Las
edificaciones de los centros históricos se llenan de
publicidad
Carteles y adosados, estructuras de impacto
WASTE MAGAZINE
Un problema global que afecta a los centros
históricos. Exponenmos la situación de una ciudad especialmente
afectada por el problema y conocida en todo el mundo por sus
cualidades históricas y artísticas. Este reportaje es extrapolable
a centenares de ciudades del planeta
La mayoría de las edificaciones del centro histórico de Granada
padecen un importante estado de degradación en cuanto a los
elementos que se le ha incorporado a sus fachadas. A pesar de que
se rehabilitan algunos edificios, los locales comerciales rompen,
con escaparates desmedidos y luminosos, la estructura urbanística
y el paisaje de la ciudad. Los grandes voladizos se suceden,
mientras la normativa urbanística actual los permite en el centro
y no en otros lugares de la capital. Ecologistas en Acción han
denunciado la situación y esperan que el Ayuntamiento y la Junta
de Andalucía tomen medidas.
Plan de Protección del Centro Histórico de Granada, aún en fase de
redacción, contempla que debe haber un gran equilibrio entre las
edificaciones y los elementos que se incorporan a ellas. Se debe
intentar que no haya nada que rompa el paisaje urbano de una
ciudad artística. Muchos de sus edificios poseen un gran valor
arquitectónico e incluso se les están haciendo muy buenas
restauraciones. Desgraciadamente un paseo por algunas zonas del
centro de la ciudad descubre al visitante el caos, la degradación
y el impacto que producen cientos de carteles, escaparates
desproporcionados, pinturas chocantes con el resto del edificio y
espacios abandonados.
La organización Ecologistas en Acción presentó ante el
Ayuntamiento de Granada y la Delegación de Cultura de la Junta de
Andalucía, una denuncia en la que muestran el verdadero estado del
centro en cuanto al impacto de estos elementos arquitectónicos,
que en la mayoría de los casos van en contra de la normativa de la
ciudad. Afirman que «son numerosísimos los edificios catalogados
del casco histórico de Granada que se hayan sumidos en un
lamentable estado de abandono, tanto poblacional como de
degradación urbanística, arquitectónica y estética. Esta
degradación, no solo está producida por el secular abandono de
éstos edificios por parte de sus propietarios, cuyo objetivo es el
de conseguir que pasen a expediente de ruina, sino que tambíen
padecen otra serie de factores que inciden negativamente sobre
estos inmuebles».
Entre estos factores se encuentran toda un conjunto de
desafortunadas intervenciones que se llevan a efecto sobre los
edificios del centro y que se configuran, entre otras, en la
implantación de las fachadas, balcones y sobre todo en los bajos
de estos edificios, ya sean comerciales, bancarios o de otros
usos, de artilugios y elementos, que adosados, colgados o
realizados con obra distorsionan totalmente estas edificaciones
catalogadas del casco histórico de Granada. Entre los elementos
que agreden ambiental y arquitectónicamente los edificios
catalogados, no catalogados o de nueva construcción se encuentran:
los rótulos luminosos, los carteles de anuncios, las marquesinas,
los voladizos, los tejadillos, los toldos y todo tipo de artículos
colgantes, como ropas, juguetes, etcétera, «sin olvidar otra
enorme plaga que ha caído sobre los nobles inmuebles del centro.
Nos referimos a los aparatos de aire acondicionado, adosados y
colgados en los sitios más insospechados de las fachadas de casi
todo el barrio y para no ser menos el edificio del Ayuntamiento se
puede llevar la palma en la cantidad que atesora de estos
armatostes», dicen los ecologistas en su denuncia.
Calles como la Gran Vía, Mesones, Alhóndiga, la plaza de BibRambla
y sus aledaños muestras como edificaciones antiguas poseen unos
bajos comerciales en los que se han colocado marquesinas que
rompen la estética. En BibRambla, especialmente, se encuentran una
serie de escaparates que se colapsan, en el exterior, con toda
clases de artículos puestos en la misma calle o persianas
semidestruidas que rompen la imagen de los edificios.
En otros que han sido restaurados se colocan carteles de
establecimientos en colores rojos o verdes con grandes letras
luminosas, que constatan con otras iniciativas tomadas por
establecimientos que han dado una magnífica muestra de buen gusto,
como una de las tiendas recientemente ubicadas en la calle Mesones
colindante con el edificio del Suizo. Zócalos En este orden de
desafueros estéticos-arquitectónicos, merecen especial atención el
tema de los zocalos. «Si exceptuamos los que son originales de los
edificios antiguos, hemos de manifestar que los zocalos que se
están articulando en los nuevos edificios e incluso en aquellos
antiguos que no los tenían, y que además son de los más diversos
materiales, (chinorros a la tirolesa, ladrillos alicantinos,
mármol lapidario, piedra abujardada, etcétera) y de los más
diversos colores, rompe la composición configurativa de los
edificios y no dejan contemplar los mismos en toda su plenitud.
Además, la mayoría de estos zocalos son inventados y de enormes
proporciones, pues muchos de ellos llegan a cubrir toda la planta
baja de las edificaciones.
Por otra parte, otra de las causas que degradan de forma
lamentable estos tradicionales espacios es la estructuración y
transformación que se hace con los huecos de los bajos
comerciales, que no se adaptan a la configuración estética,
arquitectónica, ambiental de acabados y de la trama urbana donde
están ubicados. Rompen totalmente con las características
tipológicas originales y de composición de estos inmuebles
catalogados o no del centro de Granada. «Todo ello está
favorecido, por las actuales Normativas y Ordenanzas del vigente
Plan General de Ordenación Urbana de Granada, que son de doble
lectura y ambigüedad, dejando al albur del área correspondiente
del Ayuntamiento de Granada el control o la decisión de aplicación
de éstas normativas, y que a la vista de los resultados que se
observan, son de suma permisibilidad en la faceta negativa de las
mismas».
Por otra parte, en los vigentes planes especiales de los barrios
históricos, ya sea el del Albaicín o el de la Alhambra-Alijares,
donde las normativas son más estrictas, la realidad es que tampoco
se tienen en cuenta y el problema también se produce, aunque en
menor medida. Es urgente, a juicio de los ecologistas, que se
pongan medidas para proteger la ciudad de la degradación y
conseguir una Granada más acorde con sus esencias.
TEMAS RELACIONADOS
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío