REPORTAJE
SALVAR LOS CHORLITEJOS DE CARCHUNA
Ornitólogos, en colaboración con la localidad de
Calahonda-Carchuna, Granada, y Vigilantes de Medio Ambiente,
consiguen que varias parejas nidifiquen y nazcan 32
polluelos y la reserva de un espacio de playa da esperanzas
a una especie en peligro de extinción
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * IDEAL - WASTE
Son tan pequeños que se confunden con guijarros de la playa.
Tienen el mismo color de las piedras, pero se mueven rápido, o se
quedan inmovilizados con la esperanza de mimetizarse con la arena
del litoral y pasar desapercibidos a sus enemigos. Son polluelos
de chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) un ave amenazada
con la categoría de 'vulnerable' a la extinción por la Unión
Internacional de la Conservación de la Naturaleza, que casi se
podría considerar extinta en la costa de Granada, donde solo se
pueden observar alguna pareja en playas como Carchuna y la
'Cagadilla', en los términos municipales de Carchuna-Calahonda y
Salobreña. Esta pequeña ave de no más de 17 centímetros en los
adultos y cinco en los polluelos que empiezan a corretear por la
playa, vive en la línea intermareal, en la zona que ha sido
ocupada por el avance inmobiliario y la agricultura de invernadero
y, sobre todo, por la presencia, cada temporada veraniega, de
miles de bañistas que acuden a las playas de la costa Tropical.
Esperanza
Pero en el declive poblacional que amenaza a esta especie se abre
una vía de esperanza gracias al trabajo de protección llevado a
cabo por un grupo de ornitólogos y los representantes y técnicos
municipales de la Entidad Local Autónoma de Calahonda-Carchuna. La
simple protección de una pequeña área de terreno situada en la
playa, junto al Farillo de Carchuna, ha conseguido que la especie
vuelva a reproducirse sin problemas en esta zona. «Hemos acotado
un pequeño espacio donde los chorlitejos podían hacer sus nidos,
que habilitan en el suelo sin protección alguna, para evitar que
fueran destruidos por las excavadoras que preparan las playas para
los bañistas ni atacados por perros», afirma el profesor y
ornitólogo, Juan Pérez Contreras, que ha certificado la presencia
de entre 7 y 8 parejas de chorlitejos que han construido 13 nidos.
«Esta cifra es importante ya que durante los censos que hicimos en
el año 2018, solo se contabilizaron seis parejas, cuatro en
Carchuna y dos en la Cagadilla de Salobreña. De ellas, se
reprodujeron cinco, y cuatro hicieron segundas puestas, mientras
que este año, solo en Carchuna, se ha duplicado la cifra».
Adulto
Puesta de huevos y polluelo
recién nacido. FOTOS: JUAN PEREZ
De los 13 nidos, uno fue destruido por tareas de desbroce, pero en
los otros 12 los chorlitejos, pusieron entre tres y dos huevos en
cada nido, que según Juan Pérez, eclosionaron en su totalidad. Si
tenemos en cuenta una media de 2,7 huevos por nido, nacieron 32
pollitos, lo que puede considerarse todo un éxito. De ellos, lo
normal es que salgan adelante un tercio. Así ha sido en esta
reserva de Carchuna. Si de esos 30 polluelos, casi doce se
convierten en juveniles y adultos, la labor ha merecido la pena.
Los ornitólogos habían detectado que en las playas más arenosas de
la costa granadina se veían algunos chorlitejos patinegros, pero
generalmente de paso y con índices de reproducción mínimos. Un
seguimiento y censo llevado a cabo a lo largo del pasado año
constató que la especie intentaba reproducirse en los dos enclaves
señalados, pero las tareas de preparación de las arenas para la
temporada veraniega les obligaba a abandonar los nidos o incluso
los destrozaba o las máquinas aplastaban a los polluelos incapaces
de volar. «Se quedan inmóviles en la arena esperando pasar
desapercibidos a sus enemigos, pero esa actitud no sirve ante las
excavadoras y morían aplastados». Los chorlitejos se reproducen
entre abril y junio (en segunda puesta) y entre que nacen y se
desarrollan pasan casi dos meses, lo que incluye la temporada de
mayor afluencia a las playas.
Intervención
La solución pasaba por una intervención municipal que acotase un
espacio y que, además, concienciase a los usuarios de la necesidad
de proteger a estas aves. «Entre otras cuestiones era importante
que no hubiese perros sueltos ni vagabundos que pudiesen atacar
los nidos y a los pollos ya nacidos», comenta Juan Pérez, que
asegurara haber encontrado una magnífica disposición por parte del
Ayuntamiento para proteger el espacio de los chorlitejos. «Además
del espacio acotado, se han colocado carteles y se han distribuido
dípticos informativos, lo que ha generado una buena disposición
por parte de la gente que utiliza la playa». Una tarea que ha
contado con la colaboración del biólogo y técnico de la ELA de
Carchuna, Manuel Valderas. Esta 'operación' ha contado con la
colaboración fundamental de los Agentes de Medio Ambiente de esta
zona que se han volcado en la información y protección de este
espacio.
Los buenos resultados de la campaña han conseguido dar un poco de
esperanza en la recuperación de esta especie en la provincia de
Granada, un ave que hasta la explosión urbanística del litoral era
fácil de ver en el rompeolas, en el 'rebalaje' motrileño,
corriendo paralelos a la espuma del mar en busca de invertebrados
para alimentarse y que desde hace unos años, es muy difícil de
observar. Un ave que, una y otra vez, intenta reproducirse en esta
zona, como en otras de la provincia de Almería, pero que al no
encontrar el lugar adecuado, se marcha o incluso, tras hacer sus
nidos, los abandona por la amenaza inminente de las máquinas y los
visitantes.
Los ornitólogos esperan que con las campañas informativas y los
resultados de este año, puedan mantener los 'cotos' en la arena y
favorecer que la próxima temporada de cría los chorlitejos vuelvan
a nacer en las arenas de Carchuna.
Zona protegida.
TAB IN ENGLISH Translated
by FELIPE BENAVIDES
Kingdom:
Animalia / Phylum: Chordata
Clase Aves / Orden Charadriiformes
Familia: Charadriidae
Charadrius alexandrinus
Linnaeus, 1758
Snowy
Plovers
Chorlitejo Patinegro
Maximun Size: 17 cm.
long.
Habitat
They live in marshes, salty or fresh-water wetlands,
preferably near or by the sea.
They feed on polychaeta, marine or fresh-water worms,
molluscs and insects living in the intertidal, muddy
areas. They are sedentary and they winter and nest
abundantly throughout the Iberian Peninsula in the sandy
shores.
They attend the banks in big lagoons and flooded areas.
They fly in small flocks.
They can be seen in Doñana on the beaches, in the
intertidal strip, on dunes and at the edge of lagoons.
They are included in the Red List of the Vertebrates of
Andalusia and in the Red List of the Vertebrates of
Spain.
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