Tamaño máximo
38 cm
Hábitat
Humedales, lagunas, marismas tanto de agua dulce como salada, en
zonas costeras o en el interior, en arrozales, en sistemas
naturales o artificiales.
Se alimentan de insectos, crustáceos y moluscos.
Es abundante en la zona suroeste y el centro de Andalucía,
especialmente en los espacios lagunares rodeados de zonas
esteparias, como las lagunas de Fuente de Piedra.
Habitual y común en las marismas de Doñana, Bahía de Cádiz,
Guadalhorce y coloniza la zona oriental de Andalucía.
Los dos sexos cuidan a sus crías hasta que pueden volar junto a
los adultos.
VÍDEOS * PLAYLIST:
CIGÜEÑUELAS EN EL HUMEDAL, CIGÜEÑUELAS Y CRÍAS
VÍDEO: MERCHE S. CALLE Y J. E. GÓMEZ
CANTO
Muy insistente y continuado, inunda de sonidos las charcas,
lagunas y espacios donde se reúnen grupos de cigüeñuelas. La
alerta es para decirle a los intrusos que no se acerquen. Es muy
insistente cuando hay crías.
Himantopus himantopus (Cigüeñuela común)

FOTOGALERÍA, CRÍAS EN EL
HUMEDAL DE PADUL, SIERRA NEVADA. FOTOS: J. E. GÓMEZ
CIGÚEÑUELAS CRÍAN, POR PRIMERA VEZ, EN EL HUMEDAL DE PADUL
Hasta ahora se les veía en contadas ocasiones y solo durante la
época de migraciones.
Seguimiento durante varias semanas de la evolución de los
polluelos
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE

La presencia de parejas de cigüeñuelas con crías en las lagunas de
Padul, se puede considerar como prueba de que el ecosistema del
humedal se recupera poco a poco y que algunas especies muy
quisquillosas a la hora de elegir un lugar para vivir, hayan
considerado que las aguas de la turbera son un buen sitio para
reproducirse y cuidar de sus polluelos.
Varias parejas de cigüeñuelas (Himantopus himantopus) a las que
también llaman cigüeñitas por su gran parecido con las cigüeñas
aunque mucho más pequeñas, se han convertido en las primeras de su
especie que crían en Padul. «Hasta hace unos años la presencia de
esta aves en el humedal era muy esporádica. Se les veía en la
laguna de Agia porque era la que tenía una mayor lámina de agua,
pero solo en la época de migraciones», dice Eduardo Pascual
Linares, un especialista en ornitología y anillador, con más de
treinta años observando aves en esta zona. Las guías de campo
sobre el humedal de Padul califican a las cigüeñuelas como «aves
de paso» en el humedal.
¿Qué ha cambiado para que haya crías de cigüeñitas en Padul? La
clave está en la mayor cantidad de agua en la turbera principal,
«el hecho de que se mantenga en el tiempo, y que ya llevemos
varios años sin que la turbera se haya desecado», dice Eduardo
Pascual. Esta especie necesita la presencia de una masa de agua
importante, pero sobre todo que se extienda de forma muy
superficial y genere espacios en los que la profundidad sea muy
pequeña y alimentarse de los invertebrados que viven en el fondo y
los fangos de esas zonas de aguas muy someras. Las cigüeñuelas se
caracterizan porque tienen una patas de color rojo muy largas, más
que el resto de su cuerpo, que les sirven para poder andar por
esas superficies inundadas. Las crías nacen con sus patitas
también especialmente largas para poder alimentarse en estos
territorios. «Pero si cerca no hay una laguna con cantidad de
agua, que genera todo tipo de alimento, y vegetación alrededor que
les da cobijo y protección, no se habrían quedado aquí para
criar», dicen los ornitólogos.
Las cigüeñitas cuidan a sus crías en parejas. Durante todo el día,
los dos progenitores vigilan de forma constante y ahuyentan los
posibles peligros con intensos sonidos agudos y constantes. El
canto de las cigüeñuelas se ha hecho omnipresente en el humedal.
Son tan protectores que llegan a enfrentarse directamente con
otras aves que, como las lavanderas, pueden molestar a sus pollos
y quitarles la comida. Así estarán durante varias semanas,
hasta que las crías se conviertan en juveniles. Se quedarán hasta
el otoño, y es posible que si las condiciones del humedal se
mantienen y no hace demasiado frío, pasen el invierno en Padul.
La laguna del Aguadero, la más grande, se encuentra ahora casi
unida a la ‘madre’ maestra. Los carrizos han generado un espacio
protegido donde ya se habían dado nacimientos de otras especies
muy exclusivistas, como el somormujo lanvanco y los zampullines.
Los responsables de la Estación Ornitológica de Padul, situada en
el Aula de Naturaleza del Aguadero y dirigida por José Manuel
Rivas, están ahora a la espera de que las garzas reales
también se queden en el humedal para reproducirse, lo que
significaría la consolidación de una zona que está calificada como
de especial protección por la UE.
FOTO: FRANCISCO CONTRERAS PARODY
LA VALENTÍA DE LAS CIGÜEÑITAS
Cada día, en pequeños grupos, se enfrentan a las aves rapaces para
alejarlas de los nidos donde incuban sus huevos y crían a los
polluelos
J. E. GÓMEZ / FOTO: FRANCISCO CONTRERAS PARODY
La batalla se libra día a día en los humedales, al borde de las
lagunas, donde numerosas especies de aves acuáticas se encuentran
en periodo de cría, un tiempo que los depredadores aprovechan para
apoderarse de huevos y sobre todo de los indefensos polluelos
recién nacidos o con solo unas semanas de vida. Pero no lo tienen
fácil, la mayoría de las especies mantiene férreas defensas de sus
prole, y especialmente unasa aves estilizadas y elegantes,
llamadas cigüeñuelas y cigüeñitas, habituales en los humedales del
suroeste ibérico.
Las cigüeñitas, celosas cuidadoras de su prole, mantienen la
atención y el cuidado de las crías hasta muy avanzada su fase
juvenil. Tanto machos como hembras se encargan de la protección de
sus polluelos.
Las pequeñas cigüeñitas (Himantopus himantopus) se alzan en grupos
ante la presencia del enemigo. A base de potentes chillidos,
cortos y agudos, intentan intimidarle e indicarle que allí no es
bien recibido, pero si el aviso no es suficiente para alejar al
intruso, como en el caso de la foto tomada por el naturalista
Francisco Contreras Parody, pasan al acoso directo a la peligrosa
rapaz, en este caso un aguilucho lagunero. Se acercan con sus
largos picos en posición de ataque, con vuelos rápidos y
circulares sobre la gran depredadora, hasta que consiguen que el
peligro se aleje. Una acción que también realizan cuando hay
presencia humana junto a su zona de cría. Sobrevuelan a las
personas hasta que se marchan, y pueden llegar a atacar en el caso
de que intenten tocar huevos o polluelos.
UNA LECCIÓN DE SUPERVIVENCIA
Una pareja de cigüeñitas alientan a una de sus crías para que
pueda salir del barro donde ha quedado atrapada.
FOTOGALERÍA: FOTOS CEDIDAS POR EDUARDO PASCUAL LINARES
Una pareja de cigueñüelas salva a uno de sus polluelos de
morir atrapado en el lodo de la charca. No la ayudan a salir de
la trampa de forma directa, sino que mediante sonidos e
indicaciones le aleccionan para que sea la cría la que salga por
sí misma. Una lección que tiene que aprender para poder
sobrevivir en un duro entorno.