FAUNA-CRÍAS
LAS
'OTRAS' FAMILIAS
Especies de fauna renuevan sus poblaciones y llenan de recién
nacidos los espacios naturales
Lagunas, dehesas, bosques y montañas se convierten en el escenario
donde crecen, ocultos al hombre, miles de nuevos pobladores
Por Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle -WASTE MAGAZINE
Entre los tarajes y mimbreras de la Charca de Suárez de Motril
puede verse una escena muy poco habitual en Andalucía oriental, un
polluelo de focha moruna (Fulica cristata) es alimentado por su
madre tras haber nacido en el interior de la reserva biológica
motrileña. Es el resultado del intenso trabajo que los
responsables de este espacio natural realizan desde hace algo más
de un año, cuando desde la Cañada de los Pájaros, en Sevilla, se
trasladaron varios ejemplares de esta especie protegida y
amenazada de extinción para su introducción en el humedal
granadino. Ahora, en mayo de 2014, una pareja cuida de un polluelo
y otras dos esperan la eclosión de sus huevos. La introducción de
la especie ha sido un éxito, y la prueba es que uno de los adultos
que ahora vive en esta laguna, fue el primer pollo de focha moruna
que nació en Motril, en mayo de 2013. (...)
FOTOGALERÍA: FAUNA
SILVESTRE CON CRÍAS, FOTOS: J. E. GÓMEZ
Pollos de Avetorillo a la espera de la llegada de su madre
con comida.
Forman parte de lo que se podría considerar un censo familiar, las
‘otras’ familias que desde el pasado mes de marzo y hasta entrado
el verano cuidan de sus retoños y generan una población que posee,
sin duda alguna, el sello de oriundos de Granada. Hay algo más de
doscientas especies de aves que se reproducen en esta zona del sur
peninsular, a las que hay que añadir la totalidad de los
mamíferos, reptiles y anfibios, que habitan desde el nivel del mar
hasta las altas cumbres de Sierra Nevada.
Zampullín
Recién nacidos
Intentan crecer ocultos a la mirada del hombre y hacer crecer sus
poblaciones para garantizar la pervivencia de la especie. Es
ahora, antes de la llegada del verano cuando la presencia de
recién nacidos y juveniles es evidente en campos, bosques, riberas
y montañas. En las desembocaduras de ramblas y humedales costeros
es posible ver polluelos de avetorillo, que desde las aneas
esperan la llegada de sus padres con la comida. Viven juntos, en
unidades familiares, que solo se rompen cuando los juveniles
pueden valerse por sí mismos y logran cazar desde sus atalayas
sobre las charcas, los zampullines cuidan, incesantemente, a sus
crías en pequeños nidos sobre el agua, padre y madre se esfuerzan
en una tarea común. En el interior, las aves forestales están
inmersas en un continuo ir y venir a los nidos a llevar comida. Lo
hacen en grupos, pero cada pareja cuida a sus retoños, como
familias. Más arriba, en las sierras, los mamíferos carnívoros,
zorros, jinetas, garduñas, comadrejas y otros pequeños
depredadores, permanecen unidos en el cuidado de los cachorros,
hasta pasado el verano... Y en las montañas, las cabras montesas
representan otra forma de unidad familiar, en este caso
monoparental, ya que los machos se desentienden de la descendencia
y son las hembras las que caminan entre los riscos y cortados en
compañía de sus pequeñas crías.
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