El
desafío ambiental
Los problemas ambientales sólo se encienten desde una perspectiva
global
Por Cristian Frers -WASTE MAGAZINE
Ningún tema ha atraído tanto interés y compromiso mundial como ha
sido y es, el tema relacionado con los problemas del ambiente, por
la realidad insoslayable de que el ambiente les pertenece a todos,
les afecta a todos y, por tanto, les importa a todos. El ambiente,
si se intenta conceptualizar, no es más que el conjunto de
elementos abióticos (energía solar, suelo, agua y aire) y bióticos
(organismos vivos, incluyendo al ser humano) interrelacionados
entre sí, que integran la delgada capa del planeta tierra,
sustento y hogar de los seres vivos.
La problemática ambiental es sin duda uno de los más grandes
desafíos que enfrenta la humanidad hoy. Algunos efectos de la
crisis ambiental son claramente perceptibles: aumento de las
temperaturas, agujero en la capa de ozono, desertificación,
acumulación de residuos radiactivos, extensión de enfermedades
como el cáncer o la malaria, insalubridad del agua dulce,
inseguridad alimentaría, agotamiento de los recursos renovables y
no renovables, entre otras, sólo son algunos de los fenómenos que
en nuestro tiempo son cada vez más frecuentes y que amenazan con
acabar definitivamente con la especie humana. El causante de estos
problemas es paradójicamente el hombre mismo, pues su falta de
compromiso frente al tema ambiental y el futuro del planeta, lo
lleva a utilizar de manera inadecuada el territorio que habita y
los recursos naturales de los cuales se sirve. ¿Qué significa
esto? Que si nosotros como seres humanos, pensáramos antes de
actuar o de llevar a cabo alguna acción, podríamos minimizar los
efectos de nuestras acciones.
Los problemas ambientales no se pueden analizar ni entender si no
se tiene en cuenta una perspectiva global, ya que surgen como
consecuencia de múltiples factores que interactúan. Nuestro modelo
de vida supone un gasto de recursos naturales y energéticos cada
vez más creciente e insostenible. Las formas industriales de
producción y consumo masivos que lo hacen posible suponen a medio
plazo la destrucción el planeta. El despilfarro de unas sociedades
repercute directamente en la pobreza de otras y contribuye al
deterioro ambiental general. Es sabido que con sólo el 23% de la
población mundial, los países industrializados consumen el 80% de
la producción mundial de energía comercial, el 79% del acero, el
85% del papel y el 86% de los metales no ferrosos.
A medida que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y
aparecen nuevas necesidades como consecuencia de la vida en
sociedad, el medio ambiente que lo rodea se deteriora cada vez
más. El comportamiento social del hombre, que lo condujo a
comunicarse por medio del lenguaje, que posteriormente formó la
cultura humana, le permitió diferenciarse de los demás seres
vivos. Pero mientras ellos se adaptan al ambiente para sobrevivir,
el hombre adapta y modifica ese mismo medio según sus necesidades.
El sistema de producción actual nos ha llevado a una crítica
situación de la cual no es fácil salir, aún poniendo el mayor de
nuestro empeño.
Sólo tomemos el caso de la contaminación ambiental: La
contaminación es uno de los problemas ambientales más importantes
que afectan a nuestro mundo y surge cuando se produce un
desequilibrio, como resultado de la adición de cualquier sustancia
al ambiente, en cantidad tal, que cause efectos adversos en el
hombre, en los animales, vegetales o materiales expuestos a dosis
que sobrepasen los niveles aceptables en la naturaleza. La
contaminación puede surgir a partir de ciertas manifestaciones de
la naturaleza o bien debido a los diferentes procesos productivos
del hombre que conforman las actividades de la vida diaria. Las
fuentes que generan contaminación de origen antropogénico más
importantes son: industriales (frigoríficos, mataderos y
curtiembres, actividad minera y petrolera), comerciales
(envolturas y empaques), agrícolas (agroquímicos), domiciliarias
(envases, pañales, restos de jardinería) y fuentes móviles (gases
de combustión de vehículos).
Como fuente de emisión se entiende el origen físico o geográfico
donde se produce una liberación contaminante al ambiente, ya sea
al aire, al agua o al suelo. Tradicionalmente el ambiente se ha
dividido, para su estudio y su interpretación, en esos tres
componentes que son: aire, agua y suelo; sin embargo, esta
división es meramente teórica, ya que la mayoría de los
contaminantes interactúan con más de uno de los elementos del
ambiente. En general, la contaminación ambiental en Argentina es
mayor que lo que se podría esperar en un país con tanta
legislación ambiental. Esto es producto de la fragmentación de los
distintos actores, sean estos municipales, provinciales o
nacional, se ha originado un cuadro de situación ambiental confuso
que permite actitudes irresponsables. En nuestro país, el análisis
y el monitoreo del ambiente es prácticamente inexistente en el
caso de la mayoría de los contaminantes. Como resultado de ello,
no hay una base adecuada sobre como tomar decisiones informadas
acerca del manejo de la contaminación ambiental.
La situación del ambiente en Argentina está caracterizada por un
marcado deterioro de los ecosistemas naturales, presencia
preocupante de niveles de contaminación, una incipiente normativa
de protección y recuperación, y en general, por la ausencia o
insuficiencia de información oportuna y calificada, lo que impide
diagnósticos y proyecciones ciertas. Nuestro país no ha quedado
ausente en la problemática de la lenta destrucción de nuestro
hogar.
El hombre atrapado en sus ambiciones desmedidas de poder
materialista y en competencia con otros, vive en un estado de
sufrimiento y miedo que lo paraliza. Tiene una existencia
patológica. La agresividad aumenta ante el fracaso de solucionar
sus necesidades vitales, la situación se agrava al vivir en
ámbitos cada vez más pequeños y superpoblados. Emerge la
indiferencia hacia los demás y muere la auténtica solidaridad, su
mundo de afectos se reduce y no está educado para sentirse parte
del gran conjunto. Se pierde la noción de la patria, la sociedad y
la nación, es la muerte emocional en vida.
Los valores genuinos existen en crisis en la masa humana, se basa
en la pérdida de la herencia cultural e histórica ésta sólo es
trasmitida por la educación y la cultura que permite contener los
impulsos y canalizarlos constructivamente. El hombre social, lo
es, al ser heredero de los bienes de la civilización. En el
presente la ruptura del diálogo entre generaciones, también es la
pérdida de la tradición y el origen. El odio, rencor, desprecio
hacia el pasado es la base de la pérdida de la jerarquía familiar
y comunitaria. La no-existencia de modelos de conductas válidas a
muchos sólo le deja el camino de los psicofármacos y las
dependencias, es decir la decadencia.
Como es bien conocido en los últimos 150 años, el planeta ha
cambiado la estructura natural de su atmósfera y su hidrosfera más
que en todo el tiempo, millones de años, que tiene de existencia.
Por esta razón la adecuada protección y conservación del ambiente
representa uno de los retos más importantes a los que se enfrenta
la humanidad. Es evidente que se necesitan cambios drásticos y
normas muy estrictas si se quiere conservar la calidad de vida en
el planeta. Como miembros de la sociedad debemos participar en
forma activa en la creación de leyes y reglamentos que tengan un
impacto benéfico para el ambiente, nuestra salud y la economía. Es
importante señalar que las soluciones al problema de la
contaminación están más cerca de lo que uno cree, ya que es
posible en nuestra vida cotidiana contribuir con actividades
sencillas a mejorar nuestro entorno, como por ejemplo, consumir
productos no contaminantes, disminuir el uso del automóvil,
separar los desechos reciclables en el hogar, crear espacios
verdes, entre otras medidas. Es precisamente aquí donde se
manifiesta en forma más categórica el hecho de pensar globalmente,
pero actuar localmente.
Cristian Frers –Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico
Superior en Comunicación Social- E-mail: cristianfrers@hotmail.com
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