Descubierto
el homínido más antiguo
Se trata de una nueva especie con una antiguedad de siete millones
de años (Julio 2002)
Se cree que corresponde a un varón y al que se ha dado el apodo de
"Toumai"
El hallazgo ha sido realizado por un equipo franco-chadiano
Casi dos millones de años más viejo que los homínidos conocidos
hasta ahora
Dudas científicas:
palentólogos
aseguran que no es un homínido (Octubre 2002)
Recent picture made available on 10 July 2002 of a reported 7
million-old-skull belonging to a Toumai or a Sahelanthropus
tribesman which was found by a Franco-Chadian archeologist mission
in the Djourab desert in Chad recently. EPA PHOTO AFP/HO/ab/sw -
Agencias - IDEAL
Londres, 10 jul 2002 (EFE / IDEAL).- Una misión
internacional franco-chadiana ha hallado el cráneo de una nueva
especie de homínido que, con una antigüedad de siete millones de
años, se convierte en el antepasado más lejano del ser humano
conocido hasta ahora. Según ha publicado la revista "Nature", el
espécimen -encontrado en la región de Toros-Menalla en el desierto
de Yurab, en el norte de Chad- es un cráneo casi completo,
acompañado de dos fragmentos de mandíbula inferior y tres dientes,
del que se cree que corresponde a un varón y al que se ha dado el
apodo de "Toumai" ("Esperanza de Vida" en goran, el idioma local).
"Toumai" fue descubierto por representantes de la Misión
Paleoantropológica Franco-Chadiana (MPFT), un grupo de
colaboración científica entre universidades de Francia y el Chad
que incluye a cuarenta expertos de diez países y está encabezado
por Michel Brunet, de la Universidad de Poitiers (Francia).
La importancia de "Toumai" radica en su edad: los fósiles de
animales que se han encontrado en las cercanías apuntan a que
vivió en el Mioceno tardío, hace casi siete millones de años.
Ello le hace casi dos millones de años más viejo que los homínidos
más antiguos de los que se tenía noticia hasta ahora y que datan
de hace cinco millones de años.
El descubrimiento promete revolucionar las nociones sobre los
orígenes del ser humano, puesto que apenas se tienen datos de esa
etapa de la evolución, y sugiere que la separación entre hombre y
mono puede haberse producido antes de lo que calculaban los
expertos.
Hace diez millones de años el mundo estaba poblado por simios y
hace cinco millones aparecieron los primeros homínidos conocidos
hasta ahora, pero los fósiles que pueden dar testimonio de lo que
sucedió entre medias caben en una caja de zapatos.
"Toumai, el homínido más antiguo conocido, puede ser considerado
el antecesor de todos los homínidos posteriores, es decir, el
ancestro del linaje humano", explica Brunet en "Nature".
Algunos de los científicos que han podido ver el fósil, como
Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard, consideran que
tendrá "el impacto de una pequeña bomba nuclear".
Por su parte, el responsable de Paleontología de "Nature", Henry
Gee, opina que el hallazgo de "Toumai" es "el más importante que
se pueda recordar y rivaliza con el del primer 'hombre-mono', el
Australopiteco Africano hace 77 años, el descubrimiento que vino a
fundar la paleontología moderna".
El fósil muestra una combinación de rasgos primitivos y más
avanzados, y mientras la bóveda craneana es muy similar a la de
los simios, los huesos de la cara son breves y los dientes,
especialmente los caninos, son pequeños, parecidos a los de los
seres humanos.
Además, el cráneo presenta una protuberancia a la altura de las
cejas que no se encuentra fuera del género humano.
Según Brunet, la nueva especie de homínido, si se tienen en cuenta
las dimensiones del cráneo, "probablemente tuviera un tamaño
similar al del chimpancé común", aunque "Toumai" "no se parece a
un chimpancé, ni a un gorila ni a los fósiles de homínidos más
recientes".
"Su gran antigüedad y sus caracteres anatómicos sugieren una
estrecha relación con el último antecesor común entre los humanos
y los chimpancés. Esto implica una separación entre monos y seres
humanos probablemente más temprana que lo que indicaban la mayor
parte de los estudios moleculares", agrega.
La MPFT ha descubierto más de trescientos emplazamientos con
fósiles de vertebrados del Mioceno en el Chad y espera poder
efectuar nuevos hallazgos significativos. Asimismo, llevará a cabo
estudios más detallados -de anatomía, reconstrucción en tres
dimisiones, desgaste dental, paleohistología,...- para definir con
mayor precisión las características del nuevo homínido, su medio
ambiente y sus hábitos ecológicos.
-Un grupo de
paleontólogos
niegan la 'humanidad' de Toumaï, el presunto 'eslabón
perdido'descubierto en julio en el Chad.
Madrid, 10 oct. (COLPISA, Julio Castro).
A principios de julio de 2002, el mundo de la paleontología se vio
sacudido por un descubrimiento asombroso. Un equipo de la
Universidad francesa de Poitiers, encabezado por Michel Brunet,
presentaba a la prensa el cráneo de un simio con características
antropoides que acababan de encontrar en unas excavaciones en el
Chad. Con una antigüedad de entre 6 y 7 millones de años, la
criatura, bautizada como Toumaï, parecía ser el miembro más viejo
de la familia humana. La marca anterior, en poder del
australopiteco, quedaba superada nada menos que en tres millones
de años. O dicho de otra forma, suponía el mayor hallazgo en este
campo en los últimos 70 años.
Toumaï se convirtió en una celebridad. Fue portada de prestigiosas
revistas en todo el mundo y se le asignó la siempre conflictiva
definición de 'eslabón perdido' o el no menos delicado título de
'abuelo de la humanidad'. Pocos medios recogieron, sin embargo,
las dudas de un grupo de paleontólogos que, sólo dos días después
de su presentación en sociedad del especimen, afirmaron que el
cráneo, según todos los indicios, había pertenecido a un gorila o
un chimpancé.
Esta semana, este grupo de científicos ha decidido llevar su
escepticismo hasta las últimas consecuencias, al publicar en la
revista 'Nature', el mismo foro en el que apareció el
descubrimiento, un polémico artículo: '¿Sahelanthropus o
Sahelpithecus?'. El título, que hace referencia a la clasificación
científica del ejemplar (Sahelanthropus tchadensis), se podría
traducir libremente como '¿Hombre de Sahel o mono de Sahel?' En
este informe, los profesores Milfor Wolpoff (Universidad de
Michigan), Brigitte Senut (Museo de Historia Natural de París),
Martin Pickford (Collège de France de París) y John Hawks
(Universidad de Wisconsin) afirman que nadie puede decir a qué
especie pertenece Toumaï, pero que en todo caso, no es humano.
Conclusiones frívolas
La réplica de Michel Brunet se encuentra en el mismo número de la
prestigiosa revista científica: la conclusión de Wolpoff y sus
colegas "no se apoya en ningún tipo de datos publicados o
inéditos". Por ello, sus "frívolas" aseveraciones no son más que
"un curioso intento de socavar y desacreditar" el descubrimiento.
A los ojos de un profano puede sorprender que una discusión tan
violenta se produzca en el marco académico, aparentemente tan
apacible. Sin embargo, en este caso, además de tratarse un campo
científico muy competitivo, hay un precedente crucial: en enero de
2001 el mismo equipo que ahora duda de la filiación de Toumaï
encontró en Kenia una mandíbula, dientes, una falange, un brazo y
el hueso de una pierna. Aseguraron que pertenecían a un homínido
de 6 millones de años que bautizaron como Orrorin tugenensis, o
más popularmente, como 'El hombre del milenio'. Las críticas a sus
conclusiones todavía no han cesado desde entonces.
En el artículo de 'Nature', el grupo de Wolpoff aporta un solo
argumento sólido para descalificar los razonamientos de Brunet: el
lugar donde iban encajados los músculos del cuello indican que la
espina dorsal no correspondía a un animal que caminara erguido.
"No adoptaba para caminar la posición de un humano -dice el
profesor de la Universidad de Michigan- , luego no era humano". El
resto de las supuestas características humanoides de Toumaï
(hocico corto, caninos pequeños, arco supraciliar poco
pronunciado), afirman, no son pruebas concluyentes, porque podrían
corresponder también a un ejemplar hembra de gorila o chimpancé.
Al margen de la polémica
Por el momento, el resto de los grandes paleontólogos mundiales
prefiere mantenerse al margen de esta agria polémica. Algunos
prefieren esperar a que se termine la reconstrucción en 3D del
cráneo, que se encontró aplastado. De hecho, Brunet cree que los
críticos han confundido la posición de encaje de los músculos
debido a su condición actual. Otros señalan que, si bien no se
puede descartar la hipótesis del gorila, tampoco puede decirse que
Toumaï no fuera un homínido. El árbol genealógico de la humanidad
anda todavía demasiado escaso de follaje para ser más preciso.
Por último, hay científicos que optan por una solución intermedia,
es decir, una rama derivada de un antepasado común que se hubiera
extinguido sin dejar rastro. E insisten en que, sea lo que sea,
sigue siendo un descubrimiento sensacional, ya que no existen
demasiados fósiles de primates en este periodo.
Toumaï, que significa 'esperanza de vida' en lengua goran,
contempla silencioso la batalla que ha desatado. Quizá en un
futuro, con ayuda de la tecnología, pueda decirnos algo más sobre
sí mismo.
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