TAB IN ENGLISH Translated
by FELIPE BENAVIDES
Order:
Passeriformes
Family: Corbidae.
Corvus monedula
Coleus monedula
Jackdaw
Size: 30-34 cm
Habitat
They prefer croplands, spinneys or woodlands with scattered
trees. They also like living in hollows in the walls. They
are customary in urban areas and cities, preferably with
ruin buildings, city walls, old mills, watchtowers,
battlements, etc. They form groups on croplands. They feed
on plants and insects.
Las grajillas ‘toman’ la ciudad
Abandonan el medio rural para vivir en monumentos,
campanarios y viejos caserones
Han encontrado lugares donde refugiarse, anidar y volver a dormir
tras pasar el día en los campos de maíz de las vegas y vertederos
cercanos a los núcleos urbanos
Por Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle
La Catedral de Granada, las almenas de la Alhambra y la mayoría de
las iglesias del centro de Granada tienen nuevos inquilinos.
Centenares de grajillas ocupan los huecos entre las piedras, las
grietas de los tejados y las torres de los campanarios para pasar
la noche y como ‘hogar’ donde criar a su descendencia. Desde hace
algo más de un año los ornitólogos han observado que la presencia
de este pequeño cuervo de color negro y azulado ha crecido de
forma considerable en la capital granadina y que, al mismo tiempo,
se produce una merma en las poblaciones que se tenían localizadas
en los diferentes espacios naturales de la provincia
A la caída de la tarde y poco después del amanecer, en el centro
de la ciudad, desde el cielo, se oye un intenso y continuado coro
de sonidos que podrían transcribirse como ‘chop, chop, chop’. Es
el canto de centenares de grajillas, Corvus monedula, que por la
mañana se desplazan hacia sus territorios de alimentación en la
vega que rodea la ciudad, y por la tarde se dirigen hacia los
dormideros ubicados en las torres de las iglesias y espacios
monumentales. En ocasiones, a lo largo del día, se aprecian grupos
de aves de color negro, mayores que los ya conocidos estorninos, y
que sobrevuelan el espacio aéreo de la capital desde el cauce del
Genil hacia el casco histórico, tanto en dirección a la zona
de Bibrambla como al interior del barrio del Realejo, donde
encuentran viejos caserones.
Biólogos que han realizado estudios sobre la colonización de los
espacios urbanos por parte de especies habitualmente relacionadas
con el medio rural, cuentan a las grajillas entre la lista de aves
que prefieren la cercanía a lugares habitados por el hombre, pero
hasta ahora la presencia de este córvido en grandes núcleos
urbanos en España se ceñía a algunas capitales del centro de la
península, y no ocurría en el sur. De hecho, los estudios
realizados en Granada sobre esta especie, la sitúan siempre en
acantilados, bordes de sierras, arboledas y riberas de las
comarcas de Alhama, el Temple y en la zona de Guadix y el
Marquesado. Es en los últimos años cuando se ha apreciado su
presencia continuada y creciente en la capital.
Las grajillas empiezan a ser parte del cielo de la ciudad,
junto a estorninos y palomas.
En el centro
El sonido de las grajillas se hace más evidente en las
inmediaciones de la Catedral. La torre y las estructuras
arquitectónicas del templo renacentista se han convertido en el
lugar elegido como dormidero por centenares de grajillas que se
observan sobrevolando entre las cornisas, utilizan las balconadas
y los arcos del campanario como atalayas desde las que vigilar la
llegada de posibles depredadores. En el interior de las viejas
edificaciones, esta población de aves, que ya se ha instalado de
forma permanente, nidifica y se reproduce. Es una especie que solo
tiene una nidada por año, con puestas de entre tres y cuatro
huevos, pero generalmente no sale adelante más que un
polluelo, por lo que el crecimiento progresivo de la población no
será tan rápido como el de los estorninos, que realizan de tres a
cuatro puestas con resultados de dos o tres pollos por cada una de
ellas.
A pesar de que se les cree carroñeros, la realidad es que comen de
todo pero su principal dieta son cereales, trigo y maíz y frutos,
especialmente aceitunas, y en ocasiones grandes insectos, sobre
todo coleópteros y también huevos de otras aves, por lo que en
algunos lugares se les ha utilizado como controladores de plagas
de palomas y estorninos. La reducción de cultivos en los pueblos
les ha obligado a abandonar las zonas rurales, pero el incremento
de producciones de maíz en la Vega que rodea la capital, les ha
atraído hacia la metrópoli, donde además, la ciudad les ofrece
refugio y protección. Las grajillas, como todas las aves que
pueden considerarse omnívoras encuentran junto al hombre fuentes
de alimentación que podrían considerarse inagotables: los
vertederos de materia orgánica. Cada día, centenares de estas aves
acuden a las instalaciones de la Planta de Reciclado de Alhendín
para aprovechar lo que pueden entre las basuras acumuladas, y por
el camino, hacer sus paradas en los campos de cereales que se
encuentran en el camino entre la planta y la ciudad.
Los estudios sobre las grajillas que se manejan en toda España
tienen su principal fuente de información en las poblaciones de
este ave en la provincia de Granada, donde especialistas como
Manuel Soler y Juan José Soler, han realizado trabajos que se
mantienen desde final de la década de los ochenta, en los que
aportan detalles tan específicos como que las grajillas de la zona
de Guadix son menos ruidosas que las de otras localidades, y que
las de Cacín tienen menor peso. También ofrecen datos que
vaticinan un crecimiento de las poblaciones, al afirmar que el 47%
de las comunidades logran reproducirse en la provincia de
Granada.