PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
Al-Andalus * QUBBA * CUARTO REAL, patrimonio histórico nazarí
El salón de protocolo del siglo XIII
La Qubba, el tesoro del Cuarto Real. Uno de los mayores tesoros
nazaríes del mundo
JUAN ENRIQUE GÓMEZ * WASTE MAGAZINE

No es posible imaginar lo que encierran las semiderruidas paredes
del palacete abandonado del Cuarto Real de Santo Domingo. Tras una
enorme puerta de madera tallada, se encuentra el verdadero tesoro
de este espacio de la capital considerado como de alto valor
histórico, artístico y paisajístico, un salón de protocolo de la
Casa Real Almohade datado en el siglo XIII. Se le conoce con el
nombre de Qubba, es una torre en cuyo interior se muestran algunas
de las más importantes representaciones del arte y la arquitectura
nazarí.
En septiembre de 2006, para la realización de este reportaje,
abríamos en exclusiva, las puertas del palacete del siglo
XIX para poder entrar en el interior del tesoro escondido, en el
corazón de la Qubba. El Ayuntamiento de la capital, su concejal de
Patrimonio, Juan García Montero, tiene la responsabilidad de la
llave que da acceso a la sala nazarí.
(...) Para entrar hay que hacerlo por la puerta principal del
palacete, que muestra en sus primeras estancias los agujeros
realizados por las últimas excavaciones arqueológicas que se
realizaron para conocer qué había alrededor de la torre nazarí.
Sorprende la presencia de una enorme puerta metálica de dos paños
y casi cinco metros de altura, cerrada a cal y canto. García
Montero y el concejal de mantenimiento, Vicente Aguilera, abrieron
esa puerta. Tras ella, la magnífica visión de una segunda puerta,
la original de madera tallada con un enorme cerrojo de acero para
dar un punto más de seguridad a la ‘sala del tesoro’.
¿Recuerda el interior de la torre de Comares en la Alhambra? La
Qubba es algo similar, más reducido y, según los expertos, de una
mayor calidad artística, lo cual no es nada fácil. Al entrar
impacta la presencia de la luz solar filtrada por las celosías que
guardan los tres arcos, adornados de yeserías, que constituyen el
frontal de la estancia. Instantes después, al acomodar la visión a
la luz interior, el visitante se deja llevar por la atmósfera de
paz y silencio y la vista se mueve hacia los arcos que coronan
cada una de las cuatro paredes, las aberturas superiores matizadas
por celosías de yeso y una gran cúpula artesonada de madera
labrada con pinturas policromadas. En buen estado
Interior de la qubba del Cuarto Real de Santo Domingo, tras
ser restaurado en 2006.
Juan García Montero y Vicente Aguilera, concejales de Cultura
y Mantenimiento en ese momento.
El tiempo retrocede en siglos y es difícil imaginar que esa
estancia esté oculta a los ojos de los ciudadanos, incluida en una
edificación que la engulló poco antes de la llegada del siglo XX.
El estado actual de la Qubba es perfecto. Se mantiene tal y como
quedó tras una serie de restauraciones que se realizaron en el año
2001, en las que se recuperaron sus elementos decorativos, tanto
de las paredes como de la cúpula. Además se reforzó el edificio
mediante zunchos de madera anclados a los muros, para que
recuperase su posición estructural primitiva, que había sido
alterada al adosarle paredes de estancias del palacete del XIX.
La Qubba era la parte noble de una serie de huertos y jardines
nazaríes de los que aún se conservan algunas estructuras. Formaba
parte de la llamada Huerta Grande de la Almanxarra, junto a una de
las murallas de la ciudad, la del Arrabal de los Alfareros. En su
momento estuvo precedida de un pórtico que tenía una fuente y una
alberca octogonal, según los datos de la Escuela de Estudios
Árabes de Granada, que realizó las restauraciones. Esta
disposición se mantuvo hasta el siglo XIX.
CUARTO REAL
En el espacio conocido como Cuarto Real de Santo Domingo, situado
en pleno centro de la ciudad de Granada, en el barrio del Realejo
(Rabad al-Fajjarin) se encuentra una de las representaciones más
importanres del arte nazarí, la Qubba (torre principal) de una
villa palaciega construida entre los siglos XIII y XIV, durante la
época almohade del Reino de Granada.


Custodia bajo ‘siete’ llaves y dos puertas
El Cuarto Real de Santo Domingo es propiedad del Ayuntamiento de
Granada desde el año 1990, fecha en la que lo compró. Poco después
encargó a la Escuela de Estudios Árabes la restauración y puesta
en valor de esta joya del arte nazarí. Tras realizarse la
restauración de la Qubba, se cerró a la espera de que la Junta de
Andalucía finalizase las excavaciones alrededor de la torre nazarí
y saber qué hacer con el edificio adosado. El Ayuntamiento quiere
demolerlo para darle a la torre la misma imagen que tuvo en sus
orígenes. Ahora la Qubba se mantiene cerrada con una puerta
blindada y como indican sus responsables, ‘bajo siete llaves y un
gran cerrojo para proteger un verdadero tesoro».
Un túnel para acceder al conjunto monumental restaurado
(Noticia publicada en 2011 por J. E. Gómez,
IDEAL)

Desde que en 1990 el Ayuntamiento compró el
conjunto del Cuarto Real de Santo Domingo han sido muchas las
ocasiones en las que parecía que, por fin, iba a ser restaurado y
puesto a disposición de granadinos y visitantes, pero la esperanza
se tornaba en decepción. 21 años después, todo apunta a que esta
vez será la definitiva.
La delegación de Cultura ha dado el visto bueno al proyecto
presentado por el Ayuntamiento de Granada para la recuperación de
este espacio, a los dos años de haber sido entregado por los
arquitectos. El proyecto que definitivamente se tendrá que aplicar
en el Cuarto Real contempla algunas características que
modificarán de forma palpable lo que los granadinos están
acostumbrados a ver. La principal intervención, una vez que ya
terminaron las excavaciones arqueológicas y se decidió no derribar
el palacete del siglo XIX, se centra en la recuperación de ese
edificio y rehacer jardines y accesos. Ahora, la forma de entrar
es a través de una reja que se encuentra en una pequeña placeta
situada junto a la Plaza de los Campos, al inicio de la Cuesta de
Aixa. La reja, que se mantiene en el proyecto, dará paso a una
estructura de nueva construcción en el punto en el que ahora se
encuentra la caseta del guarda, que se mantendrá a pesar de que la
Junta había pedido que se derribase.
Esa estructura tiene forma de túnel, lo que centrará la vista
sobre la imagen del primer patio ajardinado con una alberca
rectangular, con el lateral del palacete al fondo. Es una de las
principales novedades. Otra de las innovaciones es la construcción
de una escalera semiadosada a la muralla del Cuarto Real por el
inicio de la Cuesta del Pescao. Esa escalera llegará hasta el
lateral del palacete y conectará con los restos arqueológicos de
la muralla y el parque del Realejo. La escalera tiene como objeto,
además de acceder al Cuarto Real, permitir la contemplación de la
muralla mientras se asciende.
El proyecto pretende albergar en el palacete salas expositivas y
de difusión cultural. La primera planta, completamente diáfana,
tendrá gran parte del suelo de cristal, con la intención de que se
vean los restos arqueológicos que han aflorado en los últimos
años. El pavimento de cristal continúa sobre las excavaciones al
aire libre que se encuentran en la parte que conecta el edificio
con el parque del Realejo. La intervención en el palacete y los
accesos tendrá un coste de aproximadamente de 3,6 millones de
euros, que están ya aprobados en el plan de Excelencia Turística
de la Junta de Andalucía, pero que tendrá que acometer el
Ayuntamiento de Granada. Solo la obra sobre el palacete costará
1,6 millones.
Una estancia quadrada de doble planta con arquerías y yeserías
además de frisos de azulejos de colores azul y verde. La sala
posee una balconada con tres grandes arcos.
Esta villa se encuentra en lo que se denomínó la Huerta Grande de
Almanxarra, que estaba formada por una gran extensión de terreno
dedicado a huertas y una parte con un magnífico jardín nazarí que
se iniciaba ante la puerta de la qubba. Se había construido junto
al adarve que formaba la muralla del barrio de los alfareros junto
con el conocido como palacio de Abencerrajes. Este espacio
monumental está considerado como la única muestra de arquitectura
residencial de esa época.
El torreón, o qubba, nazarí es lo único que se conserva de lo que
se supone que era un conjunto palaciego, que fue convertido en
convento de Santa Cruz la Real, tras la derrota de la ciudad ante
los Reyes Católicos, Con la desamortización de Mendizábal, el
convento pasó a manos privadas y se construyó un palacete
que envolvió la totalidad del torreón. Lo ocultó a la vista de la
ciudad, pero también lo protegió en su interior, ya que los
propietarios y arquitectos que levantaron la mansión del siglo XIX
respetaron la integridad de la qubba nazarí. En la d´`ecada de los
noventa del siglo XX paso a propiedad municipal y se iniciaron
diversos procesos de recuperación del conjunto monumental, aunque
las diferencias políticas entre los gobernantes municipales y de
la administración autónoma de Andalucía, provocaron numerosas
paralizaciones que han durado dos décadas.
El conjunto monumental se convertirá en un gran espacio con
jardines que intentarán recuperar la imagen del jardín nazarí, y
se mantiene el edificio del siglo XIX que engloba la qubba, que en
2006 fue restaurada por el Ayuntamiento de Granada y se cerró para
protegerla mientras se culmina la rehabilitación del resto del
conjunto monumental. En septiembre de 2006, las cámaras de Waste e
IDEAL, pudieron entrar en el interior del torreón restaurado para
comprobar el buen estado de las estancias y yeserías nazaríes.
Aunque la existencia de la qubba era conocida al formar parte del
palacete y del antiguo convento, en el año 2005 se realizaron
hallazgos arqueológicos importantes al rededor del palacete e
incluso bajo los pavimentos de su planta baja. Pudo comprobarse
que no se trataba de una torre aislada sino que la qubba formaba
parte de todo un conjunto palaciego, jardines y huertas.
MAPA DE ACCESO
AL CUARTO REAL
Ver Qubba, Cuarto Real de Santo
Domingo en un mapa más grande
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Arrayán
Jardín nazarí, un ecosistema de huertos Recuperación del jardín
Propuesta técnica de restauración de la zona ajardinada del Cuarto
Real de Santo Domingo, elaborada por el estudio de Ramón Ferández
Alonso y Asociados.
La principal línea de actuación de la propuesta de jardinería
consiste en el respeto a las distintas etapas históricas por las
que ha ido pasando el jardín, entendiéndolo como un palimpsesto en
el que se pueda
leer o interpretar las diferentes configuraciones que ha ido
teniendo. Para ello se hace necesaria una actuación cautelosa que
recupere o reintegre los elementos preexistentes que han llegado
hasta nosotros, manteniendo la estructura general del jardín y los
elementos vegetales de interés que se han conservado.
De esta forma se introducen nuevas plantaciones que completen o
reintegren dicha estructura en los puntos en los que ésta se ha
desdibujado recientemente. Esta intervención atañe tanto a la
bóveda de laureles como al jardín romántico del XIX.
Se potencia el jardín romántico, recuperándose las estructuras que
aún pueden leerse: parterres con topiaria de setos de boj, gruta
de rocalla, etc.
En las zonas que actualmente están yermas se introducen
plantaciones que permitan entender el origen islámico del jardín:
plantación de naranjos en retícula y huertos/jardín en la zona
superior, con plantas de flor y aromáticas, mezcla de jardín
ornamental y huerto de producción, como recuerdo del pasado de
huertas reales pertenecientes a las familias nazaríes.
Asimismo se realiza una limpieza de los elementos vegetales que se
encuentran descontextualizados, o en mal estado fitosanitario.
El nuevo estrato que se introduce en el jardín, para el propuesto
uso cultural del conjunto, debe entenderse desde la suma de los
anteriores.
Las transformaciones derivadas del cambio de uso, como nuevo
espacio público y cultural, deben entrelazarse con las
características de un jardín que siempre ha sido eminentemente
privado.
De los nuevos accesos al conjunto parten recorridos que dan una
nueva estructura de uso al jardín. Estos recorridos van dejando a
su lado las distintas zonas estanciales, que frente al dinamismo
de los recorridos
ven potenciado su carácter íntimo y recogido, características
propias del jardín granadino.