La clave que cambiará la medicina del siglo XXI
Los científicos ya tienen a su disposición el libro de la vida,
pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Para poder usar ese
libro, hay que aprender a leerlo. Primero, es necesario saber qué
función tiene cada gen. A partir de ahí se podrán desarrollar
soluciones para más de 6.000 enfermedades hereditarias, muchas de
ellas incurables.
Es un trabajo complicado que llevará varios años, por no decir
décadas, y se comprende la prudencia mostrada por Allan Bradley,
director de Wellcome Trust Sanger, quien advertía de que las
aplicaciones médicas tardarán en aparecer. Hasta el momento se han
identificado algunos genes, como los que causan la fibrosis
quística pero, tarde o temprano, se podrán poner remedio a males
como el Parkinson, el Alzheimer, el cáncer y el síndrome de Down.
Algunas propuestas apuntadas por los científicos rozan el terreno
de la ciencia ficción.
No falta quien habla de evitar o mitigar los efectos de la vejez,
mediante la alteración de los genes que los causan. Los más
optimistas apuntan a que, en el plazo de dos décadas, cada persona
dispondrá de medicamentos a medida, ajustados al código genético
propio.
César Nombela, catedrático de Genómica y Proteómica de la
Universidad Complutense, señaló ayer que la secuencia del genoma
humano permite avanzar hacia una medicina «mucho más preventiva,
que indique cuáles son los riesgos que corre el ser humano, que
permita prevenir mejor y desarrollar nuevos tratamientos con una
base más profunda».

https://www.sanger.ac.uk/
Se abre una nueva era
Este experto subrayó que se abre «una era de nuevos abordajes al
conocimiento de la mayor parte de las enfermedades y al desarrollo
de nuevos instrumentos, que requieren mucho más esfuerzo
científico».
Nombela, que preside el Comité Asesor de Ética en la Investigación
Científica y Técnica, se mostró de acuerdo con que estos avances
se realizarán gradualmente. Aseguró que los beneficios se harán
notar «durante décadas», pero matizó que toda esta información
«que proporciona el genoma tiene que irse transformando en
conocimiento aplicable de manera paulatina».
El científico defendió que el mapa del genoma sea de dominio
público y accesible, «porque es un factor de progreso que
beneficia a todos».
MANIPULACION GENETICA AFECTA AL AMBIENTE Y ESTE AFECTA GENOMA
Por Jorge A. Bañales Washington, (EFE).- La relación entre los
seres vivos y su ambiente es muy estrecha, y la manipulación
genética tiene un impacto sobre el medio que, a su vez, afecta los
cambios en el genoma, según dijeron dos científicos.
"La estructura genética es una expresión del ambiente", indicó
Arjun Makhijani, del Instituto para la Investigación de Energía y
el Ambiente, con sede en Takoma Park, Maryland.
"Por ejemplo, la piel del jaguar que con sus manchas le
proporciona camuflaje, es resultado de la estructura genética del
jaguar, que a su vez es una expresión biológica de las pautas de
colores, luces y sombras en la jungla en que el animal vive",
añadió en una conferencia de prensa.
Makhijani es autor del ensayo "Ecología y genética" cuya tesis
central es que tal como la estructura genética es la expresión
"interna" del ecosistema de los seres vivos, estos con su
comportamiento cotidiano contribuyen a la preservación del
ambiente "en una simbiosis global".
En el debate sobre la manipulación o "ingeniería" genética "se ha
puesto mucho énfasis en la forma en que un gen en particular puede
causar un rasgo, un comportamiento, una enfermedad en particular",
explicó el profesor de biología de la Universidad de California,
Richard Strohman.
"Pero no hay una discusión real del asunto más complejo de cómo
los genes son cambiados por la selección natural en el ambiente, y
cómo la ingeniería genética afecta esto", agregó Strohman.
Makhijani advirtió de los riesgos de que las plantas modificadas
en laboratorio mediante la manipulación de sus genes "tengan un
impacto dañino sobre el ambiente, posiblemente mucho mayor que los
compuestos químicos tóxicos".
Martha Herbert, del Departamento de Neurología Pediátrica en el
Hospital General de Massachusetts, explicó que las modificaciones
genéticas, o mutaciones, "han ocurrido y ocurren siempre en la
naturaleza, pero son muy diferentes de la diseminación
extremadamente rápida y amplia de mutaciones genéticas idénticas"
como las que resultan de la manipulación humana.
En la naturaleza "las mutaciones son abundantes y muy variadas de
lugar a lugar", agregó. "La evolución selecciona entre estas
muchas mutaciones esporádicas, y elige diferentes mutaciones en
ambientes diversos... es inconcebible que en la naturaleza una
sola mutación aparezca, repentinamente en millones de hectáreas o
animales, simultáneamente".
Makhijani afirmó que durante miles de años los humanos han
realizado una forma de manipulación genética mediante la
hibridación de plantas o animales que ha incrementado su
rendimiento en la producción de alimentos.
"Pero la hibridación tradicional ha ocurrido siempre entre
especies relacionadas muy estrechamente", agregó. "Ahora estamos
cruzando límites, y vamos mucho más allá, vinculando especies que
no tienen relación entre sí, vamos mucho más profundo en la
estructura genética, y mucho más rápido en la introducción de
nuevas formas".
Uno de estos ejemplos es la adición a la semilla de maíz de un gen
de bacteria para la producción de un grano que repele a los
insectos, en una amalgama entre organismos que normalmente no
compartirían su genoma.
Un riesgo de esta combinación es que la nueva resistencia a los
insectos o larvas, incorporada a los cultivos alimenticios, se
transfiera a las malezas emparentadas con los mismos cereales.
"Un aspecto crucial de la supervivencia de las especies es que los
actos colectivos no solo deben permitir la supervivencia inmediata
de la especie sino que deben contribuir sistemáticamente a la
reproducción del ecosistema que esa especie necesita", indicó
Makhijani.
La manipulación genética otorga a los humanos una posibilidad de
interferir, modificar, conducir, encaminar o descarrilar el futuro
de una especie, y de todo el ambiente, según la tesis del
científico.
"La simbiosis en el ámbito global es esencial para todas las
especies, ya que no hay una especie que por sí sola pueda
reproducir el ecosistema que necesita", añadió. "La competencia
(entre especies) debería verse dentro de este contexto
simbiótico". Las bacterias y los virus reclaman un lugar en
el árbol genealógico del ser humano
EFE El descubrimiento de que el genoma humano contiene fragmentos
de virus y bacterias ha dejado con la boca abierta a millones de
personas, pero no a Luis Villarreal, un biólogo de California que
estudia el papel que los virus tienen en nuestro código genético.
«La relación de los virus y las bacterias con los seres humanos no
es nada nuevo, existe desde hace mucho tiempo» y es una relación
de amor y odio entre parásito y hospedante, ha explicado a Efe
Luis Villarreal. El pasado lunes, la difusión de nuevos datos
sobre el genoma humano reveló algunas sorpresas y, entre otras
novedades, se ha sabido que tenemos menos genes de lo que se creía
-unos 38.000, poco más que un ratón o una mosca- o que hay
regiones desérticas en nuestro ADN.
Asimismo, se sabe ahora que muchos de nuestros genes -esto es lo
más sorprendente- proceden de bacterias que se instalaron en
nuestra herencia genética hace 500 millones de años o más. Luis
Villarreal, que pertenece al departamento de Biología Molecular y
Bioquímica de la Universidad de California, en Irvine, y ha
dirigido el Centro de Investigación sobre Virus, afirma que los
mamíferos «son únicos en el sentido de que sus genomas están
altamente infectados con genes retrovirales endógenos».
Las investigaciones de Villarreal se han centrado en el papel de
los virus en el mecanismo para suprimir el sistema inmune de los
mamíferos.
Según uno de sus trabajos, titulado De virus, sexo y maternidad,
los mamíferos, entre los que se encuentran los seres humanos,
presentan «un dilema inmunológico muy interesante». El sistema
inmunológico de los mamíferos es tan adaptable que falla en
reconocer a sus propios embriones y estos deben suprimir la
capacidad de reconocimiento del sistema inmune de sus madres para
sobrevivir.
«Los retrovirus -afirma el científico- son también
inmunosupresores y yo he considerado la participación de estos
retrovirus en la inmunosupresión que desarrollan los embriones y
en la evolución de los sistemas de placenta». Aún no está del todo
claro qué procesos son los que han ido dejando en nuestro genoma
humano los genes de virus y bacterias como parásitos de nuestra
herencia ni el modo en que millones de años atrás estas bacterias
dejaron su impronta en el ADN humano, pero se han encontrado
numerosos fragmentos microscópicos del ADN de parásitos.
LOS INVESTIGADORES DEL GENOMA, PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS
Washington, 16 may (EFE - Ideal).- El científico estadounidense
Craig Venter, de la empresa Celera Genomics, se siente "muy
honrado" por el Premio Príncipe Asturias y expresó hoy su alegría
y satisfacción por el reconocimiento del trabajo "de uno de los
mejores equipos científicos del mundo".
Venter, que dirige el proyecto del genoma humano en la empresa
Celera Genomics, con sede en Maryland, habló con EFE una hora
después de recibir la notificación del premio y dijo que "es
particularmente excitante compartirlo con mi colega Hamilton
Smith".
"Smith ha estado al frente del equipo que desarrolló las
secuencias claves del genoma, desde los primeros genomas en 1995
hasta el mapa del genoma humano el año pasado", agregó.
"Ahora tengo que echar rápidamente un vistazo a mi agenda a ver
cómo encajo la recepción del premio, que será en octubre", dijo
Venter.
La asistente de Venter, Lyn Holland, dijo a EFE que Smith estaba
de viaje y no fue posible contactar con él de inmediato.
Por su parte, el director del Instituto nacional de Investigación
del Genoma Humano de Estados Unidos, Francis Collins -el tercer
galardonado con el Premio Príncipe Asturias-, aparentemente no ha
sido notificado de la distinción.
Su oficina informó a EFE de que Collins estaría todo el día
ocupado en reuniones y que, hasta lo que su asistente personal
sabía, no se le había notificado ningún premio.
Cinco investigadores fueron hoy galardonados con el Premio
Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y aúnan
el esfuerzo que la iniciativa pública y la privada realizan desde
hace años para conseguir completar el dibujo del mapa genético.
El jurado distinguió a Collins, Venter, John Sulston, Smith y Jean
Weissenbach, en representación de los equipos que encabezan las
investigaciones sobre el genoma humano.
Collins, doctor en Química por la Universidad de Yale y graduado
como médico en Carolina del Norte, ha dedicado la mayor parte de
su vida profesional a la investigación en los institutos
nacionales de salud pública de Estados Unidos, donde dirige desde
1999 el proyecto público Genoma Humano.
Venter abandonó en 1977 los Institutos Nacionales de salud pública
para crear su propia empresa privada, Celera, y acelerar la
secuencia completa del genoma humano, hoy ya concluida.
Como director científico de esta corporación ha descubierto más de
la mitad de los posibles 30.000 genes humanos encontrados.
Smith recibió en 1978 el Nobel de Medicina y desde 1998 dirige el
departamento de investigaciones sobre el ADN de Celera Genomics
Corporation, donde ha tenido una intervención fundamental en el
descubrimiento y la difusión del mapa del genoma humano.
El británico John Sulston ha sido un decidido impulsor de la
colaboración internacional en la ambiciosa tarea de descifrar el
genoma desde el ámbito público, y desde el Sanger Center del
Consejo de Investigaciones Médicas de Cambridge promovió la
creación del "Campus del Genoma", la contribución más importante
de Europa al proyecto Genoma Humano y donde se han coordinado los
esfuerzos de investigadores de diversos países.
El francés Jean Weissenbach dirige el Genoscope y es autor de
significativas aportaciones en genética molecular y cartografía
cromosómica que sirvieron de base para la clonación posicional de
genes humanos implicados en numerosas enfermedades y para el
desarrollo de los trabajos de secuencia del genoma humano.
EL MAPA DEL GENOMA HUMANO, EL MAYOR DESCUBRIMIENTO DEL SIGLO
Madrid, 16 may (EFE).- Catorce años de trabajo han bastado para
obtener el primer mapa del genoma humano, el mayor descubrimiento
del siglo que demuestra que el hombre sólo tiene 30.000 genes: la
tercera parte de lo estimado hasta ahora y el doble que organismos
tan simples como la mosca del vinagre.
No exento de rivalidades entre científicos del consorcio público y
de la empresa privada, el análisis del genoma ha permitido conocer
también que compartimos material genético con otros organismos y
prueba las ideas de Darwin sobre la unidad de la vida en las
diferentes especies.
Pero los datos no vienen sin polémica, dado que los científicos
del Proyecto público del Genoma Humano y de Celera Genomics se han
acusado mutuamente de falta de rigor.
Así, el presidente de Celera, Craig Venter, asegura que sus datos
tienen una fiabilidad del 95 por ciento, frente al 90 por ciento
del consorcio público.
Por contra, otros científicos sostienen que Venter nunca habría
completado el mapa sin los datos derivados del proyecto público,
difundidos diariamente a través de Internet.
La presentación oficial del primer borrador completo del genoma
humano, el 26 de junio de 2000, marcó el comienzo de una nueva era
en la historia de la ciencia.
En esta primera versión se logró descifrar el 97 por ciento de la
información codificada en la molécula del ADN (ácido
desoxirribonucleico), formada por tres mil millones de pares de
bases, del cual el 85 por cien se estableció de modo preciso.
Tras una intensa carrera entre la parte pública y la privada, un
acuerdo de última hora permitió el anuncio simultáneo del llamado
"libro de la vida" en Tokio, Berlín, París Londres y Washington.
En esta última ciudad, se unieron en la presentación Francis
Collins, responsable de la iniciativa pública, y Craig Venter,
acompañados por el entonces presidente de EE UU, Bill Clinton, y
el primer ministro británico, Tony Blair.
Para alcanzar estos resultados fueron necesarios más de diez años
de trabajo de un millar de científicos de EE UU, Reino Unido,
Japón, Francia, Alemania y China, y un presupuesto de casi 2.000
millones de dólares.
Sin embargo, harán falta varias décadas para entender la
información que encierra cada uno de los 30.000 genes localizados,
cómo interactúan entre ellos y cuál es su relación con la
aparición de determinadas enfermedades.
En 1984 se dan los primeros pasos en la investigación del genoma,
pero no será hasta 1990 cuando se pone en marcha bajo el
patrocinio del gobierno de EE UU el Proyecto Genoma Humano,
dirigido por James Watson, al tiempo que se inicia también en
Francia, Reino Unido y Japón.
Tras dos años de trabajos, Watson -descubridor de la doble hélice
de ADN junto a James Crick- renuncia a dirigir el Proyecto y
le releva Francis Collins.
En 1995, Venter, entonces presidente del Instituto de
Investigación del Genoma, descifra la secuencia completa del ADN
de un organismo vivo (la bacteria Haemophilus influenzae) y tres
años después crea Celera Genomics.
El 10 diciembre 1998, científicos estadounidenses y británicos
descifran por vez primera los 97 millones de caracteres que
integran el genoma completo del gusano "Caenorhabditis elegans", y
en marzo del 2000 Celera logra la secuencia completa del genoma de
la mosca de la fruta, un animal mucho más sencillo, con 160
millones de pares de bases, pero un paso fundamental para lograr
la secuencia del genoma humano.
Un mes después, Celera identifica todas las letras químicas que
conforman los genes y sus acciones bursátiles se revalorizan un 28
por ciento en la Bolsa de Nueva York.
En mayo del 2000, un equipo internacional secuencia todo el
material genético del cromosoma 21 del ser humano, tras hacerlo
con el cromosoma 22, y el 1 de junio del mismo año Celera descifra
una tercera parte de la secuencia genética de los ratones, que
poseen el mismo número de elementos de su ADN que el hombre, pero
ni sus genes ni la ordenación que presentan en la espiral genética
es la misma.
Para la ciencia médica, el ADN encierra las claves para entender y
combatir una gran parte de las enfermedades, como el cáncer, la
diabetes, la obesidad, el envejecimiento, los trastornos del
sistema inmunológico y las degeneraciones nerviosas y cerebrales.
La obtención del mapa del genoma humano cambiará radicalmente el
modo en que se tratan las enfermedades, facilitando la formulación
de medicinas ajustadas a los genes de cada paciente, y ayudando a
combatir diversas patologías.
Conocido el modo en que se estructura el material genético, los
científicos podrán conocer las diferencias entre un gen normal y
otro cancerígeno, cuya composición viene definida por la secuencia
del ADN.
A lo largo de la vida, los organismos se exponen a multitud de
agentes químicos, radiaciones y virus que afectan al ADN, y que en
ocasiones causan la multiplicación de las células y la
proliferación del cáncer.
De hecho, en 1999 los investigadores pudieron identificar genes
vinculados a enfermedades como la epilepsia o la sordera.
Se calcula que dentro de veinte años cada persona puede tener su
"mapa genético individualizado", de manera que sabrá sus puntos
débiles y su propensión a padecer ciertas enfermedades.
El siguiente paso lógico será el diseño de fármacos específicos
para cada individuo.
DESCIFRAR GENOMA HUMANO ES EL
AVANCE MAS PROMETEDOR DE LA CIENCIA
Por Juan Ramón Romero
Washington, 13 dic (EFE).- La descodificación del ADN, el hilo con
el que está tejida la vida, ha permitido este año 2000 dibujar el
Mapa del Genoma Humano, cuya lectura e interpretación permitirá
dar pasos de gigante en el avance de la ciencia.
Genes, proteínas, aminoácidos y cromosomas reproducen en cada
célula del cuerpo humano unas órdenes precisas. Descifrar esas
órdenes supondrá empezar a entender las enfermedades que nos
afligen y su posible cura.
Ha sido un trabajo de más de una década y miles de millones de
dólares en investigaciones que, el pasado 26 de junio, dieron el
primer gran fruto esperado, el Mapa del Genoma Humano, el Santo
Grial de la biología.
"Este es el comienzo, no el final" en el conocimiento del código
genético, afirma Francis Collins, director del Instituto de
Investigaciones del Genoma Humano, quien añade que "el siguiente
paso es averiguar cómo funcionan todos sus componentes".
Las enfermedades, incluido el cáncer, son procesos que se disparan
por una mutación de los genes, pero hay casi 100.000 genes ocultos
en la interminable espiral del ADN, el ácido desoxirribonucleico
que forma los cromosomas.
"Estamos hablando de leer el libro de instrucciones de un ser
humano", asegura Collins, cuyo instituto encabeza en EEUU la
iniciativa pública internacional que ha llevado a cabo buena parte
de las investigaciones.
El ADN es la piedra angular de esta investigación. La fibra
trenzada con la que se tejen los cromosomas de las células y en la
que se esconden los genes, los verdaderos depositarios de la
herencia.
Los científicos han tenido que descubrir, con la ayuda de potentes
ordenadores, la naturaleza de esa trama, la posición exacta que
ocupan los cuatro aminoácidos, adenina, citosina, guanina y
timina, que se entrelazan para formar la hélice del ADN.
El Proyecto Genoma Humano, el consorcio internacional de
científicos que ha trabajado en este objetivo, ha logrado
completar ya un "borrador de trabajo" de la huella genética
humana.
Pero ha sido la empresa privada Celera Genomics de Rockville,
Maryland, la que ha logrado la secuencia y el ensamblaje de todas
las letras.
"Conociendo el genoma, cambiará el modo en que se harán los
medicamentos y las pruebas médicas", ha declarado Craig Venter,
presidente de Celera, quien advierte que este hallazgo "impulsará
la nueva era de la medicina individualizada".
Para algunas disciplinas, como la Proteómica, que estudia el papel
de las proteínas en la modificación de los genes, o la
Farmacogenómica, que diseña nuevos medicamentos de acuerdo con la
genética, descifrar el código genético humano ha supuesto su
pistoletazo de salida.
Primero se logro el genoma de una simple bacteria y después
vinieron el de la levadura, el gusano Caenorhabditis Elegans y la
mosca de la fruta, Drosophyla melanogaster... Pero el ser humano
es el más complejo de la creación, aunque eso no significa tener
más genes.
No todo han sido parabienes en los avances de la genética, porque
la rivalidad entre los dos grupos de científicos implicados en el
proyecto ha disparado los recelos acerca de quien va a sacar
provecho comercial de este ingente trabajo.
Celera es una entidad con ánimo de lucho que ha invertido cifras
millonarias en la empresa y espera obtener rendimientos. El
Proyecto Genoma Humano, en cambio, es una iniciativa pública y
busca la libre difusión de sus logros entre toda la comunidad
científica.
Además, cualquier modificación genética hereditaria no puede
considerarse, hoy por hoy, segura y fiable, opinan un grupo de
científicos, religiosos y expertos en ética reunidos por la
Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias.
Los temores de que la genética pudiera utilizarse para el logro de
"seres perfectos" no ha desaparecido tampoco.
Entre temores del pasado y promesas de futuro, varias generaciones
de científicos pasarán el próximo siglo interpretando los códigos
genéticos que ha traído el Mapa del Genoma Humano.
La Iniciativa sobre la Estructura de las Proteínas, el próximo
megaproyecto de la biología es una de las primeras aplicaciones
que ha tenido la obtención del código genético humano, la
"ventana" abierta por los científicos por primera vez al interior
de las células.
DESCIFRADO EL "MAPA" DEL 97 POR CIENTO DEL GENOMA HUMANO
Londres, 26 (Fax Press/dpa) Dos rivales científicos, el Proyecto
Genoma Humano (PGH) y la empresa privada estadounidense
Celera, anunciaron hoy haber logrado un "mapa" del 97 por ciento
del genoma humano y haber determinado el secuenciamiento
exacto del 85 por ciento de las bases del ácido
desoxirribonucleico (ADN), la base de la herencia humana.
El Proyecto Genoema Humano, una iniciativa
internacional encabezada por Estados Unidos, y Craig Venter,
el controvertido director de la empresa Celera, anunciaron
en Londres que el borrador final del "libro de la vida"
quedará listo en 2003, tres años antes de lo estimado hasta
ahora.
Los científicos del proyecto y Venter -como
resultado de presiones políticas- acordaron solucionar sus
diferencias y reivindicar conjuntamente esta hazaña
científica.
Haber descifrado los 3.000 millones de "letras"
del ADN humano es considerado uno de los mayores logros
científicos de la humanidad. Comienza una nueva era de
medicina genética, prometiendo nuevos tratamientos y nuevos
medicamentos "a medida" para diversas formas de cáncer,
enfermedades cardiovasculares y muchos males hasta ahora
incurables.
La secuencia específica de las bases (adenina,
timina, citosina y guanina) en la molécula de ADN gobierna las
funciones biológicas desde el momento de la concepción, y
determina las características individuales, desde el color
de los ojos y el talento musical hasta la propensión a
determinadas enfermedades.
La información contenida en el genoma humano,
si pudiera ser escrita, llenaría guías telefónicas de 200 a
500 páginas. Cada célula encierra alrededor de 100.000
genes, que contienen toda la información vital con que nace
el individuo.
El logro anunciado hoy se produce casi 50 años
después que el norteamericano James Watson y el británico
Francis Crick anunciaran en Cambridge (Gr.Bretaña) la descripción
tridimensional completa de la molécula de ADN con su típica forma
de doble hélice.
"Durante décadas y siglos, esta secuencia
(anunciada hoy) informará todo en medicina, todo en
biología, y nos conducirá a una comprensión total, no sólo de los
seres humanos, sino de toda la vida. La vida es una unidad,
y al comprender una parte se comprende otra", señaló John Sulston,
director del Sanger Centre de Cambridge, base del Proyecto
Genoma Humano en Gran Bretaña.
Michael Dexter, del Wellcome Trust, que aportó
300 millones de dólares al proyecto, dijo: "Hacer el mapa
del genoma humano ha sido comparado con la llegada del hombre a la
Luna, pero creo que es más que eso. Es un logro extraordinario, no
sólo de nuestra era, sino de toda la historia de la
humanidada".
El anuncio de hoy acabó dos años de rivalidades
entre el Proyecto Genoma Humano (PGH) y la empresa Celera
Genomics Corporation (Rockville, Maryland), fundada por
Craig Venter.
El PGH pone sus resultados gratuitamente al
servicio de la ciencia y la humanidad, mientras Venter, que
convirtió el proyecto en una carrera, pretende patentar sus
resultados - cosa que algunos califican como intento de patentar
el "software de Dios". Craig ha vendido ya sus resultados a
consorcios farmacéuticos con el propósito de producir
medicamentos "a la medida" para determinadas enfermedades de
origen genético.
La mayoría del trabajo del PGH ha sido hecho
por el Instituto Whitehead de Investigación Biomédica, del
Instituto Tecnológico de Massachusetts. El Sanger Centre de
Cambridge (Gr.Bretaña) hizo la segunda mayor contribución
para descifrar el código y secuenció un tercio del genoma.
En el PGH participaron Estados Unidos, Francia,
Alemania, Japón y China, en un proyecto que, hasta cerca de 2005,
desde que fue lanzado en 1990, tendría un costo de cerca de
3.000 millones de dólares.
UN HECHO EXCEPCIONAL EN LA HISTORIA DEL HOMBRE

MADRID, 26 (EUROPA PRESS)La Sociedad Internacional de Bioética
consideró hoy, con motivo del anuncio de la secuenciación del
genoma humano, que se trata de un "hecho excepcional en la
Historia de la Humanidad". En declaraciones a Europa Press, el
presidente del Comité Científico de esta sociedad, Marcelo
Palacios, señaló que la importancia de este descubrimiento se basa
en que "se conoce la intimidad molecular del ser humano, algo muy
importante desde la perspectiva genética y hereditaria, que lo
condiciona como especie".
También resaltó el hecho de que "la comunicación de este
conocimiento se ha realizado conjuntamente desde la escena pública
y la privada", lo que calificó de "ilusionante y esperanzador".
Palacios se refirió al mapa del genoma metafóricamente, de manera
que su secuenciación permitirá conocer "cómo se colocan las letras
del alfabeto, después cómo se forman las palabras, y por último,
los libros". Esto significa "dónde están ubicados los genes, qué
funciones tiene cada uno, qué alteraciones se pueden producir y
qué enfermedades pueden originarse". Además, continuó, permitirá
avanzar en el diagnóstico y en el envejecimiento celular.No
obstante, Palacios recordó que sus aplicaciones no son sólo
médicas, sino que también repercutirá en la biología, la
investigación básica, en la industria alimentaria o en la
biodiversidad y el medio ambiente.Por otra parte, aunque calificó
este descubrimiento como "muy positivo", señaló que hay que "ser
honestos y reconocer que en el otro lado de la balanza se sitúa el
lado oscuro de los datos mal utilizados". El descubrimiento del
genoma debe servir, en opinión de este experto, a "todo el mundo,
e incluso más a los países pobres". "No debe contribuir a aumentar
las diferencias entre los ricos y los pobres", añadió.
Para Palacios, es necesario aplicar los principos de precaución y
de solidaridad. Además, señaló que debería haber un acuerdo
internacional para el "uso racional de la biotecnología", ya con
la rapidez con que se están desarrollando estos avances, "las
leyes irán siempre por detrás del hecho establecido".
Por último resaltó la necesidad de informar y formar a la
población en este sentido, por lo que comentó que se debería
enseñar bioética en "todos los niveles educativos", en un lenguaje
"universal y accesible a todo el mundo".
EL MAPA DE LA VIDA: EL CAMINO DEL GEN AL HOMBRE
Londres, 26 (Fax Press/dpa) El hombre es mucho más que
la suma de sus genes. La secuencia del genoma humano dice
tan poco sobre el hombre como un plano de una ciudad sobre
la vida en sus calles.
En cada célula del cuerpo humano hay alrededor
de 100.000 genes, que tienen la información para construir
las distintas proteínas, las herramientas y "ladrillos" del
organismo. Es por eso que a partir de un minúsculo óvulo fecundado
se puede desarrollar un hombre adulto completo con todos sus
órganos.
Los genes individuales se activan en
determinado momento y lugar, de manera que la célula puede
producir un tipo de proteína. También las células de un dedo
poseen el gen que codifica para el color de ojos, pero no es
activo en ese miembro. En general, la mayoría de los genes
están desactivados una gran cantidad de tiempo.
Una enfermedad hereditaria o un tipo de cáncer
puede aparecer cuando no hay una correcta regulación o
cuando a partir de un gen defectuoso se produce una proteína
con errores en su configuración.
Un gen está formado por una larga serie de
cuatro "ladrillos" con las bases adenina (A), timina (T),
guanina (G) y citosina (C).
Si un gen es activado, se procede a su
transcripción, y un mensajero lleva la información hasta las
fábricas de proteínas de las células, los ribosomas, donde
se llevará a cabo la traducción y la formación de la
correspondiente cadena de aminoácidos, que luego se plegará para
formar la proteína.
Las proteínas tienen el rol principal en el
metabolismo del cuerpo. Entre algunas de sus funciones están
las de participar en la construcción de material óseo y
depósitos de grasas o la formación de los músculos. Las
enzimas, otro tipo de proteínas, degradan los alimentos.
Un gen muestra sólo la secuencia de bases, pero
no dice nada acerca de la estructura tridimensional de la
proteína ni acerca de su función. Es por eso que el trabajo
más importante se realiza sólo después de descifrar el gen.