FOTOTRAMPEO
¿Quién anda ahí?
Tejones, gatos monteses, jinetas y zorros son sorprendidos por
cámaras ubicadas en sus territorios
Biólogos y especialistas en biodiversidad y cambio climático
mantienen en Sierra Nevada una red científica de fototrampeo
Reportaje por Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle / IDEAL
-WASTE MAGAZINE

La soledad que se siente en lo más profundo de los espacios
naturales es solo una apariencia. Aunque no les veamos están ahí.
Animales, sobre todo vertebrados, que no quieren trato alguno con
el hombre, que huyen o se esconden ante la presencia de un ser
humano. Su aparente invisibilidad no significa que no sean parte
fundamental de los ecosistemas. Conocer qué especies se mueven por
un territorio, quiénes forman las poblaciones, cuáles son sus
costumbres, descubrir sus movimientos altitudinales, e incluso las
posibles hibridaciones con animales domésticos, son datos básicos
para el conocimiento científico de la biodiversidad que nos rodea.
...
IMÁGENES OBTENIDAS
MEDIANTE FOTOTRAMPEO. Fotos tomadas por las cámaras de la red de
fototrampeo instalada para investigar la presencia de mamíferos
carnívoros en el Espacio Natural de Sierra Nevada. Imágenes
cedidas por los investigadores
Uno de los sistemas empleados para dar respuesta a estas
cuestiones es el fototrampeo, una técnica que consiste en la
ubicación de cámaras fotográficas automatizadas en lugares
estratégicos para captar el paso y los movimientos de todo aquel
que pase frente a ellas. "Cada año montamos una red de cámaras de
fototrampeo en determinados lugares del Espacio Natural de Sierra
Nevada para conseguir datos de presencia y ausencia, de la
evolución de las poblaciones y comportamiento, entre otras
cuestiones", dice el biólogo y técnico de la Agencia de Medio
Ambiente y Agua de Andalucía, José Miguel Barea, que junto a
auxiliares de campo y otros expertos, visitan semanalmente los
puntos donde tienen ubicadas las cámaras para recopilar la
información, las imágenes, grabadas en las tarjetas de memoria.
Consiguen imágenes casi imposibles. Registrar como una jineta
intenta subir a un árbol para cazar un ave, o como una gata
montesa aparece tras el tronco de un árbol, o un zorro sentado a
la espera de la llegada de roedores y pájaros a los que cazar, es
todo un reto que solo se consigue si las cámaras se colocan en los
lugares adecuados. "Lo que hacemos es localizar puntos en los que
hay signos de la presencia de mamíferos carnívoros, como
excrementos, huellas, o incluso restos de haber cazado alguna
presa, y ahí es donde situamos una cámara", dice Javier Martín
Jaramillo, auxiliar de campo de la Agencia de Medio Ambiente. El
sistema es simple y complejo a la vez. Se trata de una cámara
compacta especialmente preparada para camuflarse y dotada de unos
sensores de movimiento y un flash. Cuando algo se mueve delante de
ella se activa y dispara la foto que se guarda en una tarjeta de
datos que "cada semana recogemos y volcamos en un ordenador
portatil", dice Barea. Para ello tienen que acudir cada semana a
los puntos, en su mayoría de dificil acceso, junto a ríos, riscos,
zonas umbrías, bosques y barrancos, para realizar la recogida de
datos.

José Miguel Barea y Javier Martín (izquierda a derecha, foto
1)
Gato montés
El fototrampeo científico que forma parte del programa de
seguimiento de mamíferos carnívoros de Sierra Nevada, tiene desde
hace unos años un objetivo primordial, estudiar la evolución de
una especie que está en regresión en la península y en la
provincia de Granada, el gato montés. Hace menos de una década era
frecuente encontrar excrementos de gato montés en muchos lugares
del macizo de Sierra nevada, pero ahora es muy raro, llo que
significa que las poblaciones están en declive. Barea, señala que
"es una especie muy acosada por la expansión de urbanizaciones,
cultivos y una mayor presencia humana en las zonas naturales. En
el caso de Sierra Nevada pretendemos aportar evidencias sólidas
del declive de esta especie. La aplicación del fototrampeo nos
está aportando datos importantes, y creemos que la población puede
estar entre 130 y 140 individuos. De hecho aparecen de vez en
cuando en las imágenes que captan las cámaras".
A través de las fotos, y sin necesidad de capturar ejemplares de
esta especie, los biólgos han podido saber que el gato montés se
encuentra con lo que se podría considerar buena salud gnética,.
"No hemos visto casos de hibridaciones con gato doméstico, a pesar
de que la presencia de gatos comunes es habitual en las zonas
próximas a pueblos, aldeas, cortijos, e incluso muchos de ellos
deabulan por los montes, pero no hay una hibridación
significativa". Ese dato, fundamental para la preservación de la
especie, se ha podido obtener gracias a las cámaras-trampa.
Para incentivar a los posibles carnívoros que puedan pasar por el
lugar donde se encuentran las cámaras, los ténicos de Medio
Ambiente de la Junta colocan cebos vivos. «Utilizamos palomas que
han sido capturadas en las campañas de control que se hacen en las
ciudades, y nos las pasan para que nos sirvan de cebo, pero en
ningún caso corren peligro ni han sido cazadas por los
carnívoros», dice Javier Martín. Frente a las cámaras se coloca
una jaula con una paloma en su interior. La jaula de un tamaño
suficiente para que un ave pueda pasar un tiempo sin problemas, se
coloca a una altura a la que no puede llegar su presunto
depredador, y por la parte de arriba se cubre de hojas y ramas
para evitar que sean vistas por rapaces. «La presencia de la
paloma hace que los animales, que normalmente pasarían por aquí,
se queden y realicen sus evoluciones delante de la cámara», dicen
los técnicos de la Agencia de Medio Ambiente. De hecho el destino
de esas palomas, capturadas en las ciudades, era el sacrificio, de
esta forma, tras terminar el periodo de trampeo, recuperan la
libertad.
Cambio climático
Los programas de control mediante fototrampeo se enmarcan dentro
de los trabajos de seguimiento del cambio climático global, y en
especial en Sierra Nevada. Los datos son puestos en común con
otros investigadores y del Observatorio del Cambio Global. Cada
una de estas especies puede aportar datos significativos sobre la
evolución de las temperaturas y los ecosistemas. La jineta, por
ejemplo, es un animal asociado a ambientes termófilos, cálidos,
pero no calurosos. Las fotos obtenidas demuestran que cada vez se
encuentra en zonas más altas, lo que significa que sus territorios
habituales se han calentado más de la cuenta. La presencia o
ausencia en diferentes cotas altitudinales de determinadas
especies son datos muy importantes en el segumiento del cambio
climático global.
Fototrampeo, pasión y profesión
Estudiantes, opositores y aficionados hacen
cursos para aprender técnicas de segumiento
De izquierda a derecha, línea superior: Asencio Bueno,Miguel
Navarro, Mónica, Francisco Javier Sánchez, Luisa Romero, Julia
Sánchez, Antonio Navarrete, David Leyva, María Martín, José Luis
Molina, Salvador Castillo, Alberto Fernández, Raquel Esturillo
(Abajo, agachada)
A primera hora de la mañana, un grupo de personas recorre los
caminos embarrados de los secanos de Santa Fe. Buscan un lugar
donde ubicar cámaras que capten el movimiento de la fauna
existente en ese territorio, junto cardos, tarajes y vegetación
propia de barrancos. Son alumnos de un curso organizado por la
Agrupación de Voluntariado Ambiental de Santa Fe, que tiene su
sede en el Centro de Estudios Ambientales de esa localidad, para
aprender las técnicas de fototrampeo. Al frente de ellos, Alberto
Fernández, un biólogo especializado en la localización de fauna a
través de huellas y en la captación de imágenes mediante cámaras
en plena naturaleza. «organizamos cursos de este tipo porque hay
una demanda real y un interés en todo lo que supone un mayor
conocimiento de la naturaleza», dice Alberto Fernández, que
explica cómo hay que localizar un punto por el que pasan de forma
habitual mamíferos como zorros, jinetas y otros depredadores.
«Primero tenemos que descubrir esos pasos por las huellas y
señales que dejan en la tierra y en la vegetación. Después
instalamos las cámaras, que tenemos que camuflar convenientemente
para evitar que las vean». También se camuflan para evitar que
alguien las pueda robar, como ha ocurrido en algunas ocasiones,
aunque se han dado casos en que el presunto ladrón ha sido
fotografiado en pleno robo por otras cámaras situadas en las
inmediaciones».
«Algunos de nosotros estamos muy interesados en este tema porque
queremos que sea parte de nuestro futuro profesiona», dice José
Luis Molina uno de los asistentes al curso, que con otros
compañeros estudian materias relacionadas con la naturaleza y la
investigación. Otros participantes son amantes de la naturaleza y
aficionados a la fotografía, como Antonio Navarrete, para quien
«ampliar mis conocimientos es fundamental, y esta técnica es muy
interesante y puede tener múltiples aplicaciones en el estudio de
la biodiversidad».
El curso impartido por Alberto Fernández es un primer paso para
conocer las aplicaciones de una técnica que es utilizada, cada vez
más, por los equipos de científicos e investigadores de la fauna y
los ecosistemas en todo el mundo.

Todo sobre Fotorampeo en www.fototrampeo.es
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