La
problemática de la educación ambiental
Educación, capacitación e investigación constituye una estrategia
orientada a la formación de una nueva cultura ambiental que incida
en preferencias de consumo y patrones de convivencia.
Por Cristian Frers- WASTE MAGAZINE
Para comprender qué es la educación ambiental, es conveniente
explicar lo que no es. La educación ambiental no es un campo de
estudio, como la biología, química, ecología o física. Es un
proceso. Para muchas personas, este es un concepto que se le hace
difícil comprender. Mucha gente habla o escribe sobre enseñar
educación ambiental. Esto no se puede llevar a cabo. Uno puede
enseñar conceptos sobre esta problemática, pero no educación
ambiental.
La falta de consenso sobre lo que es la educación ambiental puede
ser una razón de tales interpretaciones erróneas. Con frecuencia
educación al aire libre, educación para la conservación y estudio
de la naturaleza son todos temas considerados como educación
ambiental. Al mismo tiempo, parte del problema se debe también a
que el mismo término de educación ambiental es un nombre no del
todo apropiado.
En realidad, el término Educación para el Desarrollo Sostenible
sería un término más comprensible, ya que indica claramente el
propósito del esfuerzo educativo: educación sobre el desarrollo
sostenible, el cual es en realidad la meta de la educación
ambiental.
La problemática ambiental se ha acelerado y agudizado en las
últimas décadas, en un contexto en el que la globalización
económica impone nuevas pautas para la producción y consumo de
recursos. En dicho contexto la educación es una vía útil y
necesaria para potenciar al máximo la formación y capacitación
ambiental en distintos ámbitos de la sociedad, desde quienes
tienen en sus manos la toma de decisiones importantes, hasta los
niveles ciudadanos, en los que la actuación diaria incide en forma
directa sobre el medio.
Educación, capacitación e investigación constituye una estrategia
orientada a la formación de una nueva cultura ambiental que incida
en preferencias de consumo y patrones de convivencia.
Los componentes de la Educación para el Desarrollo Sostenible son:
A) Fundamentos ecológicos: Este nivel incluye la instrucción sobre
ecología básica, ciencia de los sistemas de la Tierra, geología,
meteorología, geografía física, botánica, biología, química y
física. El propósito de este nivel de instrucción es dar al alumno
informaciones sobre los sistemas terrestres de soporte vital.
Estos sistemas de soporte vital son como las reglas de un juego.
Suponga que desea aprender a jugar un juego. Una de las primeras
tareas que necesita hacer es aprender las reglas del juego. En
muchos aspectos, la vida es un juego que uno juega. Los
científicos han descubierto muchas reglas ecológicas de la vida
pero, con frecuencia, se descubren nuevas reglas. Por desgracia,
muchas personas no comprenden muchas de estas reglas ecológicas de
la vida. Muchas conductas humanas y decisiones de desarrollo
parecen violar a muchas de ellas. Una razón importante por la cual
se creó el campo conocido como educación del desarrollo sostenible
es la percepción de que las sociedades humanas se estaban
desarrollando de maneras que rompían las reglas. Se pensó que si a
la gente se le pudiera enseñar las reglas, entonces ellas jugarían
el juego por las reglas.
B)
Concientización conceptual: De cómo las acciones
individuales y de grupo pueden influenciar la relación entre
calidad de vida humana y la condición del ambiente. Es decir, no
es suficiente que uno comprenda los sistemas de soporte vital
(reglas) del planeta; también uno debe comprender cómo las
acciones humanas afectan las reglas y cómo el conocimiento de
estas reglas pueden ayudar a guiar las conductas humanas.
C)
La investigación y evaluación de problemas: Esto
implica aprender a investigar y evaluar problemas ambientales.
Debido a que hay demasiado casos de personas que han interpretado
de forma incorrecta o sin exactitud asuntos ambientales, muchas
personas se encuentran confundidas acerca de cual es el
comportamiento más responsable ambientalmente. ¿Es mejor para el
ambiente usar pañales de tela que pañales desechables? ¿Es mejor
hacer que sus compras la pongan en un bolsa de papel o en una
plástica? La recuperación energética de recursos desechados, ¿Es
ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las respuestas a
tales preguntas son sencillas. La mayoría de las veces, las
circunstancias y condiciones específicas complican las respuestas
a tales preguntas y solamente pueden comprenderse luego de
considerar cuidadosamente muchas informaciones.
D)
La capacidad de acción: Este componente enfatiza el
dotar al alumno con las habilidades necesarias para participar
productivamente en la solución de problemas ambientales presentes
y la prevención de problemas ambientales futuros. También se
encarga de ayudar a los alumnos a que comprendan que,
frecuentemente, no existe una persona, agencia u organización
responsable de los problemas ambientales. Los problemas
ambientales son frecuentemente causados por las sociedades
humanas, las cuales son colectividades de individuos. Por lo
tanto, los individuos resultan ser las causas primarias de muchos
problemas, y la solución a los problemas probablemente será el
individuo (actuando colectivamente).
Un adecuado proceso de Educación para el Desarrollo Sostenible
debería conducir a las personas a adquirir una visión más objetiva
del funcionamiento de la sociedad a la cual pertenece, y de las
sociedades humanas en general. Además, debe estimularla a tomar
una parte más activa en la vida de la comunidad, elevar su deseo
de asumir su cuota de responsabilidad y hacerlo comprender que la
primera regla en el manejo de los recursos naturales es evitar el
derroche.
La Educación para el Desarrollo Sostenible es un eficaz
instrumento para lograr ese desafío ineludible que se asume en la
labor diaria, convirtiendo a los ciudadanos en seres responsables
respecto al ambiente natural, cultural y social en el que viven.
El crecimiento de esta disciplina se debe basar en la sensibilidad
y toma de conciencia de amplios grupos de profesionales
-científicos, técnicos, docentes- como por la incorporación de lo
ambiental en las políticas institucionales.
En este orden de ideas, la educación para el Desarrollo Sostenible
tiene un papel muy importante en la formación de individuos, ya
que facilita la construcción de conocimientos significativos y la
apropiación de las realidades en las cuales se desenvuelven todos
los grupos sociales.
Este proceso se debe basar en "aprender a aprender", que incluyen
experiencias donde el juego, la acción y el contacto directo con
el medio, son los pilares fundamentales. Permite que los niños se
introduzcan en el proceso de bioalfabetización. Desde edades
tempranas debe inculcarse al niño las primeras ideas sobre la
conservación de la flora, la fauna y los demás componentes del
ambiente. El maestro debe realizar su trabajo de manera que forme
en los estudiantes, respeto, amor e interés por la conservación de
todos los elementos que conforman el medio ambiente. En la escuela
y en el hogar debe forjarse esta conciencia conservacionista del
hombre del mañana.
El niño crece y se desarrolla bajo la influencia de un complejo
proceso docente-educativo, en el que la escuela cumple un encargo
social que tiene el objetivo de que el futuro ciudadano reciba
enseñanza y educación, y se integre a la sociedad en que vive de
una manera armónica, formado política e ideológicamente en
correspondencia con los principios de nuestra sociedad. En este
sentido hay que educar al niño para que ocupe plenamente el lugar
que le corresponde en la naturaleza, como elemento componente de
esta. Él debe comprender que es parte integrante del sistema
ecológico y que, como tal, tiene deberes que cumplir.
Además se debe ofrece educación y capacitación para
adolescentes y adultos. El programa tiene que incluir
talleres para niños, talleres para docentes, cursos cortos,
seminarios, simposios nacionales e internacionales y charlas.
Este proceso es dirigido a la comunidad en general y se
esquematiza como una orientación de temas ligados a los procesos
de desarrollo que tiendan a corto, mediano y largo plazo a
establecer herramientas que prevengan el deterioro natural de los
recursos naturales e integren cambios de sensibilización en las
formas de conducta, siempre hacia ambiente a la consecución de la
sustentabilidad.
La humanidad ha tomado conciencia recientemente de que la Tierra,
nuestro hábitat, tiene límites y es frágil. A la luz del
crecimiento explosivo de la población mundial, el enorme progreso
tecnológico, la utilización descontrolada de los recursos y las
actividades humanas, se ejerce una presión intolerable sobre el
Ambiente; un factor importante que distingue a la sociedad moderna
de las que nos precedieron, es el ritmo de los cambios a los que
se somete al ambiente y a la universalidad de sus consecuencias.
Ecología, contaminación, deforestación, tráfico de flora y fauna,
polución, residuos peligrosos, capa de ozono, energías
alternativas y calidad de vida son términos que, en la actualidad,
se leen y escuchan en forma continua. Esto tiene un aspecto
positivo, que es la toma de conciencia en todos los niveles, sobre
la existencia de problemas reales y graves, tanto en el presente
como en el futuro.
Es importante tomar conciencia de que el prevenir de la humanidad
y la calidad de vida de las generaciones futuras dependen, en gran
medida, de las opciones y alternativas que los seres humanos
aporten durante su propia vida:
-Hay que desarrollar los instrumentos de análisis,
reflexión y acción destinados a la comprensión, prevención y
corrección de los daños sufridos por el ambiente. Ello debe
incluir la búsqueda de acciones concretas o al menos, una profunda
reflexión de las soluciones preventivas, curativas o alternas para
los problemas ambientales.
-Que se pueda recapacitar sobre las responsabilidades que han de
asumirse, individual y colectivamente, con el fin de que
conjuntamente se puedan solucionar los problemas.
-Se debe adquirir un conocimiento básico sobre la manera de
resolver los problemas ambientales.
-Que se comprenda que el hombre es inseparable de su medio
ambiente, de manera que lo altere este último tendrá un efecto
indirecto sobre el hombre mismo.
Cada individuo puede ser reproductor del mensaje conservacionista,
dar el ejemplo no tirando la basura y buscando siempre el
reciclaje como alternativa de ahorro y de protección al ambiente.
La educación para el Desarrollo Sostenible canaliza y orienta
todas las inquietudes que se poseen para proteger y conservar el
ambiente, ofreciendo herramientas acordes para comunicar mensajes
que logren el cambio necesario en la actitud de cada individuo,
que garantice que los recursos existentes, puedan ser disfrutados
por generaciones futuras.
Cristian Frers.
Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en
Comunicación Social.
TEMAS RELACIONADOS
Educación ambiental
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío