EVOLUCIÓN
* PALEOANTROPOLOGÍA
El primer Homo sapiens
Una revisión de la datación de unos restos descubiertos en
1967 del denominado Omo revela que nuestra especie ya
existía hace unos 195.000 años
Por Luis Alfonso Gámez / Ideal / Waste Febrero 2005

Restos del primer hombre moderno de Europa (hace unos 36.000
años), hallados en una cueva de los Cárpatos (Rumanía)
El más antiguo de los humanos modernos vivió en lo que hoy es
Etiopía hace unos 195.000 años. Sus restos fueron descubiertos en
1967 por el paleontólogo Richard Leakey y su equipo en las riberas
del río Omo y las dataciones de la época apuntaron a una
antigüedad de 130.000 años. Más de treinta años después,
científicos australianos y estadounidenses han reabierto la
investigación y han concluido que el hombre conocido como Omo I es
mucho más viejo: tiene casi 200.000 años.
«Es una buena noticia, porque demuestra que las predicciones de la
genética y los hallazgos paleontológicos van acomodándose»,
destacaba ayer José María Bermúdez de Castro, codirector de las
excavaciones de Atapuerca. Según la genética, nuestra especie tuvo
que aparecer hace entre 200.000 y 150.000 años, abanico temporal
en el que encajan perfectamente los restos de Omo I, que se
presentan hoy en la revista 'Nature' como los del más antiguo
'Homo sapiens'.
Omo I es 35.000 años más viejo que el hasta ahora primer
representante de nuestra especie, descubierto por el
paleoantropólogo estadounidense Tim White en 1997 en el curso
medio del río Awash, también en Etiopía. «Es físicamente como
nosotros. Sin embargo, siendo igual que nosotros, no llegó a la
Luna», puntualiza Bermúdez de Castro para llamar la atención sobre
la importancia que tuvo el tránsito de la vida nómada, de
cazadores recolectores, a la sedentaria, en el Neolítico, para
compartir el saber y favorecer la aceleración del desarrollo.
Físico y mente.

El geólogo Frank Brown, de la Universidad de Utah y uno de los
autores del nuevo trabajo, cree que el hecho de que nuestra
especie tenga al menos 195.000 años «es importante porque los
aspectos culturales humanos en la mayoría de los casos surgen
mucho después, hace unos 50.000 años, lo que implicaría 150.000
años de 'Homo sapiens' sin elementos culturales como arpones,
instrumentos musicales, agujas... Este tipo de cosas aparece mucho
después».
Omo I era en apariencia un humano moderno, con una capacidad
craneal de 1.400 centímetros cúbicos y una estatura similar a la
nuestra. «De lo que no tenemos pruebas es de que fuera mentalmente
como nosotros», apunta Bermúdez de Castro.
«Hay un gran debate en la literatura arqueológica acerca de
la aparición de aspectos del comportamiento humano moderno tales
como la talla de huesos por razones religiosas, las herramientas
del tipo de arpones, los adornos, el dibujo... Sólo se dan
como un todo coherente hace unos 50.000 años, y los primeros
humanos que salen de África hace entre 50.000 y 40.000 años lo
hacen ya con el equipo completo. Como el humano físicamente
moderno está documentado cada vez antes, resulta evidente que
existe una gran brecha entre el desarrollo del esqueleto moderno y
el del comportamiento moderno», explica John Fleagle, de la
Universidad de Stony Brook y miembro del equipo de Brown.
Hay un segundo individuo, conocido como Omo II,
que tendría, según los investigadores, rasgos más primitivos. «Que
los dos cráneos daten de la misma época indica que, cuando
aparecieron los primeros humanos modernos, había otras poblaciones
(Omo II) que eran menos modernas». Bermúdez de Castro no cree que
pueda irse tan lejos en la interpretación de las diferencias entre
los cráneos de los dos individuos y piensa que éstas pueden
deberse a la diversidad dentro de la misma especie.
Al paleoantropólogo español no le sorprenden las nuevas fechas de
los fósiles descubiertos por Richard Leakey. «Hay muy pocos
yacimientos bien datados. Hay que tener en cuenta, por ejemplo,
que estos restos se encontraron hace casi cuarenta años, cuando no
existían algunos métodos de datación que hoy aplicamos o no eran
tan perfectos».
El lejano descendiente de un chimpancé bípedo
Omo I está muy cerca del punto de partida de una especie que ha
acabado conquistando el mundo y a la que todavía queda por conocer
mucho de sus orígenes. ¿De quién desciende el 'Homo sapiens'? «No
sabemos cuál es su padre inmediato, pero la respuesta está
aparentemente en África», indica José María Bermúdez de Castro
desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid.
Lo que la ciencia sabe es que los primeros homínidos, seres
parecidos a chimpancés bípedos, surgieron en África hace entre 6 y
7 millones de años. Durante cuatro millones de años, hubo una
sucesión de especies ardipitecos, australopitecos,
parantropos... con parentescos no claros. Eran todavía muy
primitivos, aunque todo empezó a cambiar hace 2 millones de años,
cuando los primeros de nuestro género 'Homo' empezaron a
fabricar herramientas útiles de piedra y su cerebro comenzó a
crecer espectacularmente desde los 775 centímetros cúbicos.
La familia 'Homo' se diversificó e hizo una primera intentona de
asentarse en Europa, donde evolucionaron los neandertales. Estos
humanos sobrevivieron en el viejo continente hasta hace unos
28.000 años. Desaparecieron poco después de la llegada a Europa de
los descendientes de 'Omo 1', nuestros antepasados africanos.
El homínido que salió de África y pisó la Luna
Los 200.000 años de vida de nuestra especie son en su mayoría años
oscuros. Omo I y sus descendientes pasaron la mayor parte de su
vida en la Tierra como cazadores recolectores, sin dar muestras de
lo que se conoce como el comportamiento humano moderno, que
incluye el pensamiento abstracto y el simbolismo, y del cual se
cree que han carecido casi todos los demás homínidos.
El 'Homo sapiens' se expandió por el mundo. Primero conquistó
Asia; luego, Europa y América. A su avance, fueron desapareciendo
otras Humanidades emparentadas con él, como la de los neandertales
y la de los pequeños hombres recientemente descubiertos en la isla
de Flores.
No se sabe cuándo apareció el comportamiento humano moderno entre
nuestros antepasados, aunque la mayoría de los científicos sitúa
su generalización hace unos 50.000 años. Ya se conocen para
entonces las primeras muestras de un arte prehistórico que alcanzó
su máxima expresión en las pinturas rupestres francesas y
españolas.
Aquel hombre cazaba, pescaba, cuidaba a sus congéneres y fabricaba
útiles cada vez más complejos. Las comunidades nómadas se
empezaron a asentar en Oriente Próximo hace unos 9.000 años,
cuando apareció la agricultura. Las primeras ciudades se
levantaron en Mesopotamia, la cuna del primer imperio merecedor de
tal nombre, donde hace unos 5.000 años se desarrolló la primera
escritura. Y la Prehistoria se convirtió en Historia.
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