En
búsqueda de una ciudad sustentable
La gestión ambiental urbana tiene como fin mantener y preservar el
ambiente urbano
Por Cristian Frers- WASTE MAGAZINE
Las ciudades, durante largas épocas fueron destacados centros de
producción, desarrollo social, innovación y creatividad, han
devenido en los últimos tiempos en espacios cada vez más
inhóspitos en los que se multiplican la pobreza, la violencia, la
marginación y la degradación del entorno.
Frente a ello, las municipalidades y las pequeñas comunidades
enfrentan el reto de asumir nuevas tareas ligadas al manejo
ambiental así como a la administración y gestión de los servicios
públicos y su infraestructura con un criterio de eficiencia.
La gestión ambiental urbana tiene como fin mantener y preservar el
ambiente urbano, y redefinir en el tiempo y en el espacio las
relaciones entre los seres humanos y su ambiente, en especial en
relación a los patrones de vida y consumo. Esta redefinición
procura revertir los efectos de la degradación del suelo, del aire
y agua producidos por los modelos de desarrollo urbano
insostenibles que reiteran la exclusión y empeoran las condiciones
y calidad de vida de los seres humanos que habitan las ciudades.
Una ciudad sustentable será aquella que logre satisfacer de manera
equitativa las necesidades de todos sus habitantes sin poner en
peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones
futuras. Esto implica que sus actividades no destruyan los
recursos ni la diversidad de los ecosistemas en los cuales se
sustenta, y la necesaria participación de todos sus ciudadanos
para ejercer sus derechos y responsabilidades. Esta ciudad deberá
ofrecer a sus habitantes servicios de calidad para toda la
población, un ambiente sano, viviendas dignas y suficientes,
seguridad, parques, espacios deportivos y de recreación,
convivencia social intensa y fructífera, empleo digno y bien
remunerado, atención sanitaria completa y eficiente, educación de
calidad y acceso a la actividad cultural.
La planeación y conducción del desarrollo es una responsabilidad
pública que corresponde a las instituciones gubernamentales,
garantizando la inclusión de todos los sectores sociales y la
sustentabilidad de la ciudad. Las políticas públicas, en materia
de diseño, planificación y construcción sustentable para las
ciudades del futuro, deben adaptarse al carácter dinámico y
evolutivo de las necesidades de sus habitantes, presentes y
futuros, y al ambiente urbano.
Las ciudades modernas padecen problemas ambientales que afectan la
salud de sus habitantes actuales y condicionan negativamente la
calidad de vida en el futuro.
El proceso de urbanización implica la modificación del espacio, de
las actividades productivas y de consumo, de los estilos de vida y
de las preferencias sociales; es un fenómeno multidimensional que
ubica al problema de la sustentabilidad dentro de un contexto que
rebasa los contornos propiamente urbanos, y que debe plantearse en
términos de un balance de intercambios físicos, sociales y
económicos entre la urbe y sus áreas de influencia. En el caso de
las ciudades, el capital ecológico en forma de recursos comunes
ambientales urbanos está representado, entre otros, por la
capacidad de carga de la atmósfera, de la cuenca hidrológica que
las abastece y por los recursos territoriales que ofrecen
servicios de localización espacial, de recarga de acuíferos, de
reserva ecológica y territorial, de recreación y de conservación
de recursos naturales. Bajo un criterio de sustentabilidad, estos
deben manejarse de tal manera que no se transgredan
sistemáticamente ciertos umbrales críticos, después de los cuales
se generan costos sociales-ambientales excesivos. Algunos de ellos
son evidentes: contaminación del aire, contaminación y agotamiento
de acuíferos, multiplicación de basurales a cielo abierto, entre
otros inconvenientes.
Los problemas ambientales de las ciudades deben contemplarse como
una señal de alarma de los problemas generales de producción,
consumo y organización de la vida, que se manifiestan de forma
especial en las ciudades por ser lugares donde se concentran las
actividades humanas.
Sin duda, el principal contaminante que preocupa a las ciudades en
los países en desarrollo es la excreta humana. Menos del 60 % de
la población urbana en los países menos desarrollados tiene acceso
a un saneamiento apropiado, y sólo un tercio está conectado a los
sistemas de alcantarillado.
Donde existen desagües, rara vez proporcionan un tratamiento del
agua servida de las ciudades. De modo similar, la recolección y
eliminación de la basura es un continuo problema para el gobierno
local.
Sólo la mitad de los residentes urbanos se beneficia de los
servicios de recolección, y los desechos sólidos municipales
recolectados acaban en basurales o sistemas de drenaje.
La basura industrial representan una particular preocupación en
las ciudades que carecen de capacidad para su correcto manejo,
puesto que es difícil controlar las descargas y asegurar que los
desechos peligrosos no acaben en las alcantarillas. Los
sofisticados controles, necesarios para tratar y eliminar los
desechos peligrosos, no se encuentran establecidos y en uso en la
mayoría de los países en desarrollo.
Con respecto a las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los problemas
ambientales más apremiantes con que se enfrentan las ciudades hoy
día? ¿Acaso estos problemas son muy diferentes entre el mundo
desarrollado y el mundo en desarrollo? A lo cual, un especialista
debería contestar. Los problemas ambientales en diferentes
ciudades y países son afectados por el nivel y el grado de las
actividades humanas y la presión resultante sobre el ambiente.
Las ciudades sustentables del siglo XXI demandan que se construyan
nuevas formas de Hábitat, donde resistir y mitigar impactos
permitan crear un nuevo ciudadano que sea colectivo. Que pueda,
desde nuevos pensamientos y técnicas organizativas imaginar las
ciudades, apropiándose de sus espacios, saliendo de la dependencia
hacia un rol de toma de decisión. Para construir las ciudades del
futuro es imprescindible salir de la sociedad del espectáculo para
ingresar al campo de la dilatación de la conciencia, la
participación y la solidaridad.
Una ciudad sustentable es un sistema artificial diseñado por el
hombre que tiene la virtud de integrarse a la naturaleza sin
contaminarla y de ser amigable, de servir a su creador con
calidad. O dicho de otra forma, es un sistema artificial que no
esclaviza al ser humano ni destruye al medio natural en el que se
implanta. Es una ciudad que se sustenta equilibradamente entre la
naturaleza, lo artificial y lo humano creando un entorno, en el
espacio y en el tiempo, de calidad para todos.
Cristian Frers - Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico
Superior en Comunicación Social
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