Chicles en las calles, residuos |
La Brigada Quitachicles
Los chicles y gomas de mascar arrojados en las calles suponen un alto grado
de contaminación y un enorme gasto para su retirada
Una ciudad española - Granada - crea el primer equipo de especialistas
en la retirada de chicles
Cada 'goma' tirada al suelo cuesta retirarla 0,12 céntimos de
euro
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CADA vez que usted tira un chicle en la calle, sus conciudadanos tienen
que pagar 0,12 céntimos de euro (20 pesetas) para poder retirarlo
del espacio de pavimento público en el que ha quedado adherido.
Esta acción de arrojar la goma de mascar a la calle se produce decenas
de miles de veces todos los días, provocando un salpicado de lunares
negros y blancos en aceras y plazas. Cuando no se pegan a los zapatos y
se convierten en un suplicio para poder despegarlos, quedan contaminando
las calles de la ciudad. Para luchar contra este problema ha nacido la
'brigada antichicles'.
Se trata de cuatro operarios de la empresa Inagra, grupo Cepsa, encargada
de la limpieza de la ciudad de Granada - España. Ataviados con chalecos
reflectantes amarillos en los que se ha estampado una señal de prohibición
con una leyenda: 'Brigada quitachicles'. Van armados con espátulas
de mango largo y acompañados de una máquina aspersora y lanzadores
de agua a presión.
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Granada
y la empresa concesionaria de limpieza de la ciudad, Inagra, decidieron
en diciembre de 2002 poner en marcha este equipo especializado ante la
dimensión que el problema tiene en zonas céntricas de la
capital, especialmente en calles y plazas de mucho paso de personas. El
pavimento, generalmente de materiales seminobles, se ha deteriorado considerablemente
a causa del impacto de los chicles y de los productos químicos que
poseen. Según el concejal de Medio Ambiente, Baltasar Garzón,
en estas zonas se encuentran entre 5 y 15 chicles por metro cuadrado, sin
contar espacios como los alrededores de tiendas de chucherías y
establecimientos de comida rápida, donde la cifra se multiplica
por tres.
Un dineral
Los ciudadanos no somos conscientes de lo que nos cuesta a todos tener
que limpiar este tipo de residuos. Retirar un chicle de la calle cuesta
dos veces más que cuando lo compramos en la tienda de chucherías
o en la maquinita expendedora.
Según el director general de Inagra, Francisco Fernández
Rico, señala que en un estudio reciente, el coste que tendría
la retirada de la totalidad de la goma de mascar que hay en nuestras calles
oscilaría entre 300.000 y 400.000 euros cada vez que se quisiera
limpiar de forma completa.
La 'brigada antichicle' comenzó a funcionar en uno de los espacios
más transitados de la ciudad y continuarán haciéndolo
por todas las calles del centro de la capital, al tratarse de las más
transitadas y, por tanto, afectadas por este problema. «No habrá
una periodicidad concreta para el trabajo de esta brigada especial, sino
que se pondrá en marcha según dicten las necesidades»,
afirma Baltasar Garzón.
Se va a mantener una especial atención sobre zonas relacionadas
con tiendas juveniles, chucherías y establecimientos donde existe
mucho paso de niños y adolescentes, como las hamburgueserías
del centro.
Además de la brigada el Ayuntamiento de esta ciudad del sur
de España pondrá en marcha una campaña de concienciación
ciudadana, consistente en carteles en las papeleras, en los que se podrá
leer mensajes alusivos a que no se tiren los chicles en la calle y se depositen
en la papelera. «Llamamos a todos a no tirarlos al pavimento. Es
muy fácil guardar el papelito en el que vienen envueltos y, cuando
se ha consumido, liarlo en este papel y acercarse a una papelera para tirarlo.
Le haremos un favor a la ciudad y a todos nosotros», afirma Baltasar
Garzón, que señala que esta iniciativa se encuadra en los
planes de limpieza especial de los barrios.
Las colillas superan a los masticables
El problema de los chicles se queda pequeño si lo comparamos
con las colillas que cada minuto son arrojadas a las calles por ciudadanos,
conductores y visitantes. No existe un estudio actual sobre el número
de cigarrillos que tiramos, pero los realizados hace alrededor de tres
años indicaban que la proporción es mucho mayor que la de
los chicles, entre 10 y 15 cigarrillos por metro cuadrado en algunos lugares
de la ciudad, especialmente en las esquinas, bordillos de las aceras y,
sobre todo, los alcorques de árboles y zonas ajardinadas.
Las bocas de las alcantarillas son uno de los lugares donde la gente
no se corta a la hora de tirar una colilla. Cuando se levanta una rejilla
aliviadora de agua, la sorpresa es mayúscula, el número de
colillas supera el centenar.
El Ayuntamiento ha planteado en ocasiones la puesta en servicio de
papeleras que tienen un dispositivo en su parte superior que sirve para
apagar las colillas y depositarlas en su interior. Un dispositivo que ya
existe en las papeleras ubicadas en los jardincillos de los tanatorios
del cementerio de San José, aunque la solución sería
una reducción del peligroso hábito de fumar.
datos
Sistema: Se acordona una zona y se aplica una base de etanol clorado
sobre el pavimento. Después acuden los operarios con una espátula
despegando los chicles, ayudados por un sistema de agua a presión,
después se barre.
¿Cuántos?: En el centro se estiman más de
3 millones de 'lunares' formados por goma de mascar.
CONSUMO
Los hombres prefieren los chicles de menta azucarados y las mujeres
sin azúcar
El consumo de caramelos masticables y chicles no es el más alto
en el ránking de las chucherías que se consumen en España.
Sólo suponen el 14% del total. Dentro de este sector el chicle de
menta o pipermint es el más apreciado por los consumidores, que
según sean hombres o mujeres, los prefieren con azúcar los
varones y no azucarados, las féminas. Le sigue en importancia la
fresa ácida y la clorofila. La menta verde o hierbabuena también
tiene una buena aceptación, un 11,1% del total.
Los estudios de la Asociación Española de Fabricantes
de Caramelos y Chicles, señalan que hay una tendencia al alza en
el consumo de chicles, por lo que se han lanzado al mercado todo tipo de
productos, como blanqueadores de dientes.
Otras ciudades
Los 'Gum Busters' del territorio español
Aunque Granada es la primera capital que ha puesto en marcha el equipo
'antichicle' de forma continuada y con su propia empresa de limpiezas,
otras ciudades como Barcelona y las capitales canarias, además de
Vitoria, utilizan los servicios de una empresa catalana que se ha especializado
en esta tarea con brigadas que llama los 'Gum Buster'.
Economía
Un sector en alza permanente
La producción y venta de golosinas, entre las que se cuentan
los chicles, es un sector en crecimiento en España. Anualmente se
producen alrededor de 200.000 toneladas de golosinas con una facturación
de casi 700 millones e euros y que da empleo directo a más de 6.000
personas, además de las miles de tiendas existentes en todo el país.
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