PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
Animales de ciudad, vecinos en el balcón
La metrópoli es el nuevo hábitat de decenas de especies de fauna
atraídas por la comida fácil y refugios más seguros
El éxodo desde los campos a la ciudad se impone día a día, la
escasez de alimento en el ámbito rural propicia la colonización de
las urbes por especies ‘oportunistas’
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
VIVIR EN LA CIUDAD, ANIMALES URBANITAS
La presencia de una hembra de jabalí en el centro de la ciudad es
algo más que un hecho extraordinario. Es una voz de alerta que
debemos escuchar, una señal de que algo ocurre en la naturaleza,
de que algo cambia para que decenas de especies silvestres
conviertan las metrópolis en hábitat de supervivencia, en destino
de una inmigración obligada por la búsqueda de alimento y refugio.
El cambio climático, abandono de cultivos, uso de insecticidas,
pesticidas y la conversión de territorios naturales en zonas de
expansión inmobiliaria tiene un coste que la fauna ya ha empezado
a pagar y que también pasará factura a la humanidad. Decenas de
especies animales han iniciado el éxodo del campo a la gran urbe.
Los primeros signos fueron la mayor presencia de animales en el
entorno de los pueblos, de cortijos y zonas de cultivo, donde
ciervos y cabras monteses encontraban sembrados para
comer. Los rastros de los jabalíes, siempre ocultos y huidizos, se
dejaban ver en las proximidades de las casas, en alamedas y
riberas, e incluso los zorros, generalmente miedosos, se atrevían
a internarse incluso por calles de cortijadas y pueblos. El
siguiente paso era evidente: colonizar la metrópoli.
FOTOGALERÍA, FAUNA
URBANA, FOTOS: J. E. GÓMEZ
Más de medio centenar de especies de fauna silvestre han
convertido a la ciudad en su hábitat, y la mayoría no solo
la visitan para comer, sino que se quedan a vivir en ella como un
vecino más. No es de extrañar que el sonido que percibimos en el
balcón de la casa colindante sea el que emite una familia de
cernícalos que ha encontrado en los maceteros vacíos un lugar
perfecto para crear su hogar. Cuatro polluelos de esta rapaz que
se alimenta de roedores, pequeños reptiles y grandes insectos, han
crecido en el balcón de un piso deshabitado. Junto a ellos, en los
huecos del tejado, colonias de vencejos recuperan los nidos que
abandonaron el pasado otoño; un colirrojo tizón ha pasado el
invierno y quizás no se marche en el verano a buscar pareja en
zonas de sierra, a mayor altitud (como ha hecho en años
anteriores).
La ciudad ofrece los recursos que ya no encuentran en el medio
natural, donde hay menos campos cultivados y, por tanto, menos
posibilidades de vida para micromamíferos (topillos, ratones...)
que son el sustento de grandes aves, y de depredadores como
zorros, gatos monteses, comadrejas y zorros, que empiezan a verse
merodear en el interior de la capital, donde los vigilantes
habituales de parques y de zonas con menor presencia humana como
cármenes y palacetes, saben de la existencia de familias de
garduñas, tejones y jinetas. Y en espacios como los jardincillos
del Salón, habitan grupos de críalos. Las ardillas, casi
inexistentes hace solo una década, se adueñan ya de los grandes
árboles de casi todos los parques y jardines. En los bordes del
río, no solo hay patos semidomésticos abandonados, sino que
abundan las lavanderas, bisbitas, golondrinas y aviones, aves
típicas de humedales y lagunas. Cárabos comunes y una pequeña
rapaz, el autillo, ponen su canto a las noches estivales junto al
paseo de los Basilios, donde colonias de murciélagos vuelan al
atardecer en busca de insectos.
Arrendajo
Evidencia
Los biólogos indican que la colonización de la ciudad por parte de
especies silvestres es una realidad palpable. Juan Ramón Fernández
Cardenete, afirma que se aprecia la presencia de Arrendajos, un
ave típicamente forestal, e incluso cada vez hay más urracas,
grajillas y otra ave también muy selectiva que ya no hace feos a
la gran urbe, el rabilargo, de tamaño medio y tonalidades
azuladas. Indica también que los anfibios y reptiles crecen en los
ambientes urbanos, sobre todo en acequias, fuentes y albercas.
E incluso está constatada la presencia de libélulas muy
exclusivas, como la africana
Trithemis kirbyi citada por
el biólogo Ángel Romero en la fuente de la Caleta.
José Miguel Barea Azcón, técnico de la Agencia de Medio Ambiente y
Agua, confirma que se han dado avistamientos de especies que
generalmente huían de las zonas urbanas, y que se han incrementado
los lugares en la capital que algunas especies utilizan como
refugio en épocas de más frío en la montaña. Aunque no hay datos
científicamente constatables, para los expertos, la impresión es
de que el cambio climático afecta de forma considerable en ese
‘exodo’ hacia la gran urbe.
Martín pescador Foto tomada
en el Parque García Lorca de Granada en noviembre de 2014.
Foto: J. E. Gómez
La ciudad tiene su fauna urbanita habitual, como los gorriones,
vencejos, mirlos en los parques, palomas y algunos reptiles
como lagartijas y salamanquesas. Son especies a las que se
han añadido otras más exclusivistas, como los lagartos
ocelados, e incluso culebras de agua y escalera. Otras
especies, llegan a convertirse en verdaderas plagas, como ocurre
con los estorninos, que al no encontrar grandes arboledas en el
campo, ocupan los árboles de las plazas de la ciudad para
refugiarse, y también reproducirse. De hecho, la mayoría de los
estorninos que vuelan sobre Granada no son foráneos, nacieron en
la ‘Trinidad’.
La Alhambra
Procedentes de centroeuropa llegan cada año numerosas aves que
encuentran en la Alhambra un refugio ideal, debido al aporte de
comida que les ofrece la vegetación existente y al mismo tiempo
los grandes árboles y oquedades les ofrecen perfectos lugares de
nidificación.
En los espacios boscosos periurbanos la fauna existente es muy
abundante y diversa, pero en cada jardín del interior de nuestras
ciudades podemos encontrar también un buen número de especies
habituales. Estas vienen condicionadas por la variedad de especies
vegetales que alli habiten y que en al menos un 60% suele ser de
repoblación. En estas zonas abundan las mariposas, lombrices
(Lumbricus terrestris), babosas, caracoles, arañas, salamanquesas
y si además tienen estanques podemos encontrar libélulas, ranas,
peces como la carpa común y aves como las ánades y
Aythya
ferina (Porrón europeo)
Los estorninos y las lavanderas utilizan la ciudad como
dormitorio, y en plazas y arboledas se pueden concentrar un buen
número de individuos. Las golondrinas visitan las zonas
urbanizadas desde hace miles de años para reposar, alimentarse y
reproducirse y se las considera muy beneficiosas porque se
alimentan de insectos.
VENCEJOS. Se les ve siempre a primera hora de la mañana y de la
tarde sobrevolando las ciudades en bandadas. Pasa gran parte de su
vida en vuelo, incluso descansa y se aparea en vuelo. La actividad
en las primeras luces de la mañana y de la tarde es frenética.
EDIFICIOS Y CEMENTERIOS
En el centro de la ciudad habitan fundamentalmente ratas,
cucarachas y murcielagos.
Las ratas si sus poblaciones son controladas pueden causar un
efecto beneficioso para las ciudades ya que contribuyen a
que no se acumule demasiada materia orgánica en las canalizaciones
y evitar así que puedan darse explosiones por combustión.
Las palomas prefieren los cascos históricos ya que aqui encuentran
un gran número de oquedades donde descansar y la comida es
suministrada por los transeúntes y los habitantes más antiguos de
la zona.
Es frecuente también ver gorriones o los vencejos que nidifican
cada año. Entre las celosías del Patio de los Leones podemos ver
revolotear un gran número de gorriones y vencejos.
El grupo más abundante es el de los
insectos, saltamontes, grillos, termitas, chinches, pulgones,
polillas, abejas, moscas,
mosquitos, hormigas, tijeretas, mariposas y escarabajos son
algunos de nuestros inquilinos habituales. Hay algunas especies
que también han sufrido recesiones como el caso de algunas
mariposas como el gran pavón (Saturnia pyri)
En los cementerios viven muchas de estas especies como los
caracoles, babosas, lombrices, insectos y algunas lagartijas,
aunque estas últimas prefieren muros viejos y tapias de viviendas.
Las cigueñas también se han adaptado a este ambiente urbano,
siendo cada vez más frecuente verlas en lo alto de algunos
edificios e incluso en los vertederos compitiendo con las gaviotas
por comida, hasta tal extremo que la abundancia de comida hace que
no emigren y permanezcan durante todo el año en estas zonas.
Athene noctua (Mochuelo) y Pica pica (Urraca) son otras de
las especies que se han adaptado a estos asentamientos donde
conseguir comida es fácil, las temperaturas son más elevadas y
existen multitud de sitios donde resguardarse.
De todas estas especies hay que destacar a los gorriones cuya
adaptación al hombre es tal que ya no es capaz de sobrevivir sin
su presencia. Repulsivos como las cucarachas o las ratas, bellas
como las mariposas, beneficiosos como las golondrinas o
perjudiciales como las termitas, todos conforman una comunidad
irremediablemente unida a la especie humana.
Las gaviotas no solo colonizan habitats marinos sino que pueden
encontrarse tierra adentro en busca de comida. Los vertederos son
buena muestra de ello y en numerosas charcas y embalses, son
abundantes en zonas de marismas y puertos cercanas a poblaciones
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
AVES
Aegithalos
caudatus
(Mito)
Alectoris
rufa (Perdiz roja)
Anthus
pratensis (Bisbita comun)
Apus
apus (Vencejo común)
Asio otus
(Buho chico)
Athene noctua
(Mochuelo) Bubo
bubo (Buho real)
Carduelis
carduelis (Jilguero)
Carduelis
chloris (Verderón)
Carduelis spinus (Lúgano)
Columba livia
(Paloma) Columba
palumbus (Paloma torcaz)
Coccothraustes
coccothraustes
(Picogordo)
Emberiza
cia (Escribano Montesino)
Erithacus
rubecula (Petirrojo) Falco naumanni (Cernícalo
primilla)
Fringilla
coelebs (pinzón vulgar)
Garrulus
glandarius (Arrendajo)
Monticola solitarius (Roquero
solitario)
Motacilla
alba (Lavandera blanca)
Merops
apiaster (Abejaruco europeo)
Otus scops
(Autillo europeo)
Periparus
ater = Parus ater (Carbonero garrapinos)
Cyanistes
caeruleus
= Parus caeruleus (Herrerillo)
Lophophanes
cristatus = Parus cristatus (Herrerillo capuchino)
Parus major
(Carbonero común)
Passer
domesticus (Gorrión común)
Phoenicurus
ochruros (Colirrojo tizón)
Pica pica
(Urraca)
Ptyonoprogne rupestris
(Avión roquero)
Sturnus
vulgaris (Estornino pinto)
Sturnus
unicolor (Estornino)
Streptopelia
decaocto
(Tórtola turca)
Sylvia
atricapilla (Curruca capirotada)
Troglodytes
troglodytes (Chochín)
Turdus iliacus (Zorzal alirrojo)
Turdus merula
(Mirlo Común)
Upupa epops
Abubilla
Chroicocephalus ridibundus = Larus ridibundus / Gaviota
reidora
Egretta garcetta (Garceta) es frecuente en los puertos
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