PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
FUENTE DE LA BICHA
Escondida bajo los cortados del Serrallo, mantiene un mínimo
caudal de agua agria para aplacar la sed de deportistas y
caminantes
Es el manantial de la Culebra, donde los arroyos
subterráneos que llenan el acuífero de Granada dejan escapar un
hilo de agua cristalina que da nombre a la mal llamada ruta del
colesterol
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE

No es fácil ver serpientes en la Fuente de la Bicha. Las hay, pero
prefieren ocultarse entre la vegetación, muros y piedras, y no
aparecer hasta que la oscuridad se cierne sobre los cortados de
tierras arcillosas que desde el Serrallo caen en picado sobre la
ribera del Genil. La forma vulgar de llamar a los reptiles
da nombre a un manantial que se cuenta entre los más conocidos de
Granada y sus alrededores. Una fuente visitada y valorada desde la
época nazarí y que en la actualidad forma parte de la lista de los
lugares más comentados y frecuentados de la capital, ya que el
recorrido que realizaban los viejos aguadores para llenar sus
cántaros de agua fresca y trasladarla a la ciudad, se ha
convertido en la ruta favorita de quienes quieren hacer deporte,
disfrutar de un paseo saludable o simplemente caminar junto a la
ribera del Genil. Es la ‘ruta del colesterol’, una denominación
muy poco afortunada para lo que en realidad es el camino de la
fuente de la Bicha. (...)
(...) Muy pocos de los que cada día hacen el camino entre el
Puente Verde y las inmediaciones de Cenes de la Vega, aguas arriba
del río Genil, conocen el manantial, ya que para llegar hasta la
pequeña ‘minilla’ en la que mana el agua, hay que separarse de la
ruta más frecuentada, lo que favorece el mejor mantenimiento de
ese espacio oculto entre las zarzas, matorrales y alamedas y le
aporta un grado de soledad que agradecen quienes sí conocen el
punto donde se encuentra y acuden a beber agua de sabor amargo y
rememorar los tiempos en los que esta fuente, como la del
Avellano, eran parte del abastecimiento habitual de los
granadinos. La de la Bicha, que en realidad se llamaba de la
Culebra porque se encuentra en las inmediaciones del cortijo de la
Culebra, forma parte de un ecosistema de tajos y riberas.
Deshielo
Es la afloración de filtraciones de aguas que se producen en el
cortado que recorre gran parte de la colina del Serrallo. Por el
interior de la tierra discurren arroyos subterráneos que canalizan
el agua del deshielo de Sierra Nevada y recogen las
precipitaciones de lluvia para conducirlas hacia el gran acuífero
de Granada. La reducida permeabilidad de ese terreno,
que está constituido por lo que los geólogos denominan ‘Formación
Alhambra’, es la causa de que haya pocos manantiales en esta zona,
y que fuentes como la de la Culebra solo ofrezcan un pequeño hilo
de agua, que a pesar de su escasez no parece secarse nunca. El
agua surge al fondo del cortado de arenas y cantos rodados, forma
una pequeña pileta y deja caer sus caños, entre pequeños helechos,
llamados culandrillos de pozo, entre los que aparecen grandes
flores compuestas de color morado, la flor de la viuda. La fuente
está rodeada de zarzamoras, sobre las que crecen las clemátides y
una especie poco habitual en esta zona, la dulcámara,
Solanum dulcamara, que posee unos atractivos frutos de color rojo
intenso, parecidos a pequeños tomates en forma de racimos, con los
que hay que tener un especial cuidado, ya que los tomatitos son
muy tóxicos, e incluso mortales en dosis altas. Esta especie
también crece en algunos puntos del camino que desde la ciudad
llega a la fuente y forma parte de la ruta. En el acceso a la
fuente hay almeces, hiedras y rubia silvestre, además de las
habituales higueras.
Ferruginosa
No se puede evitar probar el agua de la fuente. Algunos ciclistas,
deportistas y paseantes aprovechan para refrescarse y llenar sus
botellitas antes de seguir camino. Comentan su típico sabor agrio,
un toque amargo que viene dado por la presencia de mineral de
hierro en su composición. Esa cualidad es lo que hace que las
gentes que la conocen consideren que tiene propiedades
medicinales, aunque la realidad es que se trata de agua que todo
el mundo considera como de alta calidad, pero no está
potabilizada y no ha pasado controles de salubridad.
Este lugar, umbrío, al que solo le da el sol durante un par de
horas por la mañana, es el hábitat de una gran cantidad de
especies animales que aprovechan el agua y la vegetación que se
genera a su alrededor. Es normal escuchar el intenso canto del
ruiseñor bastardo, el insistente rascar de las currucas, y decenas
de sonidos que corresponden a urracas, mirlos y petirrojos. En el
crepúsculo es posible sorprender a algún zorro que se acerca a
saciar la sed o en busca de roedores a los que dar caza.
Para llegar a la fuente de la Bicha hay que caminar desde el
Puente Verde, en la ciudad, por la ribera izquierda del río Genil
hasta pasar, casi dos kilómetros y medio después, por debajo
de la autovía que sale de los túneles del Serrallo. A unos
doscientos metros de ese punto el camino de los deportistas cruza
el río por un puente recientemente restaurado. Unos metros antes
había una bifurcación que, a la derecha, discurre por un pequeño
túnel sobre el que pasa la carretera de Sierra Nevada. Ese es el
camino que asciende hacia la fuente, que se encuentra un centenar
de metros después. El hecho de tenerse que separar de la ruta
principal es lo que hace que la mayoría de los paseantes nunca
hayan conocido el manantial.
Caminar hacia este paraje puede ser un buen momento para conocer y
disfrutar de la naturaleza que rodea la ribera del Genil. Desde
que el camino sale de la ciudad el río está bordeado por arboledas
compuestas de sauces y álamos, masas de enredaderas con
campanillas, salicarias, aneas en las zonas de aguas más
remansadas, carrizos y cañaverales, zarzamoras y rosales
silvestres. Son lugares donde en otoño e invierno vuelan
mosquiteros, se pueden ver lavanderas, e incluso, durante todo el
año, grupos de ánades azulones. Al otro lado del camino, las
huertas tradicionales, con cultivos de primor, y en las cunetas,
especies como las atrapamoscas, una planta utilizada para
investigaciones médicas, y que se colgaban en las casas para
espantar a los insectos. A final del verano florece el pimiento de
los monjes, una planta de gran porte, de flores pequeñas y
azuladas que se utilizaban para inhibir los impulsos sexuales en
los conventos.
Caminar hacia la fuente de la Bicha es algo que ya hacían los
granadinos de la época nazarí. Cuentan las crónicas que había una
almunia fortificada que se llamó la casa de las gallinas, situada
junto al manantial que abastecía la primitiva explotación avícola
y a sus gentes, que celebraban la calidad del agua y la llevaban
al sultán como presente.
Aguas del manantial de la Bicha, en el que las leyendas
dicen que durante el crepúsculo es posible apreciar el zizagueante
reptar de una culebra de collar, una
Natrix natrix, que
ajena a la denominación del paraje, acude junto a las aguas para
beber y cazar.
El paseo
¿Dónde está?:_ La llamada Fuente de la Bicha está en el
recorrido conocido como ‘ruta del colesterol’ al este de la
ciudad, en la ribera del río Genil.
¿Cómo llegar?:_ La ruta que cada día realizan decenas de
granadinos parte del Puente Verde, en el paseo de la Bomba, aguas
arriba del río Genil hasta salir de la ciudad y pasar por debajo
de la carretera que accede a la Alhambra tras los túneles del
Serrallo. Unos 200 metros después hay un puente sobre el Genil
(foto 1). Antes de llegar, a la derecha, un túnel pasa por debajo
de la carretera de la Sierra. Tomad ese camino que asciende, y a
100 metros, está la Fuente de la Bicha.
Coordenadas:_ La fuente está en 37° 9’35.60’’N
3°33’53.08’’O
La fuente de la Bicha está recogida como manantial por el
geólogo del CISC, Antonio Castillo, en el libro ‘Manantiales’,
donde además de sus características técnicas recoge que ya aparece
en el ‘Catálogo de Aguas’ de Yagüe, en el año 1882, en el que
señala lo ‘especial’ del paraje, la calidad del agua, y que es
lugar de «citas para guisar, merendolas y jaranas, de gente
sesuda, las menos de las veces, alegre y casquivana, las más».
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Culandrillo de pozo
FLORA
Adiantum
capillus-veneris (Culandrillo de pozo)
Ailanthus altissima
Arundo donax (Caña común)
Calystegia
sepium subsp. sepium (Hiedra campanilla)
Celtis australis
(Almez)
Clematis vitalba (Clemátide)
Crataegus monogyna
(Majuelo, espino albar)
Daucus carota
Dittrichia
viscosa
Dorycnium
rectum (Unciana)
Epilobium
hirsutum
Equisetum
ramosissimum
Ficus carica (Higuera)
Foeniculum vulgare (Hinojo)
Hedera helix (Hiedra)
Hypericum perforatum
(Corazoncillo)
Lonicera
periclymenum subsp hispanica
Lythrum
salicaria (Salicaria)
Medicago
sativa
Mentha suaveolens (Maztranzo)
Nerium oleander (Adelfa)
Phragmites
australis (Carrizo)
Platanus
hispanica (Platano de sombra)
Populus alba (Alamo blanco)
Populus
nigra (Alamo negro)
Prunus dulcis
(Almendro)
Pyrus communis (Peral)
Quercus rotundifolia
Retama sphaerocarpa
(Retama)
Rhagadiolus
edulis
Rorippa nasturtium-aquaticum
Rosa canina
Rubia peregrina
Rubus ulmifolius
(Zarzamora)
Salix
atrocinerea
Salix babylonica
Salix purpurea
Samolus valerandi
Scirpoides
holoschoenus (Junco)
Senecio vulgaris
(Hierba cana)
Solanum
dulcamara (Dulcamara, uvas del diablo)
Ulmus
minor
(Olmo)
Ulmus pumila
Tamus communis
Trachelium
caeruleum (Flor de la viuda)
Trifolium
pratense (Trébol de los prados)
Ulex parviflorus
Vitis vinifera (vid)
Vitex agnus castus
Hypericum perforatum (Corazoncillo)
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