dice José Luis Martínez, que junto a Camila Peláez,
cuidan de uno de los huertos en el que también hay gallinas, con
pollitos, una forma de iniciar una pequeña granja. Camila dice que
las fresas son exquisitas, «aunque te las comas verdes te das
cuenta de lo que es calidad». Y los ajos, «es increíble como salen
tantos ajos».
Trabajar la tierra y disfrutar de sus productos es algo inherente
a la naturaleza humana. Los huertos, públicos y privados son una
forma de volver a las raíces, de sostenibilidad y equilibrio con
nuestro


Las plantas del huerto
Allium ampeloprasum var. porrum
(Puerro)
Allium cepa (Cebolla)
Allium sativum (Ajo)
Apium
graveolens (Apio silvestre)
Asparagus officinalis
(Espárrago, Esparraguera)
Brassica
oleracea (Col, berza)
Capsicum annuum
(Pimiento)
Cucurbita
pepo (Calabaza)
Citrullus
lanatus (Sandía)
Cucumis melo
(Melón)
Cucumis sativus (Pepino o pepinillo)
Cynara scolymus (Alcachofa)
Foeniculum vulgare (Hinojo)
Fragaria vesca (Fresa)
Helianthus annus (Girasol)
Hordeum vulgare (Cebada)
Lactuca sativa (Lechuga)
Lens nigricans (Lenteja)
Lycopersicon esculentum (Tomate)
Matricaria chamomilla (Manzanilla común, camomila)
Nicotiana tabacum (Tabaco)
Ocimum basilicum (Albahaca)
Petroselinum crispum (Perejil)
Phaseolus vulgaris (Judías verdes)
Ribes rubrum (Grosellero)
Saccharum officinarum (Caña de azucar)
Solanum
melongena (Berenjena)
Solanum tuberosum (Patata)
Triticum aestivum (Trigo)
Vicia faba (Haba)
Vitis vinifera (Vid)
Zea mays (Maiz)
Arboles y frutales
Citrus aurantium (Naranjo amargo)
Citrus
deliciosa (Mandarino)
Citrus
limonum (Limonero)
Crataegus
azarolus (Acerolo)
Cydonia
oblonga (Membrillo)
Diospyros
kaki (Caqui)
Laurel (Laurus
nobilis)
Malus
domestica (Manzano)
Malus
sylvestris
(Manzano silvestre)
Mespilus germanica(Níspero)
Prunus
avium (Cerezo silvestre)
Prunus
armeniaca
(Albaricoquero)
Prunus
dulcis (Almendro)
Prunus
domestica (Ciruelo)
Prunus
persica (Melocotonero)
Prunus
spinosa (Endrino)
Pyrus
bourgaeana (Peral silvestre)
Pyrus
communis (Peral)
Ziziphus
jujuba (Azufaifo)
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