Flora,
divulgar el paraiso desconocido
Jornadas sobre Diversidad Vegetal
Islas ecológicas en las
altas cumbres
Un paseo en busca de especies en peligro de
extinción
Tras el rastro de Odontites
granatensis
Roquedos para Artemisia
granatensis
(Manzanilla real)
Por Juan Enrique Gómez / Merche S. Calle- WASTE MAGAZINE
Junio 2006- Es un mundo atacado, adulterado. Ocupa un segundo
plano en las preferencias de la gestión conservadora. El reino
vegetal parece no importar demasiado a quienes tienen la
responsabilidad del mantenimiento ecológico y ambiental. Se
adultera en cultivos masivos, se destruyen sus hábitats en favor
de infraestructuras de desarrollos no sostenibles. Se introducen
especies en cualquier lugar sin tener en cuenta su compatibilidad
biológica. No se piensa en la existencia de comunidades vegetales
vulnerables cuando se trata de desarrollos urbanísticos,
deportivos o sociales. Pero la realidad es que la pervivencia de
la vida sobre el planeta depende, directamente, del equilibrio
vegetal.
España, y en especial Andalucía, poseen en sus suelos la mayor
diversidad vegetal de todo el continente europeo. Desde hace unos
años, los planteamientos están canbiando y se ha generado un
interés especial por todo lo relacionado con la pervivencia de las
especies y la conservación de sus hábitat. Normativas, estudios,
seguimiento de poblaciones florísticas, repoblaciones, e incluso
cultivos in vitro, han dibujado territorios para la conservación,
al reintroducción en el medio y el desarrollo de especies, algunas
de ellas en vías de extinción, e incluso extintas. Esta labor era
puesta de manifiesto durante la celebración de las Primeras
Jornadas Andaluzas de Diversidad Vegetal que se han desarrollado
(24 y 25 junio 2006) en Granada y Sierra Nevada, organizadas por
la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y con la
participación de gestores ambientales y, sobre todo, de lo que
podríamos denominar "cuidadores de plantas", especialistas en
flora que dedican su vida al seguimiento y cuidado de especies que
no durarían mucho sobre la tierra si no fuese por la labor diaria
de vigilantes ambientales, responsables de jardines botánicos,
biólogos, voluntarios y gestores que, aunque inmersos en la maraña
política que atenaza todo lo público, procuran aplicar criterios
científicos y conservacionistas al cuidado del patrimonio vegetal
de un espacio privilegiado como es el sur de la península Ibérica.
Sin olvidar a los divulgadores, científicos y periodistas
empeñados en la tarea de mostrar a la sociedad la gran riqueza
natural, y vegetal en particular, que nos rodea y es necesario
conservar. Sin el conocimiento público la labor de todos los demás
no tendrá valor alguno. El conocimiento es pieza fundamental para
el respeto y la conservación.
Durante las jornadas sobre diversidad vegetal, a las que asistían
especialistas en Medio Ambiente, Botánica y alrededor de cuarenta
profesionales de la información, el director general de Gestión
del Medio Natural de Andalucía, José Guirao, dejaba claro que el
cuidado de las especies vegetales y sus hábitat no se consigue
mediante sistemas exclusivamente conservacionaistas, sino que
necesitan de una gestión activa. Esto es lo que se hace desde
organismos como la Red de Jardines Botáncios de Andalucía, los
bancos de Germoplasma Vegetal, sistemas y programas de
reintroducción de especies, estudios científicos in situ,
laboratorios...
En Andalucía cuenta con alrededor de 4.000 taxones vewgetales,
entre especies y subespecies, esto es un 60% de la flora ibérica.
De ellas 463 especies tienen carácter endémico, esto significa que
son exclusivas, que no existen en otro lugar del mundo. Granada es
la provincia del sur de España con mayor diversidad vegetal, con
3.500 especies y subespecies. Sierra Nevada, La Almijara, la
Sierra de Huétor, son enclaves fundamentales para la botánica a
nivel mundial. Sólo en Sierra Nevada existen 2.000 taxones
diferentes.
La razón de la riqueza vegetal del sur de España está en ser un
territorio puente entre dos continentes y entre dos mares, además
de una orografía muy especial. Sierra Nevada posee las cumbres más
altas de Europa (Mulhacen con 3.481 metros de altitud), y a la vez
la cota más baja. Desde praderas de posdonias a 30 metros de
profundidad en las aguas costeras de la provincia de Granada hasta
la cota altitudinal más extrema, los "tresmiles" de Sierra Nevada.
La totalidad de los pisos bioclimáticos están representados en una
distancia de menos de cien kilómetros entre la cota por debajo de
cero metros hasta las altas cumbres. A estas diferencias en
altitudes se añade una enorme variedad de sustratos geológicos, la
geodiversidad que genera la presencia de muy diferentes especies
vegetales. Areniscas, calizas, margas, dolomías, serpentinas y
yesos... lo que provoca la presencia de flora alpina, boreal,
eurosiberiana e incluso paleotropical, además de la llamada
vegetación mediterránea, común de todos los territorios riberñós
al Mediterráneo, tanto de Europa como de África.
Islas ecológicas en las altas cumbres
Un paseo en busca de especies en peligro de
extinción
Cuidadores de la flora de Sierra Nevada logran
la pervivencia de especies amenazadas como los
Odontites
granatensis y el desarrollo de comunidades de
Artemisia
granatensis (Manzanilla real)
El macizo montañoso de Sierra Nevada es la mayor reserva
florística de Europa. Durante años ha sido objeto de todo tipo de
atentados a sus diferentes hábitat, desde la creación de
infraestructuras destinadas a la práctica del esquí, recolección
de especies para su consumo y venta, pastoreo extensivo y la
masiva afluencia de turismo. Algunas de sus especies vegetales más
significativas y exclusivas han acusado negativamente estas
circunstancias e incluso han llegado a convertirse en joyas
dificilísimas de encontrar. Las condiciones climáticas, con un
incremento de las temperaturas también han provocado que algunas
de las especies hayan buscado territorios a mayo altitud y, por
tanto, de difícil superviviencia. Un paseo por enclaves muy
especiales del parque natural y nacional de Sierra Nevada,
descubría algunas de esas joyas de la mano de uno de los
"cuidadores de plantas", Mario Ruiz Girela (responsable del futuro
jardín botánico de especies amenazadas de la Hoya de la Pedraza) y
con la ayuda de Francisco J. Donaire Sánchez (responsable del
Jardín Botánico La Cortijuela).
Tras el rastro de Odontites granatensis
Se trata de una de las especies con mayor nivel de amenaza de los
endemismos de Sierra Nevada. Sólo se conoce una población en un
espacio de un kilómetro cuadrados de Sierra Nevada. Las tierras
que se retiraron de las pistas de esquí con motivo de las obras
necesarias para las infraestructuras del Mundial de Esquí de 1995,
se vertieron concretamente sobre el territorio ocupado por esta
especie, junto a
Juniperus sabina, Juniperus communis ,
Astragalus granatensis, Erinacea anthyllis, Satureja
intricata,Berberis hispanica, Conopodium thalictrifolium,
Festuca indigesta y otras correspondientes al piso
bioclimático oromediterráneo. La mayoría de los ejemplares de
Odontites no superaron el vertido. Sólo quedaron algunos pies en
la parte baja del vertido y amenazados por el continuado paso de
ganado y la correntía del propio vertido. La Consejería de Medio
Ambiente realizó un vallado de todo el espacio del vertido
reconvirtiéndolo en territorio para regeneración vegetal y la
reintroducción de especies. El territorio exclusivo de Odontites
granatensis se valló especialmente a la espera de la expansión
natural de la especie.
Mario Ruiz se mostraba emocionado al enseñar a los asistentes a
las jornadas de diversidad vegetal, una docena de ejemplares de
esta especie que yu habían iniciado la floración. En un principio
se creyó que esta especie aprovechaba la presencia de juniperos
para crecer a su abrigo. Ahora, tras unos años en los que ha
podido desarrollarse sin presión exterior, se ha comprobado que
prefiere los espacios cercanos a los juníperos pero al aire, lo
que conlleva un peligro añadido, es el lugar por el que pasarían
los rebaños de cabras y ovejas. Por el momento,
Odontites
granatensis no sólo se mantiene, aunque en escaso número,
sino que se desarrolla, gracias al trabajo de protección y el
seguimiento realizado.
Vive a 2.100 metros de altitud, entre piornales y sabinares en
sustratos calcáreos, Florece anualmente entre julio y agosto y
fructifica de agosto a noviembre.
Roquedos para Artemisia granatensis (Manzanilla real)
La Manzanilla Real es quizá la especie más
conocida de los endemismos nevandeses, debido a la polémica y
difusión de procedimientos judiciales por su recolección ilegal.
Casi había desaparecido de las altas cumbres debido a que
tradicionalmente había sido recolectada por sus cualidades
medicinales. Existían decenas de "manzanilleros" dedicados a
recoger esta especieen las altas cumbres de Sierra Nevada. La
recolección fue tal que prácticamente era imposible encontrar
pies de Artemisia granatensis Desde hace unos años se
ha llevado a cabo una labor proteccionista y de recuperación,
tanto en viveros como en sus propiso hábitats,roquedos a más de
2.500 metros de altitud y de difícil accesibilidad. Mario Ruiz
mostraba uno de los hábitat recuperados en Sierra Nevada,donde
se ha introducido esta especie y ha agarrado de forma, por el
momento, estable. Existen varias decenas de pies de Manzanilla
Real, que tras elpaso de casi dos meses después de la retirada
de la nieve, han comenzado su floración.
Vive sobre esquistos, en canchales,
pedregales y roquedos de los pisos oro y crioromediterraneos.
Se acompaña de acompañada Festuca
clementei, Erigerum frigidus,
Nevadensia
purpurea, Arenaria tetraquetra,
Sempervivum minutum, Papaver
lapeyrousianum y otras.
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Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío