Los
problemas de las aguas contaminadas
(problema global y el caso argentino)
Por Cristian Frers- WASTE MAGAZINE
El agua, origen y base de la vida, se ha consolidado como medio
indispensable para cualquier alternativa de futuro. No existe
actividad humana: económica, industrial, social o política que
pueda prescindir de este vital recurso. Sobre esta realidad, se
han desatado todas las vocaciones, ideas y acciones para su
control, uso y dominio. Su esencialidad para la vida y su
multiplicidad de usos, generan grandes conflictos entre diversos
sectores e intereses de la sociedad.
Sin embargo, las
inundaciones, las sequías, la pobreza, la contaminación, el
tratamiento inadecuado de los desechos y la insuficiencia de
infraestructuras para la desinfección del agua plantean serias
amenazas a la salud pública, al desarrollo económico y social de
los países en vías de desarrollo.
Se deben diferenciar dos tipos de contaminación:
-Contaminación natural: es la que
existe siempre, originada por restos animales y vegetales y por
minerales y sustancias que se disuelven cuando los cuerpos de agua
atraviesan diferentes terrenos.
-Contaminación artificial: va
apareciendo a medida que el hombre comienza a interactuar con el
medio ambiente y surge con la inadecuada aglomeración de las
poblaciones, y como consecuencia del aumento desmesurado y sin
control alguno, de industrias, desarrollo y progreso. Es
gravísima. Podemos decir que es preocupante el uso del agua para
fines tales como: lavado de automóviles, higiene, limpieza,
refrigeración, y procesos industriales en general, ya que si no
son debidamente tratados retornan al ciclo con distintos niveles
de contaminación.
Son enfermedades transmitidas por el agua el cólera, la fiebre
tifoidea, la disentería, la poliomielitis, la meningitis y las
hepatitis A y B, entre otras. Los lugares que carecen de
instalaciones de saneamiento apropiadas favorecen la rápida
propagación de estas enfermedades debido a que las heces expuestas
a cielo abierto contienen organismos infecciosos que contaminan el
agua y los alimentos.
La mayoría de estas enfermedades se pueden prevenir con la mejora
del saneamiento público, la provisión de agua limpia y medidas de
higiene como lavarse las manos después de ir al baño o antes de
preparar la comida. La construcción de letrinas sanitarias y el
tratamiento de las aguas servidas para permitir la biodegradación
de los desechos humanos ayudarán a contener las enfermedades
causadas por la contaminación.
La falta de agua adecuada
para el consumo, es una fuente directa de enfermedades, por lo que
para proteger la salud no basta con tener agua. La capacidad del
agua para transmitir enfermedades depende de su calidad
microbiológica. Las enfermedades pueden ser causadas por virus,
bacterias o protozoarios.
Las bacterias patógenas que
contaminan el agua y causan enfermedades se encuentran en las
excretas de los seres humanos y de los animales de sangre caliente
(mascotas, ganado y animales silvestres). Pueden transmitirse a
través del agua, de los alimentos, de persona a persona y de
animales a seres humanos. Las bacterias que más afectan la salud
pública son Vibrio cholerae, causante del cólera; Escherichia
coli, Campylobacter jejuni y Yersinia enterocolitica, causantes
de gastroenteritis agudas y diarreicas; Salmonella typhi,
que produce fiebres tifoideas y paratifoideas; y Shigella,
causante de disentería.
Estas bacterias llegan a los
cursos de agua a través de las descargas de aguas residuales sin
tratar o con tratamiento deficiente, del drenaje de lluvias, de
las descargas provenientes de plantas de procesamiento de carne de
ganado y aves, y de escorrentías que pasan por los corrales de
ganado. En las zonas rurales, la práctica de la defecación a campo
abierto también constituye una fuente de contaminación de las
aguas superficiales.
Las bacterias patógenas
representan un serio riesgo para la salud pública y es prioritario
eliminarlas del agua de consumo humano, debido a que su ingestión
podría ocasionar una epidemia con graves consecuencias para la
salud de la población.
La cuarta parte de la
población mundial no tiene acceso al agua potable. Más de la mitad
de la humanidad carece de un saneamiento adecuado del agua. La
mala calidad del agua, la falta de higiene y la contaminación
ambiental figuran entre las principales causas de epidemias,
enfermedades intestinales y muerte.
Con el crecimiento de las ciudades, los pobladores comenzaron a
utilizar los ríos, junto a los cuales habían vivido, no sólo para
abastecerse de agua y alimento, sino también para deshacerse de
los desperdicios domésticos. También las industrias vaciaron sus
residuos en los ríos aumentando la contaminación del agua y el
peligro para la salud. Se puede tomar como ejemplo la descarga de
arsénico en las aguas.
La intoxicación por el consumo de aguas contaminadas con arsénico
provoca alteraciones cardíacas y vasculares, alteraciones
neurológicas, lesiones hepáticas y renales, repercusiones en el
aparato respiratorio y lesiones cutáneas que avanzan
progresivamente hasta la neoplasias.
Argentina es uno de los más
afectados por esta enfermedad, ya que las napas de los suelos de
las provincias centrales están contaminadas por arsénico, debido a
diferentes movimientos geológicos. Además, aunque en mucho menor
escala, existen aguas infectadas por el desecho de residuos
industriales en algunos ríos. Por otro lado, la existencia de
arsénico en aguas y suelos tiene que ver con la posible
contaminación de alimentos de origen vegetal y animal que crecen y
se crían en esta regiones.
Las provincias más expuestas
al consumo de agua contaminada son Córdoba (principalmente en el
área de llanura pampeana: Río Cuarto, Belle Ville, Marcos Juárez y
San Francisco), Santa Fe (Venado Tuerto), Chaco, Santiago del
Estero, San Luis, La Pampa, y Buenos Aires, en la que si bien no
hay casos registrados, los altos índices de arsénico en algunas de
sus regiones hacen sospechar que existen personas potencialmente
enfermas.
El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de
purificación, Pero esta misma
facilidad de regeneración del agua, y su aparente abundancia, hace
que sea el vertedero habitual en el que arrojamos los residuos
producidos por nuestras actividades. Pesticidas, desechos
químicos, metales pesados, residuos radiactivos. Muchas aguas
están contaminadas hasta el punto de hacerlas peligrosas para la
salud humana, y dañinas para la vida.
Por eso a partir de hoy es
necesario actuar antes de contaminar la fuente de agua, y para
ello cada uno debe ser responsable de los desechos que genere y
encargarse de su tratamiento. Desarrollo y medio ambiente limpio
deben ir de la mano. Y esto es lo más difícil, concientizar -a los
industriales principalmente- que incluyan en la inversión de su
fábrica el costo de tratamiento de sus efluentes (sólidos,
líquidos y emisiones gaseosas) el cual deben asumir. Lo mismo
ocurre para las plantas de tratamiento cloacales de las
ciudades.
Enfermedades trasmitidas por la contaminación del agua:
Tipo de microorganismo Enfermedad Síntomas
Bacterias Cólera Diarreas y vómitos intensos. Deshidratación.
Frecuentemente es mortal si no se trata adecuadamente
Bacterias Tifus Fiebres. Diarreas y vómitos. Inflamación del
bazo y del intestino.
Bacterias Disentería Diarrea. Raramente es mortal en adultos, pero
produce la muerte de muchos niños en países poco desarrollados
Bacterias Gastroenteritis Náuseas y vómitos. Dolor en el
digestivo. Poco riesgo de muerte
Virus Hepatitis Inflamación del hígado e ictericia. Puede causar
daños permanentes en el hígado
Virus Poliomelitis Dolores musculares intensos. Debilidad.
Temblores. Parálisis. Puede ser mortal
Protozoos Disentería amebiana Diarrea severa, escalofríos y
fiebre. Puede ser grave si no se trata
Gusanos Esquistosomiasis Anemia y fatiga continuas
Cómo evitar enfermedades:
-Evitar la contaminación de las fuentes de agua
(preservación del ambiente), primordialmente la contaminación de
ríos y todos los cursos del agua (riego).
-Tener procesos adecuados de tratamiento y una buena distribución
que alcance a toda la población y en los casos que no se pueda
llegar por redes, instalar tanques para la depuración domiciliaria
y enseñar los procedimientos.
-Educar para la salud: enseñar a la población las normas de
asepsia apropiadas.
-Evitar el agua estancada es evitar el dengue.
Cómo cuidar el agua:
-Cerrar las canillas cuando no se necesite el agua. Una
canilla que gotea derrocha 46 litros de agua potable cada 24
horas.
-Revisar el estado del flotante y las válvulas del deposito de los
inodoros, evitará perdidas de agua.
-Cuidar los sistemas cloacales. Evitar que sean arrojados en el
hogar a través de ellos pañales, trapos, envases, productos
contaminantes, algodones, esponjas y tierra.
-Enseñar a los niños que no se deben arrojar juguetes en el
inodoros o rejillas.
Cristian Frers.
Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en
Comunicación Social.
Tte. Gral. Juan D. Peron 2049 7mo. "55".
(C1040AAE) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
República Argentina.
E-mail: cristianfrers@hotmail.com
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